Información y comentarios para entender la economía nuestra de cada día
jueves, 10 de abril de 2025
España se acerca a Europa
España lleva ya 4 años seguidos creciendo más
que la media europea (2021,2022, 2023 y 2024) y eso nos ha permitido conseguir
algo importante: reducir la brecha de productividad y riqueza con Europa.
Si en 2020, por la recesión de la pandemia, producíamos el 83% de la
media europea, en los últimos 4 años hemos dado un salto importante y ya
producimos el 92% (la brecha que teníamos en 2016). Con todo, lo preocupante
es que todavía estamos en el puesto 14º del ranking europeo de productividad
(y riqueza): nos adelantan no sólo las grandes economías sino
también paises comoLuxemburgo, Irlanda, Paises Bajos, Dinamarca,
Bélgica, Austria, Suecia, Malta , Finlandia o Chipre. El motivo: que en
España trabaja menos gente y con menos eficacia, por nuestro modelo
económico y empresarial. Ahora, con los aranceles de Trump, parece que
dañarán más a otros paises europeos que a España, que crecerá, por
5ª año, más que la media europea. Y eso nos permitirá acercarnos más
a Europa en 2025.
Enrique Ortega España volvió a crecer en 2024 más que la mayoría
de Europa, como ya pasó en 2021, 2022 y 2023: nuestro PIB aumentó
un +3,2%, 4,5 veces el aumento del crecimiento de la zona euro
(+0,7%) y que Italia (+0,7%), el triple que Francia (+1,1%) y muy por encima de
Alemania (cuya economía cayó otra vez, un -0,2%). Con ello, España se
consolida como la 4ª mayor economía de la UE, con una producción (PIB) de 1.591.627
millones de euros en 2024, sólo por detrás de Alemania (4.305.260
millones de PIB), Francia (2.921.411 millones) e Italia (2.192.181
millones), según
Eurostat. Y si tomamos toda Europa, seríamos la 5ª mayor economía
europea, porque Reino Unido es la 2ª, con un PIB de 3.364.019
millones de euros en 2024. A España le siguen, todavía lejos, Paises
Bajos(1.134.115 millones de PIB), Polonia
(840.131 millones) y Bélgica (614.538 millones de PIB en 2024).
Pero este dato del PIB total es engañoso,
porque unos paises tienen más población que otros. Por eso, lo relevante es lo que
produce cada país por habitante, el verdadero indicador de la productividad
y la renta de cada país. Y con esta estadística (PIB por habitante), la
situación cambia drásticamente: España produjo 27.740 euros por
habitante en 2024, un 92% de la media UE-27 (33.530 euros), un 65% que Alemania
(42.580 euros/habitante), un 73,2% que Francia (37.870 euros/habitante)
y un 84,5% que Italia (32.810 euros/habitante), según
Eurostat. Y además, producimos casi la mitad que Paises Bajos (51.170
euros por habitante) y menos de la mitad que Dinamarca (60.510 euros/habitante),
Irlanda (85.700) y Luxemburgo (100.880), los 3 paises más
productivos de Europa.
Este dato es el mejorpara comparar la productividad en Europa
por paises (y la renta o nivel de vida), ya que tiene en cuenta la
población y la inflación de cada país. Eurostat
acaba de publicar el dato de 2024 y España ha mejorado su posición
en el ranking de paises más productivos, subiendo del puesto 15º que
teníamos en 2023 (y en 2019, antes de la pandemia) al puesto 14º en 2024.
El PIB por habitante de España en 2024 fue el 92% de la media europea
(UE-27), subiendo del 91% que estábamos en 2023 y en 2019.
Cuando España ingresó en la CEE, en 1986, teníamos
un PIB por habitante que era del 76% de la media europea. En el año
2000 rozamos el 100% (98%) y lo superamos en 2002 (101%),
alcanzando nuestro máximo en 2006 (105% del PIB por habitante europeo) y
manteniéndonos por encima de la media UE en 2007 (104%), 2008 (102%) y 2009
(101%). Pero la crisis financiera y de la deuda nos llevó a una recesión, más
grave en España, que volvió
a alejarse de Europa, desde 2010 (96% del PIB por habitante UE-27)
hasta 2013 (90%). Y aunque luego se recuperó ligeramente (92% en 2016),
cayó fuerte con la pandemia (83% del PIB por habitante europeo en 2020),
recuperándose después hasta el
92% de 2024.
Estos datos significan que España, aunque sea la 4ª
mayor economía de la UE-27, está por detrás de 13 paises europeos que nos
ganan en producción por habitante (PIB por habitante) y por tanto en
renta y nivel de vida. En 2024, había 10 paises UE que produjeron más
por habitante que la media UE-27 (índice 100) y por eso “son los más ricos”, según
Eurostat: Luxemburgo (241% del PIB por habitante europeo, porque
tiene un alto PIB y poca población censada), Irlanda (211% del PIB
UE-27, porque tiene radicadas muchas multinacionales que facturan allí y
producen en otros paises), Paises Bajos (produce el 135% de la media
UE-27), Dinamarca (128%), Bélgica (117%), Austria y Alemania
(producen el 115% de la media UE-27), Suecia (114%), Malta (109%,
por ser paraíso fiscal y sede muchas multinacionales) y Finlandia (103%). A
estos “10 más productivos y ricos” les siguen Francia (99% del PIB de la
UE-27), Italia (98%) y Chipre (95%), ocupando el puesto 14º
España, con un PIB por habitante que es el 92% de la media UE-27. En
2019 nos superó también Chequia y en 2023 nos superaba Eslovenia,
dos paises que ahora están por detrás de España.
Lo llamativo de este ranking
del PIB por habitante en 2024 es que los paises ricos del centro y norte
de Europa han empeorado su productividad (PIB por habitante en relación a
la media UE-27), por su menor crecimiento y la recesión en Alemania, mientras ha
mejorado su situación la Europa del sur, que ha crecido más tras la pandemia.
Así ha caído el porcentaje del PIB/habitante frente a la media (entre 2019-2024)
de Austria (-9%), Alemania (-7%), Francia (-6%), Finlandia y Chequia (-4%) o
Suecia (-3%), mientras reducían su brecha de productividad con la
UE-27 Portugal (+5%), Grecia (+3%), Italia o Chipre (+2%) y
España (+1%: del 91% en 2019 al 92% del PIB europeo en 2024). Eso quiere
decir que los paises “malos” (“PIGS”
) de la crisis financiera se han comportado mejor que “los buenos” tras
la pandemia, gracias al Plan de recuperación y a las ayudas nacionales.
En definitiva, el mayor crecimiento de España los
últimos 4 años nos ha permitido reducir
la brecha de productividad y riqueza con Europa,
aunque poco. Y todavía somos el país nº 14 en PIB por habitante,
aunque seamos el 4º económicamente más grande. Así que tenemos un
problema “de fondo”, estructural, del que apenas se habla: somos poco
productivos y por eso nuestros salarios y nivel de vida son más bajos
que en la mayoría de Europa. ¿Por qué pasa esto? Básicamente hay
2 causas de fondo que explican que seamos menos productivos y
por ello tengamos menos renta que dos tercios de los europeos: en España
trabaja menos gente y trabajan peor, con menos eficacia y
productividad. Veámoslo.
Primero, trabaja menos gente: hay menos personas en edad
de trabajar que están ocupadas y creando riqueza (PIB). La tasa de
empleo en España (porcentaje de personas de 15 a 64 años ocupadas) era del 66,4%
(4º trimestre 2024), frente al 70,9% en la UE-27, el 77,6% en
Alemania, el 68,9 en Francia o el 62,2% en Italia (y el 75,5% en la
República Checa o el 73,8% en Lituania, por ejemplo), según
Eurostat. Este bajo nivel de empleo tiene mucho que ver con nuestro modelo
de crecimiento, basado en los servicios y el turismo, en empresas más pequeñas,
con poca tecnología y exportación, que crean menos valor añadido y menos
empleo. Ojo: si España tuviera la tasa de empleo de la UE-27, tendríamos1,5 millones de personas mástrabajando (y aumentando nuestro PIB
por habitante y nuestra renta). Y si tuviéramos la de Alemania, en España trabajarían
3,6 millones más.
Segundo, los que trabajan lo hacen “peor”, son menos
eficientes. Un dato lo resume bien: en la eurozona, cada hora
trabajada aporta 61 dólares al PIB, frente a 53 dólaresen España
(-13,11%), según
la OCDE. Y esa menor productividad en España acumula una caída del -7,3%
del año 2.000 al 2022, mientras en Estados Unidos creció un +15,5%, en Alemania
un +11,8% y en Francia un +0,8%, bajando también en Italia (-5,1%), según
un reciente estudio de la Fundación BBVA e Ivie. Esta pérdida de
productividad en las últimas dos décadas no se debe a la productividad
del trabajo (PIB dividido por horas trabajadas), que ha crecido una media
anual del +0,7% (menos que el +1,1% en la UE), sino a la caída de la
productividad del capital (valor añadido generado por el capital
disponible), que ha bajado un -1,2% anual. Y eso, por el exceso de
inversión inmobiliaria, que ha supuesto un lastre para la productividad del
capital en España, por el exceso de activos inmobiliarios poco productivos
acumulados por las empresas. Y también por la
baja inversión de las empresas españolas en “activos intangibles”,
claves para aumentar la productividad: I+D+i, software y bases de datos,
diseño, imagen de marca, formación y organización y gestión.
¿Por
qué España tiene menos productividad? La causa que siempre se argumenta
es nuestro
modelo productivo, el elevado peso en la economía de los servicios
(turismo, hostelería y comercio), actividades intensivas en mano de obra y con
baja productividad, y el menor peso de la industria. Pero si España
tuviera la misma estructura productiva del resto de Europa, seguiríamos
teniendo un -10% de productividad, según
la Fundación BBVA e Ivie, que señala otro factor que suele esgrimirse,
con razón: el
menor tamaño de nuestras empresas (exceso de pymes), lo que les
dificulta financiarse, invertir e innovar. De hecho, el 80% de las empresas
españolas tienen menos de 3 trabajadores y sólo hay 5.273 empresas (el
0,18%) con más de 250 trabajadores. Pero resulta que cuando se comparan las
empresas españolas con las alemanas, francesas o italianas, todas producen
entre un 10 y un 20% menos, independientemente de su tamaño.
Por eso, estos expertos argumentan otras causas con
más peso. La primera y fundamental, la
menor formación de los trabajadores españoles y sus jefes. Hay pocos
trabajadores con formación tecnológica y capacidades digitales y las empresas
españolas. En paralelo, muchas empresas adolecen de capacidades
gerenciales y hay empresarios que gestionan sin la suficiente formación
y sin capacidad de organizar equipos, apoyados en el “ordeno y mando”. La
2ª causa es la
falta de tecnología e innovación en las empresas. En España,
el gasto en I+D+i fue del 1,49% del PIB en 2023,
frente al 2,25% en la UE-27. Y esta baja inversión en tecnología es aún
menor en las empresas (0,7% del PIB, la mitad que las empresas europeas). Un
tercer factor que juega contra la productividad es la
caída de la inversión en España, pública y sobre todo privada, desde
2008. Otras causas se atribuyen a factores
institucionales: demasiada economía sumergida (¿20%?), excesiva
dependencia de las empresas del crédito bancario (más que en el resto de
Europa ), muchaburocracia (sólo
en 2022, el Estado y las autonomías aprobaron 11.000
nuevas normas), barreras de entrada sectoriales y territoriales que reducen
la competencia, dispersión normativa en 17 autonomías y dificultades
regulatorias y fiscales para que las pymes superen los 50 trabajadores.
Al final, la
reflexión es que el crecimiento de España se ha basado en el
esfuerzo, en el trabajo (se hacen más horas que en otros paises) y el
capital tangible (maquinaria, naves e infraestructuras) más que en el
progreso tecnológico, la innovación y la inversión en intangibles (desde la
imagen de marca al big data). Urge
avanzar por un triple camino: mejorar la productividad del
trabajo (empleados mejor formados), mejorar la productividad del capital
(invirtiendo en tecnología que permita producir más) y mejorar la
organización y gestión de las empresas, para ser más productivos con el
trabajo y el capital disponibles. Tareas que exigen
cambios de fondo en la enseñanza (de la escuela a la
Universidad), en el reto tecnológico y digital, en la comercialización
y exportación, en la organización del trabajo y en las políticas
públicas, que deben dirigirse a promover la productividad global.
Para avanzar en estos retos, el Gobierno Sánchez aprobó el
30 de julio de 2024 el
Consejo Nacional de Productividad, integrado por 15
expertos independientes que ha de elaborar jun informe anual con medidas
para mejorar la productividad. El objetivo será “conseguir empresas más
grandes, más productivas y competitivas”, según
el ministro de Economía. Podría ser un instrumento clave para reorientar
la economía y dirigir los 140.000 millones de Fondos europeos (subvenciones
y créditos) que España debe invertir antes de agosto de 2026, apoyados por la nueva
empresa pública de Transformación Tecnológica(SETT), donde
se agruparán las participaciones públicas en empresas tecnológicas.
La mejora de la productividad de España es uno
de esos grandes retos del que casi no se habla, en medio de la polarización
política y las sucesivas crisis (pandemia, Ucrania, inflación, aranceles…). De
momento, la OCDE espera que España vuelva a crecer en 2025 más que el resto
de Europa(+2,4%
frente al 1% la UE-27), lo que reducirá otro poco la
brecha europea (quizás hasta el 94% de la media UE). Pero debemos
aspirar a más, a estar en el Top 10 del ranking europeo de
productividad y riqueza. Eso supone avanzar en modernizar la economía y
hacerla más competitiva, para conseguir que, en las próximas 2 décadas, España
sea más productiva y tengamos más empresas competitivas. Nos jugamos
mejorar el nivel de vida y acercarnos a la Europa rica. Es nuestra gran
asignatura pendiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario