Mostrando entradas con la etiqueta cocaína. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cocaína. Mostrar todas las entradas

lunes, 11 de julio de 2022

España: consumo récord de cocaína y cannabis

Este año 2022 ha seguido repuntado el consumo de drogas en el mundo, tras el paréntesis de 2020 por la pandemia. Y ahora, con la vuelta a las fiestas, los locales de ocio y las vacaciones, se espera otro aumento del consumo este verano. En Europa preocupa el auge de la cocaína y las drogas sintéticas, mientras España lidera el consumo y las incautaciones de cocaína y cannabis, con un gasto en drogas de 19 euros diarios por español. Y somos el 2º país europeo, tras Alemania, en muertes inducidas por drogas (546). Preocupa especialmente el consumo de cannabis, cocaína y pastillas entre los más jóvenes (14-18 años). Sanidad y las autonomías han pactado un Plan sobre Adicciones 2021-2024, pero urge destinar más recursos a luchar contra el tráfico de drogas y ampliar los tratamientos psico-sanitarios contra las adicciones, hoy insuficientes.  Y lanzar campañas masivas contra las drogas, porque muchas “no están mal vistas”, aunque enferman y matan. Tenemos que ganar esta batalla.

Enrique Ortega

El negocio de las drogas ilegales sigue siendo la primera industria mundial y mueve entre 300.000 millones de dólares (según la ONU) y 500.000 millones (según la DEA de EEUU), más de 360.000 millones de euros al año, la cuarta parte del PIB español. Y Europa es el tercer mercado mundial de drogas, tras América y Asia, con un negocio que crece ahora más y que mueve por encima de 40.000 millones de euros al año, según Interpol, de los que más de 7.000 millones se mueven en España, la tercera puerta de entrada de la droga a Europa (desde Latinoamérica y Africa), tras Turquía y los Balcanes (la ruta de Asia) y los grandes puertos del centro de Europa (la otra entrada de la ruta desde América).

En el mundo hay 284 millones de personas adultas (15-64 años) que consumieron drogas ilegales en 2020, según el último Informe Mundial de Drogas 2022 de la ONU, que estima en 200 millones los consumidores de cannabis, 62 millones los consumidores de opioides y 20 millones los adictos a la cocaína. El Informe destaca que el consumo de drogas está repuntando después de la pandemia, en 2021 y sobre todo en 2022, aumentando sobre todo entre los más jóvenes, que consumen más drogas que la generación de sus padres. A la ONU le preocupa especialmente el aumento en el consumo de cocaína (en Europa) y las muertes por sobredosis de fentanilo (un opioide sintético más barato que la heroína y 50 veces más potente), 107.000 muertes en EEUU en 2021. También el auge de las drogas sintéticas y la aceleración del consumo que ha provocado la legalización del cannabis para usos medicinales en varios paises. Y alertan sobre la falta de tratamientos para los adictos en el mundo.

En Europa, acaba de publicarse el último Informe europeo sobre Drogas 2022, elaborado por el Observatorio europeo EMCDDA. Y su diagnóstico es muy claro: cada vez hay más droga disponible y en más formatos. “Todo, para todos y en todas partes”, es su lema para definir el mercado europeo de drogas, donde alertan de tres grandes cambios: un fuerte aumento del consumo de cocaína (el mercado se ha trasladado de América porque en Europa se paga el doble y se han multiplicado las vías de entrada, desde barcos y contenedores a mini submarinos y drones submarinos, como los recién descubiertos en Cádiz), una adulteración del cannabis con cannabinoides sintéticos y un incremento preocupante de la producción en Europa de drogas sintéticas (metanfetaminas o speed).

Ha aumentado el consumo de drogas en Europa en 2021 y 2022, tras el reflujo en 2020 por la pandemia. Ese año (2020), la estadística del Observatorio Europeo de Drogas (EMCDDA) revela que el 29% de los europeos adultos (83,4 millones de personas) han consumido alguna vez drogas ilegales. Y si nos fijamos en el último año con datos (2020), 22,2 millones de europeos (7,7%) habían consumido cannabis, 3,5 millones (1,2%) habían probado la cocaína, 2,6 millones  (el 0,9%) consumieron MDMA (“éxtasis”), otros 2 millones (0,7%) consumieron anfetaminas y 1 millón de europeos consumieron heroína u otro opioide en el año 2020. El informe revela que muchos europeos consumen varias drogas a la vez y que en muchos casos su consumo está ligado a alcohol y fármacos, una asociación que agrava los daños y riesgos. Y este repunte del consumo, confirmado en 2021 y 2022, está agravando los problemas de delincuencia, salud mental y falta de tratamientos psicológicos, sanitarios y sociales en muchos paises europeos.

El Observatorio Europeo contra la droga (EMCDDA) revela en su último informe tres preocupaciones nuevas. Una, la mayor globalización en el negocio de la droga, que está facilitando el tráfico de cocaína de América a Europa, de la heroína de Asia al continente o del cannabis desde Africa, innovando los métodos de entrada. Dos, que Europa se ha convertido en un importante productor mundial de drogas sintéticas, para la venta interna y para exportarlas a América y Asia. Un dato: en 2020 se desmantelaron 350 laboratorios clandestinos de drogas sintéticas en Europa. Y narcos mexicanos están detrás de redes que fabrican drogas sintéticas en Europa. La tercera preocupación son los cambios en los canales de venta, a raíz de la pandemia: aumento de la venta de drogas a través de redes sociales, aplicaciones de mensajería y, sobre todo, “la red oscura” cifrada, muy sofisticada y difícil de vigilar y erradicar.

El cannabis (marihuana, hachís y aceite de hachís, las tres drogas que se obtienen con la planta del cannabis) es la droga más popular en Europa, que han probado alguna vez una cuarta parte de los europeos (27,3%) y 22,2 millones de personas el último año. La estrategia comercial de las mafias de la droga está siendo mantener en lo posible el precio y aumentar su potencia (el contenido de THC), mezclándola con materiales sintéticos (cannabinoides sintéticos), sobre todo las resinas de hachís. Esta “adulteración” del cannabis es difícil de detectar (salvo con análisis forenses)  y provoca una mayor adicción y efectos secundarios más peligrosos (físicos, mentales, conductuales…).

La cocaína es la 2ª droga más consumida en Europa, 3,5 millones de personas (el 1,2%) la consumieron en 2020, sobre todo en actividades ligadas al ocio nocturno, muy afectadas por los cierres de la pandemia, con lo que este consumo se habrá disparado en 2021 y sobre todo en 2022. Se ha detectado en el último año un gran aumento de la oferta, por las mayores entradas desde Latinoamérica por los puertos europeos, aunque incluso se han descubierto laboratorios secundarios de procesamiento de cocaína instalados en Europa. Las autoridades sanitarias también dan la alarma, porque las peticiones de  tratamientos por adicción a la cocaína han crecido un 15%, sobre todo por el auge del “crack” (cocaína en piedra).

La 3ª droga con más consumo es la MDMA (“éxtasis”), una droga sintética perteneciente a las anfetaminas sustituidas, que suele consumirse en pastillas con efectos estimulantes y alucinógenos. El último año (2020) la consumieron 2,6 millones de europeos (0,9%), pero ahora se ha disparado su venta, asociada a la reapertura del ocio nocturno y los jóvenes (1,9 millones de europeos con menos de 34 años la consumieron en 2020).

La 4ª droga con más consumo en Europa son las anfetaminas, que consumen 2 millones de adultos (el 0,7%) cada año (1,4 millones menores de 34 años). La gran novedad en los últimos años es el auge de las metanfetaminas (creadas a partir de las anfetaminas, con más potencia, siendo más dañinas). El consumo creciente de las metanfetaminas, se concentra en Chequia, Eslovaquia, Estonia y Alemania, el Este y norte de Europa. Y se han creado importantes laboratorios, para el mercado europeo y la exportación, en Paises Bajos y Bélgica, utilizando procesos similares a la fabricación de MDA y anfetaminas, aunque también llega a Europa metanfetamina producida en México, África y Turquía (desde Afganistán).

La 5ª droga más consumida en Europa es la heroína y los opioides, con 1 millón de europeos consumidores (la mitad en tratamiento). Es la única droga cuyo consumo baja en los últimos años, aunque se teme que pueda repuntar su consumo con los talibanes en el Gobierno y la retirada de EEUU y la OTAN de Afganistán, el primer productor de la heroína que se consume en Europa. De hecho, lo que sí ha aumentado es la producción de metanfetamina en Afganistán, a partir de la planta efedra.

Con todo, lo que más preocupa a las autoridades europeas es el auge de la producción y venta de drogas sintéticas, la mayoría con una enorme potencia y altísimo riesgo para la salud, sin control de los ingredientes, cada vez más baratos, potentes y peligrosos. Es el caso de las catinonas sintéticas (similares a la catinona natural que se encuentra en la planta del khat), las conocidas como “sales de baño”, que se utilizan como un producto potente y barato para mezclar con la cocaína y las metanfetaminas. La mayoría de estas catinonas proceden de India y China, pero también se han detectado laboratorios en Europa.

El informe del Observatorio europeo antidroga  (EMCDDA) alerta que cada año aparecen nuevas drogas peligrosas, en un catálogo amplio y difícil de rastrear y vigilar. Así, entre 2020 y 2021 se detectaron 15 nuevos opioides sintéticos. Y a finales de 2021, la EMCDDA vigilaba en Europa 880 nuevas sustancias psicoactivas, 52 de ellas notificadas por 1ª vez en 2021.

En este preocupante panorama de las drogas en Europa, España ocupa un papel central, liderando el consumo y las incautaciones en varias drogas, según el Informe 2022 de la EMCDDA. Lideramos el consumo europeo de cocaína: la han consumido a lo largo de su vida el 11,2 % de los adultos, frente al  8,3% en  Irlanda, el 8,1% en Dinamarca y el 6,9% en Italia. Y en el último año, la han consumido el 3,2% de los adultos, por detrás del 4,8% en Irlanda. Y en el consumo de cannabis, ocupamos el 3º lugar europeo: lo han consumido el 37,5% de los españoles adultos, solo por detrás de Francia (44,8%) y Dinamarca (37,9%), por detrás de Italia (32,.7%). Y en consumo de cannabis en el último año  (3,2% españoles), somos el 4º país, tras Francia, Italia y Croacia. Estamos año mejor, pero en el pelotón de cabeza en el consumo de MDMA /éxtasis (los 5º, tras Paises Bajos, Irlanda, Chequia y Estonia). Y los 8º en el consumo de anfetaminas y opioides.

Más preocupante es el consumo de estas drogas entre los adolescentes españoles, según revela Estudes 2021, la última Encuesta hecha a jóvenes de 14 a 18 años. El 70,5% reconoce haber consumido alcohol y el 30,7% tabaco, pero le sigue de cerca el consumo de cannabis: lo probaron un 22,2% en 2021 (el 18,2% en 1994). Luego va el consumo de hipnosedantes (tranquilizantes, sedantes y somníferos), que consumieron el 13,6%. Y la cocaína, consumida por el 2,1% de los adolescentes, un 1,8% la metanfetamina, un 0,8% las anfetaminas y un 0,4% la heroína. Y en todas las drogas, la edad de probarlas ha bajado a 15 años (cannabis) o a 15,3 años (cocaína, anfetas) o 15,4 años (éxtasis).

España también destaca por el elevado número de muertes por drogas: 546 en 2019, solo superadas por Alemania (1.581 en 2020) y por encima de las muertes inducidas por drogas en Francia (465), Italia (308) y Paises Bajos (295), el país que tiene la mayor tasa de mortalidad por millón de habitantes (23 muertos frente a 18 en España).

España, además de tener un alto consumo de drogas, es un país clave en la entrada de droga a Europa, por lo que destaca también en incautaciones de droga, según la última estadística (2020) de la EMCDDA. Es líder en las incautaciones de resina de cannabis (461 Tm, frente a 589 Tm en toda Europa, 50,2 en Francia, 37,4 en Turquía o 33,5 en Portugal), y en hierba de cannabis (59,8 Tm frente a  155,3 en toda la UE, 56,2 en Turquía y 46,2 en Francia), quedado 2ª en plantas de cannabis incautadas (1.433.213 plantas), tras Turquía (114.965.801). En incautaciones de heroína, España es líder en número (35.240, de 64.406 en toda Europa), aunque en cantidad nos superan Paises Bajos y Bélgica. También somos líderes en incautaciones de pastillas MDMA, aunque en peso nos supera Bélgica. Y destacamos menos en las incautaciones europeas de anfetaminas y heroína (somos los terceros…).

Aunque casi nadie hable de ello, el consumo de drogas es un problema muy serio, en Europa y en España, donde el consumo medio en drogas, medido por el INE (sólo una aproximación a la realidad) fue de 6.971 millones de euros en 2019. Son 19 euros diarios de gasto medio en droga. Un gasto que deteriora la salud de los adictos, provocando un auge de los jóvenes que acuden a urgencias o necesitan ser tratados. En 2021, de los adictos tratados en el Proyecto Hombre, un 36,5% lo fueron por adicción a la cocaína y el 36,4% por adicción al alcohol, con una edad muy temprana para las adicciones (16 años), con daños múltiples, desde problemas emocionales y psicológicos (54,4% de los tratados) a depresión severa (57,3%), ansiedad severa (71,2%) e intentos de suicidio (42,2%).

El auge de las drogas provoca un aumento de los delitos por tráfico, que han pasado de 41.255 en 2020 a 42.050 en 2021 y 4.486 en el primer trimestre de 2022 (+4,5% sobre hace un año), según las estadísticas de Interior. Y también han aumentado las detenciones, de 22.771 en 2019 a 24.114 detenciones en 2020 (último dato disponible), la mayoría por tráfico de marihuana (7.182), hachís (6.932) y cocaína (5.899). El 69% de los detenidos por drogas son españoles y sólo 3.217 son mujeres.

Uno de los lugares donde se ve el auge de las drogas es el la carretera. De los 4.977 controles de drogas y alcohol hechos por Tráfico en la 2ª semana de diciembre (2021), el 29% dio positivo por drogas. Y de todos los muertos por accidentes de tráfico en 2020, el 20% tenían drogas en la sangre y otro 13,4% psicofármacos. Y faltan estudios sobre el consumo de drogas en determinados trabajos y profesiones, no sólo en discotecas y ocio.

En enero de 2022, Sanidad y las autonomías presentaron un Plan de Acción sobre adicciones, con 46 acciones para prevenir el consumo, controlar la oferta, revisar la normativa, mejorar la atención a las adicciones y coordinar la actuación policial y judicial, en España y con Europa. Es un primer paso, pero urge un Plan de choque, cara a este verano, con medidas específicas para frenar el elevadísimo consumo ligado a las vacaciones. Y sobre todo, tomar varias medidas complementarias. Una, gastar más en luchar contra la droga, con más recursos  policiales (faltan plantillas y medios para luchar contra mafias superorganizadas) y judiciales (hay Juzgados saturados en Andalucía, Galicia y Cataluña). Y la otra, reforzar la sanidad pública y la educación, para detectar adicciones y tratarlas sin retraso, con unidades especializadas en centros de salud y hospitales. Y, sobre todo, lanzar campañas públicas agresivas contra el consumo de droga, para quitarles su imagen de “inofensivas.

Las drogas son una “epidemia social” que causa deterioro cognitivo, enfermedades y muertes y alimenta mafias violentas y peligrosas, que deterioran la convivencia en muchas zonas de España, fomentando además la corrupción institucional. Hay que ganar esta batalla contra las drogas. Pero lo primero es hablar de ellas, visibilizar el problema que tenemos.

lunes, 15 de febrero de 2021

España, paraíso de la droga en Europa


El problema de las drogas se agrava en España, según refleja el aumento de incautaciones, sobre todo de plantas de cannabis (proliferan naves de cultivo enganchadas ilegalmente a la luz), de cocaína (mini submarino en Galicia) y de drogas sintéticas, junto al aumento de detenciones y la presencia de 500 mafias de la droga, produciendo, transportando y blanqueando beneficios. Y somos un punto clave de entrada de drogas a Europa, donde preocupa la fuerte entrada de cocaína, de cannabis muy concentrado y los laboratorios de drogas sintéticas. El negocio de las drogas crece porque aumenta el consumo, sobre todo de cannabis (España es el 4º país que más fuma), cocaína (somos líderes de consumo), pastillas y anfetaminas, más entre los jóvenes. Y se teme que la pandemia, con su secuela de paro y hastío, agrave el problema. Urge un Plan con más medios, personal, juzgados y campañas contra la droga, que en muchos casos “no está mal vista”, pero enferma y mata.

Enrique Ortega

El negocio de las drogas ilegales es hoy la primera industria mundial y mueve entre 300.000 millones de dólares (según la ONU) y 400.000 millones (según la DEA de EEUU), más de 300.000 millones de euros al año, la cuarta parte del PIB español. Y Europa es el tercer mercado mundial de drogas, tras América y Asia, con un negocio que va en aumento y que mueve unos 35.000 millones de euros al año, según Interpol, de los que más de 6.000 millones de euros se mueven en España, la tercera puerta de entrada de las drogas a Europa, tras la ruta que viene de Asia (por los Balcanes y Turquía) y la que viene de América (a través de los grandes puertos del centro y sur de Europa).

A las autoridades europeas les preocupa que detectan la entrada de envíos más grandes de drogas, gracias a que las mafias internacionales han conseguido infiltrarse en las grandes cadenas de suministro (contenedores y camiones), en las rutas de navegación (buques) y en los grandes puertos europeos, según revela el último informe 2020 del Observatorio Europeo de Drogas (EMCDDA). Y dentro de las drogas, les preocupa muy especialmente la creciente penetración de la cocaína, cada vez con mayor pureza, con un aumento histórico de las incautaciones (53 Tm en Bélgica, 48 Tm en España y 40 Tm en Holanda) y unas nefastas consecuencias en urgencias y muertes. Y también el posible aumento del consumo de heroína, donde se han duplicado las incautaciones y que se ha empezado a producir en Europa. Otra preocupación es el creciente consumo de cannabis de alta potencia, donde la hierba y el hachís contienen ahora el doble de THC (el principal componente psicoactivo del cannabis) que hace una década.

Junto a estas tres preocupaciones, las autoridades europeas alertan de que Europa se ha convertido en un importante productor de droga, multiplicándose los laboratorios y centros de producción (en Holanda, Bélgica y paises del Este) de todo tipo de drogas tradicionales (hasta heroína y opiáceos sintéticos) y  sobre todo de drogas sintéticas, en especial MDMA (éxtasis) y anfetaminas, así como un creciente número de nuevas sustancias psicotrópicas (sale una nueva droga por semana), como revela el aumento de incautaciones de ketamina, GBH, LSD, óxido nitroso (gas hilarante) y las nuevas benzodiacepinas, nuevas drogas (muy peligrosas)  ligadas al ocio de los europeos más jóvenes. Todo ello lleva a las autoridades europeas a alertar sobre sus efectos en la salud pública, no sólo por los 8.300 europeos muertos por sobredosis sino por un aumento generalizado de las adicciones, sin olvidar los problemas de delincuencia,  violencia e inseguridad que generan las drogas.

En España, aunque el Gobierno no lo reconoce, el problema de las drogas se ha agravado en los últimos años, como revelan los datos europeos de incautaciones. Somos el país europeo con más incautaciones de cannabis, tanto en resina de hachís (dos tercios de todas las incautaciones en la UE) como en plantas (un tercio del total), siendo los terceros en incautaciones de hierba (flor seca), tras Turquía e Italia, según el informe 2020 del Observatorio Europeo de las Drogas (EMCDDA). Y somos el 2º país con más incautaciones de cocaína (en kilos), tras Bélgica, aunque el 1º en número de incautaciones. En heroína, somos el 2º país europeo en número de incautaciones (tras Turquía) y el 8º en kilos decomisados. En MDMA (éxtasis) somos el 2º país en número de incautaciones (tras Turquía) y el 5º en pastillas decomisadas. Y en anfetaminas, somos también el 2º país en número de incautaciones (tras Turquía) y el 6º en kilos decomisados.

El problema es que las incautaciones de algunas drogas se han disparado aún más en España en el último año que hay datos oficiales (2019), con un récord de 507,9 toneladas de droga incautadas, sobre todo de plantas de cannabis (+57%: 1,5 millones incautadas, 3,5 veces las incautadas en 2015), de marihuana (+10,5%, 32.567 kg, el triple que en 2015), de metanfetaminas (+6,7%), de anfetaminas en polvo (+25%) y de MDMA cristal (+7,93%), según los últimos datos del CITCO (Centro contra crimen organizado). Otros indicadores muy reveladores del auge de las drogas en España  son las detenciones (24.171 en 2019, +11,5%) y las denuncias por consumo y tenencia (que han subido un 5%, hasta 401.914 denuncias en 2019: el 82% por cannabis y el 12% por cocaína).

Con todo, lo más preocupante son algunos cambios detectados  en el mundo de las drogas en España y que refleja este detallado reportaje de El País. El primero, el espectacular aumento de los cultivos de marihuana, una nueva actividad que está proliferando en 13 de las 17 autonomías, con naves y viviendas enganchadas ilegalmente a la luz y produciendo plantas de cannabis. De hecho, Cataluña es el gran vivero de Europa de marihuana, con las instalaciones más innovadoras (para aumentar pureza y producción). El segundo, el auge en la entrada de cocaína, cuyo tráfico se ha desviado de Algeciras a Galicia, donde proliferan las llegadas de cargamentos de Colombia y Brasil, con transportes más sofisticados (como el mini submarino incautado en Pontevedra con 3.000 kilos de cocaína). Y se ha detectado también un repunte en el tráfico de hachís desde Marruecos. Sin olvidar el salto en la fabricación y distribución de drogas sintéticas: en enero se intervinieron en Barcelona 820.000 pastillas de éxtasis, la 2ª mayor incautación en Europa.

Otro cambio es la ampliación del negocio de la droga en España, que atrae cada vez a más mafias internacionales (y nacionales). Las autoridades estiman que España es el refugio y base de 504 organizaciones de narcotraficantes, mayoritariamente colombianos, británicos, rusos, suecos, lituanos, polacos, chinos, marroquíes y españoles, mafias que han desplazado su centro de la Costa del Sol y Algeciras (muy afectadas por la mayor presencia y operativa de las fuerzas anti-droga) hacia Almería, Murcia, Levante, Cataluña y Galicia, donde además de organizar la producción, transporte y distribución de la droga tratan de blanquear beneficios. Todo ello se ha traducido no sólo en más oferta de narcóticos sino en un aumento de los robos de drogas, ajustes de cuentas y asesinatos de narcotraficantes en España.

Todo este negocio de las drogas crece y atrae a más mafias porque crece el consumo de narcóticos, en Europa y en España. Se estima que casi 100 millones de europeos adultos, la cuarta parte del total, han probado alguna vez drogas ilegales. Y una proporción similar en España, donde somos líderes en el consumo de cocaína: lo han consumido alguna vez el 10,3% de españoles adultos (15-64 años), o sea 3,2 millones de españoles, frente al 5,4% de media en la UE-28, el 10,1% en Reino Unido, el 7,8% en Irlanda, el 6,9% en Italia, 6,5% en Paises Bajos, 6,4% en Dinamarca, 5,6% en Francia o 4,1% en Alemania, según los últimos datos (para 2018) del Observatorio Europeo de las Drogas (EMCDDA). Y somos el 4º país europeo donde más se consume cannabis: lo han fumado alguna vez el 35,2% de los españoles adultos (15-64 años), o sea 11,2 millones, frente a una media del 27,2% en la UE-28, el 44,8% en Francia, el 38,4% en Dinamarca, el 32,7% en Italia, el 29% en reino Unido, el 28,6% en Paises Bajos y el 28,2% en Alemania. Somos el 10º país europeo en el consumo de MDMA (éxtasis) (3,6% de adultos frente a 4,1% en la UE-28 y el 10,3% en Holanda o el 9,1% de Reino Unido) y el 8º en el consumo de anfetaminas (4% de adultos las han probado frente al 3,7% en la UE-28, el 8,6% en Reino Unido o el 5% en Paises Bajos).

La Encuesta EDADES del Ministerio de Sanidad revela además que el consumo de drogas de los españoles ha aumentado en la última década. El consumo de cannabis, la droga ilegal más consumida, ha pasado del 32,1% que la consumieron alguna vez en 2009 al 37,5% en 2019. Y lo peor: el 10,5% ha consumido cannabis en el último año y un 8% (3,2 millones de personas) en el último mes. La cocaína es la siguiente droga más consumida: por el 10,9% de españoles alguna vez y por un 2,5% (1 millón de personas) en el último año. Les sigue el consumo de éxtasis (1,4% lo han consumido alguna vez el último año), los hipnosedantes sin receta (el 1,3%, 521.000 españoles, los han consumido el último año), alucinógenos (el 1%), los analgésicos opioides sin receta (0,7% los han consumido el último año), metanfetaminas (0,4%), GBH (0,20%), inhalables (0,20%) y heroína (0,10%: 40.000 personas).

Lo más preocupante es que cada vez hay más adolescentes que toman drogas ilegales y empiezan cada vez con menos años. La Encuesta ESTUDES 2018-2019 revela las tres drogas ilegales más consumidas por los jóvenes (14-18 años): el cannabis (el 33% lo ha consumido alguna vez, el 27,5% en el último año y un 19,3% , 435.325 jóvenes, en el último mes, con una edad de inicio a los 14,9 años), los hipnosedantes y ansiolíticos sin receta (el 8,6% de los adolescentes los han consumido alguna vez, un 6,1% en el último año, 202.000 jóvenes, y el 2,9% en el último mes, con mayor consumo en las chicas) y la cocaína (el 2,0% la ha probado alguna vez, el 2,4%, 56.372 adolescentes, en el último año, y el 0,9% en el último mes, con un inicio a los 15,2 años). Y crece también el consumo entre adolescentes de éxtasis (1,9% lo han tomado en el último año, más que la cocaína), anfetaminas (el 1,1%) y los alucinógenos (los han probado el 1,4% el último año).

Lo llamativo es que no hay percepción de riesgo en el consumo de estas drogas, según ambas encuestas. Y que adultos y adolescentes reconocen que están fácilmente disponibles, sobre todo el cannabis, las pastillas y la cocaína. Además, los precios se han estabilizado y son bajos en el caso del cannabis y las pastillas, lo que facilita su distribución. Y socialmente, fumar un porro, tomarse una pastilla o esnifar coca en ambientes de ocio o en grupos de amigos “no está mal visto” ni se percibe como peligroso. A pesar de que en 2019 hubo 5.027 personas que acabaron en urgencias por drogas, el 52% por cocaína y el 49,2% por cannabis, mientras preocupa el auge de las drogas sintéticas.

Ahora, con la pandemia, las autoridades europeas han alertado de que las mafias de la droga han reconvertido su estrategia, reduciendo el transporte por vía aérea y pasajeros y aumentando las rutas marítimas y de camiones, a la vez que han trasvasado la venta final de las calles a la red oscura de Internet, a la venta online y a las entregas directas a domicilio, vía mensajeros y paquetería. De hecho, se han producido detenciones de repartidores de droga a domicilio en España, Reino Unido e Irlanda, según Interpol. Y ahora, lo que temen los expertos es que la pandemia, el confinamiento y la crisis provoquen un auge del consumo y también que el aumento del paro engrose las personas que trabajan para las mafias.

España tiene un serio problema de drogas, como revelan no sólo las incautaciones crecientes y la mayor detención de narcotraficantes  sino los datos de consumo: el gasto en narcóticos saltó de 5.702 millones a 7.436 millones en 2018, según recoge la última estadística del INE. Gastamos ya en drogas 20 millones diarios, más que en alcohol. Y eso se puede ver en las calles y antes en bares y discotecas. Y lo aprecia la Guardia Civil en los controles de carretera: en los últimos tres meses de 2020, el 50% de los conductores han dado positivo en alcohol o drogas (muchos en las dos). Y el 45,5% de los fallecidos en accidente de tráfico en 2019 dieron positivo en alcohol o drogas al hacerles la autopsia.

Cuando pase la pandemia, urge poner en marcha un Plan de choque contra las drogas, actuando en varios frentes. Por un lado, gastando más, porque España es uno de los paises europeos que menos gasta en luchar contra las drogas, menos del 0.05% del PIB (583 millones al año), muy lejos del 0,2% que gasta Reino Unido (4.650 millones anuales) o del 0,06/0,19% del PIB que gastan Francia, Alemania, Italia y Holanda, según los datos del EMCDDA europeo. Eso permitiría reforzar las plantillas antidroga y sus medios, que se enfrentan a unas mafias cada vez más profesionalizadas. Y hace falta también endurecer las penas a los narcotraficantes (la mayoría de 1 a 4 años) y reforzar las Fiscalías y los Juzgados (saturados en Algeciras o Pontevedra). Y, sobre todo, hacer campañas públicas agresivas contra el consumo de drogas, básicamente entre adolescentes y jóvenes. Hay que generar un rechazo social contra todas las drogas y quitarles su careta de” inofensivas. Son una “epidemia social”, que causa deterioro cognitivo, enfermedades y muertes. Y un auge de la delincuencia. Hay que ganar esta batalla contra las drogas.

jueves, 4 de octubre de 2018

Drogas: España, en cabeza del consumo europeo


Cada día son más los conductores pillados por conducir drogados. Y basta acudir a conciertos o fiestas populares para oler la marihuana o ver cómo se consume cocaína impunemente. España es una de las puertas de entrada de la droga en Europa: el país líder en incautaciones de cannabis, el 2º en alijos de cocaína y el 3º en heroína y pastillas.  Y los españoles son los segundos consumidores europeos de cocaína, los cuartos de marihuana y los quintos de éxtasis y anfetaminas. Los españoles ya gastan más en drogas que en alcohol, según el INE.Y las drogas  crecen entre los más jóvenes: el 12% de los menores españoles (14-18 años) ha consumido cannabis el último año y el 1,1% cocaína. Hay que tomarse en serio esta lacra, que causa graves problemas familiares, sanitarios y sociales, aumentando el gasto en prevención y tratamiento, de los más bajos de Europa. Un Pacto contra las drogas, entre familias, colegios, empresas  y toda la sociedad.

enrique ortega

Europa se ha convertido en la última década en un gran mercado para toda la droga que se mueve por el mundo. Y además, en los últimos años, una parte de la droga que se consume se produce en el continente, desde plantas de cannabis a nuevas drogas sintéticas que se fabrican en el centro y este de Europa. Y junto a los mercados físicos, la venta directa, está aumentando la venta online, a través de  la Internet oscura”, con nuevas redes que canalizan la venta por Internet de nuevas drogas y opiáceos sintéticos muy peligrosos. Se estima que el negocio de las drogas mueve en Europa unos 32.000 millones de euros, según Interpol (con datos de 2013): 9.300 millones de euros el cannabis (38%), 7.000 millones  las pastillas de MDMA (éxtasis y estimulantes sintéticos, el 22% del mercado), 6.800 millones la heroína (21%) y 5.700 millones la cocaína (18%), repartiéndose el 10% restante las nuevas drogas.

La mayor parte de esta droga entra en Europa por tres grandes rutas. La primera, la que llega de Asia a través de Turquía y los Balcanes, por el Este de Europa. La segunda, la vía que conecta Latinoamérica y los grandes puertos del centro y sur de Europa. Y la tercera, la vía del norte de África, a través de Marruecos, Libia y España.  Y una muestra de la pujanza de estas rutas es que crecen año tras año las incautaciones, más de 1 millón en 2016, según las últimas estadísticas publicadas en 2018 por el Observatorio Europeo de Drogas (EMCDDA). El 71% (763.000 incautaciones) son aprehensiones de cannabis (40% hierba, 29% resina de hachís y 2% plantas), el 9% cocaína y crack (98.000), 5% anfetaminas (34.000), 4% heroína (38.000), 3% MDMA (pastillas) y un 8% todas las demás drogas.

España es líder en incautaciones de cannabis (158.810 de hierba y 169.538 de resina, 548 toneladas en 2016), según el Informe de Drogas 2018 del EMCDDA, por delante de Francia (31.736 incautaciones de hierba y 77.466 de resina, 71 toneladas), Reino Unido (103.695 incautaciones de hierba y 12.093 de resina, 18,8 toneladas) y Turquía (35.848 incautaciones, pero con 156 toneladas).  En cocaína, España es también líder en incautaciones (41,531 en 2016) pero 2º en cantidad decomisada (15,6 Tm), tras Bélgica (30,3 Tm) y por delante de Reino Unido (5,7 Tm). En heroína decomisada, España ocupa el tercer lugar europeo en incautaciones (7.205) y cantidad decomisada  (253 kg), muy por detrás de Reino Unido (11.075 decomisos y 844 kg) y Francia (4.312 decomisos y 1.085 kg), aunque el líder es Turquía (8.179 decomisos y 5.585 kilos incautados). En MDMA (pastillas), España es el 2º país europeo en incautaciones (3.486 y 394.211 comprimidos), por detrás de Dinamarca (4.015 y 2,2 millones de pastillas), aunque el líder vuelve a ser Turquía (3,7 millones pastillas incautadas).Y en anfetaminas, España ocupa el tercer lugar en incautaciones (5.004), tras Alemania y Finlandia y el 5º en cantidad incautada (520 kg), tras Turquía (3.631 kg), Reino Unido (1.356), Alemania (1.533) y Polonia (961 kilos).

En conjunto, España batió en 2017 el récord de incautaciones de drogas, con 477 Tm. aprehendidas, un 28% más que en 2016, el 80% en Andalucía (49% en Algeciras y zona de Cádiz), según la Memoria de la Fiscalía General del Estado. Han aumentado sobre todo las incautaciones de marihuana (+63%), especialmente las plantas de cannabis (más de 1 millón incautadas) y de cocaína (+162%). Y a la vista de las incautaciones récord hechas ya este año (sobre todo de cocaína y marihuana), 2018 será otro año récord.

A pesar de la creciente eficacia en los controles de fronteras, la mayor parte de la droga consigue entrar en Europa y cada vez se fabrica más dentro. Con ello, año tras año aumenta el consumo de drogas: 92 millones de europeos han probado alguna vez drogas ilegales (56 millones hombres y 36 millones mujeres), algo más del 25% de la población europea adulta, según el “Informe europeo sobre drogas 2018”, elaborado por el  EMCDDA. Son 21 millones más de los estimados por esta Agencia europea antes de la crisis: 71 millones de europeos adultos (un 22%) habían probado las drogas alguna vez en 2008.

La droga ilegal más consumida en Europa es el cannabis, que reconocen haber probado 87,6 millones de adultos europeos (15-64 años), un 26,3% de esa población, según el informe europeo 2018 del EMCDDA. El consumo medio es de 5,5 días a la semana y un 55% de los fumadores lo consume a diario (más del 60% en España), el 1% de los adultos europeos. España es el 4º país que más cannabis consume (el 31,5% de los adultos lo ha probado alguna vez), por detrás de Francia (41,4% lo han fumado), Dinamarca (38,4%) e Italia (33,1%). Si atendemos a los adultos jóvenes (15-34 años) que han consumido cannabis en el último año, son el 14,1% de los europeos. Siendo España el 4º consumidor (17,1% adultos jóvenes lo han fumado último año), tras Francia (21,5%), Italia (20,7%) y República Checa (19,4%). Lo preocupante es que España es el 2º país con más consumo de cannabis en jóvenes de 15 y 16 años: lo han fumado alguna vez el 31%, sólo por detrás de la República Checa (37%), a la par que Francia y muy por delante de Bulgaria (27%), Eslovaquia (26%), Estonia (25%), Polonia (24%), Holanda (22%), Reino Unido, Irlanda, Alemania o Italia (19%).

La segunda droga más consumida en Europa es la cocaína: la han probado alguna vez 17 millones de adultos europeos (15-64 años), el 5,1% de esa población. Y es más consumida en el sur y oeste de Europa, con Reino Unido (9,7% adultos la han probado) y España en cabeza (9,1%), seguidos de Irlanda (7,8%), Italia (6,8%) y Dinamarca (6,4%). Y en el último año, 2,3 millones de europeos jóvenes (15-34 años), el 1,9% de esa edad, siendo Reino Unido el país con más consumo  (3% de la población joven probó cocaína en el último año), seguido de Dinamarca (3,9%), Holanda (3,7%) y España (3%), con una media de consumo de 4,1 días por semana y a diario el 24% de los consumidores. Es muy preocupante el consumo de cocaína entre adolescentes (15 y 16 años), porque España está en tercer lugar europeo (el 3% la han probado alguna vez), sólo por detrás de Bulgaria (el 5%) y Polonia (el 4%) . Otro dato impactante: el análisis de los residuos de cocaína en las aguas residuales de 60 ciudades europeas revela que la ciudad con más consumo en 2016 fue Barcelona, por delante de Ámsterdam, Bruselas, París o Londres.

La tercera droga más consumida en Europa, según el estudio del EMCDDA 2018 es la llamada MDMA (3,4-metilendioxi-metanfetamina o éxtasis, normalmente en comprimidos aunque también en polvo o cristal), que han probado alguna vez 13,5 millones de europeos adultos, el 4,1% de la población de 15 a 64 años, siendo los paises líderes Holanda e Irlanda (9,2% la han probado), Reino Unido (9%), República Checa (7.1%), Hungría (4%) y España (3,6%). En el último año, han consumido MDMA un 1,8% de los europeos jóvenes (15-34 años), encabezados por Irlanda, Reino Unido y República Checa, pero con España bastante lejos (consumieron el 1,3%). Pero el consumo de pastillas empeora entre los adolescentes de 15 y 16 años: el 2% de los chicos españoles lo han probado alguna vez, sólo por detrás de la República Checa (5%), Irlanda (4%) y Reino Unido (3%). Y al analizar las aguas residuales, Barcelona vuelve a ser líder en residuos de consumo de MDMA.

La cuarta droga más consumida en Europa son las anfetaminas, un estimulante prohibido que han probado alguna vez 11,9 millones de europeos adultos  (15-64 años), el 3,6% de esa población, según el EMCDDA, siendo los países líderes Reino Unido (9,2%), Dinamarca (7%), Holanda (5,3%), Irlanda (4,1%) y España (3,6%). En el último año, el 1% de los europeos adultos de 15 a 34 años (1,2 millones) consumieron anfetaminas, el 34% a diario, ocupando España el 9º lugar de este ranking de consumo (el 1%), encabezado por Holanda (consumieron  el 3,6%), Estonia (2,5%), Finlandia (2,4%) y Croacia (2,3%). Eso sí, al analizar los residuos de esta droga en aguas residuales, destacan Barcelona y Valencia entre las ciudades europeas.

La quinta droga más consumida en Europa son los opioides, destacando entre ellos la heroína, aunque crece el consumo de opioides sintéticos (metadona, buprenorfina y fentanilos). Los han consumido alguna vez 1,3 millones de europeos adultos (15-64 años), el 0,4% de esa población y su consumo se concentra en Reino Unido (7,9/8,4 casos por 1.000 habitantes), Irlanda (6,1/7 casos), Austria (5,3/5,6), Malta (5,1/6) e Italia (4,6/5,9), quedando España en el lugar nº 14 de Europa (con 1,6/3 casos por 1000 habitantes). El problema de esta droga es que su consumo es muy frecuente (el 63% adictos consumen a diario), muy peligroso  y hay 117.000 europeos en tratamiento que han reincidido.

Al Observatorio europeo de Drogas (EMCDDA) le preocupa el aumento de las nuevas drogas sintéticas, que además se fabrican en laboratorios clandestinos en Europa (sobre todo en Holanda, Bélgica y República Checa), que importan componentes base de China y los envasan con diseño y marketing atractivos, sobre todo para jóvenes, con una creciente distribución a través de “la Internet oscura”. Sólo en 2017 se detectaron 670 nuevas sustancias psicoactivas en Europa, desde cannabinoides sintéticos a estimulantes, opioides, benzodiacepinas (contra la ansiedad, de las que se incautaron medio millón de comprimidos en 2016) y derivados del fentanilo (“escondidos” en vaporizadores nasales o jarabes). El consumo es todavía bajo pero las autoridades europeas alertan porque son drogas muy peligrosas y que se esconden bajo forma de medicamentos falsos en Internet.

El creciente consumo de drogas preocupa especialmente por los jóvenes, que acceden cada vez antes: en España, a los 15 años el cannabis y a los 15,2 años de media la cocaína y a los 14 años los hipnosedantes y alucinógenos sin receta, según el informe Estudes 2016 hecho entre adolescentes de 14 a 18 años. El 12% de los encuestados reconoce que ha fumado marihuana en el último año, el 1,1% que ha consumido cocaína, el 0,7% spice (cannabinoide sintético) y el 0,5% salvia o ketamina. Y quizás lo más preocupante: el 30% de estos jóvenes (14-18 años) han consumido más de una sustancia en el último mes ("policonsumo": alcohol, drogas o tabaco), o sea mezclan drogas y alcohol, un coctel muy dañino para su salud. Y lo peor: muchos jóvenes creen que "fumar un porro no hace daño". Pero no es así: el cannabis daña más el cerebro de los adolescentes que el alcohol, según un estudio recién publicado en The American Journal of Psychiatry.

Pero el problema de las drogas no está sólo en los jóvenes, aunque preocupe más: lo grave es que su consumo se ha extendido mucho en España. Un dato: en 2017, los españoles se gastaron 5.936 millones de euros en narcóticos, más que en alcohol (5.563 millones), según los últimos datos del INE, que lleva dos años evaluando el alcance económico del gasto en drogas en España, un 0,90% del gasto total de los hogares. Otro indicador claro del alza y generalización del consumo de drogas son los controles de tráfico: en 2016, más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de droga y alcohol y ahora Tráfico está más preocupado por la conducción con drogas (marihuana y cocaína) que por el alcohol. Y el 43% de los 589 conductores fallecidos en accidentes de tráfico analizados por el Instituto Nacional de Toxicología tenían presencia de alcohol, drogas o psicofármacos. Y lo mismo el 32% de los peatones muertos por accidente.

El consumo de drogas no sólo causa muertes (8.000 en Europa en 2016, según el informe del Observatorio Europeo EMCDDA, 390 de ellas en España), sino que provoca enfermedades (VIH y hepatitis graves) y trastornos en la salud, afectando muy negativamente al desarrollo psicosomático de los adolescentes y provocando un elevado gasto sanitario, económico y sobre todo social, al destruir a los drogadictos y sus familias. Frente a este auge del consumo, sobre el que apenas se habla, España es uno de los paises europeos que menos gasta en luchar contra las drogas, menos del 0,05% del PIB (menos de 583 millones al año), muy lejos del 0,2% del PIB que gasta Reino Unido ( 4.650 millones de euros anuales) o del 0.06-0,19% de gasto público en drogas que dedican Francia, Alemania, Italia y Holanda, según el último informe  del EMCDDA europeo. Hacen falta más recursos para campañas de prevención dirigidas a toda la población y especialmente a los jóvenes (colegios, Institutos y Universidades), reiterando los daños reales de las drogas que parecen “menos peligrosas”, como la cocaína o la marihuana (cada vez más potente, con más concentración de THC: un porro de hoy es como 5 porros del año 2.000, según los expertos). Y más recursos y medios para que la sanidad pública ayuda a prevenir el consumo y consiga un tratamiento temprano.

Tenemos una sociedad que ha salido de esta crisis (muchos todavía no notan la recuperación) con mucho estrés, mucha tensión y muchos problemas sin resolver. Y sin ver claro el futuro, sobre todo los jóvenes. Un terreno abonado para que aumente el consumo de drogas, la promesa de evadirnos de la realidad unas horas. Pero la realidad no cambia por eso y a cambio destrozamos nuestro cuerpo (más los adolescentes), nuestra mente y nuestro bolsillo. Es hora de afrontar el problema de las drogas, en Europa y España, como una "epidemia social". Sin paños calientes y con medios. Tenemos que ganar esta batalla.

lunes, 19 de diciembre de 2016

España: drogas y alcohol en exceso


Estas fiestas aumentan el consumo de alcohol y drogas, sobre todo entre jóvenes. Algo que por desgracia sucede todo el año, porque los españoles han aumentado su consumo de alcohol y sobre todo drogas: ya gastan en narcóticos más que en alcohol, según el INE. Y España es el 2º consumidor de Europa de cocaína, el 5º de cannabis y el 6º de éxtasis y anfetaminas, además de ser líder en incautaciones de droga. El consumo ha crecido entre los jóvenes, incluidos adolescentes, y por eso 1 de cada 3 conductores dio positivo en los controles de drogas en 2015. Pero el mayor problema lo tenemos en el alcohol entre los jóvenes, incluidos niños de 12 años que mueren por coma etílico o acaban en urgencias (5.000 en 2015). El Gobierno promete una Ley contra el alcohol en la infancia, pero urge tomar más medidas contra el consumo creciente de drogas y alcohol (subiendo impuestos: es el 5º país más barato de Europa), que hunden nuestra sociedad. No lo permitamos.

enrique ortega

Esta larga crisis ha aumentado el consumo de alcohol y drogas en España, que ya antes era elevado. Y sobre todo, ha aumentado el consumo de drogas. Los españoles ya gastan en drogas más que en alcohol: 6.004 millones en 2015 gastados en narcóticos, frente a 5.131 gastados en bebidas alcohólicas, un 1% del gasto total de los hogares, según los datos del INE, que ha evaluado por primera vez el alcance económico de las drogas en España. El consumo de las principales drogas (cannabis, cocaína, anfetaminas, éxtasis) cayó ligeramente entre 2007 y 2013, pero se ha recuperado en los dos últimos años, lo mismo que el consumo de alcohol, que consumen ya el 80% de los españoles.

El consumo de drogas es un grave problema en toda Europa, donde la droga movía en 2014 entre 21.000 y 31.000 millones de euros, según datos de Europol, que advierte sobre el creciente poder y sofisticación de las mafias de la droga. Un negocio boyante que aumenta porque  el 1% de los adultos europeos (5 millones de personas) consume cannabis (marihuana) a diario y un 6,6% en el último año, a que 1,1% de europeos consumió cocaína en el último año (5,5 millones de personas)  un 0,8% éxtasis, un 0,5% anfetaminas y un 3% las nuevas sustancias psicotrópicas, según el Informe europeo sobre drogas 2016. Porcentajes que se duplican en el caso de los europeos jóvenes, de 15 a 34 años. Y casi la cuarta parte de los europeos han probado alguna droga ilegal en algún momento de su vida.

En Europa, la droga más vendida es el cannabis (9.300 millones de euros, el 38% del mercado), seguida de la heroína (28% del mercado, con 6.800 millones), la cocaína (26% de las ventas de droga, con 5.700 millones), las anfetaminas (8% mercado, con 1.800 millones) y el éxtasis (MDMA), con un 3% del mercado (700 millones en ventas). Sin embargo, cara al futuro,  las autoridades europeas están muy preocupadas por el auge de las “drogas de diseño”, éxtasis y “pastillas de mil colores”, drogas sintéticas muy dañinas y baratas, que se elaboran en Europa, en paises del Este, Holanda y Bélgica. Y cuya venta se multiplica por Internet, gracias a redes que venden con sistemas encriptados de muy difícil control por las autoridades.

España es uno de los paises europeos destacados en el consumo de droga, después de ser líder en incautaciones de drogas, junto a Reino Unido, por nuestra situación de puerta de entrada a Europa. Somos el 2º país consumidor de cocaína: un 10,3% de españoles la ha probado alguna vez y el 3,3% en el último año, sólo por detrás de Reino Unido (4,2%) y por delante de Francia (3,3%), Holanda (3%) o Italia (1,8%), según datos de 2014 del Informe europeo de Drogas 2016. En cannabis, España es el 5º consumidor europeo, con un 17% de españoles que han consumido en el último año, por detrás de República Checa (23,9%), Francia (22,1%), Italia (19%) y Dinamarca (17,6%). En anfetaminas, somos el 6º país consumidor: un 1,2% de españoles el último año, por detrás de Holanda (2,9%), República Checa (2,3%), Alemania (1,8%), Dinamarca (1,4%) y Suecia (1,3%). En éxtasis (MDMA), España es el 6º país con más consumo: lo consumieron el 1,5% de españoles en el último año, tras Holanda (5,5%), República Checa (3,6%), Reino Unido (3,5%), Italia (2,9%) y  Francia (2,3%). Y por último, en heroína y opiáceos de alto riesgo, España baja al lugar 13º del ranking europeo, con 1.6-2,5 casos por 1.000 habitantes, menos del 4 por 1000 de media en Europa.

Al final, las drogas, además de estar relacionadas con múltiples delitos (1 millón al año en Europa) y causar numerosas enfermedades y gastos sanitarios, provoca también muertes: 6.800 muertes en Europa en 2014, de las que 402 fueron en España, según los datos del Observatorio Europeo de Drogas. En el  ranking de muertes por drogas, España ocupa el lugar nº 12, con 13 muertes por millón de habitantes (15-64 años), por debajo de la media europea (19,2 muertes por millón) y detrás de los paises líderes: Estonia (113 muertes por millón), Irlanda, Suecia y los paises nórdicos más Reino Unido (56 muertes por millón).

En España, el problema de las drogas se está agravando entre los jóvenes e incluso entre los adolescentes. Y es que 2 de cada 10 jóvenes de 15 a 24 años (un 20%) han consumido cannabis en el último año, según la Encuesta EDADES 2013 del Observatorio Español de Droga (OEDT). Y hay 687.233 personas de 15 a 64 años que hacen un consumo problemático de cannabis, el 2% de la población y el 25% de los que consumieron en el último año. En el consumo de cocaína, 92.406 personas tenían un consumo de riesgo (ojo: en 2013, ahora serán más) y 168.677 empezaron a consumir cocaína ese año 2013, más que los que empezaron a fumar tabaco (142.882). Y el 4% de la población española adulta consume anfetaminas (1,2 millones de personas), un 1% cada día (casi 300.000). O el 0,7% que consume “pastillas de colores”, varias a la vez y mezcladas con cannabis y alcohol.

El problema más grave es que cada vez se empieza antes a fumar cannabis (19 años) y a consumir cocaína (19 años), con lo que la droga está llegando a los adolescentes. Así, un 27% de los jóvenes de 14 a 18 años (¡son 600.000¡) probaron el cannabis en el último año y un 3% lo consumen cada día (¡son 66.000¡ ). Un 2,5% de adolescentes (14-18 años) probaron la cocaína en el último año (¡son 55.000¡) y un 1,5% (33.000) en el último mes. Y un  2 % (44.000) han consumido anfetaminas en el último año y otro 3% (¡son 66.000¡) éxtasis, una droga que crece entre los adolescentes (el 1,4%, unos 30.000 han tomado alguna vez “spice”), según el Observatorio español de la Droga. Y para redondear este preocupante panorama, el 0,7% de los adolescentes ((¡15.400 de 14-18 años¡) han probado en el último año heroína.

Este auge de la droga en España y sobre todo entre los jóvenes se está notando en las calles, en los centros de enseñanza, en los trabajos y en la carretera, donde los controles de Tráfico cada vez cazan a más conductores drogados. Así, en 2015, un 33% de los conductores dio positivo en los 76.040 controles de drogas hechos por la DGT, que detecta cada día más de 100 conductores que han consumido drogas, generalmente hombres menores de 35 años, poli consumidores (cannabis más coca y alcohol). Un consumo de estupefacientes que entorpece la conducción y provoca accidentes y muertes. De hecho, de las 4.267 muertes por accidentes de tráfico entre 2012 y 2015, un 16% habían consumido drogas. Y de los peatones muertos, 1 de cada 10 había consumido drogas.

Si las drogas son una plaga en Europa y en España, el consumo de alcohol también crece, ayudado por la crisis : si en 2007 consumían alcohol el 72,9% de los españoles, en 2013 lo hacían ya el 78,3% (y habrá crecido después), según la última Encuesta EDADES, un 14,3% más que en 1995, un consumo de alcohol en la media de Europa (11,2 litros de alcohol per cápita, según la OMS, entre los 12,3 litros de Finlandia o los 11,8 de Alemania y los 6,7 litros de Italia). En España hay 1.600.000 personas de 15 a 64 años que tienen un consumo de alcohol de riesgo (1.300.000 hombres y 300.000 mujeres), un 5% de la población y el 6,5% de los que consumieron alcohol el último año, según el Informe alcohol, tabaco y drogas 2015. Y el 19% de los españoles (15-64 años) reconoce haberse emborrachado en el último año. Lo peor es que el consumo de “alcohol por atracón” (beber mucho y rápido) se ha triplicado en la última década y 1 de cada 6 españoles ha bebido así en el último mes…

Con todo, lo más preocupante es el creciente consumo de alcohol en los adolescentes, casi niños. Un problema que ha estallado brutalmente con la reciente muerte de una niña de 12 años que hacía botellón en la provincia de Madrid. Y no es un hecho aislado: unos 5.000 menores españoles acabaron con comas etílicos en las urgencias de hospitales en 2015, según la información recabada por el País en las consejerías de sanidad. No extraña, porque los datos de consumo de alcohol por chicos/as de 14 a 18 años son estremecedores: el 84% ha consumido alcohol alguna vez y el 61% se ha emborrachado, según la Encuesta sobre uso de drogas y alcohol en Secundaria del Ministerio de Sanidad. Y sobre el botellón, lo han hecho 4 de cada 10 niños de 14 años y 8 de cada 10 adolescentes de 18. Y la mitad de los jóvenes de 17 años ha hecho “el atracón” (beber mucho y rápido) en el último mes.

Con estos datos, no es extraño que 5.000 adolescentes acaben en urgencias y alguno muera. Y eso pasa porque tienen un acceso fácil al alcohol (62% lo compran en supermercados) y lo beben sin problemas en la calle (el 57%), ante la pasividad de la policía y los demás ciudadanos, junto al descontrol de familias y centros educativos. La última muerte ha provocado que la nueva ministra de Sanidad anuncie una Ley para la prevención del consumo de alcohol en menores, un paso importante pero que será insuficiente si no se toman otras medidas, como pide la Fundación de Ayuda contra la drogadicción (FAD): control riguroso de la venta a menores, control lugares públicos, campañas y educación.

Pero hay que hacer más, sobre todo aprobar una Ley integral contra el alcohol, como se hizo con el tabaco, para tratar de limitar su consumo. Y una medida importante es subir mucho más los impuestos al alcohol, que son bajos y hacen que España tenga el 5º precio más bajo de Europa, según los datos de Eurostat para 2015: si el precio medio es 100 en la UE-28, en España es 81 (un 19% más barato), el precio más bajo tras Bulgaria (64), Rumanía (72), Hungría y República Checa (79), mucho más barato el alcohol que en Alemania (84), Francia (86), Portugal (93), Italia (98) o Grecia (117) y a menos de la mitad de precio que en Reino Unido (163) o Finlandia (172). Eso se debe a que los impuestos al alcohol (913,28 euros por Hl de alcohol) son un 50% más bajos que en Europa. Y así, España es, por ejemplo, el 7º país del mundo (estudio 56 paises) con el whisky más barato (12,80 dólares, frente a 18,70$ en Francia o 30,57$ en Finlandia) o el 4º con la ginebra más barata.

También habría que aprovechar para tomar medidas adicionales contra el consumo de drogas. Por un lado, con mayores medios y presupuesto para controlar y desmantelar las mafias, vigilando muy especialmente los canales de venta a jóvenes y adolescentes. Por otro, con mayores controles, no sólo en carreteras (se hacen todavía pocos porque son mucho más costosos que los de alcoholemia), sino en lugares públicos, centros educativos y empresas, aunque algunos destinatarios protesten: no podemos dejar que las futuras generaciones se “enganchen” más. Y sobre todo, hace falta una campaña pública  y en Colegios e institutos sobre las drogas “con mejor imagen”, tanto el cannabis como la cocaína, que según los médicos dañan el cuerpo y la salud. Y mucho más si se ingieren en la infancia y adolescencia.

La crisis y los problemas económicos, laborales y sociales han hecho que muchos españoles (y europeos) se enganchen cada día más al alcohol y a las drogas para “huir de la realidad”, para escaparse de lo que no les gusta. Pero no podemos asistir impasibles a esta escalada: los ciudadanos, el Gobierno y todos los partidos deberían lanzar el debate y tomar medidas urgentes, aunque sean “impopulares”. El alcohol y las drogas no pueden seguir avanzando entre la impunidad y el “mirar para otro lado”. Todos somos responsables.