lunes, 28 de diciembre de 2020

La pandemia estalla la "burbuja" del fútbol


El coronavirus afecta a todos, también al fútbol, que está especialmente impactado por el cierre de los estadios al público desde marzo. Los Clubes españoles ya han perdido 700 millones la pasada temporada y esta pueden perder más, lo que les ha obligado a solicitar ERTEs, recortar salarios, vender jugadores y no hacer fichajes millonarios. También a pedir créditos del ICO y a que 17 Clubes de 1ª División busquen ahora desesperadamente financiación y capital. La pandemia ha estallado la “burbuja” millonaria del fútbol y hay varios Clubes en apuros, en 1ª y 2ª División, alguno al borde de suspender pagos, como ya pasó entre 2003 y 2013 (entraron en concurso 32 equipos) . Por eso, presionaban al Gobierno para que permitiera público en los estadios en enero. Pero ahora, con la 3ª ola de contagios, parece imposible. Urge aprovechar la pandemia para reforzar el escaso capital de los Clubes, reducir su endeudamiento y obligarles a sanearse. Para que no tengamos que rescatarles.

Antes de la pandemia, el fútbol español trataba de consolidar su saneamiento económico, impuesto por el Gobierno en 2013, tras la entrada en concurso de acreedores de 32 Clubes (desde 2003). La vigilancia de las cuentas y el control de gastos e ingresos, desde el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) parecían dar sus frutos. Así, las últimas cuentas publicadas, las de la temporada 2018-2019, revelan unos beneficios de 227,18 millones de euros entre la 1ª División (+227,54 millones los 20 Clubes) y la 2ª (+362.112 euros entre los 22 Clubes). Era la 7ª temporada consecutiva en que el fútbol español tenía beneficios y la primera temporada en que todos los equipos de 1ª División tenían beneficios, aunque 6 equipos de 2ª todavía daban pérdidas.

Pero ojo, estos beneficios contables del fútbol español de élite (el resto de equipos, al margen de 1ª y 2ª, siguen perdiendo dinero) esconden un hecho: los principales Clubes de fútbol tienen realmente pérdidas operativas, concretamente pierden -495 millones de euros en su “resultado ordinario” (ingresos ordinarios-gastos ordinarios). Y si acaban teniendo beneficios contables, es porque tienen “ingresos extraordinarios” (845,8 millones, el 18,3% de todos sus ingresos), que son básicamente ingresos por venta de jugadores, lo que les permite tener beneficios, no su actividad habitual.  En el día a día, la clave de los ingresos ordinarios son los derechos de TV (37,2% de los ingresos totales), que aumentan para la mayoría desde que se reparten de manera centralizada (desde 2015), los ingresos de taquilla y abonados (el 20% de los ingresos), los ingresos por publicidad y comercialización (el 19,3%) y otros ingresos (5%), donde pesan sobre todo los ingresos por cesiones de jugadores. Al mirar los gastos, dos tercios se los lleva pagar sueldos a los jugadores y plantilla (67,1%), otro buen pellizco las amortizaciones (16%), sobre todo de jugadores, otros gastos (compra de jugadores) y pagar intereses (98 millones anuales).

Aunque los grandes Clubes de 1ª y 2ª están más saneados, son unos “gigantes con pies de barro”, que presentan tres problemas de fondo que serían “mortales” en cualquier empresa. Uno, que están muy endeudados: su deuda total era de 5.069 millones de euros en 2019, aumentando un +16,1% (por tercer año consecutivo): tienen más deuda que ingresos (4.609 millones) y una buena parte es a corto plazo. Dos, que apenas tienen capital, “cimientos” con los que afrontar esa deuda y posibles problemas: su patrimonio supone el 25,5% de lo que deben (su pasivo), según las cuentas 2018 de la LFP. Y tercer problema, que “viven al día”, apenas tienen recursos cada mes para cubrir sus obligaciones más inmediatas. Y así, van pagando lo que deben con dinero recurrente que les va a llegar la próxima temporada, adelantando ingresos de TV o abonos para pagar créditos y compromisos inmediatos. Es lo que los economistas llaman “Fondo de maniobra”, la diferencia entre el activo corriente (derechos de cobro y tesorería a menos de 1 año) y el pasivo corriente (créditos y pagos a menos de 1 año). Y los 42 Clubes de fútbol de 1ª y 2ª tienen un Fondo de maniobra negativo año tras año (-904,92 millones en la temporada 2018-19).

Esto significa que van tapando agujeros mes a mes y cubriendo gastos a corto con ingresos a corto de hoy y de los próximos meses. Y endeudándose para suplir desfases temporales de ingresos o para construir macro estadios (Madrid, Barca o Real Sociedad). Es como “andar en bici”: no pueden dejar de pedalear, porque si se paran se caen. Y es lo que les ha pasado con la pandemia: les han caído drásticamente sus ingresos, sobre todo la recaudación por taquilla y abonos (20% ingresos) y por publicidad, patrocinios y ventas de camisetas (19,3% de sus ingresos). Y como no han podido recortar tanto sus gastos, sobre todo de personal y financieros, pues sus cuentas se han resentido a fondo.

El problema lo ha sufrido todo el fútbol europeo, cuyas cuentas eran también una “burbuja” millonaria como la del fútbol español. La COVID 19 ha podido generar al fútbol europeo unos 4.000 millones de pérdidas en la temporada 2019-2020, según la consultora Deloitte, de ellos 1.100 millones a los Clubes de la Premier League británica (la líder en facturación: 5.900 millones de euros en 2018-19) y otros 700 millones de pérdidas a LaLiga española (la 2ª que más factura en Europa, 3.400 millones en 2018-2019). Y Deutsche Bank estima que la pérdida de ingresos de los grandes Clubes europeos oscilará entre el -13% y el 30%. En España, el Real Madrid ha notificado una pérdida de ingresos de -107 millones la pasada temporada (-13%) y en el caso del Barça podrían ser -313 millones (-30%), más unos -75 millones de pérdidas (-29%) en el Atlético de Madrid.

La pérdida de ingresos de los Clubes de fútbol por la pandemia se ha concentrado en dos partidas: la recaudación por entradas y abonos y los ingresos comerciales y publicitarios. Los estadios de fútbol están cerrados al público desde el 7/8 de marzo y eso podría suponer unos 300 millones de pérdida de ingresos la pasada temporada. El Madrid, por ejemplo, ha ingresado por entradas y abonos 9,5 millones, frente a los 172 que ingresa normalmente. Y cada partido sin público en el Bernabéu son 4 millones perdidos. La otra importante pérdida de ingresos ha venido por la suspensión de patrocinios y el cierre temporal de tiendas y museos, lo que ha desplomado la venta de camisetas y recuerdos. También ha sido difícil ingresar con la venta de jugadores. Y los ingresos por TV también caían ligeramente a finales de junio (por suspensiones de partidos y cambios), aunque al final estos ingresos claves (37,2% del total) han crecido un 0,2% gracias a que la pasada temporada se amplió a julio.

Con esta caída drástica de ingresos, del -20 al -30%, los Clubes de fútbol y la LFP crearon un “Comité de crisis” para poner en marcha un Plan de ajuste en marzo de 2020, actuando en varios frentes. El primero y fundamental, negociando con el Gobierno y los bancos un paquete de créditos ICO de 600 millones de euros, con la garantía del Estado (o sea de todos los españoles). Los mayores créditos se adjudicaron al Real Madrid y al Barça (100 millones cada uno), repartiéndose el resto entre los Clubes que lo solicitaron (40 millones el Betis). Y además, varios Clubes solicitaron préstamos a Fondos de capital riesgo internacionales y nacionales (como el fondo 23 Capital, con sede en Barcelona, que aportó 60 millones al Atlético de Madrid y que antes había financiado al Madrid y al Barça).

La segunda vía de escape fue solicitar un ERTE para las plantillas de los Clubes de fútbol, como hicieron tantas empresas (llegó a haber 3,57 millones de trabajadores en ERTEs en marzo). En principio, hicieron un ERTE 7 Clubes de 1ª División (Barça, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia, Alavés, Espanyol y Osasuna)  y 10 de 2ª División, más otros 41 Clubes de 2ªB y muchos más en 3ª División. En paralelo, los Clubes pidieron a sus jugadores que se bajaran los sueldos, lo que hicieron finalmente (no sin resistencia y polémica), entre un -10% el Madrid y hasta un -70% algunos en el Barça.

La cuarta vía de recortes fueron los fichajes de verano: este gasto cayó de los 1.291 millones invertidos en fichajes por los grandes Clubes españoles en el verano de 2019 a los 438 millones gastados este verano del 2020 (-66%), según la LFP. Un tercio de gasto en fichajes, lo que convierte a la Liga española en la más “austera” en fichajes de las grandes Ligas europeas: la Premier League gastó 1.370 millones (-12,2%), la Serie A italiana 762 millones (-35,9%), LA Ligue 1 francesa 428 millones (-40%) y la Bundesliga alemana 320 millones (-57%), según el portal especializado Transfermark. Y además, en la Liga española hubo más ventas que compras, con lo que los fichajes se han convertido en una fuente extra de ingresos contra la crisis, sobre todo en el Real Madrid (+98 millones de saldo), el Barça (+2,5 millones) y el Valencia (obligado a vender a 2 de sus mejores jugadores, Rodrigo y Ferrán Torres, por 55 millones que necesitaban para no suspender pagos).

Con este Plan de ajustes, los Clubes de 1ª y 2ª han conseguido salir a flote la pasada temporada y no presentar pérdidas, aunque para ello han recurrido en muchos casos a una “trampa contable”, denunciada por la consultora Ernest&Young, que audita a la mayoría de Clubes: ha advertido que varias entidades han recurrido a imputar los ingresos del mes de julio (se amplió la competición) a las cuentas de la temporada 2019-2020, que siempre se cierran en junio. Con ello, varios Clubes, como el Betis, han conseguido evitar las pérdidas y verse forzados a entrar en concurso de acreedores.

Por si la pandemia no fuera preocupante para el fútbol, la 2ª y 3ª ola han dado el jaque a sus cuentas, porque llevan ya 4 meses de esta nueva temporada con los estadios cerrados y no se van a abrir en enero, como pensaban. Los dirigentes de LaLiga ya han advertido que la caída de ingresos seguirá y se agravará esta temporada (-40%), por lo que han aprobado unos nuevos límites en el gasto salarial, muy drásticos, pensando en la inevitable nueva caída de ingresos: irán desde el -43% del Barça (podrán gastar en sueldos 382,72 millones en vez de los 671,43 millones de la temporada anterior) al -39% del Valencia, el -31% del Levante, el -29% del Betis, el -28% del Atlético de Madrid, el -27% del Real Madrid, el -13% del Alavés o el -10% del Eibar. Topes de gasto salarial que anuncian nuevos recortes de sueldos, ya pactados con los jugadores del Barça (-122 millones) y el Madrid (-60 millones).

Pero si la pandemia se mantiene y el grueso de las vacunas no se aplican hasta junio o julio, esta temporada está también medio perdida para los Clubes. Por eso, preocupa seriamente que algunos no aguanten y entren en suspensión de pagos. De hecho, ya se ha publicado que 17 de los 20 Clubes de 1ª División buscan ´nueva financiación para sobrevivir, tanteando a Fondos de capital riesgo para que les presten e incluso entren en su capital (mucho Clubes de fútbol europeos ya han sufrido años atrás la entrada de inversores extranjeros, rusos y árabes, sobre todo). El problema para muchos es que están muy endeudados y algunos han multiplicado su deuda para financiar nuevos estadios (como el Madrid, el Barça o la Real Sociedad) y la mayoría (no el Real Madrid) andan escasos de capital y asfixiados por los pagos a corto. Los que parecen en peor situación financiera son el Valencia o el Betis, sin olvidar al Barça y al Atlético de Madrid.

Esta preocupante situación económica de los grandes Clubes de fútbol (los pequeños están peor) es la que ha movido a la LaLiga a presionar al CSD y al Gobierno para que autoricen la entrada de público en los estadios: “si no, no sabemos qué puede pasar”. Pensaban que se lo iban a autorizar en enero, como han hecho la mayoría de Gobiernos europeos con otras Ligas. Pero la 2ª ola de la pandemia, y más esta 3ª ola, alejan al público de los estadios de momento (por puro sentido común). Pero si la curva de contagios y muertes no baja, pueden llegar en unas semanas o meses las primeras suspensiones de pagos y concursos de acreedores, como ya pasó de 2003 a 2012 (32 Clubes lo hicieron).Y entonces, se redoblarán las presiones para abrir los estadios y aprobar rescates a los Clubes.

Al final, la pandemia ha revelado las debilidades financieras del fútbol, igual que ha hecho con las debilidades de nuestra economía. Se ha visto claramente como se ha ido creando una “burbuja” financiera, a golpe de inversiones y fichajes, un gigante con pies de barro que no tiene cimientos sólidos de capital, ni una firme estructura empresarial detrás, que se va sosteniendo en el día a día solapando pagos e ingresos y que entra en crisis cuando el mecanismo se para y se frenan drásticamente los ingresos. Hay que aprovechar la pandemia para replantearse el futuro del fútbol profesional, sobre unas bases más sólidas y menos gigantistas, por el camino contrario del que plantea Florentino Pérez (una Superliga europea para los grandes Clubes del continente, una “huida hacia adelante”). Hay que aprovechar la pandemia para ajustar el fútbol español y sanear de verdad sus cuentas, huyendo de construir Clubes gigantes que son peligrosas burbujas. Porque si no, en esta o en la siguiente crisis, estallarán en medio de problemas. Y tendremos que rescatarlos.

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