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domingo, 15 de enero de 2012

Más seguros médicos privados y más caros

Más de 10 millones de españoles pagan unos 50 euros al mes para tener un seguro médico privado, junto a la sanidad pública. Es el seguro que más crece, por las listas de espera y el temor a los recortes en la sanidad. Las compañías se han lanzado a una guerra de precios para captar nuevos clientes, pero a los que ya tienen les brean a subidas: más de un 10% este año. Y tanto las subidas como los contratos (leoninos) han disparado las quejas de los asegurados. Médicos y hospitales se quejan de las condiciones que imponen a una sanidad privada en crisis, con muchas empresas vendiéndose  a extranjeros. Ahora, las aseguradoras piden al Gobierno que pagar un seguro privado desgrave.

enrique ortega
A pesar de la crisis y de tener una sanidad pública de las mejores del mundo, España es el cuarto país de Europa con más peso de los seguros médicos privados, tras Holanda, Alemania y Francia. Concretamente, 10.677.961 españoles tienen algún tipo de seguro privado de salud :  1 millón son seguros que pagan las empresas (desgravan 500 € por empleado en Sociedades) y otros 2 millones son seguros a funcionarios, que pueden elegir entre ellos o la sanidad pública (el 85% elige los privados). El 70% de pólizas se hacen en Madrid, Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana, sobre todo los que viven en grandes ciudades. Hay 55 compañías, pero dos tercios del mercado se concentra en las cinco grandes: Adeslas (24%), Sanitas (16,8%), Asisa (13,7%), Mapfre (6,3%) y DKV (6,2%).
El seguro de salud es el segundo que más dinero mueve, tras el de automóviles: unos 6.550 millones de primas en 2011. Y el que más crece (+5,6% en 2010 y +3,5% en 2011). En la última década, las primas se han multiplicado por 2,5 y desde que estalló la crisis hay 1,1 millones de españoles más con seguro sanitario. Se lo hacen por las listas de espera de la sanidad pública, para acudir a algunos especialistas como el ginecólogo (69 días de espera media), el oftalmólogo (63 días), el cardiólogo o el urólogo (57 días) y el traumatólogo (44 días), aunque en la sanidad privada también hay esperas (de 8 a 22 días, según la OCU). También para tener una habitación individual  en el hospital. Pero en el último año y medio han crecido por el miedo a los recortes en sanidad, la tercera preocupación de los españoles, tras la economía y los políticos, según el Barómetro del CIS.

Las aseguradoras han visto el negocio y llevan año y medio lanzadas a una guerra de ofertas y seguros low cost, desde 15 euros por persona si se contrata por Internet. El truco es ofertar pólizas muy básicas (microseguros), adaptadas a un cliente en crisis. Y para bajar precios, se rebajan coberturas, se aumentan los copagos y se multiplican las limitaciones. Todo con tal de ofrecer un precio atractivo que publicitar, como en los seguros de coches. Se trata de robar clientes en un mercado con mucha movilidad: si antes los asegurados estaban 15 años con la compañía, ahora no pasan de tres o cuatro.

El problema es que cuando el cliente ya está dentro, pagando unos 2.400 euros al año por familia, le llega al año siguiente una fuerte subida (en mi caso, +34%). Y después, a poco que se use el seguro, las subidas superan el 10% (en mi caso, este año, +11,2%). Y así seguirán, porque los costes sanitarios (tecnología, material, personal) están creciendo el doble que el PIB en todo el mundo. De hecho, los seguros médicos son de los que tienen menos retorno para las compañías: 7,3% sobre primas frente al 8,5% en automóviles o el 14,8% en multirriesgos.

Los seguros médicos son los segundos con más quejas y reclamaciones, duplicadas en 2010. Y no sólo por las fuertes subidas de precios. Los asegurados se quejan de las condiciones leoninas de los contratos (meses de espera para tener derecho a hospitalización o parto, obligación de estar un año, preaviso de 2 meses para cambiarse, restricciones de atención, copagos, limitaciones de las pólizas) y de que puedan echar a un asegurado por edad, porque usa mucho la póliza o tiene determinadas enfermedades, no cubriendo algunas (VIH, drogodependencias, crónicas).

Otros que se quejan son los 16.000 médicos y 255 hospitales a los que pagan sus servicios las aseguradoras, imponiendo precios y condiciones. De hecho, el 62% de los ingresos de la sanidad privada procede de los seguros médicos (otro 26% de los conciertos con la sanidad pública). Una sanidad privada cuyas cifras impresionan: 483 hospitales (el 51%), 54.000 camas (33%), 253.000 profesionales (56.000 médicos), 31 % de las operaciones y 20% de las urgencias, el 27,5 % del gasto sanitario total. Pero un sector con graves problemas financieros, que han llevado a muchas ventas (1.000 millones en 2011) y que está pendiente de vender grupos tan importantes como USP (13 hospitales y 19 clínicas), Quirón (7 hospitales), Ribera Salud (6 hospitales) o Clínica el Pilar, por los que pujan fondos de capital riesgo británicos, franceses y norteamericanos, que ya controlan gran parte de la sanidad privada española. Su objetivo es ganar tamaño para negociar mejor con las aseguradoras.

Cara al futuro, las aseguradoras han pedido al nuevo Gobierno que permita desgravar el 15% de las primas de los seguros privados a los que ganan menos de 30.000 euros, con lo que captarían otro millón más de clientes. Y si no, piden una ayuda de las autonomías (400 € por asegurado), por descargarles de gastos sanitarios (dicen que ahorran a la sanidad pública 1.448 € por asegurado al año). Lo consigan o no, parece claro que Rajoy y las autonomías van a reducir el actual catálogo de prestaciones de la sanidad pública, con lo que habrá más negocio para la privada. Será más necesario que ahora tener un seguro médico privado. Y será aún más caro. Con la salud si se juega

miércoles, 19 de enero de 2011

Para comprar casa, mejor esperar a 2012

De lo poco que baja es la vivienda: un 3,5 % en 2010 y un 16,4 % desde que estalló la burbuja inmobiliaria en 2007. Y todavía tiene que bajar más este año, aunque los propietarios se resisten y muchos han preferido alquilarlas. Pero el hecho es que hay un stock de más de un millón de pisos sin vender y eso va a forzar a los precios a la baja. Claro que para vender estos pisos tiene que haber compradores con empleo, ingresos suficientes y que consigan una hipoteca de un banco o Caja, algo que resultará más difícil este año. Y también enfriará la demanda el que se hayan terminado la mayoría de desgravaciones a la compra de vivienda. Dos factores que forzarán a una mayor caída de la vivienda en 2011.
Los precios de la vivienda llevan cayendo en España desde mediados de 2007, pero en 2010 han bajado menos que en los dos años anteriores : un -3,9% frente al  -6,6 % de 2009 y el -8,8 % de 2008, según la tasadora Tinsa. En conjunto, ha sido una caída acumulada del 16 al 19 %, según las fuentes, que asciende a una caída del 22 % para las viviendas de segunda mano. La mayor caída se ha dado en la segunda vivienda de la costa mediterránea (-19,3%) y andaluza (-20,2%), junto a la primera vivienda de las grandes capitales, en especial Barcelona (-20%), Madrid (-19,8%) y provincias limítrofes (-19,8% Guadalajara y -18,2% Toledo.
¿Es una caída suficiente? Los expertos creen que no, debido a que existe un stock de viviendas sin vender situado entre 700.000 y 1.100.000 viviendas, según el Banco de España, quien señala que este exceso de oferta se concentra en la Comunidad Valenciana, Murcia, Cantabria, Castilla la mancha y Andalucía, las regiones donde por ello deberían bajar todavía más los pisos, sobre todo los usados. La previsión de bajada para 2011 oscila entre el 3 y el 5%, con la idea de que ya podrían estabilizarse en 2012 (salvo en la costa).
Con este panorama, el consejo a los propietarios sería que vendieran cuanto antes, sobre todo porque bancos y Cajas van a sacar el mercado 60.000 pisos que tienen por deudas e impagos y eso tirará para abajo de los precios. Y si tienen un piso comprado después de 2005 y no quiere vender con pérdidas, tiene la salida de alquilar a buen precio y con garantías jurídicas. Para los compradores, el consejo sería esperar a comprar a 2012, ya que los pisos deberían estar entonces más baratos. Además, 2011 no va a ser un año fácil para que los españoles puedan comprar casa: habrá más paro, los salarios apenas subirán o estarán congelados y  las hipotecas van a encarecerse y será más difícil conseguirlas.
De hecho, bancos y cajas han subido ya en enero sus hipotecas, que pronto estarán en torno al Euribor +0,75/1%. Además, el Euribor va a subir este año y podría llegar al 2% a final de año, lo que encarecería una hipoteca media en unos 30 euros al mes. Y por problemas de liquidez y morosidad, bancos y Cajas van a dar los créditos más a cuentagotas aún, con controles de riesgos más estrictos y más exigencias (avales,seguros).También se ha acabado la desgravación fiscal para los compradores que ganen más de 24.107 euros, salvo algunas ayudas autonómicas en País Vasco, Navarra, Madrid, Comunidad Valenciana, Canarias, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Murcia y Castilla la Mancha. Y ha subido el IVA de la vivienda nueva del 7 al 8 %.
La crisis, el encarecimiento de las hipotecas, el fin de la desgravación y los mayores impuestos dificultan la compra de viviendas, aunque también fuerzan a una mayor caída de los precios en 2011. Pero si la economía no mejora en 2012, no habrá suficientes compradores solventes  para acabar con el stock de viviendas sin vender, por mucho que bajen. Ahí está la clave. Y en que los jóvenes encuentren empleos decentes. En España, un 54 % de los jóvenes viven con sus padres (5.850.000 jóvenes de 18 a 34 años) y no pueden comprar un piso, porque ganan menos de la mitad de lo que necesitan para pagarlo y el 37 % tiene un contrato temporal, que les aleja de una hipoteca. Así es difícil que se vendan viviendas.