lunes, 19 de diciembre de 2016

España: drogas y alcohol en exceso


Estas fiestas aumentan el consumo de alcohol y drogas, sobre todo entre jóvenes. Algo que por desgracia sucede todo el año, porque los españoles han aumentado su consumo de alcohol y sobre todo drogas: ya gastan en narcóticos más que en alcohol, según el INE. Y España es el 2º consumidor de Europa de cocaína, el 5º de cannabis y el 6º de éxtasis y anfetaminas, además de ser líder en incautaciones de droga. El consumo ha crecido entre los jóvenes, incluidos adolescentes, y por eso 1 de cada 3 conductores dio positivo en los controles de drogas en 2015. Pero el mayor problema lo tenemos en el alcohol entre los jóvenes, incluidos niños de 12 años que mueren por coma etílico o acaban en urgencias (5.000 en 2015). El Gobierno promete una Ley contra el alcohol en la infancia, pero urge tomar más medidas contra el consumo creciente de drogas y alcohol (subiendo impuestos: es el 5º país más barato de Europa), que hunden nuestra sociedad. No lo permitamos.

enrique ortega

Esta larga crisis ha aumentado el consumo de alcohol y drogas en España, que ya antes era elevado. Y sobre todo, ha aumentado el consumo de drogas. Los españoles ya gastan en drogas más que en alcohol: 6.004 millones en 2015 gastados en narcóticos, frente a 5.131 gastados en bebidas alcohólicas, un 1% del gasto total de los hogares, según los datos del INE, que ha evaluado por primera vez el alcance económico de las drogas en España. El consumo de las principales drogas (cannabis, cocaína, anfetaminas, éxtasis) cayó ligeramente entre 2007 y 2013, pero se ha recuperado en los dos últimos años, lo mismo que el consumo de alcohol, que consumen ya el 80% de los españoles.

El consumo de drogas es un grave problema en toda Europa, donde la droga movía en 2014 entre 21.000 y 31.000 millones de euros, según datos de Europol, que advierte sobre el creciente poder y sofisticación de las mafias de la droga. Un negocio boyante que aumenta porque  el 1% de los adultos europeos (5 millones de personas) consume cannabis (marihuana) a diario y un 6,6% en el último año, a que 1,1% de europeos consumió cocaína en el último año (5,5 millones de personas)  un 0,8% éxtasis, un 0,5% anfetaminas y un 3% las nuevas sustancias psicotrópicas, según el Informe europeo sobre drogas 2016. Porcentajes que se duplican en el caso de los europeos jóvenes, de 15 a 34 años. Y casi la cuarta parte de los europeos han probado alguna droga ilegal en algún momento de su vida.

En Europa, la droga más vendida es el cannabis (9.300 millones de euros, el 38% del mercado), seguida de la heroína (28% del mercado, con 6.800 millones), la cocaína (26% de las ventas de droga, con 5.700 millones), las anfetaminas (8% mercado, con 1.800 millones) y el éxtasis (MDMA), con un 3% del mercado (700 millones en ventas). Sin embargo, cara al futuro,  las autoridades europeas están muy preocupadas por el auge de las “drogas de diseño”, éxtasis y “pastillas de mil colores”, drogas sintéticas muy dañinas y baratas, que se elaboran en Europa, en paises del Este, Holanda y Bélgica. Y cuya venta se multiplica por Internet, gracias a redes que venden con sistemas encriptados de muy difícil control por las autoridades.

España es uno de los paises europeos destacados en el consumo de droga, después de ser líder en incautaciones de drogas, junto a Reino Unido, por nuestra situación de puerta de entrada a Europa. Somos el 2º país consumidor de cocaína: un 10,3% de españoles la ha probado alguna vez y el 3,3% en el último año, sólo por detrás de Reino Unido (4,2%) y por delante de Francia (3,3%), Holanda (3%) o Italia (1,8%), según datos de 2014 del Informe europeo de Drogas 2016. En cannabis, España es el 5º consumidor europeo, con un 17% de españoles que han consumido en el último año, por detrás de República Checa (23,9%), Francia (22,1%), Italia (19%) y Dinamarca (17,6%). En anfetaminas, somos el 6º país consumidor: un 1,2% de españoles el último año, por detrás de Holanda (2,9%), República Checa (2,3%), Alemania (1,8%), Dinamarca (1,4%) y Suecia (1,3%). En éxtasis (MDMA), España es el 6º país con más consumo: lo consumieron el 1,5% de españoles en el último año, tras Holanda (5,5%), República Checa (3,6%), Reino Unido (3,5%), Italia (2,9%) y  Francia (2,3%). Y por último, en heroína y opiáceos de alto riesgo, España baja al lugar 13º del ranking europeo, con 1.6-2,5 casos por 1.000 habitantes, menos del 4 por 1000 de media en Europa.

Al final, las drogas, además de estar relacionadas con múltiples delitos (1 millón al año en Europa) y causar numerosas enfermedades y gastos sanitarios, provoca también muertes: 6.800 muertes en Europa en 2014, de las que 402 fueron en España, según los datos del Observatorio Europeo de Drogas. En el  ranking de muertes por drogas, España ocupa el lugar nº 12, con 13 muertes por millón de habitantes (15-64 años), por debajo de la media europea (19,2 muertes por millón) y detrás de los paises líderes: Estonia (113 muertes por millón), Irlanda, Suecia y los paises nórdicos más Reino Unido (56 muertes por millón).

En España, el problema de las drogas se está agravando entre los jóvenes e incluso entre los adolescentes. Y es que 2 de cada 10 jóvenes de 15 a 24 años (un 20%) han consumido cannabis en el último año, según la Encuesta EDADES 2013 del Observatorio Español de Droga (OEDT). Y hay 687.233 personas de 15 a 64 años que hacen un consumo problemático de cannabis, el 2% de la población y el 25% de los que consumieron en el último año. En el consumo de cocaína, 92.406 personas tenían un consumo de riesgo (ojo: en 2013, ahora serán más) y 168.677 empezaron a consumir cocaína ese año 2013, más que los que empezaron a fumar tabaco (142.882). Y el 4% de la población española adulta consume anfetaminas (1,2 millones de personas), un 1% cada día (casi 300.000). O el 0,7% que consume “pastillas de colores”, varias a la vez y mezcladas con cannabis y alcohol.

El problema más grave es que cada vez se empieza antes a fumar cannabis (19 años) y a consumir cocaína (19 años), con lo que la droga está llegando a los adolescentes. Así, un 27% de los jóvenes de 14 a 18 años (¡son 600.000¡) probaron el cannabis en el último año y un 3% lo consumen cada día (¡son 66.000¡ ). Un 2,5% de adolescentes (14-18 años) probaron la cocaína en el último año (¡son 55.000¡) y un 1,5% (33.000) en el último mes. Y un  2 % (44.000) han consumido anfetaminas en el último año y otro 3% (¡son 66.000¡) éxtasis, una droga que crece entre los adolescentes (el 1,4%, unos 30.000 han tomado alguna vez “spice”), según el Observatorio español de la Droga. Y para redondear este preocupante panorama, el 0,7% de los adolescentes ((¡15.400 de 14-18 años¡) han probado en el último año heroína.

Este auge de la droga en España y sobre todo entre los jóvenes se está notando en las calles, en los centros de enseñanza, en los trabajos y en la carretera, donde los controles de Tráfico cada vez cazan a más conductores drogados. Así, en 2015, un 33% de los conductores dio positivo en los 76.040 controles de drogas hechos por la DGT, que detecta cada día más de 100 conductores que han consumido drogas, generalmente hombres menores de 35 años, poli consumidores (cannabis más coca y alcohol). Un consumo de estupefacientes que entorpece la conducción y provoca accidentes y muertes. De hecho, de las 4.267 muertes por accidentes de tráfico entre 2012 y 2015, un 16% habían consumido drogas. Y de los peatones muertos, 1 de cada 10 había consumido drogas.

Si las drogas son una plaga en Europa y en España, el consumo de alcohol también crece, ayudado por la crisis : si en 2007 consumían alcohol el 72,9% de los españoles, en 2013 lo hacían ya el 78,3% (y habrá crecido después), según la última Encuesta EDADES, un 14,3% más que en 1995, un consumo de alcohol en la media de Europa (11,2 litros de alcohol per cápita, según la OMS, entre los 12,3 litros de Finlandia o los 11,8 de Alemania y los 6,7 litros de Italia). En España hay 1.600.000 personas de 15 a 64 años que tienen un consumo de alcohol de riesgo (1.300.000 hombres y 300.000 mujeres), un 5% de la población y el 6,5% de los que consumieron alcohol el último año, según el Informe alcohol, tabaco y drogas 2015. Y el 19% de los españoles (15-64 años) reconoce haberse emborrachado en el último año. Lo peor es que el consumo de “alcohol por atracón” (beber mucho y rápido) se ha triplicado en la última década y 1 de cada 6 españoles ha bebido así en el último mes…

Con todo, lo más preocupante es el creciente consumo de alcohol en los adolescentes, casi niños. Un problema que ha estallado brutalmente con la reciente muerte de una niña de 12 años que hacía botellón en la provincia de Madrid. Y no es un hecho aislado: unos 5.000 menores españoles acabaron con comas etílicos en las urgencias de hospitales en 2015, según la información recabada por el País en las consejerías de sanidad. No extraña, porque los datos de consumo de alcohol por chicos/as de 14 a 18 años son estremecedores: el 84% ha consumido alcohol alguna vez y el 61% se ha emborrachado, según la Encuesta sobre uso de drogas y alcohol en Secundaria del Ministerio de Sanidad. Y sobre el botellón, lo han hecho 4 de cada 10 niños de 14 años y 8 de cada 10 adolescentes de 18. Y la mitad de los jóvenes de 17 años ha hecho “el atracón” (beber mucho y rápido) en el último mes.

Con estos datos, no es extraño que 5.000 adolescentes acaben en urgencias y alguno muera. Y eso pasa porque tienen un acceso fácil al alcohol (62% lo compran en supermercados) y lo beben sin problemas en la calle (el 57%), ante la pasividad de la policía y los demás ciudadanos, junto al descontrol de familias y centros educativos. La última muerte ha provocado que la nueva ministra de Sanidad anuncie una Ley para la prevención del consumo de alcohol en menores, un paso importante pero que será insuficiente si no se toman otras medidas, como pide la Fundación de Ayuda contra la drogadicción (FAD): control riguroso de la venta a menores, control lugares públicos, campañas y educación.

Pero hay que hacer más, sobre todo aprobar una Ley integral contra el alcohol, como se hizo con el tabaco, para tratar de limitar su consumo. Y una medida importante es subir mucho más los impuestos al alcohol, que son bajos y hacen que España tenga el 5º precio más bajo de Europa, según los datos de Eurostat para 2015: si el precio medio es 100 en la UE-28, en España es 81 (un 19% más barato), el precio más bajo tras Bulgaria (64), Rumanía (72), Hungría y República Checa (79), mucho más barato el alcohol que en Alemania (84), Francia (86), Portugal (93), Italia (98) o Grecia (117) y a menos de la mitad de precio que en Reino Unido (163) o Finlandia (172). Eso se debe a que los impuestos al alcohol (913,28 euros por Hl de alcohol) son un 50% más bajos que en Europa. Y así, España es, por ejemplo, el 7º país del mundo (estudio 56 paises) con el whisky más barato (12,80 dólares, frente a 18,70$ en Francia o 30,57$ en Finlandia) o el 4º con la ginebra más barata.

También habría que aprovechar para tomar medidas adicionales contra el consumo de drogas. Por un lado, con mayores medios y presupuesto para controlar y desmantelar las mafias, vigilando muy especialmente los canales de venta a jóvenes y adolescentes. Por otro, con mayores controles, no sólo en carreteras (se hacen todavía pocos porque son mucho más costosos que los de alcoholemia), sino en lugares públicos, centros educativos y empresas, aunque algunos destinatarios protesten: no podemos dejar que las futuras generaciones se “enganchen” más. Y sobre todo, hace falta una campaña pública  y en Colegios e institutos sobre las drogas “con mejor imagen”, tanto el cannabis como la cocaína, que según los médicos dañan el cuerpo y la salud. Y mucho más si se ingieren en la infancia y adolescencia.

La crisis y los problemas económicos, laborales y sociales han hecho que muchos españoles (y europeos) se enganchen cada día más al alcohol y a las drogas para “huir de la realidad”, para escaparse de lo que no les gusta. Pero no podemos asistir impasibles a esta escalada: los ciudadanos, el Gobierno y todos los partidos deberían lanzar el debate y tomar medidas urgentes, aunque sean “impopulares”. El alcohol y las drogas no pueden seguir avanzando entre la impunidad y el “mirar para otro lado”. Todos somos responsables.  

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