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lunes, 9 de mayo de 2022

Pandemia: estamos en la 7ª ola "silenciosa"

Con los graves problemas de la guerra en Ucrania, la inflación disparada y la subida de tipos, la mayoría ya no se acuerda de la pandemia. Pero sigue aquí, contagiando y matando. Ahora no se publican las cifras detalladas, pero la incidencia entre mayores de 60 años ha aumentado un 77% desde principios de abril, favorecida por la Semana Santa y la retirada de mascarillas. En abril hubo 365.000 contagios más (contabilizados, reales muchos más) y 1.915 muertos por COVID. Nada de “normalidad”. Hay más movilidad, menos prevención y un estancamiento de las vacunaciones, con 3,2 millones de españoles que siguen sin las 2 vacunas y más de 1 millón de mayores sin la 3ª dosis de refuerzo. Estamos en una 7ª olasilenciosa”, sin saber su alcance real y con 6 provincias y 2 autonomías en riesgo alto o muy alto. Y con la amenaza de nuevas variantes. Así que sigan cuidándose. Porque, además, no se refuerza la Sanidad, con muchos retrasos y listas de espera récord.

Enrique Ortega

La pandemia en el mundo ha cumplido 28 meses y sigue contagiando y matando. Los contagios bajan desde finales de enero, pero todavía hay más de 3,5  millones a la semana, la media de 2021. Y hay un rebrote en China que ha obligado a confinar a 343 millones de habitantes (la cuarta parte de la población), en 46 ciudades. Ya superamos hoy los 517 millones de contagiados (el 6,5% de la población mundial), según la Universidad Johns Hopkins,  concentrados sobre todo en Europa (216 millones) y América (153), con menos contagios en el Sudeste asiático (58 millones), Pacífico (55), Mediterráneo oriental (22) y África (9 millones de contagiados), según la OMS. Lo que sí ha bajado en esta ola de ómicron son los muertos: 14.814 a la semana,  menos de la mitad que a principios de año y  por debajo a la mortalidad de 2021. Pero la COVID-19 ya suma 6.251.366 muertes en el mundo, sobre todo en América (2,72 millones) y Europa (1,99 millones), seguidas de lejos por Asia (786.804), Mediterráneo Oriental (342.369), Pacífico (226.081) y África (171.776 muertos por COVID-19).

Europa sigue en cabeza de los paises con más contagios por COVID en los últimos 28 días, un ranking encabezado por Alemania (+2,62 millones de contagios y +4.810 muertes), Corea del Sur (+2,14 millones y +3.721 muertes), Francia (+2,01 millones y 3.436 muertes) e Italia (1,45 millones y 3.741 muertes), seguidos de EEUU (+1,45 millones y +11.769 muertes), Australia, Japón, China, Vietnam y Reino Unido (+575.938 contagios y 6.493 muertes), según la Universidad Jhons Hopkins. España ocupa el puesto 13º de la lista, con +325.994 contagios y 1.564 muertes por COVID en los últimos 28 días. Sin embargo, España es uno de los paises europeos con menos incidencia del COVID por 100.000 habitantes (a 14 días): 457,6 a fecha 6 de mayo, según la OMS, por debajo de Alemania (1.353), Francia (1.149), Italia (1.254) o Portugal (1.350), aunque más elevada que en Holanda (125) y paises nórdicos.

Pero estos datos de contagios son “dudosos, porque los criterios para contabilizarlos ya no son homogéneos. En el caso de España, desde el 29 de marzo sólo se contabilizan los contagios detectados a mayores de 60 años y personas de riesgo, con pruebas hechas en centros de salud, hospitales y residencias, no los hechos particularmente con test comprados en farmacias. Así que la última cifra de contagiados oficiales, que superó los 12 millones el viernes 6 de mayo (12.009.059), aunque supone 457.485 contagios nuevos desde el 1 de abril, no incluye muchos otros contagios reales (otros tantos, al menos).

La nueva estadística de Sanidad sólo detalla la evolución de los contagios por COVID en los mayores de 60 años, los únicos a los que se hacen PCR o test en caso de tener síntomas. Por eso, el número de pruebas semanales se ha desplomado: de registrarse 2,23 millones de pruebas semanales el 27 de diciembre y  casi 2,5 millones el 3 de enero se ha pasado a 191.108 pruebas semanales a principios de mayo, 13 veces menos. Pero ahora, las pruebas hechas a mayores dan un mayor porcentaje de positivos: el 31,33% tienen COVID, frente al 18% de positivos en las pruebas masivas que se hacían en marzo.

Teniendo en cuenta esta salvedad, los contagios entre mayores de 60 años se han disparado en las últimas 5 semanas, favorecidos por la Semana Santa (muchísima movilidad y aglomeraciones) y el fin de la mascarilla obligatoria en interiores (20 de abril): la incidencia ha pasado de 459,27 contagios por 100.000 habitantes (a 14 días) el 1 de abril a 813,22 contagios el viernes 6 de mayo, un aumento del 77%. Y lo más preocupante es que la incidencia es mucho más alta entre los más mayores: 653,07 casos entre 60 y 69 años, 867,27 entre 70 y 79 años y 1.045,33 entre los mayores de 80 años (más del doble que el 1 de abril: 534,68 contagios), los más vulnerables.

Los nuevos contagios por COVID se están dando de una forma desigual, concentrándose en las regiones más envejecidas, con mayor proporción de mayores. Así, hay 9 regiones que superan los 1.000 contagios de mayores por 100.000 habitantes: Navarra (1.841), Murcia (1.629), La Rioja (1.507), Extremadura (1.470), Castilla y León (1.431), Ceuta (1.429), Cantabria (1.363), Galicia (1.327) y Asturias (1.296), según Sanidad. Y la incidencia es menor en Madrid (509), Cataluña (518) o la Comunidad Valenciana (703). Y hay 6 autonomías que tienen un grave problema de altísimos contagios entre mayores de 80 años: Navarra (1.923 contagios de octogenarios por 100.000 habitantes), Castilla y León (1.900), Extremadura (1.833), Murcia (1.734), Galicia (1.637) y Asturias (1.589)..

A pesar de esta alta incidencia entre mayores, que ha aumentado un +77% en poco más de un mes, Sanidad y muchos expertos no se muestran preocupados, aunque otros epidemiólogos reconocen que estamos en una 7ª ola silenciosa”. La clave para todos no son los contagios, aunque se hayan disparado, sino que no hay un exceso de pacientes en hospitales y UCIs. Pero la realidad es que sí han aumentado las camas ocupadas por pacientes COVID: de tener 4.150 pacientes hospitalizados el 1 de abril se ha pasado a 6.858 el 6 de junio, un 65% más. Eso sí, hay más pacientes hospitalizados, pero menos pacientes graves: de tener 420 pacientes en UCI a principios de abril se ha pasado a 362 el viernes.

Son niveles de pacientes COVID asumibles para los hospitales, con un porcentaje de camas ocupadas (5,53%) muy lejano a los peores momentos de la última Navidad (15,25% de camas ocupadas el 19 de enero). Y un porcentaje de camas UCI ocupadas (4,04%) también muy reducido frente al colapso de enero (26,32% de camas UCI ocupadas el 14 de enero). Pero aún así, hay regiones que tienen los hospitales más “agobiados”, las que tienen más porcentaje de mayores: Asturias (10,64% ocupación COVID camas), Castilla y León (10,56% ocupación camas y 8,43% ocupación UCIs), Cantabria (8,02% ocupación camas y 9,32% ocupación UCIS), Murcia (7,3% ocupación camas) y Cataluña (5,9% camas UCIs ocupadas), según los datos de Sanidad del viernes.

Esa combinación, alta incidencia en mayores y mayor ocupación de camas y UCIs, es la que provoca que algunas regiones y provincias estén en riesgo alto o muy alto. Con datos del viernes 6 de mayo, Sanidad coloca en alerta 4 (riesgo muy alto) a León, Zamora y Orense. Y en alerta 3 (riesgo alto) están Asturias y Castilla y León, más las provincias de Cuenca, Guadalajara y Teruel. Del resto (ver mapa), hay 6 autonomías (Galicia, Cantabria, País Vasco, Castilla la Mancha, Murcia y Comunidad Valenciana) en alerta 2 (riesgo medio) y las demás se sitúa en alerta 1 (riesgo bajo), con baja incidencia y mínima presión hospitalaria.

Hay más mayores contagiados y muchos, al tener más de 80 años y patologías previas, sufren especialmente el COVID y acaban en la UCI, sobre todo los que no tienen puesta la tercera dosis de refuerzo: parece mentira, pero hay 563.043 mayores de 70 años (y otros 616.728 de 60 a 70 años) sin esta dosis de refuerzo, que es clave para reducir su vulnerabilidad. El resultado es que sigue habiendo muchos muertos por COVID (o “con COVID”, aunque la causa básica de la muerte sea otra). El balance son ya 104.869 muertos hasta el 6 de junio. Y de ellos, sólo en abril se han producido 1.915 muertos por COVID, demasiados, aunque menos que en marzo (+2.658) y febrero (+6.185 muertos). Sólo en la última semana (viernes 29 abril  al viernes 6 mayo) hubo 413 muertos, 59 muertos diarios. Nada de “normalidad”.

Los datos anteriores revelan que el COVID sigue aquí, contagiando y matando. Pero la mayoría de la población parece haberse olvidado de la pandemia y una prueba es que se han frenado las vacunaciones: al 4 de mayo, estaban vacunados con pauta completa 39.053.044 españoles, el 82,4% de la población total, solamente 48.224 vacunados más que algo más de un mes antes (30 marzo). Y sigue siendo muy elevada la cifra de personas no inmunizadas, que no han completado las 2 dosis: son 3.206.669 españoles, casi los mismas que a finales de marzo (3.252.771 sin inmunizar). Y lo más preocupante es que siguen sin inmunizar muchos mayores de 60 años (237.891, incluidas  43.546 personas que tienen entre 70 y 80 años y que no han recibido las 2 dosis). Además, más de la mitad de los niños de 5 a 12 años no tienen tampoco la pauta completa (falta inmunizar a 2.188.662 niños), lo que favorece su contagio y el de sus padres y abuelos. En total, son 5.395.331 personas (adultos y niños) sin inmunizar, un número muy elevado de personas con más riesgo de contagiarse.

Los contagios por COVID siguen ahí, aumentando (aunque sólo tengamos la cifra de contagios de mayores de 60 años), porque hay demasiada gente todavía sin inmunizar y porque ahora hay mucha más movilidad de la población y menos precauciones. Una decisión polémica fue la retirada de mascarilla en interiores (20 abril), deseada por todos pero considerada prematura por muchos, como lo demuestra la gran cantidad de gente que sigue con mascarilla en supermercados, tiendas y bares y restaurantes. De hecho, hay instituciones, como la Universidad o los Juzgados que “recomiendan usarla” en interiores, lo mismo que muchas empresas de distintos sectores y tamaños, sobre todo en el personal que trata con el público. Y hay incluso autonomías con alta incidencia ahora, como Asturias o Cantabria, que recomiendan volver a usarla, al igual que Galicia o Extremadura.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reiterado a los paises que no bajen la guardia frente al COVID, alertando hace un mes de 2 nuevos linajes de la variante ómicron: la variante BA.4 y la variante BA.5, ambas detectadas por primera vez en Sudáfrica (en enero y febrero de 2022) pero que ya se han extendido a Dinamarca, Escocia e Inglaterra (la BA.4) y a China, Francia, Portugal y España (la BA.5). De momento, hay pocos datos sobre estos dos nuevos linajes de la variante ómicron, los BA.4 y BA.5, pero sí parece que es un 10% más contagiosa que las variantes anteriores, aunque no parece más peligrosa y se cree que las vacunas actuales nos inmunizan de ellas. En España, se han detectado varios casos en Asturias, que quizás expliquen su mayor incidencia, aunque la variante con mayor penetración (98%) sigue siendo el linaje BA.2 de ómicron (la llamada “variante sigilosa”), seguido del linaje XE (una combinación de los linajes BA.1 y BA2), con algo menos del 2% de casos y la antigua variante Delta-India (0,2%), según el último informe de Sanidad.

Ante el aumento de contagios en mayores y la mayor velocidad de contagio de las nuevas variantes, hay expertos que defienden una 4ª dosis de vacunas para los más mayores. Reino Unido la ofrece desde el 21 de marzo a los mayores de 75 años y a los inmunodeprimidos, mientras se estudia qué hacer en Europa. De momento, la Comisión de Salud Pública del jueves pasado no tomó una decisión, al proponer la Ponencia de vacunas retrasar esta 4ª dosis hasta el otoño, cuando esté disponible y autorizada una vacuna combinada contra la COVID y la gripe. Pero las autonomías con más mayores y más incidencia, como Asturias, Galicia, Andalucía o Murcia, no quieren esperar al otoño, porque ven que tienen un grave problema ahora, entre la población mayor y en las residencias de ancianos (donde han subido los contagios y muertes). Un ejemplo es Asturias, donde 8 de cada 10 hospitalizados con COVID tienen más de 80 años.

Mientras se retrasa una 4ª dosis a los más mayores, tenemos por delante un verano, con enorme movilidad y contactos masivos,  en que esta 7ª ola “silenciosa” puede enquistarse, con cifras mantenidas de contagios y muertes (aunque ya casi no se informa de ellas). Y lo que es seguro es que, en otoño, los contagios se agravarán. Eso si antes no aparece otra variante peligrosa (el COVID busca sobrevivir). Por todo ello, urge un Plan para completar las vacunaciones, sobre todo entre los mayores de 60 años. Y en paralelo, reforzar la sanidad pública para el próximo otoño.

La clave sigue siendo reforzar la atención primaria, que ha salido del colapso de 2 años de COVID con menos efectivos (médicos y enfermeras), al no haberse confirmado muchos contratos. Y la prueba es el retraso en las consultas en los Centros de Salud: yo pedí el viernes 6 una consulta con mi médico de familia y me la dieron para este viernes (7 días). Y la media de espera en toda España está en 9 días, según el Barómetro Sanitario. Y sigue siendo difícil que nos atiendan por teléfono, mientras se mantienen cerrados consultorios y urgencias. Y siguiendo la cadena, hay 1,86 millones de peticiones de consultas pendientes, con una demora media de 89 días para ir al especialista. Y para operarse, hay 706.740 personas en lista de espera, el peor dato de la serie histórica (desde 2003), con una media de espera de 123 días (y uno de cada cinco pacientes con esperas de más de 6 meses), según Sanidad.

La pandemia sigue ahí, aunque “escondida” y ni Sanidad ni las autonomías refuerzan la atención sanitaria, falta de medios ya antes del COVID y colapsada ahora. A finales de abril, 115 organizaciones médicas y ciudadanas enviaron esta carta al Defensor del Pueblo, alertando sobre la situación crítica de la sanidad pública y pidiendo más presupuesto para la atención primaria (+10%, para que alcance en unos años el 25% del gasto sanitario) y más personal (+8.000 médicos y +15.000 enfermeras). Una petición que contrasta con lo que hacen muchas autonomías, que apenas han subido el gasto sanitario para 2022 (+4,5%, aunque cae en 4 autonomías). Es hora de reforzar de verdad la sanidad pública, máxime si la pandemia repunta y no se ha acabado.

lunes, 7 de junio de 2021

Pandemia: contagios aún altos y más empleos

Los contagios por COVID-19 han siguen bajando, pero cada día menos. Estamos en 117 contagios por 100.000 habitantes, aún lejos del objetivo: 50 contagios (los que tuvimos de mayo a julio de 2020). Tenemos más incidencia que Reino Unido, Italia, Alemania o Portugal. Y 5 autonomías tienen un “riesgo alto”, con las  UCIs demasiado llenas. Por eso, hay que mantener restricciones en hostelería y ocio, aunque Madrid, País Vasco y Andalucía (con altos niveles de contagios) se niegan. La vacunación sigue a buen ritmo y este mes tendrán una dosis todos los mayores de 50 años. El reto es vacunar al resto, donde se concentran ahora los contagios. Entre tanto, el consumo repunta y mejora el empleo, con más afiliados a la SS que antes de la pandemia. La incertidumbre está en el turismo, al retrasarse 3 semanas la llegada de británicos, aunque ya pueden venir vacunados del resto del mundo. Estamos cerca de acabar con la pandemia, pero aún queda. No bajemos la guardia.

Enrique Ortega 

Los contagios por la COVID-19 siguen bajando en el mundo, a 350.000 diarios (la mitad que en mayo), gracias a las vacunas (se han administrado 2.110 millones). Hoy se contabilizan 173.313.786 contagiados en 192 paises, según la Universidad Johns Hopkins. El epicentro de la pandemia sigue en América (68.369.827 contagiados), seguida de cerca por Europa (54.625.827 contagios) y, a distancia, el Sudeste asiático (32.654.827), Mediterráneo oriental (10.276.459), África (3.563.815) y Pacífico (3.139.030), según la OMS. Por paises, encabezan el ranking de contagiados Estados Unidos (33.362.558) y la India (28.909.975), seguidos de Brasil (16.947.062) y, a distancia, Francia (5.774.361 contagiados), Turquía (5.287.980), Rusia (5.067.246), Reino Unido (4.532.802), Italia (4.232.428), Argentina (3.955.439), Alemania (3.708.898) y España (3.697.987 contagiados, casi la mitad este año).

Los muertos por la pandemia también han bajado pero hay más de 7.000 fallecidos diarios (11.000 en mayo) y hoy se han alcanzado ya los 3.729.323 muertos por COVID-19 en el mundo, según la Universidad John Hopkins. Casi la mitad de las muertes se han producido en América (1.794.865), con 1.157.680 fallecidos en Europa, 425.123 en el Sudeste asiático, 205.094 en el Mediterráneo oriental, 88.274 muertos en África y 47.634 en el Pacífico, según la OMS. Por paises, lidera el ranking de muertos por COVID Estados Unidos (597.628), aunque han subido más en Brasil (473.404) e India (349.186 fallecidos), seguidos de lejos por Reino Unido (128.103), Italia (126.523), Rusia (121.711), Francia (110.160), Alemania (89.249), Argentina (81.214) y España (80.196 muertes, 29.359 de ellos fallecidos este año).

En Europa, han descendido mucho los contagios durante las dos últimas semanas, con una media inferior a los 150 contagios por 100.000 habitantes (en los últimos 14 días). Por eso, varios paises, que hace un mes tenían una mayor incidencia de contagios,  están ahora mejor que España (117,22 contagios el viernes 4 de junio): Rumanía (20,9 contagios/100.000 habitantes), Polonia (33,6), Chequia (60,8), Reino Unido (67,2), Portugal (71,1), Alemania (72,8), Austria (74) e Italia (77,7). Y sólo tienen más contagios que nosotros los Paises Bajos (251,2 contagios por 100.000 habitantes),  Bélgica (234,3), Francia (187,3), Suecia (163,4) e Irlanda (118,9), según los datos de Sanidad.

Aunque hayamos “perdido comba” con la mejora en Europa, España lleva 41 días rebajando la incidencia, desde que el 26 de abril se alcanzó el techo de esta 4ª ola (con 235,59 contagios). Las rebajas diarias han sido pequeñas (incluso sube la incidencia en Andalucía, Cantabria, Ceuta, Comunidad Valenciana, Navarra y la Rioja), bajando el viernes 4 de junio a esos 117,22 contagios por 100.000 habitantes (últimos 14 días),  ya por debajo del “suelo” de la 3ª ola (127,80 contagios el 16 de marzo). La situación es muy desigual por autonomías, pero no hay ninguna en “riesgo extremo(+250 contagios/100.000 habitantes), según los datos de Sanidad. Hay 5 regiones en “riesgo alto” (150/250 contagios): La Rioja (206,72), País Vasco (194,10), Andalucía (182,59), Melilla (166,52) y Madrid (154,66).  Otras 11 autonomías tienen un “riesgo medio” (50-150 contagios): Aragón (143), Navarra (138,54), Castilla y León (130,74), Cataluña (104,33), Castilla la Mancha (96,32), Extremadura (74,62), Asturias (70,67), Canarias (69,26), Murcia (64,98) y Galicia (59,96 contagios por 100.000 habitantes). Y sólo 3 regiones tienen un “riesgo bajo” (25 a 50 contagios): Ceuta (35,63), Comunidad Valenciana (37,67) y Baleares (39,69 contagios/100.000 habitantes).

Lo más positivo de las dos últimas semanas es que siguen bajando las hospitalizaciones y los enfermos COVID en las UCIs. Las hospitalizaciones han bajado de 5.717 (21 mayo) a 4.135 el viernes 4 de junio, un 3,33% de camas ocupadas por enfermos COVID (riesgo “bajo”). En las UCIs también han bajado las camas ocupadas, de 1.655 (21 mayo) a 1.163 (viernes 4 de junio), con un 12,14% de ocupación media, un “riesgo medio(10-15%), según Sanidad. Sólo queda en “riesgo extremo” Madrid (25,85% camas UCI ocupadas por enfermos COVID), aunque todavía hay 6 regiones con un “riesgo alto” (15-25% ocupación UCIs): La Rioja (20,75%), Aragón (20%), País Vasco (19,78%), Castilla y León (17,43%), Castilla la Mancha (17,17%) y Cataluña (17,05%). Pero hay 5 autonomías con “normalidad” en las UCIs (menos 2% ocupación COVID): Galicia, Comunidad Valenciana, Extremadura, Murcia y Baleares. Y otras 7 regiones tienen un “riesgo bajo” en las UCIs (5-10% ocupación): Cantabria, Melilla, Ceuta, Canarias, Andalucía, Asturias y Navarra.

Y llegamos a lo más importante, la bajada drástica en las muertes por COVID: de 1.201 muertes hace un mes (23 abril-7 mayo) se pasó  a 828 muertes la quincena siguiente (7-21 mayo) y a 576 muertes en las dos últimas semanas (21 mayo-4 junio), con un mínimo de 17 muertes el viernes 28 de mayo, la menor cifra de fallecidos desde finales de agosto. La causa de esta menor mortalidad es que están vacunados todos los mayores de 80 años y la mayoría de los mayores de 60 años, que es donde se han cebado las muertes durante esta pandemia. En Baleares y Melilla no ha habido ningún muerto por COVID-19 durante la última semana y sólo 1 muerto en Cantabria, Murcia y la Rioja, según Sanidad. Las autonomías con más muertes en la última quincena son Madrid (+140), Cataluña (+97), Andalucía (+72), País Vasco (+72) y Castilla y León (+61), aunque las autonomías con más letalidad que la media (2,2% muertes sobre contagiados) son Asturias (3,7%), Castilla la Mancha (3,1%), Castilla y León (3%), Aragón (2,8%) y la Rioja (2,5%), las más envejecidas.

Tras este balance de contagios, positivos, hospitalizados y camas UCI, los 4 indicadores que vigila Sanidad, el Ministerio resume así (ver mapas) la situación de la pandemia, al 3 de junio: no hay ninguna autonomía en situación de “riesgo extremo”, en “alerta 4” (había 5  hace un mes) y en “alerta 3” están 2 regiones (País Vasco y la Rioja) y 3 provincias (Valladolid, Palencia y Sevilla). Al otro extremo, en “alerta 1” (la mejor situación), están ya 10 regiones (Comunidad Valenciana, Baleares, Galicia, Murcia, Extremadura y Ceuta, que ya estaban hace 15 días, más Navarra, Canarias, Cantabria y Melilla), acompañadas  de 9 provincias (Cuenca, Albacete, Málaga y Cádiz, que ya estaban, más Almería, Huesca, Lleida, Zamora y Salamanca). Y las 10 regiones restantes (Madrid, Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla la Mancha, Castilla y León y Cataluña) quedan en “alerta 2”.

Ahora, falta ver en las próximas semanas si se frena la caída de contagios, por  la mayor movilidad, a la vista de que la incidencia baja poco en los últimos días. O si sigue la bajada, algo muy necesario, ya que el objetivo fijado por Sanidad es alcanzar los 50 contagios por 100.000 habitantes (y estamos en 117). Un objetivo posible, porque fue el nivel de contagios que tuvimos al principio del verano pasado (desde los 8,08 contagios/100.000 habitantes del 21 de junio, al final del confinamiento, a los 49,22 del 28 de julio), pero que perdimos después (ver evolución curva de contagios), alcanzando un pico de contagios en la 2ª ola (529 el 9 de noviembre), otro mayor en la 3ª (899.93 el 10 de enero) y uno menor en la 4ª ola (235,59 el 26 de abril). Ahora estamos en una disyuntiva: o aprovechamos este mes de junio para bajar la curva de contagios a 50, ayudados por la vacunación y las restricciones a la movilidad y al ocio, o corremos el riesgo de que en julio, con las vacaciones y el turismo, repunten los contagios entre los no vacunados y empecemos una 5ª ola.

Por eso, Sanidad y 13 autonomías propusieron la semana pasada, en el Consejo Interterritorial de Sanidad, aprobar una serie de restricciones en la hostelería, el ocio nocturno y las reuniones, ligadas al nivel de alerta (3,2 y 1) de cada autonomía, restricciones que durarán hasta que esté vacunado el 70% de la población (finales de agosto). La propuesta supone el cierre del interior de bares y restaurantes en regiones riesgo 3 (País Vasco y la Rioja), así como la limitación de aforos en terrazas, eventos, reuniones sociales y cierre de discotecas (hasta las 2 de la mañana). También limitaciones (menores) en la hostelería y el ocio nocturno (hasta las 3 las discotecas) en las 7 regiones con riesgo 2 (Madrid y Andalucía entre ellas) y pocas restricciones para las otras 10 regiones en riesgo 1 (la mayoría de España). Parece una propuesta lógica, para intentar controlar los contagios, que fue apoyada por 11 autonomías, el voto en contra de otras 6 (Madrid, Andalucía, Galicia, Murcia, País Vasco y Cataluña) y la abstención de Castilla y León y Melilla.

Ahora, Madrid y Andalucía (gobernadas por el PP) más el País Vasco  (curiosamente, tres autonomías con un “riesgo alto” de contagios: más de 150 por 100.000 habitantes) se rebelan y dicen que no aplicarán estas restricciones acordadas por la mayoría de autonomías. Y amenazan con llevarlas a los tribunales, como ya hizo Madrid en otras ocasiones, mientras la ministra de Sanidad advierte que “son de obligado cumplimiento” y recuerda que el Gobierno ya impuso una restricción de movilidad a Madrid en Semana Santa. Es una pena que la lucha contra la pandemia sea motivo de enfrentamiento político y que no haya consenso para evitar una 5ª ola de contagios este verano.

Con esta desunión y la dispersión de medidas y restricciones, nuestra mayor esperanza siguen siendo las vacunas, que van a muy buen ritmo: ya se ha aplicado 1 dosis al 40% de españoles (19.038.135 vacunados) y las 2 dosis al 21,6% (10.257.209 de españoles), según los datos de Sanidad del 3 de junio. Y lo más importante: tienen una dosis casi el 100% de los mayores de 60 años y las dos casi el 65%. Y todo apunta a que en este mes de junio se vacunará con 1 dosis a todos los mayores de 50 años (ya la han recibido el 86,1%) y recibirán las dos dosis más de la mitad  (ya la tienen el 46,7%). En paralelo, este mes se avanzará también en la vacunación de las personas de 40 a 49 años (el grupo más numeroso: 7,9 millones), que podrían tener una inmunización elevada para julio. Después, habría que aprovechar el resto del verano para vacunar a los menores de 40 años. Y el Gobierno quiere vacunar a los adolescentes (12-17 años) antes del comienzo del próximo curso. Mientras, Alemania, Francia e Italia ya han abierto las citas para vacunar a todos los mayores de 12 años.

Hasta ahora se han cumplido los dos primeros hitos del Plan de vacunación previsto por el Gobierno: cerrar la 1ª semana de mayo con 5 millones vacunados totalmente y los 10 millones totalmente vacunados en la 1ª semana de junio. Ahora,  el reto es cumplir el tercer hito: 15 millones vacunados totalmente el 20 de junio. Y seguir luego con el 4º (25 millones de vacunados para el 25 de julio) y el 5º hito : 33 millones totalmente vacunados (el 70% de la población) para finales de agosto. La vacunación sigue siendo nuestra esperanza, máxime si algunas autonomías y muchos españoles no están dispuestos a seguir con restricciones este verano, hasta que la mayoría estén vacunados. Las vacunas ya han rebajado contagios y muertes y están acelerando la recuperación de la economía. De momento, los españoles estamos empezando a consumir más, ahora que vemos posible el fin de la pandemia. El dato es muy explícito: el índice PMI, que mide la evolución del consumo de las familias subió en mayo a los 59,2 puntos (sobre 100), el mayor nivel de consumo desde 2006. Y además revela que las empresas aumentan sus compras apuestan por una clara mejoría de la economía, como lo refleja también el mayor uso de las tarjetas de crédito.

Este mayor consumo, más la mayor actividad en los servicios (hostelería, turismo y comercio) tras el fin del estado de alarma (9 de mayo), se han traducido ya en una mejora del empleo (212.000 trabajadores más) y una fuerte caída del paro (130.000 parados menos) en mayo, según los datos de Trabajo. Y hay ya 19.267.221 trabajadores afiliados a la Seguridad Social, más que antes de la pandemia (19.250.229 afiliados en febrero 2020), aunque una parte son trabajadores “aparcados” en ERTEs (542.142 en mayo, 96.141 menos que en abril y la sexta parte de los 3,6 millones de trabajadores en ERTEs en mayo de 2020). Esta mejoría del empleo revela claramente que la recuperación se ha iniciado, aunque débilmente hasta que se refuerce con el turismo esperado este verano.

La recuperación del turismo interior, de los españoles, es un hecho: las reservas para julio y agosto se han disparado, al ritmo de la vacunación. Y desde hoy 7 de junio, España se abre al turismo extranjero: cualquier viajero vacunado podrá entrar en España, según ha aprobado el Gobierno. Y el 1 de julio entra en vigor el Certificado verde europeo, que facilitará la llegada de turistas comunitarios. El punto negro está en el turismo británico, el más importante (18 millones de turistas del Reino Unido llegaron en 2019): el  Gobierno británico acaba de mantener a España en la lista ámbar (también a Portugal, Francia o Grecia), con lo que los británicos que quieran venir a España tienen que hacerse 3 PCR y mantener una cuarentena a la vuelta de 10 días, lo que disuadirá a la mayoría. La decisión ha sido un hachazo para el sector turístico de Baleares, Canarias y la Comunidad Valenciana (las tres, con una menor incidencia de contagios que Reino Unido), a la espera de que España entre en “la lista verde” cuando el Gobierno británico revise los destinos, el 24 de junio.

En resumen, mejora la pandemia (bajando la incidencia, los enfermos en UCIs y las muertes) y mejora la economía, con una débil recuperación del consumo y el empleo, que necesita asentarse en los próximos meses, con la generalización de las vacunas, la mejora del turismo y la llegada de las primeras ayudas europeas (previstas para septiembre). Pero todo ello, siempre que no se disparen los contagios por el verano y tengamos una 5ª ola. Por eso, es clave que Gobierno, autonomías y ciudadanos tengamos sentido común, pactando restricciones y manteniendo precauciones, aunque estemos hartos de aforos, distancias y mascarillas. La guerra contra el virus no se ha ganado todavía. No bajemos la guardia.

lunes, 10 de mayo de 2021

Acaba el estado de alarma, no el virus

Los contagios por COVID-19 llevan 13 días bajando, muy despacio, tras tocar techo la 4ª ola el 26 de abril. Pero todavía tenemos un “riesgo alto” de contagios (198,6 por 100.000 habitantes), con 7 regiones en riesgo “extremo”, las UCIs colapsadas en 6 regiones y demasiados muertos (86 diarios, 160 el jueves). Así que no estamos en la mejor situación para afrontar el fin del estado de alarma este domingo: cuando salimos del confinamiento, el 21 de junio, teníamos 8 contagios/100.000 habitantes, 5 nuevos enfermos semanales en las UCIs y 2 muertos diarios. Pero el Gobierno se ha negado a prorrogarlo y las autonomías levantan restricciones: libre circulación por toda España y toque de queda en sólo 4 autonomías. Se “abre la mano” casi del todo, con el virus muy activo y sólo 28% de españoles vacunados. Impresionan las fiestas y botellones de la madrugada del domingo... Repetimos los errores del pasado: hay riesgo de una 5ª ola, que impida el turismo y la recuperación. Seamos cautos.

Enrique Ortega

La pandemia sigue con un elevado nivel de contagios en el mundo (845.000 diarios), aunque algo menor que los máximos de abril. Hoy, se contabilizan 157.960.048 contagios en 192 paises, según  las estadísticas de la Universidad Johns Hopkins. El epicentro de la pandemia sigue en América (63.350-112 contagiados), seguido de Europa (52.843.731) y a más distancia el Sudeste asiático (25.552.640), este del Mediterráneo (9.428.010), África (3.357.846) y el Pacífico (2.596.033 contagiados), según la OMS. Por países, sigue liderando los contagios Estados Unidos (32.707.641), pero se han disparado en la India (22.296.414), que sufre más de 400.000 nuevos contagios diarios (la mitad de los de todo el mundo). Les siguen Brasil (15.184.790), Francia (5.838.294), Turquía (5.031.332), Rusia (4.824.621), Reino Unido (4.450.578), Italia (4.111.210), España (3.567.408 contagiados) y Alemania (3.530.887).

Los muertos por la pandemia también siguen creciendo, por encima de los 14.000 diarios, como a finales de abril y la peor mortalidad desde febrero. En total son ya 3.289.097 muertos hasta hoy por la COVID-19, según la Universidad Johns Hopkins. Casi la mitad de todos los muertos los ha sumado América (1.551.603 fallecidos), seguida de Europa (1.104.410) y el sudeste asiático (309.197), según la OMS. Por paises, destacan EEUU (581.754 muertes), Brasil (422.340) y la India (242.362 muertos), que roza los 4.000 muertos diarios (casi un tercio de todos los del mundo). Les siguen México (218.985 muertos), Reino Unido (127.865), Italia (122.833), Rusia (111.425), Francia (106.553), Alemania (84.844) y España (78.792 muertos). Ocupamos el puesto 18º en el ranking mundial de muertos por 100.000 habitantes (tenemos 165), encabezado por Hungría (289) y otros 12 paises europeos, entre ellos Italia (202) y Reino Unido (192), y seguidos por EEUU (177) y México (172).

En Europa, han descendido los contagios durante las dos últimas semanas en casi todos los paises, con una media de 380 contagios por 100.000 habitantes (en los últimos 14 días). Sólo tienen una baja incidencia Reino Unido (45,2 contagios por 100.000 habitantes), porque tiene vacunados ya al 60% de los adultos, Portugal (54,3 contagios por 100.000), Rumanía (111,9) e Irlanda (130) .Y les sigue España, con 198,6 contagios por 100.000 habitantes el viernes 7 de mayo. Están peor  Alemania (297) e Italia (267) y sobre todo Francia (477 contagios por 100.000 habitantes, 30% menos que hace dos semanas), según los últimos datos de Sanidad. Y tienen un alto nivel de contagios Suecia (696), Paises Bajos (611), Bélgica (380), Suiza (293), Austria (291) República Checa (268) y Polonia (229 por 100.000 habitantes).

España lleva 13 días rebajando la cifra de nuevos contagios, desde que el 26 de abril se alcanzó el techo de esta 4ª ola (con 235,59 contagios). Las rebajas diarias han sido muy pequeñas y el viernes 7 de mayo bajamos a 198,6 contagios por 100.000 habitantes (últimos 14 días), todavía muy por encima del suelo con el que acabó la 3ª ola (127,80 contagios el 16 de marzo. Y la situación es muy desigual por autonomías, según los datos de Sanidad. Hay 7 regiones en situación de “riesgo extremo” (más de 250 contagios): País Vasco (447,5), Madrid (317,5), La Rioja (297), Navarra (296),  Melilla (295), Aragón (293,8) y Cataluña (251). Y otras 4  autonomías con “riesgo alto” (150-200 contagios): Cantabria (231,26), Castilla la Mancha (202,5),  Andalucía (191,7) y Castilla y León (170). En “riesgo medio” (50-150 contagios) están 7 regiones: Asturias (111,7), Extremadura (94,2), Galicia (93,7), Canarias (90,7), Ceuta (84,3), Murcia (69,4) y Baleares (60,4). Y sólo tiene un nivel “bajo” de contagios (25-50) la Comunidad Valenciana (40,5).

España está realizando muchas pruebas para detectar contagios (567.168 PCRs y 280.569 test de antígenos la última semana), con una media de 820 pruebas por 1.000 habitantes, que es menor en Castilla la Mancha (587), Andalucía (594), o Madrid (996) y mucho más alta en Navarra (1.281 pruebas/1.000 habitantes), País Vasco (1.250), la Rioja (1.176) o Cataluña (1.110), que detectan más contagios porque hacen más pruebas. El porcentaje  de positivos baja (del 7,46% hace dos semanas a 6,48% el viernes 7), aunque sigue por encima del 5% que estipulan los expertos para tener controlada la transmisión. Y tiene un “riesgo alto” de positivos (+ del 10%) Aragón (11,85%), rozándolo Castilla la Mancha (9,37%) y Madrid (9,18%), según Sanidad.  El problema que persiste es que no se rastrean bien los contagios, por falta de personal: sólo se detectan 2 contactos por caso (4 en Euskadi), cuando debían ser entre 6 y 7, según los expertos. Y además, se conoce poco el origen (su  trazabilidad): se desconoce el origen del 34,7% de los contagios (el 64,3% en Cataluña, el 45,5% en Baleares y el 25,1 % en Madrid, frente a sólo el 7,7% de casos sin origen conocido en el País Vasco, el 10,2% en Asturias o el  16,9% en Canarias), según Sanidad.

El problema más preocupante de esta 4ª ola sigue siendo elevadas las hospitalizaciones y los ingresos en UCIs. Las hospitalizaciones han bajado de 9.989 (23 abril) a 8.605 el viernes 7 de mayo, un 6,85% de camas ocupadas con enfermos COVID, un “riesgo medio” (5-10% de ocupación COVID), según Sanidad. Pero hay un “riesgo alto” de ocupación (10-15%) en Madrid (14,13% camas ocupadas por enfermos COVID), el País Vasco (13,68%%), Ceuta (10,61%) y Melilla (10,44%. En el otro extremo, no hay problema en los hospitales de la Comunidad Valenciana (1,54% de camas COVID), Extremadura (1,63%), Murcia (1,70%) y Baleares (1,76%), teniendo un “riesgo bajo” (2-5%) las 11 regiones restantes.

En  las UCIs está la situación más preocupante, aunque hay menos camas ocupadas: se  baja de 2.297 pacientes (23 abril) a 2.183  el viernes 7 de mayo, con una ocupación media del 21,85% (“riesgo alto”). Y se detecta que los pacientes COVID en las UCIS son más jóvenes  (entre 35 y 55 años) y tienen cuadros más agudos, empeoran rápido y exigen largas estancias, quizás porque la variante británica supera el 70% de los nuevos contagios (y más del 90% en 10 autonomías, según Sanidad).  Lo más preocupante son las 7 regiones con “riesgo extremo” (+25%) en la ocupación de UCIS: Madrid (42,23%), País Vasco (39,96%), La Rioja (33,96%) Cataluña (33,68%), Ceuta (35,29%), Aragón (32,17%) y Castilla y León (25,19%), según Sanidad. Y otras 5 autonomías tienen “riesgo alto” en las UCIs (15-25% ocupación): Castilla la Mancha (24,59%), Cantabria (22,03%), Navarra (18,98%), Andalucía (17,20%) y  Canarias (15,30%. Sólo Extremadura (4,78%) tiene “normalidaden las UCIS, mientras las 6 autonomías restantes tienen un “riesgo bajo” (5-10% ocupación).

Y al final están las muertes, que se estabilizan: en las últimas 2 semanas (23 abril-7 mayo) se han producido 1.201 muertes por COVID-19, casi como la quincena anterior (1.263 muertes)  y  la mitad que a mediados de marzo (2.752 muertes), según Sanidad. Pero son una media de casi 86 muertos diarios, una barbaridad (hubo 160 muertos el jueves 6). Este estancamiento de la mortalidad  se debe a la vacunación en las residencias, que ha permitido bajar drásticamente la mortalidad: de 790 fallecidos a la semana a principios de enero a 7 muertos en la última  semana de abril, según Sanidad. También es clave haber vacunado a muchos mayores de 60 años. Las autonomías con más muertes por COVID-19 en las dos últimas semanas son  Cataluña (+365), Madrid (+182), Andalucía (+172) y el País Vasco (+150), mientras sólo hubo 1 muerto por COVID la pasada semana en Cantabria y Baleares.

Tras este balance de contagios, positivos, hospitalizados y camas UCI, los 4 indicadores que vigila Sanidad, el Ministerio resume así (ver mapas) la situación de la pandemia con datos al 6 de mayo: hay 5 autonomías en situación de “riesgo extremo”, en alerta 4 (Madrid, País Vasco, la Rioja, Aragón y  Cataluña), más las provincias de Guadalajara, Toledo y Granada. En alerta 3 hay 6  autonomías: Andalucía, Navarra, Cantabria, Castilla la Mancha, Castilla y León y Melilla. Y al otro extremo, en alerta 1 (la mejor situación), están otras 5 regiones: Comunidad Valenciana, Baleares, Galicia, Murcia y Extremadura, más Teruel, Cuenca y Málaga. Y quedan Asturias, Canarias y Ceuta en alerta 2.

Ahora, todo apunta a que el ritmo de nuevos contagios será menor, aunque preocupa la generalización de la variable británica (su contagio multiplica por 1,7 las posibilidades de ser hospitalizado y por 2,3 el riesgo de ingresar en la UCI, según el Centro europeo de prevención de enfermedades) y la llegada de la variante india (con tres mutaciones), que “puede ser más contagiosa y resistente a las vacunas”, según la OMS. La clave va a seguir estando en las vacunaciones, que se han acelerado en los últimos días (con varios récords de pinchazos, por encima del medio millón diario. De momento, se han aplicado ya (datos del 6 de mayo) un total de 19,04 millones de dosis (el 90,3% de las vacunas recibidas), que han servido para aplicar una dosis a 13.271.511 personas (el 28% de la población) y las dos dosis a 5.956.451 personas (el 12,6%) de los españoles. Es muy importante que el 97% de los mayores de 80 años tengan las dos dosis, aunque van retrasados los de 70 a 79 (90% tienen 1 dosis y sólo 38% tienen las 2) y los de 60 a 69 años (69% tienen las dos dosis y sólo 6,4% tienen las 2).

La clave ahora es completar la vacunación de los que tienen entre 45 y 60 años (10,92 millones de personas) y qué vacuna aplicarles a los que ya tienen una 1ª dosis de AstraZeneca. Y aprobar el Plan de vacunación del resto de adultos, esos 15,65 millones de personas que tienen entre 18 y 45 años. Son más de 38 millones de pinchazos pendientes. Y sólo tenemos 8 semanas para finales de junio.  La estrategia “más lógica”, que defienden muchos epidemiólogos sería completar con 2 dosis la vacunación de todos los mayores de 60 años e intentar pinchar 1 dosis a todos los que tienen entre 45 y 60 años para finales de junio, cuando empiezan las vacaciones de verano. Eso serían unos 14 millones de pinchazos pendientes en 56 días (incluidos sábados, domingos y festivos), lo que supone una media de 250.000 pinchados diarios (1.750.000 semanales), algo posible. Si lo que se pretende es inyectar las 2 dosis a todos, no llegaremos hasta agosto. Y no podemos olvidar la vacunación de los jóvenes menores de 18 años, al menos con una dosis.

La vacunación sigue siendo la clave, pero ahora la mayor incertidumbre es el final del estado de alarma, este domingo 9 de mayo. Los epidemiólogos temen un repunte de contagios, al multiplicarse la movilidad (ver cómo queda por autonomías). De hecho, ya es posible desplazarse libremente por toda España, expandir el virus de las autonomías con contagio “extremo (País Vasco, Madrid, La Rioja, Aragón y Cataluña) a otras con un nivel mínimo (la Comunidad Valenciana) o bajo (Baleares, Murcia, Canarias, Extremadura o Galicia). Y sólo 4 autonomías (Navarra, Comunidad Valenciana, Baleares y Canarias) mantienen toques de queda (de 11 o 12 noche a 6 de la mañana), mientras el tribunal autonómico se lo ha rechazado al País Vasco, y Canarias que dependen ahora del Supremo (14 días mínimo para la decisión final). Y los jueces son los que autorizan las demás restricciones sobre aforos y reuniones, todas más “laxas” que las actuales.

Parece que no hemos aprendido  nada y volvemos a “abrir la mano”, como en junio pasado,  en Navidad o Semana Santa, lo que nos ha dejado ya 4 olas de contagios. El problema ahora es que “estamos peor” que el 21 de junio de 2020, cuando terminó el confinamiento y todo el mundo se olvidó del COVID en el verano y después. Los datos son muy explícitos: el 21 de junio teníamos una incidencia de 8,08 contagios por 100.000 habitantes y hoy son 198,6 contagios. En esa fecha teníamos 99 nuevos hospitalizados a la semana y 5 nuevos pacientes en las UCIS, mientras hoy hospitales y UCIS están saturados. Y el 21 de junio murieron 2 personas en España por COVID frente a 66 el viernes 7 de mayo… Como para “abrir la mano” y permitir una “casi normal movilidad”, como si el virus no existiera. Los epidemiólogos han vuelto a alertar: el virus sigue ahí y puede llegar una 5ª ola. Sobre todo con imágenes como las de la madrugada del domingo, con fiestas y botellones sin control en toda España. No hemos aprendido nada...

Las vacunas nos ayudan mucho, pero no olvidemos que sólo un 28% de españoles tienen 1 dosis de la vacuna y que un 72% corren todavía el riesgo de contagiarse y morir. Y si repuntan los contagios, corren riesgo la salud y la economía. No olvidemos que las últimas 2 olas de contagios han acarreado la 2ª recesión en Europa en un año: la economía de la UE-27 cayó un -0,4% en el primer trimestre de 2021 (tras caer un -0,5% en el 4º trimestre de 2020), con lo que se repite la recesión provocada en el primer trimestre (PIB cayó -3,3%) y en el 2º de 2020 (-11,2%), según Eurostat. Lo más preocupante es que cayó este primer trimestre de 2021 la economía de Alemania (-1,7%), Italia (-0,4%) y Portugal (-3,3%), así como la de España (-0,5%), que no cayó en el último trimestre de 2020 (+0% el PIB), por los “excesos” de la Navidad. Una recesión en Europa que pide a gritos “acelerar” la llegada de los Fondos europeos a los paises, que no llegarán hasta julio o agosto y en cantidades mínimas (9.000 millones a España), mientras EEUU ha inyectado ya más de 4 billones de dólares y crece ya más que antes de la pandemia (+6,4% el primer trimestre), como China (+18,3%).

Así que corremos el riesgo de una 5ª ola con Europa en recesión y España decreciendo. Si repuntan los contagios, obligaría a tomar medidas más restrictivas a finales de mayo, cuando habría que abrir el país al turismo extranjero, la clave para recuperar la economía en lo que queda de año. Así que deberíamos ser cautos y restringir la movilidad y los contactos hasta que no haya más vacunados, por la salud y por la economía. Por esos casi 4 millones de parados y los 638.000 trabajadores que esperan en un ERTE. Y sobre todo por los 92 muertos diarios que todavía provoca la COVID. Dar un paso atrás en la lucha contra el virus, que sigue ahí, sería un error imperdonable. Cuídate.