jueves, 26 de octubre de 2023

EPA septiembre 2023: empleo récord

El empleo sigue aumentando en España, a pesar del menor crecimiento, la alta inflación, los tipos de interés récord y la guerra en Ucrania y Palestina: 21.265.900 personas trabajaban en  septiembre, la cifra más alta de nuestra historia, según la EPA conocida hoy. Y aunque el paro aumenta, porque aumentan los que buscan trabajo, tenemos la tasa más baja desde 2008 (11,84%). El empleo está aguantando en todo el mundo, a pesar del parón de la economía, pero más en España: hemos creado el 60% de todo el empleo europeo este año. Pero las previsiones alertan que el empleo va a “pinchar” en los próximos meses y el Gobierno en funciones espera que se cree en 2024 la mitad de empleo que en 2023. Por eso, urge mejorar los salarios (para reanimar el consumo) y acelerar las inversiones de los Fondos europeos. Y aprobar Planes de choque para colocar a los jóvenes, las mujeres y los mayores de 45 años. No hay que dormirse en el récord.

                             Enrique Ortega

El verano suele ser una buena época para el empleo, por la temporada turística y los contratos en la enseñanza. Este año también, a pesar del menor crecimiento económico (en España y en Europa), la alta inflación (aunque menor) y la guerra de Ucrania: se crearon + 209.100 empleos entre junio y septiembre, según la EPA conocida hoy, más del doble que el verano de 2022 (+77.700 empleos), aunque menos que en el verano de 2021 (+359.300 empleos) y que en el de 2020 (+569.600 empleos, porque salíamos del “encierro” por el COVID-19). Y más del triple de nuevos empleos que en el verano anterior a la pandemia (+69.400 empleos en 2019). Con ello, se han creado +806.000 empleos este año. Y en España hay ya 21.265,900 personas trabajando, otro récord histórico tras el de junio 2023 (21.056.700 ocupados), el mayor número de personas trabajando en España (hubo 20.646.000 ocupados en junio 2008).

En el tercer trimestre, el aumento del empleo ha sido gracias a los servicios (+138.700 empleos creados), sobre todo la hostelería, el turismo y el comercio, pero también ha creado  empleo la industria (+98.800) y la construcción (+19.500) cayendo sólo el empleo en la agricultura (-47.800 empleos). El empleo se ha creado sobre todo en el sector privado (+192.200 empleos) , once veces más que en el sector público (+17.000 empleos), según la EPA. Y se ha creado casi el doble de empleo entre los hombres (+130.500 empleos), que entre las mujeres (+78.600), cayendo el empleo sólo entre los jóvenes de 25 a 34 años (-39.900 ocupados)  y entre los de 45 a 49 años (-21.100 empleos). Por autonomías, el empleo ha crecido en 12 regiones, encabezadas por la Comunidad Valenciana (+80.700 empleos), Cataluña (+62.400) y Baleares (+35.200) y ha caído en las 7 regiones restantes, sobre todo en Madrid (-15.700 empleos), Andalucía (-3.800) y Euskadi (-2.800).

La importante mejora del empleo en el tercer trimestre (+209.100) no se traducido una mejora del paro, que subió en verano (+92.700 parados), más que en el verano anterior (en 2022, el paro creció en +60.800 personas), según la EPA de hoy. Ello se debe a un fuerte aumento este verano de los españoles “activos”, que buscan trabajo: los “activos” han aumentado en +301.900 personas, impidiendo bajar las cifras del paro. Es un proceso que se ve trimestre a trimestre (hay más de 24 millones de activos, otro récord histórico y 962.200 personas más buscando trabajo que antes de la pandemia). Y todo apunta a que seguiremos así, con lo que en los próximos meses sucederá lo mismo que ahora: el paro bajará menos de lo que sube el empleo. 

El  paro subió en el tercer trimestre (+92.700 personas), por culpa de los servicios (+35.900 parados, los que se apuntaron a finales de septiembre, tras el fin de la temporada turística), los estudiantes que buscan su primer empleo (+40.900 personas) y los nuevos parados de la agricultura (+16.900) y la industria (+4.700 parados), bajando sólo el paro este verano en la construcción (-21.100 parados), según la EPA de septiembre. El desempleo aumentó poco entre los hombres (+24.400 parados) y subió mucho más  entre las mujeres (+68.400) y entre los de 25 a 54 años (+41.200 parados) y los más jóvenes (+30.600 parados entre 20 y 24 años). Por autonomías, el paro sube en 11 regiones, sobre todo en Madrid (+37.600 parados), Andalucía (+30.700), Asturias y Euskadi (+13.400), más Murcia (+10.100), bajando sólo en 8 regiones, sobre todo en Castilla la Mancha (-11.900 parados), Baleares (-8.400), Aragón (-5.600), Galicia (2.500) y Extremadura (-2.300),que se han beneficiado de un mayor turismo interior este verano.

 La cifra total de parados EPA se aleja de los 3 millones (2.855.200 parados estimados a finales de septiembre 2022), un dato que no se veía desde septiembre de 2008 (2.600.700 parados). Y la tasa de paro baja al 11,84%, según la EPA, mucho más baja que antes de la pandemia (13,78% en 2019) y la menor tasa de paro desde el verano de 2008 (11,23%). Eso sí, todavía duplicamos la tasa de paro europea (5,9% en la UE-27) y cuadruplicamos la alemana (3% de paro), según Eurostat.  Y baja ligeramente la tasa de paro de los  jóvenes (menores 25 años), al 27,82% (14% en la UE-27). 

Hay otros datos preocupantes del paro que mejoran. El primero, que hay 928.800 hogares con todos sus miembros en paro (-48.600 menos que hace un año). El segundo, que seguimos con 5 regiones que tienen una tasa de paro “escandalosa”: Ceuta (27,79% de paro), Melilla (20,89%),  Andalucía (18,67%), Extremadura (16,50%), Canarias (15,23%) y, que contrastan con 6 autonomías que tienen una tasa de paro casi europea (5,72% Baleares, 7,48% Cantabria, 7,77% Aragón, 8,32% País Vasco,  9,29% Navarra y 9,61% La Rioja). Y el tercero, que bajan los parados de larga duración, los que llevan más de 1 año sin trabajo: son 1.132.700 parados, el 39,67% de los parados (eran el 40,29% el trimestre pasado, pero el 43,5% a finales de 2019). 

Esto provoca que a muchos parados se les acabe el desempleo y no cobren ya ningún subsidio, pasando a una situación de pobreza extrema. En agosto de 2023, último dato de Trabajo, cobraban alguna ayuda 1.816.798 desempleados: menos de la mitad (48,24%) cobraban un subsidio contributivo (según lo cotizado) de 934,40 euros de media y el resto (51,76%) cobraban un subsidio asistencial de 480 euros. Pero en esta cifra están incluidos los 11.000 trabajadores que están en ERTE y cobran las tres cuartas partes de su sueldo del SEPE. Así que, en realidad, sólo 1.805.798 parados cobra algún subsidio, el 63,25 % de los parados que refleja la EPA de hoy. Eso significa que más de un tercio de los parados (36,75%) no cobran ninguna ayuda pública, lo que mejora la cobertura de 2019 (no cobraban el 38,5%). Así que sube el paro, pero también aumentan los que no reciben ayudas. 

Visto los datos del empleo y el paro en el tercer trimestre de 2022, queda patente que España supera de momento la nueva crisis de la guerra de Ucrania, porque tenemos más ocupados (+ 1.085.000) y menos parados (- 248.600) que a finales de 2021. Concretando más, hay +495.017 afiliados más a la Seguridad Social que a principios de año, con  20.735.911 afiliados a finales de septiembre, tras 29 meses consecutivos de aumento (desde mayo de 2021). Y el paro se ha reducido, a pesar de la guerra y la inflación, en -115.185 parados este año (enero a septiembre), según Trabajo.

Con todo, la mejor noticia es que el empleo que se está creando en 2023 sigue siendo menos precario, de más calidad, gracias a la reforma laboral aprobada a finales de 2021. El balance de enero a septiembre es muy positivo: un 43,5% de todos los contratos firmados estos 9 meses (11.575.200) han sido indefinidos (5.035.200 contratos), por encima del 37,04% de contratos indefinidos firmados entre enero y septiembre de 2022. Y supone un salto tremendo sobre el porcentaje de indefinidos antes de la reforma laboral: en 2021, sólo el 10,9%  de los contratos eran indefinidos. Y entre 2014 y 2020, sólo eran indefinidos entre el 6 y el 8% de todos los contratos. Además, este año, más de la mitad de los nuevos contratos (56,11%) son a tiempo completo, más de la cuarta parte (28,7%) a tiempo parcial y el resto, fijos discontinuos (1.755.300), que son los contratos fijos que se hacen ahora a muchos de los que antes eran temporales en el turismo, hostelería y construcción : están “fijos” en las empresas, aunque trabajen por obra o temporada (el resto del tiempo no cuentan como parados aunque estén inactivos, una norma que viene desde el año 1985).

El resultado evidente de la reforma laboral es que aumentan mes a mes los asalariados con contrato indefinido, que eran el 74% de los asalariados hace dos años (septiembre 2021), un 79,81% hace un año y que ahora son ya un 82,74%, con un 17,26% todavía de asalariados con contrato temporal, el mayor porcentaje en Europa (la media de temporalidad en la UE-27 es del 14,1%). Los que más se están beneficiando de los contratos fijos son los jóvenes, cuyos contratos son ahora fijos en un 75% (antes de la reforma, lo eran menos de la mitad).Y además de conseguir más contratos indefinidos, la reforma laboral está consiguiendo contratos temporales que duran más, al penalizar la cotización de los contratos por días o menos de una semana, que ahora se hacen mucho menos.

En resumen, aunque el empleo creció menos este verano (+209.100) que en primavera (+603.900), sigue mejorando, a pesar de que la economía crezca menos, en España y en Europa, la alta inflación, la drástica subida de los tipos de interés y los conflictos geopolíticos (20 meses de guerra en Ucrania y ahora la guerra en Palestina). Los expertos muestran su extrañeza por el alto nivel de empleo en todo el mundo, con la tasa de paro más baja en los 38 paises de la OCDE desde principios de siglo (4,81% en agosto de 2023, frente al 5,39%  en 2019, antes de la pandemia, el 8,58% en 2009 y el 6,75% en 2001). Una bonanza del empleo en Occidente, a pasar de la inflación, los tipos altos y la guerra, motivada por el elevado gasto público tras la pandemia, las ayudas contra la inflación, la moderación salarial y el aumento de los beneficios empresariales, el envejecimiento de la población (hay menos mano de obra disponible) y la vuelta de mucha producción de Asia y paises en desarrollo a los paises desarrollados, tras los “embudos” en las cadenas de producción post-pandemia.

Esta mejoría internacional del empleo en los últimos años ha sido mayor en España, según los datos oficiales: el 60% de todo el empleo creado en Europa en 2023 se ha creado en España. Respecto a diciembre de 2019 (antes de la pandemia), la creación de empleo aumentó más en España (+7,1% hasta septiembre 2023) que en Francia (+4,9%), Italia (+2,2%) o Alemania (+1,3%). Y si analizamos la creación de empleo desde diciembre de 2021 (antes del inicio de la guerra en Ucrania), también se ha creado más empleo en España (+5,2% hasta septiembre 2023) que en Italia (+3,2%), Francia (+1,7%) o Alemania (+1,6%). Las razones son varias: el mayor tirón del empleo del turismo y los servicios, la menor caída de las exportaciones, el menor peso de la industria (que está creando menos empleo), la menor inflación y los salarios más bajos en España, que mejoran nuestra competitividad.

Pero ahora, cara al 4º trimestre de 2023 y, sobre todo, ante 2024, preocupa el futuro del empleo, en Occidente y más en Europa y España, dado el bajo crecimiento esperado, los altos tipos, la incertidumbre sobre la energía y la inflación y los conflictos geopolíticos. Por eso, tanto la OCDE como el FMI auguran una menor creación internacional de empleo este año y, sobre todo, en 2024. En paralelo, el Gobierno en funciones ha enviado a Bruselas, en octubre, su Plan presupuestario para 2024, donde hace 2 previsiones. Una, que se crearán 722.905 empleos entre 2023 (438.028) y 2024 (284.877), una cifra importante, pero mucho menor que el año pasado (sólo en 2022 se crearon 710.400 empleos). Y la otra, que la tasa de paro seguirá bajando, a pesar del aumento de activos (24 millones en 2024), quedando por debajo del 11% de paro a finales de 2024 (la tasa más baja desde 2008). Un aumento del empleo que será mayor que en el resto de Europa, por el empujón del turismo y los Fondos europeos.

Así que el empleo seguirá creciendo, pero mucho menos, sobre todo este invierno y hasta la primavera que viene. Por eso, resulta importante no bajar la guardia en las ayudas contra la inflación, que están ayudando a muchas familias a bajar menos su consumo y mantener el crecimiento, aunque sea menor. Y, sobre todo, dinamizar las inversiones ligadas a los Fondos europeos, claves para sostener muchos empleos (y aumentarlos). Además, el próximo Gobierno (si se constituye, algo difícil hoy) tendría que aprobar un Plan de choque por el empleo, para facilitar la contratación de los colectivos con más problemas para trabajar: jóvenes, mujeres y mayores de 45 años. En el programa de Gobierno pactado por el PSOE y Podemos se incluye aprobar 2 Planes de empleo para jóvenes y parados de más de 45 años, pero necesitarán apoyos políticos, recursos y la colaboración de las 11 autonomías del PP (y VOX), que gestionan el día a día de las políticas de empleo en España.

En resumen, sigue mejorando el empleo, pero preocupa que “pinche” en los próximos meses. Y todavía tenemos demasiado paro, concentrado en los mayores, las mujeres y los jóvenes, que siguen esperando una oportunidad. Crear más empleo y de calidad debería concentrar los esfuerzos la próxima Legislatura. Porque el empleo es la base de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario