El futbol español emprende una nueva temporada con unas cuentas bastante saneadas, tras años de
pérdidas: en 2017-2018, los 42 Clubes de 1ª y 2ª ganaron 220 millones de euros y facturaron 4.000 millones, casi el doble que en 2010-2011. Aún están
muy endeudados, por el gasto en
jugadores y estadios, pero apenas deben a
Hacienda. La Liga ya es la 2ª de Europa que más factura, tras
la inglesa, y una gran multinacional, que capta seguidores e ingresos en
Asia, América y todo el mundo. La clave es la
TV, los ingresos por retransmitir partidos, que se han duplicado, junto a
los ingresos comerciales, mientras se estancan las entradas. La Liga quiere
facturar 4.500 millones esta temporada y que varios Clubes salgan en Bolsa en 2020, mientras otros los compran inversores internacionales. El fútbol es una
máquina de hacer dinero y hay quien teme
una “burbuja”, por lo que la FIFA quiere poner orden. Negocio sí,
pero con control y sin olvidar el deporte
de a pie.
El año 2012 fue el peor de la crisis en España, para todo el mundo y también para el fútbol, que llevaba con pérdidas año tras año desde 1999. Y aunque éramos una potencia futbolística, que había ganado el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012, el fútbol español era “un gigante con pies de barro”: 32 Clubes entraron en suspensión de pagos entre 2003 y 2012 y otros desaparecieron, mientras las pérdidas alcanzaban los -208,9 millones de euros en la temporada 2010-2011. Y todo ello, en un contexto donde la mitad de los Clubes de fútbol europeos perdían dinero, lo que había obligado a la UEFA, en 2010, a aprobar un Plan de ajuste, el Fair Play Financiero, para forzar a los equipos europeos a sanear sus deterioradas cuentas.
enrique ortega |
El año 2012 fue el peor de la crisis en España, para todo el mundo y también para el fútbol, que llevaba con pérdidas año tras año desde 1999. Y aunque éramos una potencia futbolística, que había ganado el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012, el fútbol español era “un gigante con pies de barro”: 32 Clubes entraron en suspensión de pagos entre 2003 y 2012 y otros desaparecieron, mientras las pérdidas alcanzaban los -208,9 millones de euros en la temporada 2010-2011. Y todo ello, en un contexto donde la mitad de los Clubes de fútbol europeos perdían dinero, lo que había obligado a la UEFA, en 2010, a aprobar un Plan de ajuste, el Fair Play Financiero, para forzar a los equipos europeos a sanear sus deterioradas cuentas.
La UEFA obligaba a tomar medidas y el Gobierno Rajoy no quiso que el fútbol se le cayese encima, como la banca o muchas
empresas. Y así, forzó, el 25 de abril de
2012, la firma de un Protocolo entre la Liga de Fútbol Profesional
(LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD) para forzar a los Clubes de fútbol a
ajustar sus cuentas, buscando que recortaran gastos y aumentaran
ingresos. Desde entonces, los Clubes de 1ª y 2ª división están obligados a
enviar cada año, antes del comienzo de la
temporada, sus Presupuestos, con
un listón máximo de gasto en sueldos (el 70% de los ingresos) y una previsión de ingresos y deuda. Y
después, durante el año y al final de la temporada, cada Club ha de presentar
sus cuentas al Comité de control de la Liga, creado en 2013, que ha controlado estos años temas
como gastos, sueldos, fichajes, traspasos, endeudamiento y fuentes de ingresos de los Clubes de 1ª y 2ª división.
Al final, el Plan de ajuste del fútbol español ha tenido éxito: los ingresos de los 42 Clubes de 1ª (20) y
2ª división (22) alcanzaron la pasada temporada 2017-2018 los 4.000 millones de euros, casi
el doble de facturación que 6 años antes (2.228,8 millones en
2011-2012). Y las pérdidas (- 483,8
millones en 2002/2003 y -208,9 millones en 2010-2011) se han transformado en beneficios,
desde la temporada 2012-2013 (+106 millones), alcanzando un beneficio neto de 220 millones de euros en la temporada 2017-2018, según la Liga. Eso sí, todavía estos beneficios los consiguen con “ingresos extraordinarios”, no con su actividad “habitual”
sino con lo que ingresan por traspaso de jugadores. De no ser por estos “ingresos
extras”, los Clubes tendrían todavía pérdidas de explotación, -164 millones en
la temporada 2016-17, según el último balance oficial publicado por el Consejo Superior de Deportes
(CSD).
Pero al final, con los
traspasos, los equipos españoles ganan dinero, que es lo importante. Y lo
han conseguido porque han ajustado sus
costes (sobre todo los salarios
de jugadores y plantilla, el 65% del
gasto total) y, básicamente, porque han
duplicado sus ingresos, gracias sobre todo a la TV: la recaudación de los Clubes por las retransmisiones de
partidos ha pasado de 728,7 millones en la temporada 2011-12 a 1.387,5 millones en 2016-2017 (un 40% de todos sus ingresos), que además
se reparten de una manera más equitativa desde la aprobación de un decreto por
el Gobierno en 2015. Y en los próximos tres años (a partir de 2019), la recaudación de la Liga por
retransmisión de partidos será de 3.900 millones, más otros 1.000 millones más
por venta de derechos audiovisuales en el extranjero.
La segunda
fuente de ingresos del fútbol español, tras la TV, son los ingresos por partidos, que han
pasado de 599 millones en 2011-12 a 746,6 en 2016-17. Pero este ingreso está
estancado, debido a que los españoles van
poco a los estadios (sólo el 71% se ocupa, frente al 96% en Reino Unido o
el 91% en Alemania, según Deloitte) y los espectadores apenas suben de los 14 millones en las dos
últimas temporadas, quizás por el alto
precio de las entradas (en España, las segundas más caras de Europa, tras
Reino Unido). El tercer renglón de ingresos, los
comerciales, han pegado un gran salto, de 407 millones en 2011-12 a 622,3
millones en 2016-17, lo mismo que el quinto
ingreso, los ingresos por publicidad
y patrocinio, que han pasado de 84,5
a 117,9 millones. Y ambas partidas son
las más importantes en los grandes equipos, que aumentan cada año lo que consiguen de las
multinacionales de la ropa deportiva, patrocinio en las camisetas, acuerdos con
casas de apuestas o con el nombre de los estadios
(añadir Wanda al Metropolitano le supone 5 millones anuales al Atlético de
Madrid). Y no hay que olvidar la cuarta
fuente de ingresos, los traspasos,
que se han duplicado: de 271,4 millones en 2011-12 a 479,2 millones en
2017-2018, según las cuentas del CSD y la Liga.
Esta mejora de las cuentas ha permitido a los Clubes de
fútbol reducir sus deudas, sobre
todo con
sus jugadores (en 2010-11 debían 89 millones a 341 futbolistas y en
2017-18 sólo debían a uno) y con
Hacienda: si en 2013 debían al fisco 658
millones de euros, en 2015 debían 328, en 2018 sólo 89 millones y prevén que sean 54 millones en 2020. Eso sí, lo que
han aumentado ha sido el resto de su endeudamiento, desde
3.887,9 millones en 2010-11 a 4.083,7 en 2016-17, según los datos del CSD. Una buena parte de esa deuda ha sido para pagar fichajes y obras de nuevos
estadios, pero la Liga dice que los ratios de deuda
son “asumibles” porque ahora los Clubes son
solventes y pagan un 5% de interés mientras hace unos años pagaban el 10 o el
15% y apenas les prestaban. Y resaltan que están
más capitalizados, porque los socios y propietarios les han inyectado capital
estos años.
Esta reconversión y saneamiento del fútbol español le han permitido dar “un salto económico en Europa”,
convirtiendo a la Liga en la 2ª competición más importante del
continente: ya en la temporada 2016-2017, la Liga española (20 Clubes de 1ª división) superó en facturación (2.854 millones) a la Bundesliga alemana (2.793 millones) y estuvo muy por delante de la Serie A italiana (2.075 millones) y la Liga 1 francesa (1.643 millones), aunque todavía muy lejos de la
competición líder, la Premier League
inglesa, que ingresa casi el doble (5.297 millones), según los datos del Annual Review of Football Finance 2018 de Deloitte. Y dos Clubes españoles están entre los tres mayores gigantes económicos
del fútbol europeo: el Manchester City (676,3 millones ingresos), el Real Madrid (674,6 millones) y el Barça (648 millones), según el ranking de Deloitte 2017, donde hay 10 equipos británicos en el Top 20 de ingresos, 3 equipos españoles
(el 13º, el Atlético de Madrid, con 900 millones), 3 alemanes, 3 italianos y
un equipo francés.
Ahora, el gran objetivo de la Liga española es seguir creciendo y acercarse a la Premier
inglesa. A corto plazo, quieren ingresar 4.500 millones esta temporada 2018-19, el doble que en 2011-2012. Y
ganar cerca de 250 millones netos.
Para ello, trabajan en dos frentes:
conseguir más recursos de las retransmisiones deportivas, como hace la
Premier inglesa (ingresa 5.000 millones por TV, frente a 3.421 la Liga) y aumentar
la presencia de la Liga y el fútbol español en el mundo, siguiendo el
modelo de la NBA (baloncesto USA). Y en el camino, atraer inversores al fútbol español, al calor de los éxitos deportivos (en las últimas 4 temporadas, se ha llevado todos los títulos
europeos, salvo uno) y del saneamiento económico de los Clubes. De momento, ya hay 9 Clubes de fútbol en manos de extranjeros y se habla de que hay inversores
interesados en comprar
otros 8 equipos españoles: Betis,
Sevilla, Getafe, Leganés, Alcorcón, Celta, Eibar y Zaragoza. Y al final, la
Liga se guarda la gran jugada para 2020:
que dos o tres Clubs de fútbol español salgan a Bolsa, donde ya cotizan hoy 22 Clubes de Inglaterra, Italia, Francia,
Portugal, Alemania o Turquía.
El primer gran
objetivo de los gestores de la Liga, los que han puesto orden en los Clubes
(con el presidente Javier Tebas a la cabeza) es sacarle más dinero a las retransmisiones deportivas, en colaboración con
las telecos, sobre todo Movistar y Orange, que saben que los españoles están
dispuestos a pagar por ver más fútbol en TV. La Liga y las telecos saben que hay margen de ingresar más, porque en Reino Unido, un 70% de los telespectadores
pagan por ver el fútbol en TV (20 millones de personas), mientras en España
sólo lo hacen el 34% (6 millones). Y además, se dejan de ingresar 400 millones
anuales por la piratería de
partidos. Todo ello indica que los Clubes podrían recaudar, en unos años, hasta
2.500 millones anuales por TV en España y otros 1.000 millones en el
extranjero. Para ello, la Liga ya ha firmado acuerdos con Facebook
(para emitir primero gratis los 380 partidos de la Liga en 8 paises del subcontinente
indio) y con la multinacional USA Relevent,
para promover la retransmisión de partidos del fútbol español en EEUU y Canadá.
Y el mismo objetivo se persigue con el cambio
de horarios para emitir la Liga en China, Japón, Norteamérica o Sudáfrica,
a la vez que se ha renovado la técnica
de las retransmisiones, ofreciendo repeticiones en 360º con tecnología 5k y
vistas aéreas (spidercam), para ofrecer los partidos como un gran espectáculo a
los 2.600 millones que siguen el fútbol
español en 186 paises.
El segundo gran objetivo es hacer del fútbol español una gran multinacional, ampliando su presencia en el mundo, donde la Liga
cuenta con 9 oficinas internacionales y 35 delegados. Intenta seguir el ejemplo de la NBA USA o la Premier
inglesa, cuyos partidos y estrellas se conocen en todo el mundo, con partidos en otros paises (como el controvertido Girona-Barça en Miami, en enero), con partidos de otras Ligas en España (buscan que un
equipo de Ecuador juegue un partido de su Liga en España, donde hay 150.000
ecuatorianos), creando franquicias de la
Liga para jugar en otros paises, con mayor presencia en las redes sociales (ya hay
587 millones de seguidores de la Liga y sus clubes) y con más finales internacionales en España. Para
ello, la Liga está animando a los Clubes a renovar sus estadios (nuevo Anoeta en 2019, Bernabéu 2020 o nuevo Barça 2021, tras
el nuevo Power Stadium del Español en 2009, San Mamés 2013 o Balaidos y Benito
Villamarín 2017), para hacerlos
protagonistas del fútbol mundial, como el Wanda Metropolitano, que acogerá
la final de la Champions 2019.
En definitiva, que el fútbol
español ha conseguido salir del pozo de las pérdidas y las suspensiones de
pagos y convertirse en cinco años en una
potente multinacional, el primer vendedor en el mundo de la “marca España”. Pero ojo, no hay que dormirse en los laureles. Porque todavía
hay riesgos, como el elevado endeudamiento y el riesgo de “burbuja”,
propiciado por el aluvión de inversores extranjeros (árabes, rusos, chinos y
norteamericanos), que buscan hacer dinero rápido con el fútbol. Y además, el mercado del fútbol mundial es “tremendamente
especulativo”, como acaba de denunciar la propia FIFA, en un informe presentado en septiembre, donde
habla de “gastos desmesurados en fichajes”
(222 millones el traspaso de Neymar al PSG en 2017), exceso de jugadores
cedidos, excesivo papel de los agentes (que han duplicado sus ganancias: 425
millones de euros) y, sobre todo, “una
falta de transparencia del mercado”. Por ello, la FIFA ha anunciado un Plan a dos o tres años, para controlar sueldos, traspasos,
agentes y las cuentas de los Clubes de fútbol en el mundo, con el objetivo de “devolver al fútbol la pureza y la
transparencia perdida” (textual).
Es un buen intento, aunque alrededor del fútbol y la FIFA se
mueven intereses millonarios y muy poderosos. Pero ese es el camino: controlar
el crecimiento del gigante, a nivel español, europeo y mundial, para
que no crezca la burbuja especulativa y nos explote encima. Y en
paralelo, conseguir que esos beneficios del fútbol espectáculo se trasladen al
deporte de a pié y los impuestos que paga (1.300 millones de euros en 2018) sirvan en parte para ayudar a que la mayoría de
jóvenes puedan jugar al fútbol y practicar otros deportes, en un país cada vez más
sedentario y asfixiado por móviles y videojuegos. ¡Viva el fútbol español!, líder mundial y con las cuentas bastante saneadas,
pero sobre todo, ¡viva el deporte!
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