Enrique Ortega
Los 6 grandes bancos españoles, Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja, (que controlan el 77% del negocio bancario) se ha recuperado con fuerza de las pérdidas de la pandemia (- 5.536 millones en 2020, aunque en realidad sólo el Santander tuvo pérdidas ese año: -8.771 millones, por ajustes extraordinarios). Ya en 2021 tuvieron unos beneficios de +16.290 millones, sin contar ajustes extraordinarios. En 2022, con la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE), los beneficios de los 6 grandes aumentaron un +28%, hasta los 20.849 millones. Y en 2023, acaban de publicar otro aumento de beneficios del +26,4%, ganando 26.355 millones de euros, más del doble que antes de la pandemia (habían ganado 11.904 millones en 2019). Un beneficio bancario que marca un récord histórico, porque en 2007, antes de la crisis financiera, toda la banca española ganó 18.877 millones de euros, según la patronal bancaria AEB.
Esta subida de tipos de la banca a familias, empresas
y al Estado ha mejorado su margen, en 2022 y 2023. Y sobre todo
porque, en paralelo, la banca española apenas
ha subido lo que nos paga por el ahorro. A finales de 2022, pagaban por
los depósitos (a menos de 2 años) una media del 0,64%,
menos de lo que pagaba toda la banca de la zona euro (1,20%). Un pago
por el ahorro que era la cuarta parte de lo que cobraban entonces por una
hipoteca (2,66%). En 2023, tras una “bronca” del BCE, los bancos
europeos (y españoles) empezaron a pagar más por el ahorro, todavía poco:
un 1,8% en diciembre en España (depósitos a
menos de 2 años) frente al 2,28% de media los bancos de la zona euro.
Así que las familias españolas, que tenían más de 1 billón de
euros en depósitos (2022) veían que los bancos apenas se los remuneraban
mientras les subían las hipotecas y créditos.