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jueves, 9 de septiembre de 2021

El rescate del fútbol español

Una de las noticias de agosto ha sido la marcha de Messi del Barça, al no poder pagarle por su penosa situación financiera. Una grave crisis, agudizada por la pandemia, que afecta a todo el fútbol europeo y español: los 42 Clubes de 1ª y 2ª A perdieron 870 millones la pasada temporada (tras 8 años con beneficios) y están aún peor los 102 equipos de 2ªB y los 397 de 3ª división. Por eso, LaLiga ha pactado un rescate con el Fondo británico CVC (el que gestionaba la Fórmula 1), para recibir 2.675 millones en créditos a 40 años a cambio de una parte de los ingresos de patrocinio y TV de los Clubes. El objetivo es sanear sus cuentas en un par de años, gracias a un Plan de reconversión que busca aumentar los ingresos por TV y por el negocio internacional, digitalizando el fútbol con Fondos europeos. Hay que aprovechar la pandemia para racionalizar el negocio del fútbol, evitar que estalle esta peligrosa “burbuja” y lo paguemos todos.

Enrique Ortega 

La pandemia ha pinchado la “burbuja” del fútbol en toda Europa y en España. Ya en la primera temporada afectada por el COVID, la 2019-2020, los equipos europeos perdieron 8.700 millones de euros en ingresos, según la UEFA: -7.000 millones los equipos de las máximas categorías y -1.500 millones las ligas menores. La mitad de esas pérdidas fueron por el cierre de estadios (pérdidas de recaudación entre 3.600 y 4.000 millones), una cuarta parte por la bajada de ingresos por patrocinios (entre 2.400 y 2.700 millones menos) y el resto por la merma en los ingresos de TV (entre 1.200 y 1.400 millones menos). Y en la pasada temporada 2020-2021, la caída de ingresos habrá sido mayor, aunque no dan una cifra. Eso sí, la UEFA advierte que en las dos últimas temporadas, 42 Clubes europeos han suspendido pagos y hay 120 Clubes con Fondos propios negativos, que requieren financiación urgente para seguir funcionando: estiman que necesitan 3.000 millones de capital.

En la primera temporada afectada por el COVID, la 2019-2020, todas las Ligas europeas tuvieron pérdidas, salvo LaLiga española, según un informe de la consultora PwC: la Liga inglesa perdió 1.000 millones de euros, la italiana -750, la francesa -500 y la alemana -210, mientras LaLiga cerraba la temporada con 77 millones de beneficios  (frente a 225 la temporada anterior), gracias al salvavidas de los ingresos por traspasos y al aumento de los ingresos por TV. Pero en la pasada temporada, en 2020-2021, LaLiga entró también en pérdidas: -733 millones de euros, según los datos de LaLiga, que en realidad son -870 millones de pérdidas, al haber subido las pérdidas del Barça. Unas pérdidas que rompen 8 años de beneficios en el fútbol de 1ª y 2ª división, desde la temporada 2012-2013, gracias al Plan de ajuste que se puso en marcha en 2013, para recortar gastos (salarios y fichajes) y aumentar ingresos (TV, patrocinio y negocio internacional).

El impacto de la pandemia en el fútbol español, con el cierre de estadios entre marzo de 2020 y mayo de 2021, ha sido tremendo: los ingresos de los 42 Clubes de 1ª (20) y 2ª división (22) cayeron de 5.043 millones en la temporada 2019-2020 a 3.545 millones en 2020-2021, un 29,7% menos, según LaLiga. El mayor impacto se ha dado en los ingresos por taquilla (caen un -66%: de 796 a 271 millones), al no poder acudir a los estadios las 900.000 aficionados que iban cada semana en 2019. Los ingresos por retransmisiones de TV se han salvado (bajan de 1.770 millones a 1.762) y también los ingresos comerciales por patrocinio (bajan sólo de 987 a 912 millones), mientras caían a menos de la mitad los ingresos por traspasos y otros (de 1.490 millones a 600 millones de ingresos en 2020-2021).

Todos los 42 Clubes de 1ª y 2ªA  han sufrido esta caída de ingresos y las consiguientes pérdidas, pero el peor balance lo tiene el Barça, que reconoce estar en una situación financiera “dramática” (Laporta dixit): tuvo la pasada temporada unas pérdidas de -481 millones de euros y una deuda de 1.350 millones de euros (673 con los bancos y 389 con los jugadores), según los datos del propio Club. Y lo peor: tiene un patrimonio neto “negativo” (-451 millones), lo que sería un motivo de disolución si fuera  una Sociedad Anónima (SA) y no un Club de fútbol. Esta penosa situación financiera ha obligado al Barca a pedir un préstamo de 595 millones a Goldman Sachs y a implantar un Plan de ajuste, con un drástico recorte de gastos, venta de jugadores, rebaja de sueldos y no poder pagar la ficha a Messi.

Otros Clubes de 1ª división con serios problemas financieros son el Valencia, el Betis o el Athletic Club, mientras están algo mejor el Madrid (perdió 70 millones la temporada 2020-21) o el Atlético de Madrid (perdió 50 millones). Peor están los 22 Clubes de 2ªA, que han reducido drásticamente gastos y fichajes. Y se desconoce la situación financiera real de los 102 equipos que integran la 2ªB y, sobre todo, los penosos balances de los 397 equipos de 3ª división, todos ellos mucho más afectados por el cierre de los estadios que los grandes equipos (en 2ª B, los ingresos por abonos y taquilla suponen el 50% de los ingresos, mientras que sólo aportan un 15% del Presupuesto en el caso del Real Madrid).

LaLiga ya puso en marcha, en marzo de 2020, un Plan de ajuste para afrontar la caída de ingresos de la pandemia, actuando en varios frentes. El primero y fundamental, negociar con el Gobierno y los bancos un paquete de créditos ICO de 600 millones de euros, con la garantía del Estado (o sea, de todos los españoles). Y en paralelo, varios grandes Clubes (Atlético, Barça y Real Madrid) solicitaron préstamos a Fondos de capital riesgo nacionales e internacionales. La segunda vía de escape fue solicitar un ERTE para las plantillas de los Clubes de fútbol, que aprovecharon 7 Clubes de 1ª (Barça, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia, Alavés, Espanyol y Osasuna) y otros 10 de 2ªA, más 41 Clubes de 2ª B y muchos más de 3ª división. A la vez, los Clubes pidieron a sus jugadores que se bajaran los sueldos, no sin resistencia, entre el -10% (Madrid) y el 70% algunos como el Barça.

La cuarta vía de recortes se produjo en los fichajes, primero en el verano pasado: el gasto cayó de 1.291 millones gastados por los grandes Clubes en el verano 2019 a los 483 millones (-66%)  gastados en el verano 2020, según la LFP. Un ajuste en fichajes y salarios que LaLiga ha vuelto a exigir a los Clubes esta temporada 2021-2022, con nuevos límites según los ingresos estimados para cada Club. Eso ha vuelto a colocar a la Liga española como la más austera de las Ligas europeas: el gasto en fichajes de los equipos españoles de 1ª ha sido, en la campaña de verano de 2021, de 293 millones de euros, frente a 1.351 millones que han gastado los equipos de la Liga inglesa, los 549 millones de la Liga italiana, los 416 millones gastados en fichajes por la Liga italiana y los 356 de la Liga francesa.

Este mayor ajuste impuesto por LaLiga a los grandes equipos españoles explica que el Barça no haya podido retener a Messi, porque su agujero financiero y los ingresos previstos no permitían pagar su ficha (135 millones). Sorprende que sí la ha podido pagar el PSG  (35 millones anuales por 2 temporadas), cuando el Club francés tiene también problemas financieros y se ha permitido incluso fichar a 6 costosos jugadores (incluidos Ramos y el lateral Achaf, por 60 millones). La explicación es doble. Por un lado, la Liga francesa (Ligue 1) está en una peor situación financiera que LaLiga (lleva 2.600 millones de pérdidas operativas en las 2 últimas temporadas) y aprobó en 2018 límites salariales a los Clubes, pero no entrarán en vigor hasta dentro de 2 años (cuando vence el contrato de Messi con el PSG). Por otro lado, el PSG ha burlado tradicionalmente las normas financieras de la UEFA, que ahora ha suavizado con la pandemia. Y además, el PSG es un Club propiedad de un multimillonario Fondo ligado a la familia real de Qatar, con lo que no tiene problemas para inyectar periódicamente fondos, lo que ha trastocado y trastoca el negocio del fútbol europeo.

Volviendo al fútbol español, la persistencia de la pandemia ha obligado a LaLiga a ir más allá en sus Planes de ajuste y buscar un rescate financiero que asegure el futuro de los Clubes. Y así, tras 10 meses de negociación, LaLiga anunció en agosto un acuerdo con el Fondo británico CVC (que gestionó durante una década la Formula 1) para recibir una inyección de 2.667,5 millones de euros, 2.460 millones para préstamos a 40 años (sin intereses) a los Clubes de 1ª y 2ªA, 100 millones para el fútbol femenino y categorías no profesionales y otros 100 millones para la digitalización de LaLiga. A cambio de este dinero, el Fondo CVC recibirá una parte (11%) de los ingresos de patrocinio y TV de LaLiga en los próximos 40 años (aunque los gestionará solo LaLiga) y será su “socio industrial” para impulsar el desarrollo multinacional del fútbol español.

Este rescate financiero al fútbol español ha sido aprobado en agosto por 38 de los 42 Clubes de 1ª y 2ªA, aunque cuenta con el rechazo del Madrid y el Barca (que creen que pueden financiarse por si mismos y no quieren un Fondo gestionando parte de sus ingresos), el Athletic Club y el Oviedo, que quedarán fuera del acuerdo. Ahora, con ese dinero, LaLiga lo repartirá entre los Clubes, según su tamaño (250 millones le correspondían al Madrid o al Barça, 184 al Atlético de Madrid, 120 al Sevilla, 117 al Valencia, 115 al Athletic o 108 al Villareal). Y les exige un compromiso a la hora de gastarlo: el 70% del préstamo debe ir a infraestructuras (estadios) e innovación tecnológica, otro 15% para compra de jugadores y el 15% restante para reestructurar su deuda financiera.

Este rescate financiero a los grandes Clubes (¿qué pasa con el resto?) trata de asegurar su supervivencia esta temporada, cuando de momento sólo se permite un 60% de público en los estadios. Y en paralelo, LaLiga, la entidad que dirige el fútbol español, sigue adelante con su reconversión profesional de los Clubes, avanzando en tres vías. La primera, aumentar los ingresos que obtienen de las retransmisiones por TV, tratando de que pasen de los 1.800 millones actuales a 2.300 millones en unos años, para lo que quieren negociar con nuevos operadores (Amazon, DAZN) y aumentar las plataformas de emisión de partidos en el extranjero (van a lanzar una aplicación de pago, LaLiga Xtra, en 70 paises). La segunda vía de reforzamiento es aumentar los ingresos internacionales de los Clubes: aumento sobre todo de patrocinios (pasar de 90 a 112 millones y que el 50% de estos ingresos se generen fuera de España), en Africa y Oriente Medio, aunque también en Asia y América.

Pero la gran apuesta de LaLiga es la digitalización del fútbol español, que los aficionados (sobre todo los jóvenes) tengan múltiples plataformas (APPs, plataformas de transmisión por streaming…) para seguir la competición además de acudir a los estados. LaLiga ya ha invertido 200 millones en digitalización desde 2014 y ha firmado un acuerdo con Microsoft para desarrollar soluciones tecnológicas para la retransmisión de partidos. Y ahora, España es el único país que ha incluido el deporte entre los sectores que van a beneficiarse de los Fondos de recuperación de la UE: se van a destinar 300 millones para su digitalización, que se canalizarán a LaLiga y a los Clubes. Fútbol en la nube.

Al final, la pandemia ha desvelado lo vulnerable que es el negocio del fútbol y el grave riesgo de que estalle la “burbuja” económica creada alrededor de este deporte. Pero puede ser también una oportunidad para reconvertir el mundo del fútbol, consiguiendo en unos años sanear las cuentas de los Clubes y asentar sus balances y su futuro. Eso exige mejorar sus ingresos y racionalizar sus gastos, evitando sueldos escandalosos e inversiones faraónicas. Pero mientras haya jeques y Fondos de inversión que trastoquen el deporte en especulación, será difícil conseguirlo. La UEFA habla mucho de “Fair Play Financiero” pero piensa en suavizar sus normas cuando acabe la pandemia. Y LaLiga es hoy la más austera y vigilante, pero está sometida a la presión de la Premier británica y las demás. Así que el ajuste actual puede ser sólo una tregua y quizás no se pinche la burbuja del fútbol. Un grave riesgo, porque si vuelve a haber problemas, quizás tendremos que rescatarlos nosotros.   

lunes, 28 de diciembre de 2020

La pandemia estalla la "burbuja" del fútbol


El coronavirus afecta a todos, también al fútbol, que está especialmente impactado por el cierre de los estadios al público desde marzo. Los Clubes españoles ya han perdido 700 millones la pasada temporada y esta pueden perder más, lo que les ha obligado a solicitar ERTEs, recortar salarios, vender jugadores y no hacer fichajes millonarios. También a pedir créditos del ICO y a que 17 Clubes de 1ª División busquen ahora desesperadamente financiación y capital. La pandemia ha estallado la “burbuja” millonaria del fútbol y hay varios Clubes en apuros, en 1ª y 2ª División, alguno al borde de suspender pagos, como ya pasó entre 2003 y 2013 (entraron en concurso 32 equipos) . Por eso, presionaban al Gobierno para que permitiera público en los estadios en enero. Pero ahora, con la 3ª ola de contagios, parece imposible. Urge aprovechar la pandemia para reforzar el escaso capital de los Clubes, reducir su endeudamiento y obligarles a sanearse. Para que no tengamos que rescatarles.

Antes de la pandemia, el fútbol español trataba de consolidar su saneamiento económico, impuesto por el Gobierno en 2013, tras la entrada en concurso de acreedores de 32 Clubes (desde 2003). La vigilancia de las cuentas y el control de gastos e ingresos, desde el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) parecían dar sus frutos. Así, las últimas cuentas publicadas, las de la temporada 2018-2019, revelan unos beneficios de 227,18 millones de euros entre la 1ª División (+227,54 millones los 20 Clubes) y la 2ª (+362.112 euros entre los 22 Clubes). Era la 7ª temporada consecutiva en que el fútbol español tenía beneficios y la primera temporada en que todos los equipos de 1ª División tenían beneficios, aunque 6 equipos de 2ª todavía daban pérdidas.

Pero ojo, estos beneficios contables del fútbol español de élite (el resto de equipos, al margen de 1ª y 2ª, siguen perdiendo dinero) esconden un hecho: los principales Clubes de fútbol tienen realmente pérdidas operativas, concretamente pierden -495 millones de euros en su “resultado ordinario” (ingresos ordinarios-gastos ordinarios). Y si acaban teniendo beneficios contables, es porque tienen “ingresos extraordinarios” (845,8 millones, el 18,3% de todos sus ingresos), que son básicamente ingresos por venta de jugadores, lo que les permite tener beneficios, no su actividad habitual.  En el día a día, la clave de los ingresos ordinarios son los derechos de TV (37,2% de los ingresos totales), que aumentan para la mayoría desde que se reparten de manera centralizada (desde 2015), los ingresos de taquilla y abonados (el 20% de los ingresos), los ingresos por publicidad y comercialización (el 19,3%) y otros ingresos (5%), donde pesan sobre todo los ingresos por cesiones de jugadores. Al mirar los gastos, dos tercios se los lleva pagar sueldos a los jugadores y plantilla (67,1%), otro buen pellizco las amortizaciones (16%), sobre todo de jugadores, otros gastos (compra de jugadores) y pagar intereses (98 millones anuales).

Aunque los grandes Clubes de 1ª y 2ª están más saneados, son unos “gigantes con pies de barro”, que presentan tres problemas de fondo que serían “mortales” en cualquier empresa. Uno, que están muy endeudados: su deuda total era de 5.069 millones de euros en 2019, aumentando un +16,1% (por tercer año consecutivo): tienen más deuda que ingresos (4.609 millones) y una buena parte es a corto plazo. Dos, que apenas tienen capital, “cimientos” con los que afrontar esa deuda y posibles problemas: su patrimonio supone el 25,5% de lo que deben (su pasivo), según las cuentas 2018 de la LFP. Y tercer problema, que “viven al día”, apenas tienen recursos cada mes para cubrir sus obligaciones más inmediatas. Y así, van pagando lo que deben con dinero recurrente que les va a llegar la próxima temporada, adelantando ingresos de TV o abonos para pagar créditos y compromisos inmediatos. Es lo que los economistas llaman “Fondo de maniobra”, la diferencia entre el activo corriente (derechos de cobro y tesorería a menos de 1 año) y el pasivo corriente (créditos y pagos a menos de 1 año). Y los 42 Clubes de fútbol de 1ª y 2ª tienen un Fondo de maniobra negativo año tras año (-904,92 millones en la temporada 2018-19).

Esto significa que van tapando agujeros mes a mes y cubriendo gastos a corto con ingresos a corto de hoy y de los próximos meses. Y endeudándose para suplir desfases temporales de ingresos o para construir macro estadios (Madrid, Barca o Real Sociedad). Es como “andar en bici”: no pueden dejar de pedalear, porque si se paran se caen. Y es lo que les ha pasado con la pandemia: les han caído drásticamente sus ingresos, sobre todo la recaudación por taquilla y abonos (20% ingresos) y por publicidad, patrocinios y ventas de camisetas (19,3% de sus ingresos). Y como no han podido recortar tanto sus gastos, sobre todo de personal y financieros, pues sus cuentas se han resentido a fondo.

El problema lo ha sufrido todo el fútbol europeo, cuyas cuentas eran también una “burbuja” millonaria como la del fútbol español. La COVID 19 ha podido generar al fútbol europeo unos 4.000 millones de pérdidas en la temporada 2019-2020, según la consultora Deloitte, de ellos 1.100 millones a los Clubes de la Premier League británica (la líder en facturación: 5.900 millones de euros en 2018-19) y otros 700 millones de pérdidas a LaLiga española (la 2ª que más factura en Europa, 3.400 millones en 2018-2019). Y Deutsche Bank estima que la pérdida de ingresos de los grandes Clubes europeos oscilará entre el -13% y el 30%. En España, el Real Madrid ha notificado una pérdida de ingresos de -107 millones la pasada temporada (-13%) y en el caso del Barça podrían ser -313 millones (-30%), más unos -75 millones de pérdidas (-29%) en el Atlético de Madrid.

La pérdida de ingresos de los Clubes de fútbol por la pandemia se ha concentrado en dos partidas: la recaudación por entradas y abonos y los ingresos comerciales y publicitarios. Los estadios de fútbol están cerrados al público desde el 7/8 de marzo y eso podría suponer unos 300 millones de pérdida de ingresos la pasada temporada. El Madrid, por ejemplo, ha ingresado por entradas y abonos 9,5 millones, frente a los 172 que ingresa normalmente. Y cada partido sin público en el Bernabéu son 4 millones perdidos. La otra importante pérdida de ingresos ha venido por la suspensión de patrocinios y el cierre temporal de tiendas y museos, lo que ha desplomado la venta de camisetas y recuerdos. También ha sido difícil ingresar con la venta de jugadores. Y los ingresos por TV también caían ligeramente a finales de junio (por suspensiones de partidos y cambios), aunque al final estos ingresos claves (37,2% del total) han crecido un 0,2% gracias a que la pasada temporada se amplió a julio.

Con esta caída drástica de ingresos, del -20 al -30%, los Clubes de fútbol y la LFP crearon un “Comité de crisis” para poner en marcha un Plan de ajuste en marzo de 2020, actuando en varios frentes. El primero y fundamental, negociando con el Gobierno y los bancos un paquete de créditos ICO de 600 millones de euros, con la garantía del Estado (o sea de todos los españoles). Los mayores créditos se adjudicaron al Real Madrid y al Barça (100 millones cada uno), repartiéndose el resto entre los Clubes que lo solicitaron (40 millones el Betis). Y además, varios Clubes solicitaron préstamos a Fondos de capital riesgo internacionales y nacionales (como el fondo 23 Capital, con sede en Barcelona, que aportó 60 millones al Atlético de Madrid y que antes había financiado al Madrid y al Barça).

La segunda vía de escape fue solicitar un ERTE para las plantillas de los Clubes de fútbol, como hicieron tantas empresas (llegó a haber 3,57 millones de trabajadores en ERTEs en marzo). En principio, hicieron un ERTE 7 Clubes de 1ª División (Barça, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia, Alavés, Espanyol y Osasuna)  y 10 de 2ª División, más otros 41 Clubes de 2ªB y muchos más en 3ª División. En paralelo, los Clubes pidieron a sus jugadores que se bajaran los sueldos, lo que hicieron finalmente (no sin resistencia y polémica), entre un -10% el Madrid y hasta un -70% algunos en el Barça.

La cuarta vía de recortes fueron los fichajes de verano: este gasto cayó de los 1.291 millones invertidos en fichajes por los grandes Clubes españoles en el verano de 2019 a los 438 millones gastados este verano del 2020 (-66%), según la LFP. Un tercio de gasto en fichajes, lo que convierte a la Liga española en la más “austera” en fichajes de las grandes Ligas europeas: la Premier League gastó 1.370 millones (-12,2%), la Serie A italiana 762 millones (-35,9%), LA Ligue 1 francesa 428 millones (-40%) y la Bundesliga alemana 320 millones (-57%), según el portal especializado Transfermark. Y además, en la Liga española hubo más ventas que compras, con lo que los fichajes se han convertido en una fuente extra de ingresos contra la crisis, sobre todo en el Real Madrid (+98 millones de saldo), el Barça (+2,5 millones) y el Valencia (obligado a vender a 2 de sus mejores jugadores, Rodrigo y Ferrán Torres, por 55 millones que necesitaban para no suspender pagos).

Con este Plan de ajustes, los Clubes de 1ª y 2ª han conseguido salir a flote la pasada temporada y no presentar pérdidas, aunque para ello han recurrido en muchos casos a una “trampa contable”, denunciada por la consultora Ernest&Young, que audita a la mayoría de Clubes: ha advertido que varias entidades han recurrido a imputar los ingresos del mes de julio (se amplió la competición) a las cuentas de la temporada 2019-2020, que siempre se cierran en junio. Con ello, varios Clubes, como el Betis, han conseguido evitar las pérdidas y verse forzados a entrar en concurso de acreedores.

Por si la pandemia no fuera preocupante para el fútbol, la 2ª y 3ª ola han dado el jaque a sus cuentas, porque llevan ya 4 meses de esta nueva temporada con los estadios cerrados y no se van a abrir en enero, como pensaban. Los dirigentes de LaLiga ya han advertido que la caída de ingresos seguirá y se agravará esta temporada (-40%), por lo que han aprobado unos nuevos límites en el gasto salarial, muy drásticos, pensando en la inevitable nueva caída de ingresos: irán desde el -43% del Barça (podrán gastar en sueldos 382,72 millones en vez de los 671,43 millones de la temporada anterior) al -39% del Valencia, el -31% del Levante, el -29% del Betis, el -28% del Atlético de Madrid, el -27% del Real Madrid, el -13% del Alavés o el -10% del Eibar. Topes de gasto salarial que anuncian nuevos recortes de sueldos, ya pactados con los jugadores del Barça (-122 millones) y el Madrid (-60 millones).

Pero si la pandemia se mantiene y el grueso de las vacunas no se aplican hasta junio o julio, esta temporada está también medio perdida para los Clubes. Por eso, preocupa seriamente que algunos no aguanten y entren en suspensión de pagos. De hecho, ya se ha publicado que 17 de los 20 Clubes de 1ª División buscan ´nueva financiación para sobrevivir, tanteando a Fondos de capital riesgo para que les presten e incluso entren en su capital (mucho Clubes de fútbol europeos ya han sufrido años atrás la entrada de inversores extranjeros, rusos y árabes, sobre todo). El problema para muchos es que están muy endeudados y algunos han multiplicado su deuda para financiar nuevos estadios (como el Madrid, el Barça o la Real Sociedad) y la mayoría (no el Real Madrid) andan escasos de capital y asfixiados por los pagos a corto. Los que parecen en peor situación financiera son el Valencia o el Betis, sin olvidar al Barça y al Atlético de Madrid.

Esta preocupante situación económica de los grandes Clubes de fútbol (los pequeños están peor) es la que ha movido a la LaLiga a presionar al CSD y al Gobierno para que autoricen la entrada de público en los estadios: “si no, no sabemos qué puede pasar”. Pensaban que se lo iban a autorizar en enero, como han hecho la mayoría de Gobiernos europeos con otras Ligas. Pero la 2ª ola de la pandemia, y más esta 3ª ola, alejan al público de los estadios de momento (por puro sentido común). Pero si la curva de contagios y muertes no baja, pueden llegar en unas semanas o meses las primeras suspensiones de pagos y concursos de acreedores, como ya pasó de 2003 a 2012 (32 Clubes lo hicieron).Y entonces, se redoblarán las presiones para abrir los estadios y aprobar rescates a los Clubes.

Al final, la pandemia ha revelado las debilidades financieras del fútbol, igual que ha hecho con las debilidades de nuestra economía. Se ha visto claramente como se ha ido creando una “burbuja” financiera, a golpe de inversiones y fichajes, un gigante con pies de barro que no tiene cimientos sólidos de capital, ni una firme estructura empresarial detrás, que se va sosteniendo en el día a día solapando pagos e ingresos y que entra en crisis cuando el mecanismo se para y se frenan drásticamente los ingresos. Hay que aprovechar la pandemia para replantearse el futuro del fútbol profesional, sobre unas bases más sólidas y menos gigantistas, por el camino contrario del que plantea Florentino Pérez (una Superliga europea para los grandes Clubes del continente, una “huida hacia adelante”). Hay que aprovechar la pandemia para ajustar el fútbol español y sanear de verdad sus cuentas, huyendo de construir Clubes gigantes que son peligrosas burbujas. Porque si no, en esta o en la siguiente crisis, estallarán en medio de problemas. Y tendremos que rescatarlos.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Crece la burbuja millonaria del fútbol


Vuelve la Champions, tras un mercado de fichajes de verano que ha batido todos los récords: 5.425 millones de euros gastados en la compra de jugadores en Europa, con los equipos españoles como líderes de gasto y fichajes más caros. Y se disparan las cesiones de jugadores, una “trampa” de los Clubes para evadir los controles de la FIFA. Es una muestra de cómo engorda la burbuja económica del fútbol, que mueve 15.000 millones de euros sólo en las 5 grandes Ligas europeas. LaLiga es ya la 2ª que más ingresa, tras la Premier británica, más de 4.500 millones en 2017-2018. El fútbol español es un negocio más saneado, con beneficios desde 2012, gracias al Plan de ajuste, los buenos resultados en Europa y los fichajes, aunque gasta demasiado en salarios y sigue endeudado. LaLiga quiere dar otro salto, multiplicando los ingresos por TV y patrocinio con mayor presencia en China, Asia y EEUU. Mientras, la FIFA prepara un Plan para controlar los fichajes e impedir que estalle la burbuja.


                                                                                                            enrique ortega

El fútbol profesional es una máquina de hacer dinero. Se ve cada temporada, con los fichajes. Este año, en el mercado de verano, que cerró el 31 de agosto, la compra de jugadores movió 5.425 millones de euros sólo en las 5 grandes Ligas de Europa, un 27,64% más que el año pasado y cuatro veces más que hace 9 años, según el informe Football Transfer Review. La Liga que más gastó en fichajes fue la Premier británica (1.516 millones), seguida por LaLiga española (1.319), la Serie A italiana (1.178), la Bundesliga alemana (742) y la Ligue1 francesa (670 millones). LaLiga española fue la segunda donde más crecieron los fichajes (+49%, sólo por detrás del 59% de la Bundesliga) y tres  equipos españoles han sido los tres Clubes europeos que más gastaron en fichajes: Madrid (305 millones), Barça (255) y Atlético de Madrid (243). Y además, los tres fichajes más caros de este verano los han hecho 3 equipos españoles: Joao Félix (126 millones, Atlético de Madrid), Antoine Griezmann (120 millones, Barça) y Eden Hazard (100 millones, Real Madrid).

La locura de los fichajes, que baten récord año tras año, hace que haya ya 27 jugadores de fútbol profesional que ganan más de 100 millones de euros al año, según el CIES Football Observatory. Los encabeza Mbappé, con 252 millones, seguido de Salah (219,6), Sterling (207,8), Neymar (124,7), Hazard (120,7) y Ronaldo (118,1 millones).  Y de estos 27 jugadores “cienmillonarios”,17 juegan en la Premier británica (Manchester City y Liverpool tienen 6 cada uno), 5 en LaLiga española (3 en el Barça), 2 en la Serie A italiana y en la Ligue 1 y 1 en la Bundesliga alemana. El jugador español mejor pagado es Saúl (93,8 millones), que ocupa el nº 33 en el ranking de sueldos, seguido de Rodrigo (88,2), Kepa (87,2) y Asensio (86,3).

Pero la burbuja del fútbol no se ve sólo en los fichajes. La última moda son las cesiones de jugadores, que este verano han superado a los traspasos: 135 cesiones frente a 129 traspasos en la Premier británica o 166 cesiones en LaLiga frente a 159 traspasos. El “boom” de las cesiones se debe a que hay un límite de 23 jugadores por plantilla y muchos Clubes se han dedicado a comprar para aprovechar nuevos jugadores baratos y tienen que “soltarlos”. Las cesiones son también una forma de “burlar” los requisitos económicos de la FIFA, en cuanto al porcentaje de inversiones y sueldos sobre ingresos, rebajando el gasto en plantillas. La ventaja es doble: el Club que cede se quita el gasto de ese jugador y puede subir más sus gastos en jugadores y el Club que toma al jugador cedido se hace con buenos jugadores con menos costes que en un traspaso. Dos ejemplos. Uno: en enero de 2018, el Arsenal ficho a Mjitarian por 35 millones y el 1 de septiembre de 2019 lo ha cedido a la Roma por 3 millones. El otro: el PSG acaba de ceder a Jesé al Sporting de Lisboa, después de haberlo cedido sucesivamente a Las Palmas, Stoke y Betis. Y en su puesto, adquirió cedido por 1 temporada a Icardi (del Inter), por sólo 5 millones de euros (la mitad de su salario).

Traspasos y cesiones engordan la burbuja del fútbol profesional y los presupuestos de las Ligas europeas y los grandes Clubes. Las 5 grandes Ligas europeas facturarán esta temporada 15.000 millones de euros, en un crecimiento económico imparable movido por los ingresos por las retransmisiones deportivas, los premios en las competiciones y, sobre todo, por los ingresos comerciales (publicidad, patrocinios y merchandising), más que por las entradas y pagos de socios (marginales). La Liga líder en gasto, a mucha distancia, es la Premier británica, que ingresó 5.300 millones de euros en 2017, según el último balance de la UEFA. Y le sigue LaLiga española, que hace dos temporadas superó a la Bundesliga, con 2.900 millones facturados en 2017 (frente a 2.800 la alemana). Y luego siguen la Serie A italiana (2.200 millones) y la Ligue1 francesa (1.692 millones).

LaLiga española (20 equipos de 1ª división y 22 equipos de 2ª A) ha dado un gran salto en las últimas temporadas, duplicando sus ingresos en los últimos 5 años, entre 2012-2013 (2.266 millones) y 2017-2018 (4.478,6 millones), según los últimos datos publicados por LaLiga. Ello ha sido posible gracias a los éxitos deportivos de los equipos españoles (en los últimos 5 años, de los 15 grandes títulos europeos, 14 han ido a las vitrinas de equipos españoles), al saneamiento de sus cuentas y, sobre todo, al fuerte aumento de los ingresos por TV (de 844 millones en 2013 a 1.500 millones en 2017, tras la negociación centralizada impuesta en 2015), al tirón de los ingresos por traspasos de jugadores (se duplicaron, de 498 millones en 2016-17 a 1.017 en 2017-2018) y al fuerte aumento de los ingresos por comercialización (de 393 millones en 2013-14 a 837 millones en 2017-18), estabilizándose los ingresos por entradas y socios, dado que la asistencia a los estadios roza el 70% del aforo. Y todavía tiene un alto endeudamiento. Al final, el fútbol español cerró la temporada 2017-2018 con 189 millones de beneficio neto, según LaLiga.

Si LaLiga española ha dado un gran salto económico, parejo a los éxitos deportivos, los grandes Clubes españoles se consolidan como líderes en Europa. Así, los dos Clubes europeos con mayores ingresos son españoles, según el estudio Football Money League 2019 de Deloitte: el Real Madrid (750 millones en 2017-2018) y el Barça (690,4 millones), por delante del Manchester United (666 millones), Bayer Múnich (629,2), Manchester City (568,4), Paris Saint Germain (541,7), Liverpool (513,7), Chelsea (505,7), Arsenal (439,2) y Tottenham (428,3 millones de ingresos). En el puesto 13º del ranking europeo está ya el Atlético de Madrid (304 millones ingresos) y en el 27º el Sevilla (224,4 millones). Al final, los grandes equipos españoles tienen beneficios (42,98 millones el Madrid, 33,69 el Sevilla, 28,77 la Real, 21,04 el Leganés y 20,14 millones el Barça), con pérdidas sólo en el Valencia (-33,74 millones), según Informa. Y en 2ª A, de 22 equipos, 9 tienen todavía pérdidas.

Un panorama económico bastante saneado hoy si tenemos en cuenta que 32 Clubes entraron en suspensión de pagos entre 2003 y 2012 y otros desaparecieron, mientras el futbol español (1ª y 2ªA) arrastró pérdidas de 1999 a 2012. Forzados por la UEFA, los Clubes y el Gobierno Rajoy aprobaron un Protocolo en abril de 2012 para ajustar las cuentas de los 42 Clubes, con una aprobación previa de sus Presupuestos y un control de ingresos y gastos por LaLiga y el Consejo Superior de Deportes (CSD). El resultado es que los Clubes están ahora saneados, con beneficios desde la temporada 2012-2013, aunque es gracias a los ingresos por traspasos (sin ellos, sólo con los ingresos “ordinarios”, los Clubes siguen con pérdidas), según las últimas cuentas (temporada 2017-2018) publicadas por el CSD.  Y tienen menos deuda, aunque aún deben 416 millones de euros a Hacienda (311 los de 1ª y 104 los de 2ªA), otros 10,34 millones a la Seguridad Social y 3.020 millones más a bancos (695,5) y proveedores (2.325 millones), una deuda “manejable” según LaLiga.

El “punto negro” de las cuentas del futbol español siguen siendo los salarios (de jugadores, entrenadores, directivos y personal), que suponen el 65,9% de los gastos (66,6% en 1ª, 2.052 millones en 2017-2018, un 21,8% más que la temporada anterior, y el 58,2% en 2ªA, con 173,3 millones, sólo un 0,3% más), por debajo del tope del 70% que marca la UEFA. LaLiga acaba de publicar los topes de gasto salarial para 2019-2020, en función de los ingresos y gastos estructurales de cada Club (671 millones para el Barça, 641 para el Madrid, 348 para el Atlético de Madrid, 170 millones para el Valencia…). Un intento de “frenar la burbuja de fichajes y sueldos, aunque afecta poco a los Clubes grandes con muchos ingresos (el tope al Barça aumenta un 38%, el del Madrid un 74% y el Atlético un 55%) y mucho a los pequeños o peor gestionados (-0,55% Villareal, -0,72 Leganés, +0,33 Real Sociedad, +2,3 Levante). Y bastante a los de 2ªA: la mitad de los 22 equipos no podrán subir su gasto salarial esta temporada.

Saneados (más o menos) los 42 equipos de LaLiga (1ª y 2ªA), poco se sabe de la situación económica del resto de equipos profesionales: los 80 equipos de 2ªB y los 360 equipos de 3ª división. Todo hace temer que sus finanzas son “penosas”. En 2ª A, se estima que sólo 20 equipos tienen más de 1 millón de euros de Presupuesto y el resto languidece, sin llegar algunos a los 400.000 euros mínimos para sobrevivir. Y en 3ª división, son muchos los que sufren para alcanzar los 100.000 euros anuales para sobrevivir. Por ello, la Federación y los Clubes han intentado en julio (en medio de una gran polémica) fijar unos Presupuestos mínimos para esta temporada 2019-2020: 600.000 euros en 2ªB y 200.000 en 3ª, lo que puede llevar a muchos Clubes pequeños a desaparecer, como pasa desde hace años.

Cara al futuro, LaLiga sigue empeñada en “ganar tamaño” (llegar a los 6.000 millones de ingresos de la Premier británica) y alcanzar 250 millones de beneficios. Para ello, trabajan en dos frentes: conseguir más recursos de las retransmisiones por TV (la Premier británica ingresa 5.000 millones frente a 1.516 millones LaLiga) y aumentar la presencia internacional de LaLiga y el futbol español, siguiendo el modelo de la NBA (baloncesto USA). Y en el camino, atraer inversores al fútbol español, donde ya hay 9 Clubes en manos de extranjeros e inversores interesados en comprar otros 8 equipos españoles (Betis, Sevilla, Getafe, Leganés, Alcorcón, Celta, Eibar y Zaragoza). Al final, LaLiga se guarda la gran jugada para 2020: que 2 ó 3 Clubes de fútbol español salgan a Bolsa, donde ya cotizan hoy 22 Clubes de Inglaterra, Italia, Francia, Portugal, Alemania o Turquía.

El primer gran objetivo de los actuales gestores de LaLiga, responsables del éxito económico del fútbol profesional español, es sacarle más dinero a las retransmisiones deportivas por TV, en colaboración con las telecos (Movistar y Orange), que han apostado por el fútbol en sus ofertas. Y ambos saben que hay margen para ingresar más, porque en Reino Unido, un 70% de los telespectadores pagan por ver fútbol en TV (20 millones de personas), mientras en España sólo lo hacen el 34% (6 millones).Y además, dejan de ingresar 400 millones por la piratería de partidos. Por todo ello, creen que los Clubes podrían ingresar el doble que ahora por el fútbol en TV, hasta 3.500 millones anuales (2.500 millones en España y 1.000 millones en el extranjero).

El segundo objetivo es hacer del fútbol profesional español (LaLiga) una gran multinacional, ampliando su presencia en el mundo, donde LaLiga cuenta ya con 9 oficinas internacionales y 35 delegados. Intentan seguir el ejemplo de la NBA USA o de la Premier británica, cuyos jugadores y partidos son seguidos en todo el mundo, lo que refuerza audiencias en TV e ingresos comerciales por patrocinio y merchandising. El gran objetivo de LaLiga es China (donde el fútbol español es la tercera liga más seguida, tras la propia y la Premier), el resto de Asia, Estados Unidos y Latinoamérica. Para penetrar más en estos mercados,  ya han puesto partidos a horas “intempestivas (a las12, 14 o 16 horas) y han lanzado la idea de jugar partidos de LaLiga en otros paises (Miami), no apoyada por la Federación. Y siguen reforzando la presencia en las redes sociales del fútbol español, que tiene más de 1.700 millones de aficionados en todo el mundo.

Todo esto está muy bien, pero hay que vigilar que la burbuja del fútbol no explote, en Europa y en España. Para eso, debería haber auditorías más rigurosas de los Clubes y que fueran públicas, algo que no es habitual. Y controlar mejor gastos y endeudamiento. Mientras, la FIFA ya ha anunciado que prepara un Plan para “parar el gesto desmesurado de los fichajes” y controlar las cesiones (“hay un exceso de jugadores cedidos”), denunciando que hay un abuso de los agentes (unos pocos controlan y encarecen fichajes) y “una falta de transparencia en el mercado”, que fija un valor aleatorio a los jugadores. La idea de la FIFA es crear un organismo (ligado a un banco de inversión) que controle todos los fichajes y los limite, en base a un algoritmo. Y fijar un tope de 6 a 8 cesiones por equipo. Cambios que quiere aplicar para 2020, aunque hay muchas presiones en contra.

Mientras esperamos que la FIFA y LaLiga impidan que engorde más la burbuja del fútbol profesional, el próximo Gobierno debería implicarse en que el dinero del fútbol de élite (pagaron  3.053 millones en impuestos en 2017-2018) repercuta más en el deporte de a pié, en ese millón de niños y jóvenes federados que carecen de campos, equipación y ayudas, que sólo van a recibir 84,6 millones de la Federación este año 2019, según las cuentas del CSD. Y eso es preocupante en un país donde 6 de cada 10 niños incumple las recomendaciones de hacer ejercicio de la OMS, según el estudio PASOS promovido por la Fundación Gasol, debido al excesivo uso de los móviles y videojuegos. Está bien que España sea una potencia en el fútbol profesional, pero no a costa de sueldos escandalosos y peligrosas “burbujas” económicas. Y ese “poderío” debería ayudar a promover y financiar el fútbol y el deporte entre jóvenes y mayores. Algo que no se hace.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Fútbol español: millonario y multinacional


El futbol español emprende una nueva temporada con unas cuentas bastante saneadas, tras años de pérdidas: en 2017-2018, los 42 Clubes de 1ª y 2ª ganaron 220 millones de euros y facturaron 4.000 millones, casi el doble que en 2010-2011. Aún están muy endeudados, por el gasto en jugadores y estadios, pero apenas deben a Hacienda. La Liga ya es la 2ª de Europa que más factura, tras la inglesa, y una gran multinacional, que capta seguidores e ingresos en Asia, América y todo el mundo. La clave es la TV, los ingresos por retransmitir partidos, que se han duplicado, junto a los ingresos comerciales, mientras se estancan las entradas. La Liga quiere facturar 4.500 millones esta temporada y que varios Clubes salgan en Bolsa en 2020, mientras otros los compran inversores internacionales. El fútbol es una máquina de hacer dinero y hay quien teme una “burbuja, por lo que la FIFA quiere poner orden. Negocio sí, pero con control y sin olvidar el deporte de a pie


enrique ortega

El año 2012 fue el peor de la crisis en España, para todo el mundo y también para el fútbol, que llevaba con pérdidas año tras año desde 1999. Y aunque éramos una potencia futbolística, que había ganado el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012, el fútbol español era “un gigante con pies de barro”: 32 Clubes entraron en suspensión de pagos entre 2003 y 2012 y otros desaparecieron, mientras las pérdidas alcanzaban los -208,9 millones de euros en la temporada 2010-2011. Y todo ello, en un contexto donde la mitad de los Clubes de fútbol europeos perdían dinero, lo que había obligado a la UEFA, en 2010, a aprobar un Plan de ajuste, el Fair Play Financiero, para forzar a los equipos europeos a sanear sus deterioradas cuentas.

La UEFA obligaba a tomar medidas y el Gobierno Rajoy no quiso que el fútbol se le cayese encima, como la banca o muchas empresas. Y así, forzó, el 25 de abril de 2012, la firma de un Protocolo entre la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) para forzar a los Clubes de fútbol a ajustar sus cuentas, buscando que recortaran gastos y aumentaran ingresos. Desde entonces, los Clubes de 1ª y 2ª división están obligados a enviar cada año, antes del comienzo de la temporada, sus Presupuestos, con un listón máximo de gasto en sueldos (el 70% de los ingresos)  y una previsión de ingresos y deuda. Y después, durante el año y al final de la temporada, cada Club ha de presentar sus cuentas al Comité de control de la Liga, creado en 2013, que ha controlado estos años temas como  gastos, sueldos, fichajes, traspasos, endeudamiento y fuentes de ingresos de los Clubes de 1ª y 2ª división.

Al final, el Plan de ajuste del fútbol español ha tenido éxito: los ingresos de los 42 Clubes de 1ª (20) y 2ª división (22) alcanzaron la pasada temporada 2017-2018 los 4.000 millones de euros, casi el doble de facturación que 6 años antes (2.228,8 millones en 2011-2012). Y las pérdidas (- 483,8 millones en 2002/2003 y -208,9 millones en 2010-2011) se han transformado en beneficios, desde la temporada 2012-2013 (+106 millones), alcanzando un beneficio neto de 220 millones de euros en la temporada 2017-2018, según la Liga. Eso sí, todavía estos beneficios los consiguen con “ingresos extraordinarios”, no con su actividad “habitual” sino con lo que ingresan por traspaso de jugadores. De no ser por estos “ingresos extras”, los Clubes tendrían todavía pérdidas de explotación, -164 millones en la temporada 2016-17, según el último balance oficial publicado por el Consejo Superior de Deportes (CSD).

Pero al final, con los traspasos, los equipos españoles ganan dinero, que es lo importante. Y lo han conseguido porque han ajustado sus costes (sobre todo los salarios de jugadores y plantilla, el 65% del gasto total) y, básicamente, porque han duplicado sus ingresos, gracias sobre todo a la TV: la recaudación  de los Clubes por las retransmisiones de partidos ha pasado de 728,7 millones en la temporada 2011-12 a 1.387,5 millones en 2016-2017 (un 40% de todos sus ingresos), que además se reparten de una manera más equitativa desde la aprobación de un decreto por el Gobierno en 2015. Y en los próximos tres años (a partir de 2019), la recaudación de la Liga por retransmisión de partidos será de 3.900 millones, más otros 1.000 millones más por venta de derechos audiovisuales en el extranjero.

La segunda fuente de ingresos del fútbol español, tras la TV, son los ingresos por partidos, que han pasado de 599 millones en 2011-12 a 746,6 en 2016-17. Pero este ingreso está estancado, debido a que los españoles van poco a los estadios (sólo el 71% se ocupa, frente al 96% en Reino Unido o el 91% en Alemania, según Deloitte) y los espectadores apenas suben de los 14 millones en las dos últimas temporadas, quizás por el alto precio de las entradas (en España, las segundas más caras de Europa, tras Reino Unido). El tercer renglón de ingresos, los comerciales, han pegado un gran salto, de 407 millones en 2011-12 a 622,3 millones en 2016-17, lo mismo que el quinto ingreso, los ingresos por publicidad y patrocinio, que han pasado de 84,5 a 117,9 millones. Y  ambas partidas son las más importantes en los grandes equipos, que aumentan cada año lo que consiguen de las multinacionales de la ropa deportiva, patrocinio en las camisetas, acuerdos con casas de apuestas o con el nombre de los estadios (añadir Wanda al Metropolitano le supone 5 millones anuales al Atlético de Madrid). Y no hay que olvidar la cuarta fuente de ingresos, los traspasos, que se han duplicado: de 271,4 millones en 2011-12 a 479,2 millones en 2017-2018, según las cuentas del CSD y la Liga.

Esta mejora de las cuentas ha permitido a los Clubes de fútbol reducir sus deudas, sobre todo con sus jugadores (en 2010-11 debían 89 millones a 341 futbolistas y en 2017-18 sólo debían a uno) y con Hacienda: si en 2013 debían al fisco 658 millones de euros, en 2015 debían 328, en 2018 sólo 89 millones y prevén que sean 54 millones en 2020. Eso sí, lo que han aumentado ha sido el resto de su endeudamiento, desde 3.887,9 millones en 2010-11 a 4.083,7 en 2016-17, según los datos del CSD. Una buena parte de esa deuda ha sido para pagar fichajes y obras de nuevos estadios, pero la Liga dice que los ratios de deuda son “asumibles” porque ahora los Clubes son solventes y pagan un 5% de interés mientras hace unos años pagaban el 10 o el 15% y apenas les prestaban. Y resaltan que están más capitalizados, porque los socios y propietarios les han inyectado capital estos años.

Esta reconversión y saneamiento del fútbol español le han permitido dar “un salto económico en Europa”, convirtiendo a la Liga en la 2ª competición más importante del continente: ya en la temporada 2016-2017, la Liga española (20 Clubes de 1ª división) superó en facturación (2.854 millones) a la Bundesliga alemana (2.793 millones) y estuvo  muy por delante de la Serie A italiana (2.075 millones) y la Liga 1 francesa (1.643 millones), aunque todavía muy lejos de la competición líder, la Premier League inglesa, que ingresa casi el doble (5.297 millones), según los datos del Annual Review of Football Finance 2018 de Deloitte. Y dos Clubes españoles están entre los tres mayores gigantes económicos del fútbol europeo: el Manchester City (676,3 millones ingresos), el Real Madrid (674,6 millones) y el Barça (648 millones), según el ranking de Deloitte 2017, donde hay 10 equipos británicos en el Top 20 de ingresos, 3 equipos españoles (el 13º, el Atlético de Madrid, con 900 millones), 3 alemanes, 3 italianos y un equipo francés.

Ahora, el gran objetivo de la Liga española es seguir creciendo y acercarse a la Premier inglesa. A corto plazo, quieren ingresar 4.500 millones esta temporada 2018-19, el doble que en 2011-2012. Y ganar cerca de 250 millones netos. Para ello, trabajan en dos frentes: conseguir más recursos de las retransmisiones deportivas, como hace la Premier inglesa (ingresa 5.000 millones por TV, frente a 3.421 la Liga) y aumentar la presencia de la Liga y el fútbol español en el mundo, siguiendo el modelo de la NBA (baloncesto USA). Y en el camino, atraer inversores al fútbol español, al calor de los éxitos deportivos (en las últimas 4 temporadas, se ha llevado todos los títulos europeos, salvo uno) y del saneamiento económico de los Clubes. De momento, ya hay 9 Clubes de fútbol en manos de extranjeros y se habla de que hay inversores interesados en comprar otros 8 equipos españoles: Betis, Sevilla, Getafe, Leganés, Alcorcón, Celta, Eibar y Zaragoza. Y al final, la Liga se guarda la gran jugada para 2020: que dos o tres Clubs de fútbol español salgan a Bolsa, donde ya cotizan hoy 22 Clubes de Inglaterra, Italia, Francia, Portugal, Alemania o Turquía.

El primer gran objetivo de los gestores de la Liga, los que han puesto orden en los Clubes (con el presidente Javier Tebas a la cabeza) es sacarle más dinero a las retransmisiones deportivas, en colaboración con las telecos, sobre todo Movistar y Orange, que saben que los españoles están dispuestos a pagar por ver más fútbol en TV. La Liga y las telecos saben que hay margen de ingresar más, porque en Reino Unido, un 70% de los telespectadores pagan por ver el fútbol en TV (20 millones de personas), mientras en España sólo lo hacen el 34% (6 millones). Y además, se dejan de ingresar 400 millones anuales por la piratería de partidos. Todo ello indica que los Clubes podrían recaudar, en unos años, hasta 2.500 millones anuales por TV en España y otros 1.000 millones en el extranjero. Para ello, la Liga  ya ha firmado acuerdos con Facebook (para emitir primero gratis los 380 partidos de la Liga en 8 paises del subcontinente indio) y con la multinacional USA Relevent, para promover la retransmisión de partidos del fútbol español en EEUU y Canadá. Y el mismo objetivo se persigue con el cambio de horarios para emitir la Liga en China, Japón, Norteamérica o Sudáfrica, a la vez que se ha renovado la técnica de las retransmisiones, ofreciendo repeticiones en 360º con tecnología 5k y vistas  aéreas (spidercam), para ofrecer los partidos como un gran espectáculo a los 2.600 millones que siguen el fútbol español en 186 paises.

El segundo gran objetivo es hacer del fútbol español una gran multinacional, ampliando su presencia en el mundo, donde  la Liga cuenta con 9 oficinas internacionales y 35 delegados. Intenta seguir el ejemplo de la NBA USA o la Premier inglesa, cuyos partidos y estrellas se conocen en todo el mundo, con partidos en otros paises (como el controvertido Girona-Barça en Miami, en enero), con partidos de otras Ligas en España (buscan que un equipo de Ecuador juegue un partido de su Liga en España, donde hay 150.000 ecuatorianos), creando franquicias de la Liga para jugar en otros paises, con mayor presencia en las redes sociales (ya hay 587 millones de seguidores de la Liga y sus clubes) y con más finales internacionales en España. Para ello, la Liga está animando a los Clubes a renovar sus estadios (nuevo Anoeta en 2019, Bernabéu 2020 o nuevo Barça 2021, tras el nuevo Power Stadium del Español en 2009, San Mamés 2013 o Balaidos y Benito Villamarín 2017), para hacerlos protagonistas del fútbol mundial, como el Wanda Metropolitano, que acogerá la final de la Champions 2019.

En definitiva, que el fútbol español ha conseguido salir del pozo de las pérdidas y las suspensiones de pagos y convertirse en cinco años en una potente multinacional, el primer vendedor en el mundo de la “marca España”. Pero ojo, no hay que dormirse en los laureles. Porque todavía hay riesgos, como el elevado endeudamiento y el riesgo de “burbuja”, propiciado por el aluvión de inversores extranjeros (árabes, rusos, chinos y norteamericanos), que buscan hacer dinero rápido con el fútbol. Y además, el mercado del fútbol mundial es “tremendamente especulativo”, como acaba de denunciar la propia FIFA, en un informe presentado en septiembre, donde habla de “gastos desmesurados en fichajes” (222 millones el traspaso de Neymar al PSG en 2017), exceso de jugadores cedidos, excesivo papel de los agentes (que han duplicado sus ganancias: 425 millones de euros) y, sobre todo, “una falta de transparencia del mercado”. Por ello, la FIFA ha anunciado un Plan a dos o tres años, para controlar sueldos, traspasos, agentes y las cuentas de los Clubes de fútbol en el mundo, con el objetivo de “devolver al fútbol la pureza y la transparencia perdida” (textual).

Es un buen intento, aunque alrededor del fútbol y la FIFA se mueven intereses millonarios y muy poderosos. Pero ese es el camino: controlar el crecimiento del gigante, a nivel español, europeo y mundial, para que no crezca la burbuja especulativa y nos explote encima. Y en paralelo, conseguir que esos beneficios del fútbol espectáculo se trasladen al deporte de a pié y los impuestos que paga (1.300 millones de euros en 2018) sirvan en parte para ayudar a que la mayoría de jóvenes puedan jugar al fútbol y practicar  otros deportes, en un país cada vez más sedentario y asfixiado por móviles y videojuegos. ¡Viva el fútbol español!, líder mundial y con las cuentas bastante saneadas, pero sobre todo, ¡viva el deporte!