Además, los mayores
suelen tener su vivienda en propiedad (incluso una segunda alquilada) y
eso les reduce costes (de alquiler e hipoteca, muy importantes ahora),
aumentando sus ingresos reales. De hecho, un 84% de los mayores de 75 años
tienen vivienda en propiedad y un 83,1% de los que tienen entre 65 y 74
años, mientras que sólo tienen piso propio el 31.8% de los menores de 35
años (lo tenían el 66% de esa edad en 2002), según
el estudio de la Fundación BBVA e Ivie, que refleja cómo el 81% de los
nacidos entre 1945 y 1965 tienen piso propio frente a sólo el 45% de los
nacidos después de 1985.
Mostrando entradas con la etiqueta envejecimiento población. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta envejecimiento población. Mostrar todas las entradas
lunes, 5 de mayo de 2025
Los mayores viven mejor
En abril, los jubilados han cobrado una pensión media
de 1.503 euros mensuales, el doble de lo que cobraban en 2007 y un 32,5%
más que hace 5 años. Las pensiones han subido mucho más que los salarios y
la inflación, mejorando sustancialmente los ingresos de los mayores, aunque más
de la mitad de los pensionistas cobran menos del salario mínimo. Las rentas
de los mayores han crecido más que las del resto de españoles
y más que las de los jubilados europeos, lo que les permite
ahorrar y ayudar a sus hijos y nietos, apoyados además por tener la mayoría una
vivienda en propiedad. Con todo, el problema sigue estando en los que tienen
de 55 a 65 años, que tienen mucho paro y pocos ingresos, sobre todo los
menos formados. Un estudio revela que mejorar la formación de los
mayores es clave para su salud y calidad de vida. Algo clave en España, porque
en 2050 habrá 16,68 millones de mayores, el 30% de la población. Los mayores de 65 años serán el 30% de los españoles en 2050
El 1 de enero de 2025, vivían en España 10.183.437
personas mayores de 65 años (4,44 millones de hombres y 5,74 millones de
mujeres), uno de cada cinco españoles (el 20,74%), según el último Censo del
INE. Una cifra de mayores que se ha disparado desde 2008 (7.633.807 mayores,
el 16,57%), por el aumento de la esperanza de vida. Y las previsiones del INE
auguran que la cifra de mayores seguirá subiendo: 11.827.742 en 2030
(el 22,8% de la población) y 16.684.954 mayores en 2050 (el 30,4%
de los habitantes).
Además del fuerte aumento de los mayores, otro dato
relevante es que han sorteado las últimas crisis mejor que el resto de la
población, gracias a la subida de sus pensiones. Y además, la renta
de los mayores en España supera a la de los mayores del resto de Europa,
según un reciente estudio
de la Fundación BBVA e Ivie: tienen una renta mediana de 19.320 euros
(2023), un 6,4% más que los 18.152 euros de renta que tienen en la UE-27.
Estas mayores rentas de los mayores españoles son aún mayores entre los que tienen
estudios superiores: 30.864 euros de renta mediana en España, un +18% que en Europa (26.072
euros). Y aún hay más diferencia entre los mayores con estudios medios; 23.134
euros en España, un +26% que en la UE-27 (18.364 euros). Y también hay
diferencia (+5,1%), entre los mayores con estudios básicos:
16.807 euros frente a 15.980.
Dentro de España, los mayores son el colectivo que
mejor ha soportado las últimas crisis, según
otro estudio del Banco de España: los hogares encabezados por personas mayores
de 75 años han mejorado sus ingresos
un +9,1% entre 2020 y 2022 (de 19.800 a 21.600 euros) y los hogares
encabezados por personas de 65 a 75 años los han mejorado un +4,46% (de
29.100 a 30.400 euros). En cambio, los hogares encabezados por menores de 35
años han bajado su renta mediana un -8,2% (de 31.700 en 2020 a 29.100 en
2022, los hogares encabezados por personas de 35 a 44 años han visto caer su
renta real un -0,9% (de 37.300 a 35.600 euros). Y a partir de esa edad,
han mejorado sus rentas: un +7,3% los hogares de personas
de 45 a 54 años (de 34.300 a 36.800 euros) y un +0,55% (de 35.900 a
36.100euros) los hogares con el cabeza de familia de 55 a 64 años.
En definitiva, han sido los
hogares jóvenes los que han perdido ingresos con la pandemia y la alta
inflación, como consecuencia de que tienen peores trabajos y sueldos más bajos,
además de beneficiarse menos de las ayudas aprobadas contra la inflación (que
porcentualmente han ayudado más a los que más ganan). Y los mayores se
han beneficiado más de estas ayudas y, sobre todo, de que las pensiones les han
subido más que la inflación.
La revalorización
de las pensiones ha sido del +21% entre 2019 y 2025, tras
varios años en que sólo subieron un +0,25% anual (2014-2018). Una subida de las
pensiones superior a la de los salarios (+18,6% han subido los salarios
de convenio entre 2019 y 2025) y a la subida de la inflación (+18,7%),
lo que ha permitido mejorar el poder adquisitivo de los mayores, básicamente de
los que no tienen que pagar alquiler ni hipotecas. Y con ello, la pensión media
de los 9.333.486 pensionistas (4.707.565 hombres y 4.625.885 mujeres) fue
en abril de 1.309 euros mensuales, por encima del nuevo
salario mínimo (1.184 euros en 2025). Y la pensión de jubilación,
que cobran dos tercios de los pensionistas, superó en abril la barrera de los
1.500 euros mensuales (1.503,3 euros), lo que supone duplicar la pensión
media de jubilación que se cobraba en 2007 (757 euros al mes) y un aumento del +32,5%
sobre la jubilación media que se cobraba antes de la pandemia (1.135 euros).
La pensión media, global y de jubilación, ha crecido mucho,
pero no podemos olvidar que hay muchos
pensionistas con pensiones bajas y en mínimos. Así, en
abril, más de la mitad de todos los pensionistas (concretamente 4.784.170, el
51,25%) cobraban de pensión menos del salario mínimo (menos de 1.135
euros mensuales), mientras otros 4.374.099 pensionistas (el 46,8%) cobraban
entre el SMI y la pensión máxima (3.267,70 euros en 2025), según los datos de
la SS. Y sólo 175.217 pensionistas (el 1,8%) cobran la pensión máxima. Una
desigualdad de pensiones fruto del tiempo cotizado y los sueldos cobrados, que
perjudican sobre todo a las mujeres, que cobran de media un
-45,97% menos de pensión media (1.071,76 euros las mujeres frente a
1.564,53 euros los hombres).
Pero no es sólo que los mayores cobren más pensiones que
antes y hayan mejorado su economía. Es que además, en los últimos años de su
vida laboral, los sueldos de los mayores de 45 años son superiores a los
de los jóvenes, porque tienen más empleos indefinidos y también por el mayor peso
de la antigüedad. Así, a igualdad de estudios, el salario de los mayores es un +11,9%
superior al de los trabajadores de 25 a 54 años. Y si tienen estudios
superiores, es un 25% más alto, según
el estudio de la Fundación BBVA e Ivie.
Otra diferencia importante es que los mayores tienen más
dinero ahorrado que los jóvenes, gracias a que han trabajado muchos años, con
mejores contratos y sueldos. Así, los mayores de 65 años tienen unos 37.000
euros de media en el banco, más del doble de lo que tienen los menores de
35 años (14.430 euros). Y eso tiene mucho que ver con los ingresos percibidos y
la mayor o menor dificultad para llegar a fin de mes: tienen
problemas el 23,2% de los españoles de 18 a 64 años y sólo el 15,9% de los que
tienen más de 65 años.
Al final, los ingresos, el ahorro y las propiedades
configuran la riqueza media de los hogares, que es muy diferente
según la edad del cabeza de familia, como refleja el
estudio de la Fundación BBVA e Ivie. Así la mayor riqueza media la
acumulan las familias encabezadas por mayores de 75 años (454.700
euros de media), seguidos muy de cerca por las familias encabezadas por
personas de 65 a 74 años (442.300 euros de riqueza). Y luego la riqueza
neta va bajando con la edad: 352.900 euros entre 55 y 64 años, 257.300 entre 45
y 54 años, 191.100 euros entre 35 y 44 años y sólo 77.600 euros de riqueza los
hogares encabezados por menores de 35 años. Y si lo miramos en perspectiva ,
los “abuelos” (más de 74 años) han aumentado
su riqueza un +19,2% desde 2017, mientras sus hijos (55-64 años) la han reducido
un -1,5% y sus nietos (menos 35 años) la han aumentado un +44%...
Pero esta es la versión más positiva, la que refleja que
muchos mayores viven mejor que antes de la pandemia. Pero hay otros “menos mayores”
que sufren muchos problemas: los que tienen entre 55 y 65 años y no
trabajan ni se pueden jubilar. En España hay 7 millones de personas en esta
franja de edad y lo llamativo es que más de una tercera parte de estos “mayores”
(55 a 65 años) ni trabajan ni estudian, un 38,1% son “ninis” (2.668.280
personas), un porcentaje mucho mayor que los “ninis” jóvenes (16,1% entre
25 y 34 años), según
el informe de la Fundación BBVA e Ivie. Y son estos mayores (55 a 65 años)
los que acaparan el 45% del paro de larga duración (más de un
año), porque la mayoría de las empresas no les contratan (ni les forman
cuando trabajan: prefieren formar a los más jóvenes). Y la mayoría de estos
mayores “sin salida” son mujeres, muchas poco formadas.
Otra conclusión del estudio
sobre los mayores de la Fundación BBVA e Ivie es que la formación es
clave para que los mayores vivan sanos y mejor.
Por un lado, los mayores ingresos de los mayores españoles ya conducen a que
vivan más años sin discapacidad que los mayores europeos, según
la Encuesta Europea de Salud: 10,5 años a partir de jubilarse en España
frente a 9,7 años de media en la UE-27. Pero además, en la salud de los mayores
influye mucho el nivel educativo. Así, los datos revelan que los
mayores de 65 años con estudios superiores tienen menos sobrepeso y
obesidad (sólo el 54,1%) que los mayores que tienen sólo estudios
primarios (63,6% son obesos). Y también hacen más ejercicio
(36,1% los que tienen estudios superiores y el 30,9% si tienen estudios
primarios). Además, el estudio revela que a más formación, más movilidad
y menos problemas para cuidarse solos (el 56% de los que tienen
educación primaria y el 25,6% con estudios superiores). Y lo mismo con las
enfermedades crónicas: bajan entre los mayores más formados.
Además de influir sobre la salud, la formación
también afecta al bienestar emocional y a las relaciones de los
mayores: el
estudio revela que se sienten más “excluidos” de su entorno los mayores (de
55 años) con estudios primarios (el 8,8%) que los mayores con estudios
superiores (sólo 4% se sienten excluidos). También los más formados se
sienten menos solos (21,5%
frente al 32,4% los menos formados), tienen más relaciones con amigos y apuestan
más por un “envejecimiento activo”: más actividad física y
deportiva, más participación en actividades culturales y más tareas de
voluntariado.
En definitiva, este estudio revela algo que hasta ahora no
se tenía en cuenta: que el bienestar de los mayores no sólo está ligado a sus
ingresos sino que su salud y bienestar mental está muy relacionado con su
formación: cuanto más formado esté un mayor (ya desde los 55
años) más sano envejecerá y menos problemas de salud y dependencia tendrá.
“Mens sana in corpore sano”, que dijo Juvenal. Por eso, el
estudio propone mejorar la formación de los mayores (a partir
de los 50 años), tanto para que se reciclen y no pierdan sus trabajos (o se
coloquen si están parados) como para mejorar su envejecimiento, con una
jubilación más sana. Esto llevaría a aprobar un Plan integral de
formación de los mayores, no sólo en habilidades digitales sino en una
formación multidisciplinar, sobre todo para aquellos que en su día no pudieron
completar su educación básica.
Vamos camino de una
sociedad envejecida, donde casi un tercio de los españoles tendrán
más de 65 años en 2050. Eso exige seguir financiando las pensiones, porque
estos millones de personas no tienen otra fuente de ingresos y son claves para ayudar
a hijos y nietos. Hay que rechazar los argumentos de que las pensiones “están
ya demasiado altas” mientras los jóvenes no pueden independizarse. Son dos
cuestiones distintas: hay que apoyar a los jóvenes, con trabajos decentes y
alquileres accesibles, pero sin enfrentarlos con los mayores y sus pensiones. Y,
sobre todo, hay que prepararse para atender a 16,68 millones de mayores en
2050, desde la financiación de las pensiones y la dependencia a su salud y
bienestar, para lo que ayudaría formarles más, con más recursos
públicos. No sólo asegurarles pensiones decentes, sino hacerles
sentir vivos y útiles.
Etiquetas:
envejecimiento población,
formación mayores,
jubilados,
mayores,
mayores y jóvenes,
pensión de jubilación,
pensión media,
pensiones
lunes, 30 de mayo de 2016
Futuro pensiones: más ingresos o recortes
El futuro de las
pensiones ha entrado en precampaña
electoral, con más ataques políticos
que soluciones concretas. El PSOE propone
conseguir más ingresos con impuestos y Rajoy
lo tilda de “disparate”, aunque es lo
que propuso el Tribunal de Cuentas en 2015. Y tanto el PP como Ciudadanos e IU dicen
que la solución es “crear más empleos”.
Falso: se han creado 959.000 empleos
en dos años y el déficit de las
pensiones ronda los 17.000 millones de euros, tras gastarse ya más de la
mitad de la hucha de las pensiones.
El problema es que se crea un empleo muy
precario, que cotiza poco, mientras
los pensionistas y los gastos crecen. Y el “agujero” será mayor a partir
de 2030, cuando se jubilen los muchos nacidos en los años 60 y 70. El
dilema es: o se recauda más desde ya (con
impuestos y cotizaciones) o habrá que
hacer más recortes a las pensiones futuras. Soluciones y no politiqueos.
![]() |
enrique ortega |
Antes que nada, veamos cuál
es el verdadero problema de las pensiones hoy en España. Básicamente, que
los ingresos no cubren los gastos y el déficit crece de forma imparable, poniendo en peligro el pago de las pensiones futuras. Antes de la
crisis, en 2007, las pensiones
tenían superávit (+14.672 millones
de euros), que se mantuvo, aunque bajando, hasta 2010 (+244,1 millones). En 2011, las pensiones tuvieron su primer déficit (-487,3 millones), que Rajoy multiplica por 12 en 2012
(-5.812,8 millones), se estabilizó en 2013 (-5.812,8), se duplicó con creces en
2014 (-13.762,3 millones) y siguió creciendo en 2015 (-16.707 millones), a pesar de que en estos dos años se crearon 959.000 nuevos empleos. Y el déficit de las pensiones sigue
creciendo este año 2016: alcanza los 17.772
millones de euros a finales de marzo, según un reciente estudio de la Universidad de Valencia.
¿Por qué las pensiones tienen
este abultado déficit?
Básicamente, porque los ingresos por cotizaciones no cubren los gastos, el pago de
pensiones. Podría pensarse que no salen las cuentas porque el
gasto en pensiones se ha disparado. Pero no es así. El gasto en
pensiones crece, pero poco: en mayo creció el 3,04%, siendo el primer mes que creció por encima del 3% en
los últimos 14 meses. Y el número de
pensionistas crece también poco, un 1,13% en mayo, uno de los menores de la
última década, con una caída en las jubilaciones (-2,9% en 2015), por segundo
año consecutivo. Así que el gasto en
pensiones está “contenido” (aunque haya sido de 8.467 millones en mayo 2016) y no es por casualidad: es el fruto de las dos "reformas" de las pensiones
(recortes) aprobadas por Zapatero en 2011 (aumento edad de jubilación a 67 años y mayores exigencias
de cotización) y por Rajoy en 2013 (menor revalorización de las pensiones, penalización jubilaciones
anticipadas y cambio en el sistema de cálculo pensiones a partir de 2019).
Así que si el déficit
de las pensiones crece imparable no es porque se disparen los gastos, sino
porque fallan los ingresos: debían haber crecido un 6,8% en 2015, según el
Presupuesto, y sólo crecieron el 1,3%. Y para este año 2016, el Gobierno ha
previsto un aumento de ingresos del 6,7% y las cotizaciones sólo han aumentado un
1,8% estos meses. ¿Qué pasa? Pues que se crea empleo (525.100 nuevos empleos en 2015 y otros 433.900 en 2014),
pero es un empleo muy precario que cotiza poco: un empleo temporal (92% nuevos empleos
2015) cotiza por un sueldo que es dos tercios el de un trabajador fijo y un
empleo a tiempo parcial (35,5% de los empleos creados en 2015) cotiza por un
sueldo que es un 38% del que se paga por una jornada normal. Así que se crea empleo,
sí, pero los ingresos de la Seguridad Social apenas crecen con estas “cotizaciones
basura”. Y así, la reforma laboral del PP (febrero
2012) ha agravado el déficit de las pensiones.
Pero no es sólo por eso. Los ingresos de la Seguridad Social también caen por otras dos causas. Una, porque el Gobierno Rajoy se ha
dedicado a bonificar las cotizaciones de la SS a empresas y autónomos (tarifas planas), descuentos que además de costosos, resultan poco efectivos para crear empleo, según la mayoría de expertos. Estas bonificaciones han supuesto una rebaja de ingresos por cotizaciones de 3.439 millones en la Legislatura de
Rajoy (2012-2015), agravando el déficit
de las pensiones. Y para 2016 supondrán dejar
de ingresar otros 2016 millones más.
La otra causa de los menores ingresos es que hay más parados que no cobran desempleo y que por tanto, tampoco cotizan a la Seguridad Social. Así, en diciembre de 2011, había 1.389.973 parados que cobraban una prestación contributiva y a los que se descontaba
una cantidad para cotizar a su futura pensión. Pero en marzo de 2016 sólo hay la
mitad de parados que cobraban prestación contributiva (745.847 parados) y que cotizaban a la Seguridad
Social, mientras la mayoría de los parados (1.309.252 ahora) cobran una pensión
contributiva pero no cotizan, con lo que caen
los ingresos a la SS.
Así que los ingresos
de la Seguridad Social caen porque los
nuevos empleos cotizan menos, las empresas y autónomos tienen muchas rebajas y
hay menos parados que cotizan. Por todo ello, la Seguridad Social ha perdido 47.500 millones de ingresos entre 2008 y 2015, mientras el gasto en pensiones aumentaba 6 veces más
que los ingresos. Así no hay cuentas
que salgan. Veamos un resumen sencillo: el gasto mensual en pensiones casi se ha duplicado, pasando de 4.318 millones de euros mensuales en 2003 a
8.467 millones en mayo de 2016. Y mientras, el
empleo sólo ha aumentado en 937.000 personas en estos 13 años (de 17,09 a 18,02 millones). Mucho más a pagar en pensiones y pocos más a cotizar. Así surge
el enorme déficit del sistema de
pensiones, que se mantendrá toda esta década.
Y el problema no tiene visos de arreglarse en el futuro, sino de agravarse más. Porque va a aumentar mucho el gasto en pensiones, pero no los empleos y los ingresos. Y
ello se debe a dos factores. Por un lado, el envejecimiento de la población española: cada
vez habrá más viejos que vivan más años y a los que habrá que pagar la pensión
más tiempo. España tiene ahora la mayor esperanza de vida de Europa (y la
segunda del mundo, tras Japón): 83,3
años de esperanza de vida al nacer, con lo que los españoles de 65 años tienen por delante
18,3 años de vida (y 22 años en 2050). Y al aumentar la esperanza de vida, cada
vez habrá más personas mayores de 65 años,
con derecho a una pensión: si en
2015 eran el 18,5% de la población, en 2050 serán ya el 33,4% (y en 2064, el 38,7%),
siendo España el segundo país europeo
(tras Eslovaquia) donde más aumentarán los mayores de 65 años.
Por otro lado, mientras España
va a envejecer más, no aumentarán
los jóvenes para trabajar, porque ha caído en picado la natalidad, una de las más bajas de Occidente: la
media es de 1,32 hijos por mujer (2014), frente a 1,58 en la EU-28, 1,94 en
Reino Unido o 2,01 hijos por mujer en Francia. Además de tener menos hijos
(harían falta 2,1 hijos por mujer para sustituir a los viejos por jóvenes y no
perder población), las mujeres españolas tienen los hijos más tarde (a los 30,6
años de media en 2014, dos años más tarde que en 1994).
Esta combinación de menos
hijos y más viejos es “una bomba” para las pensiones, porque habrá menos gente para trabajar y cotizar para pagar las crecientes
pensiones futuras. De hecho, si en 2015 había 3,5 españoles en edad de
trabajar (16-64 años) por cada mayor de 65 años, en 2050 habrá sólo 1,38
activos por cada jubilado (2 por 1 en Europa), con lo que habrá menos cotizantes para pagar muchas más pensiones. Así que si ahora
tenemos un problema de déficit en las pensiones, a mediados de siglo tendremos “un
mayor agujero”. De hecho, los
mayores problemas surgirán a partir de 2030, cuando se jubilen los muchos españoles
del “baby boom”, los que nacieron
entre 1962 y 1975. Así que el mayor
problema no lo tienen los pensionistas actuales, sino los españoles que tienen
ahora entre 40 y 55 años. Ellos son los que tienen que estar más
preocupados con su futura pensión.
¿Qué se puede hacer?
Sólo hay una alternativa realista: conseguir más ingresos. No tiene sentido que España sea el país más
envejecido de Europa y sea a la vez uno
de los que menos gasta en pensiones, por mucho que se haga demagogia con la alta factura
mensual: gastamos un 12% del PIB en
pensiones frente al 13,8% de la zona euro (y un 16,6% en Italia, un 15,2% en
Francia y un 12,3% en Alemania). Hasta ahora, el Gobierno Rajoy ha hecho frente
a los déficits crecientes “tirando” de la hucha de las pensiones: estaba en 66.815 millones en 2011 y
Rajoy se ha gastado ya más de la mitad, 47.201 millones, para poder pagar la extra de verano y Navidad a los pensionistas,
desde 2012 hasta ahora. El futuro Gobierno lo seguirá teniendo que hacer, con
lo que se estima que la hucha se agotará en 2018. Y ¿después qué? Si no se toman medidas
ya, el resultado será que en dos años no habrá dinero suficiente para pagar las pensiones previstas.
El PSOE ha propuesto conseguir más ingresos con recargos en algunos impuestos,
sobre todo en IRPF, sociedades y patrimonio, para destinarlos a pagar las
pensiones. Rajoy ha calificado la
propuesta de “disparate”, a pesar de
que su Gobierno ya propuso el verano pasado pagar una parte de las pensiones con cargo al
Presupuesto (las de las viudas y huérfanos, unos 23.000 millones al año, el 20%
de la factura total de las pensiones). Y no debe ser tal disparate cuando fue
la propuesta que hizo el Tribunal de Cuentas en 2015 a
las fuerzas sociales firmantes del Pacto de Toledo: financiar una parte de las
pensiones con cargo a los Presupuestos, no sólo con cotizaciones. Y también
propuso buscar nuevas fuentes de ingresos la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), en julio de 2015.
Rajoy y el PP
creen que no hay que buscar más ingresos, que basta con “esperar a que se creen más empleos”. Y lo mismo piensa Ciudadanos y en parte IU. Pero es falso y el Gobierno Rajoy lo
sabe: ha mandado a Bruselas un Programa de Estabilidad 2016-2019 en el que prometen crear 1,9 millones de empleos en estos 4 años pero
reconocen que la Seguridad Social
seguirá con déficit hasta 2019
(-8.000 millones de euros). Así que, según sus propios datos, aunque en 2019
haya casi 20 millones de españoles trabajando, la SS seguirá con un gran agujero. Porque el
gasto crecerá más que los ingresos.
Hay que dejarse de “politiqueos”
y hacer propuestas realistas,
que obligatoriamente pasan por conseguir más ingresos para pagar las pensiones.
Porque si no, habrá que hacer más
recortes de los previstos, que ya son
tremendos, aunque la mayoría de españoles no son conscientes. Sin hacer
nada más, y como fruto de las dos
reformas (recortes) aprobados por Zapatero (2011) y Rajoy (2013), las pensiones futuras serán un 35% más bajas que las actuales para
el año 2050, según un estudio de Funcas (Fundación de las Cajas de Ahorros). Y otro estudio
universitario (IESE y Universidad de Granada) pone cifras a esta bajada: la pensión máxima bajará de 2.561 euros (2015) a 2.399 en 20120 y a 1.797 euros en 2050. Y la pensión mínima, de los 634 euros actuales (2015) a 595 euros
en 2020 y a 445,2 euros en 2050. La
bajada será fruto de los cambios aprobados por ZP y Rajoy: aumento años para el cálculo de la pensión, aumento años para conseguir el 100%
de pensión, menos revalorización y, sobre todo, adaptar las futuras pensiones a
la esperanza de vida (el "factor de sostenibilidad", que rebajará las nuevas pensiones a partir de 2019).
En definitiva, que los
pensionistas actuales, mal que bien, están cobrando una pensión, baja (902,31 la pensión media y 1.041 euros la de jubilación),
pero serán los pensionistas futuros,
los que tienen hoy entre 40 y 55 años,
los que tendrán mayores problemas: su
pensión inicial será un 35% más baja que la actual (por los recortes ya
aprobados por Zapatero y Rajoy) y encima
tienen el riesgo de que no haya dinero suficiente para pagarlas, porque los
aumentos de ingresos por cotizaciones no cubran el aumento de pensionistas que
además vivan más años y cobren pensión más tiempo.
Esta es la situación
que obliga a tomar medidas ahora, pensando en las pensiones de
las próximas décadas. Y no veo otra solución que buscar más ingresos, como proponen el Tribunal de Cuentas, la Autoridad
Independiente Fiscal y muchos expertos. Y hacen falta tantos recursos que no basta con los impuestos. Funcas, la
Fundación de las Cajas, propone
tres fuentes de ingresos adicionales: impuestos, cotizaciones y deuda.
Recaudar más ingresos es posible, ya que España recauda menos que la mayoría de
Europa: Hacienda recauda el 38,2% del PIB (2015), frente al 45%
de la UE-28 y el 46,6% del PIB que
recaudan los 19 países del euro. Eso se debe a que hay más fraude, a que muchas grandes empresas, multinacionales y
fortunas pagan menos impuestos de los que debían. Si se redujera el fraude y estos
grupos pagaran más, se podrían recaudar 42.000 millones más cada año, según los cálculos de los
técnicos de Hacienda (GESTHA). Y una parte podrían ir a las pensiones.
Pero también podrían
aumentarse las cotizaciones a la SS, porque en España son más bajas que en Europa (28,3% frente a 28,7% en UE-28, 33,3% en Alemania,
37,9% en Francia o 31,5% en Italia). Si se subieran un 1% las cotizaciones a
las empresas y otro tanto a los trabajadores, se recaudarían 8.000 millones más al año (Funcas propone subirlas un 1% a las empresas y un 3% a los trabajadores). Está
claro que sería un esfuerzo extra,
pero también lo es que un trabajador
tenga hoy que pagarse un Plan de pensiones privado (los tienen 10
millones de españoles) porque teme que su futura pensión sea insuficiente.
Y además, Funcas propone una tercera fuente de ingresos extras: emitir deuda pública a partir de 2030 (cuando España tenga menos deuda
pública), para ayudar a financiar las pensiones cuando empiecen a subir más los
gastos. Además, habría que tomar medidas para fomentar la natalidad y ayudar a las familias a tener más hijos,
como ha hecho Francia, la mejor manera de asegurar el pago de las pensiones del
mañana.
Se pueden discutir
estas propuestas o proponer otras, pero no decir que “basta a sentarse a esperar que
crezca el empleo”. Porque no será suficiente ni aunque
trabajen 20 millones de españoles (faltan 2 millones). Y entonces, si no se han tomado medidas para ingresar
más, sólo quedará una salida: hacer más recortes. Recortes sobre recortes, sobre ese 35% menos de pensión que ya espera a los futuros jubilados para
2050. Así que por favor, hagan propuestas, déjense de politiqueos electorales y
tomen medidas efectivas cuanto antes.
Con nuestro futuro y el de nuestros hijos no se juega.
Etiquetas:
cotizaciones,
déficit Seguridad Social,
empleo,
empleo precario,
envejecimiento población,
hucha pensiones.,
mayores 65 años,
natalidad,
pensiones,
pensionistas,
Seguridad Social,
subida impuestos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)