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jueves, 22 de enero de 2015

Poco empleo y más parados (55% no cobran)


2014 ha sido el primer año que se ha creado empleo en España desde 2007. Una buenísima noticia, con tres “peros”: los nuevos empleos son todavía pocos (se ha frenado la creación de empleo al final del año y hemos recuperado menos empleos perdidos que otros países), son precarios (casi todos temporales y un tercio por horas) y muy vulnerables (la mitad sólo van a durar 5 años). En realidad, se está repartiendo el poco empleo que se crea, con varios contratos por cada puesto de trabajo. Y además, este escaso empleo no cubre el aumento de personas que buscan trabajo, con lo que el paro subió en el cuarto trimestre de 2014. Y hay 2 millones de parados que no tienen ofertas, por su edad (mayores de 45 años), su inexperiencia (jóvenes) o su baja formación. Y casi dos tercios de los parados llevan ya más de un año sin trabajar y más de la mitad sin cobrar nada. Urge crecer más para crear más empleo y mejorar la formación y los incentivos para que el empleo llegue a más parados.
 
enrique ortega

El año 2014 terminó para el empleo peor de lo que iba en primavera y verano: si en el primer trimestre se continuó destruyendo empleo (- 184.600 ocupados), en el segundo cambió radicalmente la tendencia (se crearon +402.400 empleos), que continuó en el tercer trimestre (+151.000 empleos), pero el empleo se desinfló en el cuarto trimestre, porque sólo se han creado otros +65.100 empleos, a pesar del tirón de las Navidades. En conjunto, 2014 se ha cerrado con una creación neta de 433.900 empleos, tras seis años seguidos de destrucción de empleo (2008-2013).

Una creación de empleo que es una gran noticia, pero su ritmo se ha reducido y todavía es poco, tanto por el gran número de parados (5,45 millones) como porque sólo se ha recuperado la séptima parte del empleo perdido con la crisis: un 16,2% de los 3.802.800 empleos perdidos desde septiembre de 2007. Somos el país europeo, junto a Grecia, que menos empleo perdido ha recuperado: Alemania ha creado ya el doble de lo perdido (1.961.900 frente a 855.300) y Reino Unido el triple (2.144.900 frente a 751.800), mientras Francia ha recuperado ya el 73,7% (447.500 creados frente a 606.800 perdidos), Irlanda el 31,5% (101.900 frente a 321.000), Italia el 27% (379.600 frente a 1.408.700 destruidos), Portugal el 19,3% (140.500 frente a 724.400) y Grecia el 9,2% (107.000 frente a 1.159.700).

Los nuevos empleos siguen concentrados en los servicios (+344.200 ocupados en 2014), debido al tirón del turismo y el comercio (rebajas) y entre los autónomos (+ 65.000 en 2014), porque muchos parados (sobre todo jóvenes) han cobrado el paro de una vez para montar un negocio. También se ha creado empleo en sanidad y educación, porque la Administración ha utilizado contratos temporales a interinos para cubrir las plazas de los despedidos (-163.206 funcionarios entre 2012 y julio 2014). Y se crea poco empleo en la industria (+98.000 en 2014) y la construcción (+40.000), mientras cae en el campo (-48.400). En todo 2014, de cada 100 nuevos empleos, 58 han ido a los hombres y 42 a las mujeres.

Otra pega al nuevo empleo creado en 2014: es muy precario. El 92% de los contratos firmados fueron temporales y sólo un 8% indefinidos, con lo que un 24,2 % de los asalariados  trabajan ya con un contrato temporal. Y el 35,3% fueron contratos a tiempo parcial, por meses, días e incluso por horas: un 40% de los nuevos empleos duran menos de un mes, un 16,5% entre 1 y 6 meses y sólo el 43,5% restante son por más de 6 meses. Con ello, un 16 % de todos los empleados tiene ya un contrato a tiempo parcial. Y no porque quieran trabajar menos: el 70% es porque no encuentra un empleo a tiempo completo y su jornada media es de 10 horas semanales. En conjunto, lo que está pasando es que hay mucha rotación, que los pocos empleos que hay se reparten mucho: en 2014 se firmaron 16,72 millones de contratos, para  415.700 nuevos empleos. Da 40 contratos por cada empleo.

Al ser contratos tan precarios (y mal pagados), son bastante vulnerables, en caso de que las empresas tengan algún apuro. De hecho, de cada 100 empleos generados durante la crisis, sólo 55 se han mantenido 5 años más tarde, según un informe del BBVA e Ivie. O sea, que casi la mitad (45%) de este empleo precario tiene poco futuro, frente a otros países, donde el nuevo empleo dura más (en Alemania, el 75% sobrevive a los 5 años y en Italia el 68%). Y en los autónomos, el 61% de los nuevos negocios no sobrevive a los cinco años.

Poco empleo, precario y muy vulnerable. Pero quizás lo peor es que no llega a la mitad de los parados, que no se aprovechan del cambio de tendencia. Por dos razones. Primera, porque casi dos de cada tres parados (61,5%) lleva más de un año sin  trabajar, 3.352.900 parados a finales de 2014 (de ellos, 2,38 millones llevan más de 2 años parados). Son parados de larga duración, siete veces más que al comienzo de la crisis (eran 500.000 en 2007). Y sus posibilidades de encontrar trabajo se rebajan al 6,7% (frente al 26,5% del resto), según un estudio de Asempleo. La mayoría son padres de familia de 30 a 44 años (40% del total), mayores de 45 años (35%), jóvenes e inmigrantes. Y su situación se agrava porque la mayoría de estos “parados con antigüedad” tienen poca formación: 2,3 millones no acabaron la educación secundaria, según el INE.

La otra razón es que hay pocas ofertas de empleo (una vacante por cada 102 parados, la tercera parte que en Europa)  y por eso, las empresas pueden elegir entre muchos candidatos, dejando fuera a más de la mitad de los parados. Así, los parados mayores de 55 años sólo reciben el 0,5% de las ofertas, los parados de 45 a 55 años el 6,1% y los jóvenes de 16 a 24 años el 7,71%, frente al 53,1% que reciben los de 25 a 34 años y el 32,52% de ofertas para los de 35-44 años, según el informe Infoempleo Adecco. O sea, que los parados de más de 45 años y los menores de 24 (suman el 45% de los parados) tienen muy pocas posibilidades de conseguir uno de los nuevos empleos. Y menos los que carecen de formación y experiencia.

Por ambas razones, la mitad de los parados tiene muy difícil aprovechar la mejora del empleo y más en Andalucía, Canarias, Castilla la Mancha y Comunidad Valenciana, las regiones con menos ofertas de empleo, según ese informe. Y menos los que buscan trabajo en construcción, agricultura o servicios, los sectores con menos ofertas. Al final, eso lleva a expertos, como el catedrático José Ramón Cuadrado o los economistas de Fedea, a afirmar que hay 2 millones de parados que tienen muy difícil volver a trabajar. Son los mayores de 45 años, muchas mujeres y jóvenes sin formación ni experiencia. Un drama.

El paro ha bajado en 2014 en 477.900 personas, aunque subió en el cuatro trimestre (+30.100), porque crecieron más las personas que buscaban trabajo que el empleo: es lo que va a pasar en el futuro. Todavía hay 5.457.700 parados, un 23,70 % de los españoles en edad de trabajar y más del doble que en Europa (10% de paro en 2014). Y hay tres datos preocupantes. Uno, que seis autonomías rondan o superan el 30% de paro: Andalucía (34,23%), Canarias (31,08%), Ceuta (32,46%), Melilla (29,52%), Extremadura (29,96%) y Castilla la Mancha (28,50%). Dos, que todavía hay 1.766.300 hogares donde todos sus miembros están en paro. Y la tercera, que más de la mitad de los parados no cobran nada: 2.995.371 parados, un 55% de los parados EPA. Y del 45% de parados que sí cobran (2.462.329 parados a finales de noviembre), sólo un 40% cobran una prestación contributiva (809,50 euros al mes, 52,70 euros menos que en 2012) y el 60% restante cobran un subsidio asistencial de 426 euros al mes. Subsidio que también cobrarán este año (sólo durante 6 meses) 354.860 parados de larga duración, sólo uno de cada 8 parados que no cobran nada.

Así que negro futuro para la mitad de los parados, que además no cobran. Por eso urge crear más empleo y mientras mejorar las ayudas a los parados, pero de verdad. Este año 2015, el Gobierno esperaba crear 348.000 nuevos empleos, según el Presupuesto 2015, aunque Rajoy habla ahora de crear entre 550.000 y 600.000 empleos en 2015. Una cifra “electoralista” (para redondear el millón de empleos con 2014), que contrasta con los 350.000 empleos que espera crear la patronal CEOE y mucho más con los 130.000 empleos que espera el FMI. En cualquier caso, son pocos para 5,  millones de parados y los jóvenes que se incorporan cada año a buscar trabajo. Por eso, los economistas de FEDEA dicen que, a este ritmo, harían falta 15 años para recuperar el empleo perdido. Y la OIT vaticina que para 2019, España todavía tendrá un 21,5% de paro, 4,8 millones de parados. Demasiados.

Urge pues, crecer más y crear más empleo. Para crecer más, hace falta reanimar el consumo (mejorando salarios y bajando impuestos a las rentas medias y bajas), reducir el endeudamiento privado (renegociando deuda e hipotecas), fomentar el crédito y la inversión privada y pública (aún a costa de reducir menos el déficit), fomentando la reindustrialización, la fusión de empresas (las grandes crean más empleo), la innovación, tecnología y educación. Y en paralelo, hay que mejorar el acceso de todos los parados a los nuevos empleos, con políticas de empleo más agresivas y con más recursos (España, el país con más paro de Europa junto a Grecia, sólo gasta 4.746 millones al año en políticas activas de empleo), más una reforma de verdad de los servicios de empleo (SEPE), que se centre en colocar a los que no contrata nadie: mayores de 45 años, mujeres y jóvenes sin experiencia.

Tienen que dejar de hacer triunfalismo y demagogia con el empleo. Se está creando empleo, sí, pero poco, precario y sin mucho futuro. Y la mitad de los parados ni lo “huelen”: ni encuentran trabajo ni lo van a encontrar, mientras no se les forme y se les ayude, incentivando su contratación. Y al ritmo que vamos, muchos se van a jubilar sin trabajar y otros, los jóvenes, van a tener que esperar aún mucho para colocarse. Por eso, urge crear mucho más empleo para mucha más gente. Debería ser el gran objetivo de 2015. No ganar las elecciones.

jueves, 23 de enero de 2014

Menos parados buscando y menos empleo


El Gobierno, dentro de su descarada campaña vendiendo la recuperación, echa las campanas al vuelo con la EPA de hoy, resaltando que el paro ha bajado y se destruye menos empleo. Pero no dicen que el paro baja porque hay menos gente buscando trabajo, muchos desanimados que tiran la toalla después de años buscando y otros (inmigrantes y jóvenes) que se han ido de España y han salido de las listas del paro. Tampoco dicen que el 60% de los parados llevan más de 2 años sin trabajo y más de la mitad no cobran subsidio. El empleo ha caído en 2013 (por sexto año consecutivo) y el poco que se crea es temporal (por meses e incluso días) y a tiempo parcial, por horas, minijobs mal pagados: lo que se está haciendo es repartir el poco empleo que hay (2x1). El problema es que apenas creceremos este año, con lo que se creará muy poco empleo (precario).Hay paro para rato.
enrique ortega

A finales de 2013 había en España 5.896.300 parados, sólo 69.000 menos que al comienzo del año. El paro baja (por primera vez desde 2007), sobre todo porque hay menos gente buscando trabajo: han crecido los “desanimados”, españoles que ya ni buscan trabajo, que salen de las listas del SEPE cansados de no encontrar nada y de no recibir ni subsidios ni formación. Los españoles activos (que trabajan o buscan trabajo) han caído (desanimados) en 267.900 personas sólo en 2013 (y en 482.000 desde el segundo trimestre de 2011, cuando España entró en la segunda recesión). La mayoría son mayores de 45 años (60%) que no se pueden prejubilar, mujeres (70%) y con poca formación. Pero también hay jóvenes, que han vuelto a estudiar o que no hacen nada (hay 200.000 jóvenes ni-ni-ni: ni estudian, ni trabajan ni buscan): 1 de cada 3 jóvenes menores de 25 años (unos 850.000) han abandonado la búsqueda activa de empleo desde que comenzó la crisis, según ASEMPLEO.

Junto a los desanimados (que no buscan empleo) están los que han salido fuera de España a buscar trabajo y tampoco están en las listas del paro: inmigrantes que han vuelto (al menos 450.000) y españoles (225.000). Y luego están los subempleados, personas que trabajan sólo unas horas a la semana (800.000 trabajan menos de 15 horas semanales): con trabajar sólo una hora,no son parados para la EPA. En total, sumando desanimados, los que se han ido de España y los subempleados, son más de 2 millones de parados ocultos: no aparecen en las estadísticas, pero si la economía mejora buscarán trabajo.

Vayamos a las cifras del paro oficial, la EPA del cuarto trimestre 2013. Hay cuatro datos preocupantes. Uno, que casi 1 de cada 3 hogares (31,27%) tiene a la mitad de sus miembros activos en paro. Y que 1 de cada 7 familias (el 14,08%) tiene a todos sus miembros en paro (1.832.300 hogares). Dos, que media España, el sur,  tiene un paro que supera el 30%: Ceuta (36,82% de paro), Andalucía (36,32), Melilla (35,36%), Canarias (33,18%) y Extremadura (32,29%). Tres, que más de la mitad de los parados EPA no cobra ningún subsidio: de los 5.896.300 españoles que se consideran parados, sólo cobran el  47,5% (2.801.262 en noviembre, según Empleo): un 43,5% el subsidio de 821 euros y la mayoría restante 426 euros al mes. Sólo hay 7 autonomías donde cobran subsidio más de la mitad de los parados EPA (País Vasco, Navarra, Cantabria, Asturias, Galicia, Extremadura y Baleares) y Asturias) y en las 12 restantes son más los que no cobran, destacando la bajísima cobertura de Murcia (37,7% parados EPA cobran), Melilla (39,4%) y Canarias (39,6%).

El cuarto dato, el más preocupante, es que más de la mitad de los parados (3.590.100, el 60,18%) llevan más de un año sin trabajar: 2.309.500 de ellos llevan más de 2 años y 1.250.000 llevan más de 3 años). Un grave problema, según acaba de destacar la OIT, porque cuanto más tiempo en el paro, menos posibilidades hay de encontrar empleo (sólo un 11,7% pasados dos años). España es el país de la OCDE donde más ha crecido el paro de larga duración con la crisis: se ha multiplicado por 9 desde 2007, mientras en Irlanda se multiplicaba por 4,5, en Grecia por 3,5 y en EEUU por 3,2. La mayoría de estos “parados con antigüedad” son padres de familia entre 30 y 44 años (40% del total), seguidos de mayores de 45 años (35%) y jóvenes (25% restante), la mayoría con poca formación y de la construcción.

¿Qué ha pasado con el empleo? En 2013 se ha vuelto a perder empleo neto, por sexto año consecutivo: hay 198.900 personas menos trabajando que a principios de año y 3,75 millones menos de ocupados que en septiembre 2007. Y el poco empleo que se crea, es  mal pagado y precario: un 93% de los contratos firmados en 2013 han sido temporales y el 35% a tiempo parcial, por días o meses (54,7 días de media, aunque el 40% son por menos de 1 mes y el 24% por menos de una semana). Son los famosos mini-jobs, por los que una persona puede tener más de una docena de contratos al año, cobrando menos que sus compañeros y viéndose obligado a hacer horas complementarias si la empresa se lo exige. El pasado 20 de diciembre, el Gobierno ha impulsado este contrato a tiempo parcial, aprobando un decreto que aumenta las horas complementarias (“voluntarias) del 15 al 30% de la jornada (y hasta el 60%) y reduce de 7 días a 3 el plazo para avisar al trabajador del cambio. Contratos que se usan mucho en hostelería, turismo, comercio y servicios, con mucho fraude: contratos de 4 horas que acaban siendo 8 o 12, a veces ilegalmente.

Al final, se trata de repartir el trabajo (2x1): dos o tres personas para cubrir un puesto y parece que se han creado 2/3 empleos y hay 2/3 parados menos. Y así Rajoy podrá presentarse a las elecciones de 2015 con menos parados “oficiales”. Pero es una trampa que nos caerá encima. Por un lado, como ha advertido el Comisario europeo de empleo, “aunque el paro descienda, aumentará la pobreza”, porque “no podemos decir que tener un trabajo (de estos) equivalga a tener una vida decente”, en palabras de Lászlo Andor. Y además, el subempleo frena el crecimiento (estos trabajadores apenas consumen) y dificulta la mejora de la productividad en las empresas (se sienten marginados).

Cara a este año 2.014, el empleo y el paro van a depender de lo que crezca la economía, que será muy poco: entre el 0,5% (Comisión Europea), el 0,6% (FMI) y el 1% que espera el Gobierno. Insuficiente, ya que para crear empleo hay que crecer más del 2%, imposible si Bruselas y Rajoy siguen con sus recortes (hasta 2016). Con este bajo crecimiento sólo será posible crear empleo si es precario, como ahora: favoreciendo que las empresas hagan muchos contratos por días a muchos trabajadores. Y rotando plantillas: cambiar un trabajador maduro por dos jóvenes a menos coste. Muchos empleos a efectos estadísticos (lo que busca Rajoy), pero pocos empleos nuevos de verdad. De hecho, según una encuesta de las Cámaras de Comercio, la mayoría de empresas (69%) no crearán empleo en 2014, un 18% todavía lo reducirá y sólo el 13% creará empleo.

Seguimos con casi 6 millones de parados y una tasa de paro del 26%, más del doble que Europa (10,9%). No es para tirar cohetes sino para poner en marcha, de una vez por todas, un Plan de choque contra el paro, con un pacto político y social detrás. Es urgente lanzar ambiciosas políticas activas de empleo y acabar con los recortes en este campo (-50%), que se han cargado la formación y los incentivos para contratar a parados. Poner en marcha Planes de apoyo a los parados jóvenes, mujeres y mayores de 55 años, con un especial énfasis en la formación (la mitad de los parados no tienen la ESO acabada). Y lanzar ya el Plan de empleo juvenil, que Rajoy retrasa porque tiene que adelantar los 1.880 millones que nos va a dar Europa y teme que disparen el déficit (es la cuarta parte de lo que se ha perdido en rescatar NovaCaixaGalicia, por ejemplo).

El Gobierno y todo el país tienen que ponerse las pilas en crear empleo y ayudar a los parados a reciclarse y trabajar. Hay que parar los ajustes previstos para 2014 y 2015, reanimar la economía y crecer más. No hacer malabarismos con la EPA y multiplicando el empleo precario. Hay que poner a España a trabajar.