Los contagios por
coronavirus han seguido creciendo en septiembre y los datos
son muy preocupantes: España es el 2º país del mundo con más contagios
en las últimas dos semanas y el 2º con
más muertos por millón de habitantes, el doble que Europa. La pandemia se
ha cebado en Madrid, donde hay 53
zonas que cuadruplican la media española
de contagios, pero también son muy
elevados en Navarra, la Rioja, Murcia,
Aragón, Castilla y León y Melilla. Y lo más preocupante es que la mayoría
de centros de salud están colapsados,
lo mismo que muchos hospitales y UCIs.
Mientras, cada autonomía toma medidas tardías, insuficientes y descoordinadas, parches para evitar el confinamiento, por miedo a hundir más la economía. Pero si no se cortan los contagios, no hay
economía posible. Urge confinar Madrid y varias regiones más.
Y reforzar con más médicos, enfermeras y medios los centros de salud y
hospitales, aumentando test y rastreadores. La prioridad es salvar vidas, no empleos. Actúen ya.
El coronavirus sigue imparable por el mundo y batiendo récords de contagios, tres en este mes de septiembre, el último el día 24: 361.390 contagiados, 32 veces los contagios del 14 de marzo (inicio estado de alarma). Hoy van ya 33.078.537 contagiados en 188 paises, según los datos de la Universidad Jhons Hopkins. El epicentro de la pandemia sigue en Estados Unidos (7.115.046 contagiados) y Latinoamérica (8.963.344 contagiados), destacando Brasil (4.657.702 contagiados), Colombia (813.056), Perú (800.142), México (730.317) y Argentina (711.325 contagiados). El tercer foco está en Europa (5.450.309 contagiados), donde destacan los contagios en Rusia (1.143.273), España (el 8º país del mundo con más contagiados: 716.841), Francia (552.473), Reino Unido (437.517), Italia (309.870 contagiados, menos de la mitad que España) y Alemania (286.339 contagiados). Del resto, destacan los contagios en India (6.074.702), Sudáfrica (670.766) e Irán (446.448).
La cifra de muertos por la pandemia se acerca al millón: son hoy 997.737 fallecidos en el mundo por coronavirus, según la Universidad Jhons Hopkins. La quinta parte han muerto en Estados Unidos (204.756 muertos, más que en todas sus guerras juntas), seguido de Brasil (141.741), India (95.542), México (76.430), Reino Unido (40.077), Italia (35.835), Perú (32.142), Francia (31.675) y España (31.232 muertes), el 9º en el ranking mundial, aunque somos ya el 2º país del mundo con más muertos por millón de habitantes, tras Perú. Y eso, por el alto número de contagios, ya que la tasa de letalidad (muertos/contagiados) de España (4,4%) es la 3ª más baja de Europa, tras Alemania y Portugal, según Sanidad.
En España, el rebrote de contagios iniciado en agosto se ha agravado en septiembre, mes en que ha habido 253.983 contagios nuevos (716.841 contagios hasta el viernes 25), la mitad de todos los contagios que hubo en España entre marzo y agosto (462.858 contagios al 31 de agosto). Tras esta 2ª ola, España se coloca en 282 contagios por 100.000 habitantes (en las últimas 2 semanas), con lo que somos ahora el 2º país del mundo con más contagios nuevos, solo por detrás de Argentina (314 contagios/100.000) y muy por encima del nivel de contagios del resto de Europa (por debajo de 100). Además, en septiembre ha habido un aumento de los hospitalizados por COVID (de 6.957 el 31 de agosto a 11.006 el viernes) y un aumento de enfermos en UCIs (de 846 a 1.465). Y se han producido 2.138 nuevas muertes este mes (hasta el viernes), con unos 100 muertos diarios la última semana, el doble de nuevas muertes por millón (2) que en Francia, Alemania o Italia.
Como se ve por estos datos, la situación es muy grave, mucho peor que la del resto de Europa, donde también sufren una 2ª ola de contagios que preocupa a las autoridades comunitarias. De hecho, España tiene 9 de las 10 regiones europeas con más contagios, debido a una mayor “alegría” en la desescalada, un exceso de contactos entre familias y amigos, una descoordinación en las medidas (17 autonomías “a su aire”) y menos medios sanitarios, desde médicos a test y rastreadores, según el diagnóstico de los expertos. Y el problema es que 4 de cada 10 nuevos contagios son asintomáticos, con lo que resulta muy difícil cortar la transmisión sin medidas más drásticas de aislamiento.
El problema más grave de esta 2ª ola de contagios se da en la comunidad de Madrid, donde están 9 de las 10 localidades españolas con más contagios (y 14 de las 20 más afectadas). La región tiene una tasa de contagios (721 por 100.000 habitantes) que triplica la media española (282/100.000). Y además, hay 53 zonas de salud que superan los 1.000 contagiados por 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, sobre todo en la zona suroeste de la comunidad, más poblada y más pobre, con familias que no pueden teletrabajar y viven hacinados en pequeñas viviendas y barrios con mucha movilidad. Y todo esto se traduce en que Madrid, que ahora está haciendo 151.000 PCRs a la semana, sufre un porcentaje de positivos que duplica la media española: el 22,1% de los test, frente al 12,1% en España. Y tiene 3.873 pacientes COVI hospitalizados la última semana (el doble que a finales de agosto) y 455 en UCIs (el triple), con 565 muertos más este mes.
Pero el problema de una pandemia descontrolada no lo sufre solo Madrid. Hay otras 8 regiones españolas con un porcentaje de contagios muy elevado en las últimas 2 semanas, según Sanidad: Navarra (662 contagios nuevos/100.000 habitantes), La Rioja (494), Castilla la Mancha (418), Murcia (404), Aragón (380), Castilla y León (372), Melilla (328) y País Vasco (281), siete por encima de la media española de contagios (282) y cuadruplicando la tasa europea de contagios. Y es preocupante el nivel de hospitalizados en Andalucía (503 la última semana), Castilla y León (313), Aragón (193) y Comunidad Valenciana (180), así como los ingresos en UCIs en Canarias (30 la última semana), Castilla y León (26) y Comunidad Valenciana (22). Y en cuanto a muertos, donde más aumentaron en septiembre (hasta el viernes) fue en Aragón (+264 fallecidos), País Vasco (+259), Castilla y León (+164) y Comunidad Valencia (+118), según los últimos datos de Sanidad.
Esta 2ª oleada del virus ha colapsado aún más en septiembre los centros de salud, que además no pueden atender el resto de las consultas y enfermedades no COVID, especialmente en Madrid. Y esta nueva oleada de contagios empieza a colapsar ya los hospitales de muchas ciudades, sobre todo en Madrid, donde las cifras oficiales hablan de que los enfermos COVID ocupan ya un 25,43% de las camas de hospital (frente a un 8,14% de ocupación media en España), aunque también crece la ocupación en Castilla y León (11,77%), Aragón (11,40%), Castilla la Mancha (14,29%), la Rioja (11,03%) o Navarra y País Vasco (superan el 10%).Y preocupa mucho la saturación de las UCIS, porque aunque las cifras oficiales señalan un 17,17% de ocupación media en España (y 40,12% en Madrid o 31% en Aragón), eso se calcula sobre todas las camas UCIs posibles, pero en realidad hay muchos hospitales de Madrid y grandes capitales que tienen ya las UCIs ocupadas al 100%, con enfermos COVID y el resto de pacientes.
¿Qué ha fallado para que los contagios se hayan desmandado en los últimos 2 meses? Parece claro que hay dos tipos de “culpables”. Por un lado, los ciudadanos, que han relajado en julio y agosto su precaución, multiplicando los contactos y reuniones con familiares y amigos, en medio de las vacaciones y los viajes, sobre todo los más jóvenes. Pero lo que más han fallado han sido los poderes públicos, en especial las autonomías (que, recordemos, tienen casi en exclusiva la gestión sanitaria), que no tomaron medidas a partir del 21 de junio: aceleraron demasiado la desescalada, sobre todo Madrid (por razones “políticas” y económicas), y no reforzaron la atención primaria ni contrataron médicos, enfermeras y rastreadores, a pesar de que en julio recibieron del Estado los primeros 6.000 millones de euros para sanidad, del Fondo creado para las autonomías (16.000 millones: 9.000 para sanidad, 2.000 para educación y el resto para compensar los menores ingresos). Pero la mayoría no lo han gastado en contratar sanitarios ni rastreadores.
Al producirse esta 2ª oleada de contagios, cada autonomía ha tomado medidas por su cuenta, con aislamientos parciales y reducción de la movilidad, teniendo mucho cuidado en no dañar al turismo y la hostelería. Pero han sido poco efectivas, como demuestra que hoy tengamos más del doble de contagios que a finales de julio: 716.841 frente a 288.522. Y ahora, a la vista de la gravedad de la situación, las autonomías más afectadas siguen dando palos de ciego, para evitar tomar la única medida que se ha visto efectiva: el confinamiento. El caso más paradigmático es Madrid: ha confinado a más de 1 millón de habitantes que viven en 45 distritos con más contagios, pero les permiten salir a trabajar, al colegio y hacer otras 9 cosas más (incluidas “gestiones administrativas” y “causas justificadas”), con lo que el 85% de estos confinados parciales viajan al resto de Madrid (según un estudio de la Universidad Politécnica) y trasladan el riesgo de contagio al resto de la región. Todo por “salvar la economía”. Pero si no se frenan drásticamente los contagios, en una o dos semanas habrá que cerrar Madrid, con mucho más coste y poniendo en peligro la sanidad y muchas vidas.
Urge tomar medidas más duras en Madrid, como exigió el viernes el ministro de Sanidad (“no valen los atajos”) para el 71% de Madrid que supera los 500 casos por 100.000 habitantes (4,7 millones de habitantes, en 200 zonas sanitarias de las 286 existentes). Y llegar al confinamiento total donde haga falta, en Madrid y en otras regiones. Además, poner más dinero y más medios para atajar la pandemia, no basta con tirar de los militares y de la policía. Hay que contratar de una vez más médicos y enfermeras, sobre todo para los centros de salud, porque hay pocos: 76,5 médicos de primaria por 100.000 en España frente a 123,4 en Europa, según Eurostat. Y 520 enfermeras frente a 840. Los facultativos calculan que hay que contratar entre 5.000 y 9.000 médicos de familia en España (600 en Madrid, junto a 150 pediatras). Y en paralelo, abrir más centros de salud, en polideportivos y carpas, para atender a los enfermos COVID y al resto, multiplicando los test PCR y poniendo en marcha los test de antígenos (cuestan 4,5 euros y detectan contagios en 15 minutos). Y contratar de una vez más rastreadores, asegurando que las cuarentenas se cumplen (las han bajado a 10 días: otro parche).
España sufrió más la primera ola del coronavirus y no hemos aprendido, porque somos también el país europeo que más sufre esta 2ª ola. La Comisaria de salud de la UE ha urgido a los paises a “tomar medidas inmediatas”. Y la única realmente efectiva para frenar drásticamente los contagios es el confinamiento. Hundirá más la economía, pero ya se ha frenado la recuperación con la 2ª ola de contagios y si no se frenan, la economía sufrirá más. O ponemos el país en cuarentena un mes, o dentro de unas semanas será peor y la economía se hundirá más. El viejo dilema “la bolsa o la vida” no vale: sin salud no hay economía. Confinemos las regiones con más contagios, mantengamos las actividades esenciales, volvamos a la enseñanza online y mientras reforcemos la sanidad y la educación para que la siguiente desescalada nos pille mejor preparados.
Mientras, la emergencia económica sigue ahí y la recuperación se retrasa, porque empresas y consumidores tienen demasiada incertidumbre sobre el futuro. Esta situación obligará esta semana a prorrogar los ERTEs, donde todavía hay 700.000 trabajadores a los que se les acababan las ayudas y prorrogar también las ayudas a más de 1 millón de autónomos, además de mantener exenciones de cotizaciones a las empresas afectadas. Y se pone en marcha, a partir del 13 de octubre, la nueva Ley del teletrabajo, que puede ayudar a uno de cada cinco trabajadores como mucho. Pero la 2ª ola obligará a mantener otras ayudas, lo que agravará el déficit público y obligará a aprobar el Presupuesto 2021 con más ingresos (además de los 20.000 millones de ayudas europeas), para financiar las ayudas y las inversiones que necesitamos para salir adelante y modernizar el país. Porque la Comisión Europea lo ha dicho claro: los paises tendrán que seguir apoyando la economía al menos hasta 2022, porque la salida de esta crisis no se vislumbra hasta 2023.
Pero no hay recuperación posible si no se frena al virus. Por eso es hora de tomar medidas sanitarias drásticas y eficaces, al margen del “politiqueo”, como proponen en este manifiesto más de 170.000 sanitarios españoles. No es hora de fotos y banderas, de políticos y gestores que intentan salvar la cara: es hora de confinar las regiones con más contagios y pedir más sacrificios a los ciudadanos, pero asegurándoles que se va a destinar el dinero, los sanitarios y los medios que hagan falta para combatir esta pandemia. Sobran parches y faltan medios y medidas eficaces. Nos jugamos mucho.