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jueves, 20 de septiembre de 2018

Fútbol español: millonario y multinacional


El futbol español emprende una nueva temporada con unas cuentas bastante saneadas, tras años de pérdidas: en 2017-2018, los 42 Clubes de 1ª y 2ª ganaron 220 millones de euros y facturaron 4.000 millones, casi el doble que en 2010-2011. Aún están muy endeudados, por el gasto en jugadores y estadios, pero apenas deben a Hacienda. La Liga ya es la 2ª de Europa que más factura, tras la inglesa, y una gran multinacional, que capta seguidores e ingresos en Asia, América y todo el mundo. La clave es la TV, los ingresos por retransmitir partidos, que se han duplicado, junto a los ingresos comerciales, mientras se estancan las entradas. La Liga quiere facturar 4.500 millones esta temporada y que varios Clubes salgan en Bolsa en 2020, mientras otros los compran inversores internacionales. El fútbol es una máquina de hacer dinero y hay quien teme una “burbuja, por lo que la FIFA quiere poner orden. Negocio sí, pero con control y sin olvidar el deporte de a pie


enrique ortega

El año 2012 fue el peor de la crisis en España, para todo el mundo y también para el fútbol, que llevaba con pérdidas año tras año desde 1999. Y aunque éramos una potencia futbolística, que había ganado el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012, el fútbol español era “un gigante con pies de barro”: 32 Clubes entraron en suspensión de pagos entre 2003 y 2012 y otros desaparecieron, mientras las pérdidas alcanzaban los -208,9 millones de euros en la temporada 2010-2011. Y todo ello, en un contexto donde la mitad de los Clubes de fútbol europeos perdían dinero, lo que había obligado a la UEFA, en 2010, a aprobar un Plan de ajuste, el Fair Play Financiero, para forzar a los equipos europeos a sanear sus deterioradas cuentas.

La UEFA obligaba a tomar medidas y el Gobierno Rajoy no quiso que el fútbol se le cayese encima, como la banca o muchas empresas. Y así, forzó, el 25 de abril de 2012, la firma de un Protocolo entre la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) para forzar a los Clubes de fútbol a ajustar sus cuentas, buscando que recortaran gastos y aumentaran ingresos. Desde entonces, los Clubes de 1ª y 2ª división están obligados a enviar cada año, antes del comienzo de la temporada, sus Presupuestos, con un listón máximo de gasto en sueldos (el 70% de los ingresos)  y una previsión de ingresos y deuda. Y después, durante el año y al final de la temporada, cada Club ha de presentar sus cuentas al Comité de control de la Liga, creado en 2013, que ha controlado estos años temas como  gastos, sueldos, fichajes, traspasos, endeudamiento y fuentes de ingresos de los Clubes de 1ª y 2ª división.

Al final, el Plan de ajuste del fútbol español ha tenido éxito: los ingresos de los 42 Clubes de 1ª (20) y 2ª división (22) alcanzaron la pasada temporada 2017-2018 los 4.000 millones de euros, casi el doble de facturación que 6 años antes (2.228,8 millones en 2011-2012). Y las pérdidas (- 483,8 millones en 2002/2003 y -208,9 millones en 2010-2011) se han transformado en beneficios, desde la temporada 2012-2013 (+106 millones), alcanzando un beneficio neto de 220 millones de euros en la temporada 2017-2018, según la Liga. Eso sí, todavía estos beneficios los consiguen con “ingresos extraordinarios”, no con su actividad “habitual” sino con lo que ingresan por traspaso de jugadores. De no ser por estos “ingresos extras”, los Clubes tendrían todavía pérdidas de explotación, -164 millones en la temporada 2016-17, según el último balance oficial publicado por el Consejo Superior de Deportes (CSD).

Pero al final, con los traspasos, los equipos españoles ganan dinero, que es lo importante. Y lo han conseguido porque han ajustado sus costes (sobre todo los salarios de jugadores y plantilla, el 65% del gasto total) y, básicamente, porque han duplicado sus ingresos, gracias sobre todo a la TV: la recaudación  de los Clubes por las retransmisiones de partidos ha pasado de 728,7 millones en la temporada 2011-12 a 1.387,5 millones en 2016-2017 (un 40% de todos sus ingresos), que además se reparten de una manera más equitativa desde la aprobación de un decreto por el Gobierno en 2015. Y en los próximos tres años (a partir de 2019), la recaudación de la Liga por retransmisión de partidos será de 3.900 millones, más otros 1.000 millones más por venta de derechos audiovisuales en el extranjero.

La segunda fuente de ingresos del fútbol español, tras la TV, son los ingresos por partidos, que han pasado de 599 millones en 2011-12 a 746,6 en 2016-17. Pero este ingreso está estancado, debido a que los españoles van poco a los estadios (sólo el 71% se ocupa, frente al 96% en Reino Unido o el 91% en Alemania, según Deloitte) y los espectadores apenas suben de los 14 millones en las dos últimas temporadas, quizás por el alto precio de las entradas (en España, las segundas más caras de Europa, tras Reino Unido). El tercer renglón de ingresos, los comerciales, han pegado un gran salto, de 407 millones en 2011-12 a 622,3 millones en 2016-17, lo mismo que el quinto ingreso, los ingresos por publicidad y patrocinio, que han pasado de 84,5 a 117,9 millones. Y  ambas partidas son las más importantes en los grandes equipos, que aumentan cada año lo que consiguen de las multinacionales de la ropa deportiva, patrocinio en las camisetas, acuerdos con casas de apuestas o con el nombre de los estadios (añadir Wanda al Metropolitano le supone 5 millones anuales al Atlético de Madrid). Y no hay que olvidar la cuarta fuente de ingresos, los traspasos, que se han duplicado: de 271,4 millones en 2011-12 a 479,2 millones en 2017-2018, según las cuentas del CSD y la Liga.

Esta mejora de las cuentas ha permitido a los Clubes de fútbol reducir sus deudas, sobre todo con sus jugadores (en 2010-11 debían 89 millones a 341 futbolistas y en 2017-18 sólo debían a uno) y con Hacienda: si en 2013 debían al fisco 658 millones de euros, en 2015 debían 328, en 2018 sólo 89 millones y prevén que sean 54 millones en 2020. Eso sí, lo que han aumentado ha sido el resto de su endeudamiento, desde 3.887,9 millones en 2010-11 a 4.083,7 en 2016-17, según los datos del CSD. Una buena parte de esa deuda ha sido para pagar fichajes y obras de nuevos estadios, pero la Liga dice que los ratios de deuda son “asumibles” porque ahora los Clubes son solventes y pagan un 5% de interés mientras hace unos años pagaban el 10 o el 15% y apenas les prestaban. Y resaltan que están más capitalizados, porque los socios y propietarios les han inyectado capital estos años.

Esta reconversión y saneamiento del fútbol español le han permitido dar “un salto económico en Europa”, convirtiendo a la Liga en la 2ª competición más importante del continente: ya en la temporada 2016-2017, la Liga española (20 Clubes de 1ª división) superó en facturación (2.854 millones) a la Bundesliga alemana (2.793 millones) y estuvo  muy por delante de la Serie A italiana (2.075 millones) y la Liga 1 francesa (1.643 millones), aunque todavía muy lejos de la competición líder, la Premier League inglesa, que ingresa casi el doble (5.297 millones), según los datos del Annual Review of Football Finance 2018 de Deloitte. Y dos Clubes españoles están entre los tres mayores gigantes económicos del fútbol europeo: el Manchester City (676,3 millones ingresos), el Real Madrid (674,6 millones) y el Barça (648 millones), según el ranking de Deloitte 2017, donde hay 10 equipos británicos en el Top 20 de ingresos, 3 equipos españoles (el 13º, el Atlético de Madrid, con 900 millones), 3 alemanes, 3 italianos y un equipo francés.

Ahora, el gran objetivo de la Liga española es seguir creciendo y acercarse a la Premier inglesa. A corto plazo, quieren ingresar 4.500 millones esta temporada 2018-19, el doble que en 2011-2012. Y ganar cerca de 250 millones netos. Para ello, trabajan en dos frentes: conseguir más recursos de las retransmisiones deportivas, como hace la Premier inglesa (ingresa 5.000 millones por TV, frente a 3.421 la Liga) y aumentar la presencia de la Liga y el fútbol español en el mundo, siguiendo el modelo de la NBA (baloncesto USA). Y en el camino, atraer inversores al fútbol español, al calor de los éxitos deportivos (en las últimas 4 temporadas, se ha llevado todos los títulos europeos, salvo uno) y del saneamiento económico de los Clubes. De momento, ya hay 9 Clubes de fútbol en manos de extranjeros y se habla de que hay inversores interesados en comprar otros 8 equipos españoles: Betis, Sevilla, Getafe, Leganés, Alcorcón, Celta, Eibar y Zaragoza. Y al final, la Liga se guarda la gran jugada para 2020: que dos o tres Clubs de fútbol español salgan a Bolsa, donde ya cotizan hoy 22 Clubes de Inglaterra, Italia, Francia, Portugal, Alemania o Turquía.

El primer gran objetivo de los gestores de la Liga, los que han puesto orden en los Clubes (con el presidente Javier Tebas a la cabeza) es sacarle más dinero a las retransmisiones deportivas, en colaboración con las telecos, sobre todo Movistar y Orange, que saben que los españoles están dispuestos a pagar por ver más fútbol en TV. La Liga y las telecos saben que hay margen de ingresar más, porque en Reino Unido, un 70% de los telespectadores pagan por ver el fútbol en TV (20 millones de personas), mientras en España sólo lo hacen el 34% (6 millones). Y además, se dejan de ingresar 400 millones anuales por la piratería de partidos. Todo ello indica que los Clubes podrían recaudar, en unos años, hasta 2.500 millones anuales por TV en España y otros 1.000 millones en el extranjero. Para ello, la Liga  ya ha firmado acuerdos con Facebook (para emitir primero gratis los 380 partidos de la Liga en 8 paises del subcontinente indio) y con la multinacional USA Relevent, para promover la retransmisión de partidos del fútbol español en EEUU y Canadá. Y el mismo objetivo se persigue con el cambio de horarios para emitir la Liga en China, Japón, Norteamérica o Sudáfrica, a la vez que se ha renovado la técnica de las retransmisiones, ofreciendo repeticiones en 360º con tecnología 5k y vistas  aéreas (spidercam), para ofrecer los partidos como un gran espectáculo a los 2.600 millones que siguen el fútbol español en 186 paises.

El segundo gran objetivo es hacer del fútbol español una gran multinacional, ampliando su presencia en el mundo, donde  la Liga cuenta con 9 oficinas internacionales y 35 delegados. Intenta seguir el ejemplo de la NBA USA o la Premier inglesa, cuyos partidos y estrellas se conocen en todo el mundo, con partidos en otros paises (como el controvertido Girona-Barça en Miami, en enero), con partidos de otras Ligas en España (buscan que un equipo de Ecuador juegue un partido de su Liga en España, donde hay 150.000 ecuatorianos), creando franquicias de la Liga para jugar en otros paises, con mayor presencia en las redes sociales (ya hay 587 millones de seguidores de la Liga y sus clubes) y con más finales internacionales en España. Para ello, la Liga está animando a los Clubes a renovar sus estadios (nuevo Anoeta en 2019, Bernabéu 2020 o nuevo Barça 2021, tras el nuevo Power Stadium del Español en 2009, San Mamés 2013 o Balaidos y Benito Villamarín 2017), para hacerlos protagonistas del fútbol mundial, como el Wanda Metropolitano, que acogerá la final de la Champions 2019.

En definitiva, que el fútbol español ha conseguido salir del pozo de las pérdidas y las suspensiones de pagos y convertirse en cinco años en una potente multinacional, el primer vendedor en el mundo de la “marca España”. Pero ojo, no hay que dormirse en los laureles. Porque todavía hay riesgos, como el elevado endeudamiento y el riesgo de “burbuja”, propiciado por el aluvión de inversores extranjeros (árabes, rusos, chinos y norteamericanos), que buscan hacer dinero rápido con el fútbol. Y además, el mercado del fútbol mundial es “tremendamente especulativo”, como acaba de denunciar la propia FIFA, en un informe presentado en septiembre, donde habla de “gastos desmesurados en fichajes” (222 millones el traspaso de Neymar al PSG en 2017), exceso de jugadores cedidos, excesivo papel de los agentes (que han duplicado sus ganancias: 425 millones de euros) y, sobre todo, “una falta de transparencia del mercado”. Por ello, la FIFA ha anunciado un Plan a dos o tres años, para controlar sueldos, traspasos, agentes y las cuentas de los Clubes de fútbol en el mundo, con el objetivo de “devolver al fútbol la pureza y la transparencia perdida” (textual).

Es un buen intento, aunque alrededor del fútbol y la FIFA se mueven intereses millonarios y muy poderosos. Pero ese es el camino: controlar el crecimiento del gigante, a nivel español, europeo y mundial, para que no crezca la burbuja especulativa y nos explote encima. Y en paralelo, conseguir que esos beneficios del fútbol espectáculo se trasladen al deporte de a pié y los impuestos que paga (1.300 millones de euros en 2018) sirvan en parte para ayudar a que la mayoría de jóvenes puedan jugar al fútbol y practicar  otros deportes, en un país cada vez más sedentario y asfixiado por móviles y videojuegos. ¡Viva el fútbol español!, líder mundial y con las cuentas bastante saneadas, pero sobre todo, ¡viva el deporte!

lunes, 26 de mayo de 2014

El ajuste suave del fútbol español


Con la resaca de la Champions y la Liga, veamos las cuentas del fútbol español, medio quebrado desde hace 15 años. El Gobierno presume de haber empezado a sanearlo: es verdad que la temporada 2012-2013 tuvo beneficios, por primera vez desde 1.999. Pero se debe a que los Clubs han vendido jugadores y todo lo que han podido, porque los gastos de personal y comisiones siguen creciendo. Y la deuda sube en Primera división, con 720 millones pendientes de pago a Hacienda y otros 18 millones a la Seguridad Social. El fútbol sigue en números rojos: su pasivo es mayor que su activo. El Consejo Superior de Deportes y la LFP tienen un Plan de ajuste suave, que sólo rebaja 300 millones de deuda al año, de los 3.573 millones que deben. Mientras empresas y ciudadanos llevan cinco años de ajuste duro, el fútbol sigue gastando y sin desinflar su burbuja. Nadie se atreve a pincharla.
enrique ortega

Es alucinante, pero el fútbol español ha estado en pérdidas desde 1.999 (que se sepa), sin que ningún Gobierno hiciera nada, ni con Aznar ni con Zapatero. En 2010, la UEFA aprueba el Fair Play Financiero, para intentar poner orden en los Clubs europeos, que estaban en bancarrota (la mitad perdían dinero, -1.200 millones de euros). Y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) lo aprueba un año después para España (julio 2011), dando tres años a los Clubs para ajustar sus cuentas. Pero a la vista de las suspensiones de pagos (28 Clubs entraron en concurso desde 2004), se acelera el proceso y el 25 de abril de 2012, el Gobierno Rajoy acuerda con la LFP un Protocolo que obliga a los Clubs a presentar al Consejo superior de Deportes (CSD) sus cuentas de la temporada 2012-2013.Y el 30 de enero de 2013 dan otra vuelta de tuerca, con un Reglamento que obliga al equilibrio presupuestario desde julio de 2013: limita sus gastos y sus fichajes y puede incluso bajarles de categoría si incumplen.

El balance del primer año de ajuste, la temporada 2012-2013, es desigual. Por un lado, el fútbol español cerró con 106 millones de beneficios, porque los 20 Clubs de 1ª ganaron dinero (+143,5 millones) ya que los 22 Clubs de 2º A perdieron (-37,5 millones). Y este beneficio se debió a los ingresos extraordinarios por venta de jugadores y otros ingresos (inmuebles), además del gran salto en los ingresos por TV (+153 millones en 1ª), porque los ingresos ordinarios cayeron y crecieron incluso los gastos de personal (en 1ª) y en comisiones. En definitiva, que ajuste poco. Y la deuda de los Clubs se recortó sólo en 202 millones (el 80%, por el recorte en 2º división), quedando en la meteórica cifra de 3.573,5 millones. De ellos, 720 millones los deben a Hacienda (sólo 30 menos que un año antes, por la 2ª división, ya que los Clubs de 1ª aumentaron esta deuda en 167 millones) y 18,23 millones a la Seguridad Social (creció en 300.000€). Eso sí, baja un tercio la deuda con los bancos (les deben 682 millones) y también las deudas con jugadores, Clubs y proveedores.

En conjunto, lo importante es que los Clubs siguen en números rojos, con desequilibrio financiero: el pasivo supera al activo en -1.054 millones (-1006 la 1ª división), dos veces y media el agujero de 2009 (-392,3 millones). Y sólo 7 de los 42 Clubs de 1ª y 2ªA tienen las cuentas saneadas:  cuatro en Primera (Madrid, Barça, Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao) y tres de Segunda A (Numancia, Huesca y ahora Osasuna, que pagará su descenso). El ajuste es pues insuficiente y les falta capital. Y mucha transparencia: el CSD ha pedido a los Clubs este 2014 información sobre muchos temas que desconoce: sueldos de directivos y altos ejecutivos, desglose preciso de las deudas, ingresos extraordinarios (operaciones urbanísticas), pago de comisiones a agentes por traspasos y fichajes (caso Neymar) y papel de fondos e inversores extranjeros.

Ahora, el CSD tiene una hoja de ruta para el ajuste del fútbol español (el Plan de sostenibilidad) que pretende liquidar la deuda con Hacienda y la Seguridad Social para 2020 (ya le gustaría a empresas y contribuyentes tener 7 años para pagar) y la deuda restante (2.835 millones), con un “ajuste suave”, a razón de 300 euros por año las tres próximas temporadas: 100 por recorte de gastos, 100 por venta de jugadores y 100 por entrada de capital extranjero. EL Gobierno confía en que Fondos de inversión o millonarios extranjeros (como el magnate de Singapur que ha comprado el Valencia) salven al fútbol, algo que no gusta a la UEFA. Ya  en los dos últimos años, una docena de Clubs de 1ª y de 2ª A han obviado un ajuste más duro porque han fichado hasta 54 jugadores con dinero de fondos extranjeros, que compran porcentajes de un jugador, evitan parte del pago al Club y ganan ingentes comisiones(opacas) al comprar y vender.

España es una potencia mundial en fútbol, con los dos Clubs que más facturan (Madrid y Barça) y una Liga que es la tercera por ingresos, tras la inglesa y la alemana. Pero el fútbol español está económicamente enfermo: sigue en números rojos, 22 Clubs están en suspensión de pagos, varios equipos han desaparecido (Salamanca, Badajoz, Palencia) y otros están en situación financiera muy crítica (Racing o Xerez, descendidos a 2ª B), mientras la LFP ha tenido que pedir un crédito de 18 millones para que algunos Clubs paguen las deudas que tienen con sus jugadores (incluidos dos de 1ª, el Betis y el Valladolid). Y eso que, con todo, los Clubs españoles no son de los peores de Europa: la UEFA tiene bajo vigilancia a 76 Clubs europeos (ninguno español), por incumplir el Fair Play financiero. Y acaba de sancionar con 60 millones, por sus pérdidas, al Manchester City y al Paris Saint Germain (PSG).

Aun así, el fútbol español tiene un serio problema estructural: salvo dos Clubs y medio (Madrid, Barça y Athletic de Madrid si sigue en racha), al resto no les salen las cuentas y tratan de salir adelante con ingresos extras que se agotan: venta de jugadores, entrada de inversores y Fondos extranjeros, operaciones urbanísticas y ayudas públicas (por las que Bruselas ha expedientado al Madrid, Barça, Athletic de Bilbao, Osasuna, Valencia, Hércules y Elche). Pero los ingresos ordinarios no despuntan. Los ingresos por entradas (aunque sean  más caras que en otros países) bajan, por la menor asistencia a los estadios (25.000 asistentes en 1ª frente a 35.000 en GB y 45.000 en Alemania) y la competencia de los partidos televisados (muchos piratas). La TV aporta menos ingresos a los Clubs que en otros países (775 millones frente a 1.300 en GB o 1.000 en Italia) y peor repartidos (38% para los dos grandes, que ingresan 7 veces más que el que menos). Y pinchan también los patrocinios y ayudas de la mayoría. Mientras, hay presión por  fichajes y gastos: en 2013-2014, la inversión en fichajes se ha triplicado, hasta 400 millones, según Prime Time Sport.

Hace falta sanear de verdad el fútbol, ajustando todos los gastos (sobre todo en directivos e intermediarios, así como en estadios faraónicos), consiguiendo ingresos estables (no con “trampas”, ya sea vendiendo jugadores o comprando a través de Fondos) y capitalizando los Clubs con aportaciones de socios e inversores estables. Y no darles un trato de favor (7 años) en el pago de la deuda a Hacienda y a la Seguridad Social. No puede admitirse un ajuste suave para el fútbol en un país asfixiado por los recortes, donde la mitad de los españoles ingresa menos de 1.000 euros al mes y ve como la mitad de los 1.000 jugadores de 1º y 2ª A ganan todavía más de medio millón de euros al año. Y donde Messi va a ganar, entre fijo y variables, 63.000 euros diarios. Es una provocación, se mire como se mire.

El fútbol español sigue en números rojos, según sus propias cuentas opacas. Y el Gobierno trata de poner orden sin demasiada dureza, con un ajuste suave, confiado en los inversores extranjeros y en la exportación de jugadores. No quiere ser duro con el deporte rey, clave para adormecer a un país agobiado de problemas y necesitado de ilusionarse. Pero el problema de fondo sigue ahí, sin resolver, y cualquier día la burbuja puede volver a estallar, con más Clubs en bancarrota. Hay que ser más rigurosos con el ajuste del fútbol, para que el problema no nos caiga encima a todos, como siempre. Poner el cascabel al gato. Aunque sea adorable.