En España hay ya más
de 21 millones de personas trabajando, la
mayor cifra de nuestra historia y 303.300 más que en 2007, según los
datos de la EPA conocidos hoy. El empleo se ha disparado en el 2º trimestre
(+603.900 ocupados), por la Semana Santa y las contrataciones para el verano. Y
hay 2,10 millones de trabajadores fijos más
que antes de la reforma laboral. Son datos impresionantes, pero no
podemos echar las campanas al vuelo: España tiene el doble de paro que Europa, aquí hay 1,7 millones de
personas menos trabajando de las que debería y todavía hay muchos parados que no cobran ningún subsidio
(40%) y que no encuentran trabajo (mayores
de 45 años y muchas mujeres y jóvenes). Además, todo apunta a que después
del verano, crecerá menos la economía y el empleo, por la subida de
tipos y el estancamiento en Europa. Por eso, el futuro Gobierno, la patronal y los sindicatos deberían pactar un Plan
de empleo, para llegar a los 22
millones de trabajadores. |
Enrique Ortega |
El 2º trimestre del
año suele ser bueno para el empleo,
por la Semana Santa y los contratos previos al verano, salvo en 2020, cuando la ocupación cayó en
picado entre abril y junio (-1.074.000 empleos), por la pandemia y el
confinamiento. Este año 2023, tras
un primer trimestre donde cayó el empleo (-11.100), el 2º trimestre ha dado la sorpresa y el empleo ha crecido en 603.900 personas, según la EPA, casi
el doble que en la primavera pasada (+383.300 empleos) y la mayor subida en este trimestre de nuestra historia, a pesar de la guerra de Ucrania y la alta
inflación. Con ello, se afianza la recuperación
del empleo iniciada el verano pasado y la ocupación aumenta en 588.700 empleos en el último año, con 21.056.700 personas trabajando en
España a finales de junio, la mayor cifra de ocupados de toda nuestra historia (el anterior
máximo fue en septiembre 2007: 20.753.400 ocupados).
En el 2º trimestre, el aumento
del empleo ha sido gracias a los servicios (+606.000
empleos creados), sobre todo la hostelería, el turismo y el comercio, pero
también ha creado mucho empleo la construcción (+60.900) y la agricultura (+1.500 empleos), bajando sólo en la industria (-64.500). El
empleo se ha creado sólo en el sector
privado (+610.100 empleos), mientras bajaba en el sector público (-6.200),
por el fin de contratos en enseñanza y sanidad, según la EPA. La
mayor creación de empleo se haya dado entre
los hombres (+332.200 empleos frente a +271.800 entre las mujeres) y entre los jóvenes (+292.100 empleos, casi
la mitad, se los llevaron los menores de 35 años) y los mayores de 45 años
(+259.500 nuevos empleos). Y por
autonomías, el empleo ha crecido en el 2º trimestre en todas, salvo en Ceuta (-1.200),
subiendo más en Cataluña (+132.700), Baleares (+108.100), Madrid (+77.300) y
Andalucía (+52.600).
La importante mejora del empleo en el 2º trimestre (+ 603.900
empleos) no se traducido toda en una bajada
similar del paro (-365.300 parados,
la mayor reducción en este trimestre de
nuestra historia) porque en paralelo han aumentado los españoles activos, las personas que buscan
trabajo ahora, tras lo peor de la pandemia: los “activos” han aumentado
en 238.600 personas, impidiendo bajar más las cifras del paro. Es un
proceso que se ve trimestre a trimestre (hay 431.700 personas más buscando
trabajo que hace un año). Y ya hay más adultos “activos” (trabajando y buscando trabajo) que
en 2019: 23.819.200 frente a 23.158.800 a finales de 2019. Todo
apunta a que seguiremos así, con lo que en los próximos meses sucederá lo mismo
que ahora: el paro bajará menos de lo que sube el empleo.
El paro ha bajado en el 2º trimestre (-365.300
parados) gracias sobre todo a los
servicios (-208.600 parados), por el tirón en el turismo, la hostelería y
el comercio, y a los que perdieron su primer empleo hace un año (-86.200
parados ahora), bajando también el paro en la industria (- 19.100) y la
agricultura (- 5.700) y sobre todo, en la construcción (-23.400 parados), según la EPA de
junio. El desempleo baja sobre todo entre las personas de 25 a 54 años (- 328.500 parados) y sólo sube entre los
jóvenes de 16 a 19 años (+ 700 parados). Y también baja más el paro entre las
mujeres (-213.300) que entre los hombres (- 152.000 parados). Por autonomías, baja en todas, salvo en Ceuta
(+1.400 parados), destacando la bajada del paro el 2º trimestre en Cataluña (-70.400), Baleares
(-68.600), Madrid (-49.900) y Canarias (-22.700 parados).
La cifra total de parados EPA sigue
por debajo de los 3 millones (2.762.500 parados a finales de junio 2023), un dato que no se veía desde septiembre de 2008 (2.600.700 parados). Y la tasa de paro baja al 11,60%,
según la EPA, mucho más baja que antes de la pandemia (13,78% en 2019) y la menor tasa de paro desde el verano de
2008 (11,33%). Eso sí, todavía duplicamos la tasa de paro europea (5,7% en la UE-27) y casi cuadruplicamos la
alemana (2,9% de paro), según
Eurostat. También baja algo este
trimestre la tasa de paro de los jóvenes
(menores 25 años), al 27,94% (13,9%
en la UE-27).
Hay otros datos preocupantes
del paro que también mejoran. El primero, que hay 916.000 hogares
con todos sus miembros en paro (-139.300 hogares menos que el trimestre pasado). El segundo, que
seguimos con 5 regiones que tienen
una tasa de paro “escandalosa”, aunque
ahora casi todas bajan del 20%: Ceuta
(27,37%), Melilla (19,42%), Andalucía
(18,05%), Extremadura (17,05%) y Canarias (15,25%), que contrastan con 6 autonomías que tienen una tasa de paro casi europea (7,13% el
País Vasco, 7,15% Baleares, 8,12% Cantabria, 8,59% Aragón, 8,79% Navarra y 8,94%
Cataluña). Y el tercero, que bajan los
parados de larga duración, los que llevan más de 1 año sin trabajo: son 1.113.200 parados, el 40,29
% de los parados (eran el 41,72% el trimestre pasado, pero el 43,5% a
finales de 2019).
Esto provoca que a muchos
parados se les acabe el desempleo y no
cobren ya ningún subsidio, pasando a una situación de pobreza extrema. En
mayo de 2023, último dato
de Trabajo, cobraban alguna ayuda 1.668.948
desempleados: menos de la mitad (41,8%) cobraban un subsidio contributivo
(según lo cotizado) de 954,70 euros de media y el resto (58,14%%) cobraban un
subsidio asistencial de 480 euros. Así que sólo el 62,07% de los parados registrados en las oficinas de empleo
cobran algún subsidio. Pero en realidad, con los datos del paro estimado hoy (2.762.500
parados), sólo cobran alguna ayuda el 60,41% de
los parados EPA. Eso significa que más de un tercio de los parados (39,59%) no cobran ninguna ayuda
pública, empeorando la cobertura sobre 2019 (no cobraban el 38,5%). Así
que baja el paro, pero también los que reciben ayudas.
Visto los datos del empleo
y el paro en el 2º trimestre de 2023,
queda patente que España supera la
crisis de la guerra de Ucrania y la inflación, porque tenemos más
ocupados (+ 871.800) y menos parados EPA (- 341.300) que a finales de 2021. Concretando
más, desde el inicio de la guerra (24F) hasta finales de junio, hay 1.045.028 afiliados más a la Seguridad
Social, con un récord de 20.869.939
afiliados, tras 17 meses consecutivos de aumento (desde febrero de 2021). Y
el paro registrado se ha reducido, a
pesar de la guerra y la inflación, en -1.319.947
parados desde febrero 2021 hasta junio 2023, según
Trabajo.
Con todo, la mejor noticia es que el empleo que se sigue creando en 2023 es menos precario, de más
calidad, gracias
a la reforma laboral aprobada a
finales de 2021. Ahora, con
los datos de Trabajo del primer semestre,
el balance es espectacular: el 44,71% de todos los contratos
firmados de enero a junio fueron indefinidos
(3.426.400
contratos), muchos más que el 38,37%
de contratos fijos hechos en 2022 (la reforma laboral entró en vigor el 31
de marzo) y cuatro veces los contratos
fijos hechos en 2021 (sólo el 10,9% fueron indefinidos). Y siete
veces los contratos fijos hechos entre
2014 y 2020 (entre el 6 y el 8% de los contratos fueron indefinidos). Más de la mitad de los nuevos contratos son a tiempo completo (4.324.800, el 56,4%
del total), mientras bajan los contratos a
tiempo parcial (2.170.300 este año) y crecen también los fijos discontinuos (1.167.700), sobre
todo en turismo y hostelería para trabajadores que son fijos aunque
trabajan sólo unos meses al año (y el resto del tiempo no cuentan como parados
aunque estén inactivos, una norma que viene de 1985).
Tras esta nueva subida del empleo indefinido en el 2º
trimestre, aumentan los asalariados con
contrato fijo (indefinido): eran ya 14.760.700
asalariados a finales de junio, el
82,67 % del total, 2,10
millones de trabajadores fijos más que antes de la reforma laboral (había
12.665.800 asalariados fijos a finales de 2021, el 74,61% del total). Y el porcentaje de trabajadores temporales baja del 25,39% al 17,32% ahora, todavía
más alto que la media de temporalidad en Europa (12,1%
en 2022).
Ahora, es espera que
el empleo siga mejorando en el tercer trimestre, aunque menos que en este 2º (el
verano pasado se
crearon +77.700 empleos), gracias a
un récord de turistas y al empujón de las exportaciones y los Fondos
europeos. El problema puede venir en otoño, cuando se acabe el tirón
turístico y llegue la incertidumbre por la formación de un nuevo Gobierno. Y
sobre todo, si persiste el estancamiento
en Europa, agravado por las 9 subidas de tipos de
interés: el FMI apuesta por un mínimo
crecimiento del 0,9% en la zona euro
(y recesión
en Alemania) que puede frenar las exportaciones españolas y el turismo,
responsables de dos terceras partes del crecimiento español (2,5%
prevé el FMI este año) y el empleo. Estos factores, más la guerra comercial
entre EEUU y China
(que está creciendo menos), hacen temer una menor creación de empleo en
otoño e invierno. Con todo,
la última previsión del Gobierno Sánchez enviada a Bruselas, en abril, con el
Plan de estabilidad 2023-2026, estimaba una creación de empleo de 450.000 nuevos empleos este año 2023,
casi el doble de los 279.000 creados en 2022, por la alta inflación y la guerra
en Ucrania.
En definitiva, tenemos
datos récord de empleo y paro en España, a pesar del estancamiento en
Europa, la inflación y la guerra, pero no podemos echar las campanas al
vuelo. Primero, porque seguimos teniendo el doble de paro que Europa, sobre todo entre los jóvenes. Segundo,
porque en España trabaja menos gente que
en el resto de Europa, con lo que deberíamos
conseguir igualarnos en empleo para igualarnos en renta y riqueza. Los
datos son impactantes: el España sólo trabajan el 64,4% de los mayores de 16
años, frente al 69,4
% de media en la UE-27 y el 76,9% en Alemania. Eso significa, a lo claro,
que si nos equiparáramos a Europa, tendrían
que trabajar 1.715.000 españoles más. Y si aspiráramos al nivel de empleo
de Alemania, tendrían que trabajar
2.450.000 españoles más.
Así que el gran reto de España sigue siendo crear
más empleo y bajar el paro a la mitad, para equipararnos a Europa. Eso
exigiría un gran Pacto por el empleo en la próxima Legislatura, para la
que el anterior Gobierno Sánchez prometió a Bruselas crear
1,1 millones de empleos y bajar el paro del 10% (9,8% en 2026). Todo va
a depender de que se consiga configurar un Gobierno estable (algo difícil) y que los políticos, empresarios y sindicatos
apuesten porque esta sea “la Legislatura
del empleo”. Para ello, habría que actuar
en dos frentes: ampliar y rejuvenecer las
plantillas, ahora que la mayoría de las
empresas han recuperado con creces sus ventas y beneficios de antes de la
pandemia.
El primer reto es ampliar
las plantillas, porque en la mayor parte de los sectores y empresas hay
una escasez de personal, debido a que han aumentando las ventas y la actividad
más que las plantillas, lo que se nota en las colas y el nivel de atención a
los usuarios. Baste un dato: la
producción española (PIB) ha aumentado un +6,6% entre 2019 y 2022 (produjimos por valor
de 1.245.513 millones antes de la pandemia y 1.327.108 millones
el año pasado), mientras el empleo
ha crecido sólo un +2,5% (+497.000
ocupados en estos 3 años). Eso ha permitido aumentar
la productividad y los beneficios de las
empresas (un +43%, según Intermón Oxfam), pero no tanto el empleo, que sigue
“corto” en muchas empresas y sectores. Y aunque la patronal y algunas
empresas se quejan de que “no encuentran trabajadores formados”, la realidad es
que muchas empresas no
quieren ampliar plantillas, sobre todo ahora que tienen que pagar
salarios más altos (+4,4%
este año).
El segundo reto que tenemos, junto a crear más empleo, es rejuvenecer
las plantillas, sustituyendo
a unos trabajadores mayores por jóvenes,
que siguen con pocas oportunidades de empleo. Aquí, el dato es también
muy esclarecedor: los trabajadores con más de 45 años han
pasado de ser un tercio del total (32,27% en 2007) a casi la mitad (49,67% en 2023).
Y un 20,50% de los trabajadores actuales
tienen más de 55 años, cuando sólo eran el
11,22% en 2007. Esto obliga a ir preparando su relevo, con contratos de jóvenes
ligados a mayores para sustituirlos en la próxima década. Un relevo
generacional que no se está dando.
Y hay un tercer reto, del que apenas se habla: hay que promover la creación de empleo en tres
colectivos que tienen serios problemas hoy para trabajar: los mayores de 45 años, las mujeres y los
jóvenes. El problema de los parados
mayores es un drama: suponen ya 1.146.400 desempleados, casi la mitad de
los parados (son el 41,5% del total)
y no ven una salida, porque las empresas
no quieren ni sus currículos. En cuanto a las
mujeres, todavía hay 1.485.000 en paro, una tasa
de desempleo del 13,6% (frente al
10,2% los hombres). Y además, tienen peores contratos (más temporales y a
tiempo parcial) y por eso ganan
un 18,4% menos. Y los jóvenes siguen
con una tasa de paro elevadísima (27,94%,
frente al 13,9% en Europa y el 6,1% en Alemania) y sin facilidades para
trabajar, sobre todo los menos formados, lo que exige un Plan específico de empleo
juvenil y promover contratos de relevo.
En resumen, debemos felicitarnos
porque en España trabaje más gente que
nunca, pero todavía tenemos poco
empleo y demasiado paro, sobre todo concentrado en los mayores, las
mujeres y los jóvenes, que siguen
esperando una oportunidad. Esto es lo que debería concentrar los esfuerzos
la próxima Legislatura. Porque el empleo
es la base de todo.