España es un país con una arraigada tradición de frecuentar bares y restaurantes, que están por todas partes en pueblos y ciudades, algo que “choca mucho” (y atrae) a los turistas extranjeros que nos visitan. De hecho, España es el país del mundo con más bares y restaurantes, 1 por cada 209 habitantes, más del doble que en Francia (1 por 350 habitantes) o Reino Unido (1 por 500). Y también somos el país europeo que más gasta (en porcentaje) en bares, restaurantes y hoteles: el 11,3% del gasto por persona, el doble que la media europea (6%) y el triple que Alemania (4%), según las estadísticas de Eurostat.
jueves, 11 de julio de 2024
España, un país de bares y restaurantes
España es un país con una arraigada tradición de frecuentar bares y restaurantes, que están por todas partes en pueblos y ciudades, algo que “choca mucho” (y atrae) a los turistas extranjeros que nos visitan. De hecho, España es el país del mundo con más bares y restaurantes, 1 por cada 209 habitantes, más del doble que en Francia (1 por 350 habitantes) o Reino Unido (1 por 500). Y también somos el país europeo que más gasta (en porcentaje) en bares, restaurantes y hoteles: el 11,3% del gasto por persona, el doble que la media europea (6%) y el triple que Alemania (4%), según las estadísticas de Eurostat.
jueves, 28 de marzo de 2024
Otra Semana Santa a tope (y más cara)
El año 2024 ha empezado muy bien para el turismo. En enero y febrero se produjo un récord de pernoctaciones (estancias en hoteles y alojamientos turísticos), según el INE: 34.995.422 pernoctaciones, 2,7 millones más que al inicio de 2023 (+8,38%), sobre todo por la mayor llegada de extranjeros (22,5 millones de pernoctaciones, +12,6%). Y enero de 2024 fue el mejor mes de enero de nuestra historia para el turismo: llegaron 4,8 millones de extranjeros, un +15,3%, sobre todo europeos y de EE. UU. (+23,6%), casi la tercera parte a Canarias (1,32 millones, +9,25%), pero también a Cataluña (958.726, +20,37%), Andalucía (666.363, +17,4%), Comunidad Valenciana (619.718 turistas, +29,06%) y Madrid (609.325, +17,45%). Y estos turistas extranjeros que llegaron en enero se gastaron 6.550 millones de euros, un 25,5% más que en enero de 2023, con una estancia media de 8,71 días y un gasto medio de 158 euros diarios, según Frontur.
lunes, 31 de julio de 2023
Verano 2023: récord de turistas y precios
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Enrique Ortega |
El turismo en España afronta el 2º verano de la recuperación, tras la debacle que supuso la pandemia en 2020 y 2021. Y se espera superar la ocupación y el gasto de 2019, el último verano récord, con casi 29 millones de visitantes extranjeros entre julio y septiembre. De momento, los últimos datos oficiales son de enero a mayo y registran una entrada de 29.178.962 turistas extranjeros, sólo 167.000 menos que en 2019. Y todo apunta a que la llegada de turistas ha aumentado en junio, superando ya la cifra de los primeros 6 meses de 2019.Y con una ocupación en máximos en julio y reservas a tope para agosto y septiembre, el sector espera un verano de récord histórico, con un 10,9% más de actividad turística que en 2019, según la estimación de Exceltur. Eso supondría que los 28,9 millones de turistas extranjeros del verano 2019 serían este verano 32 millones. Y si hasta mayo ya se gastaron un 19% más que en 2019, este verano el gasto de los turistas extranjeros podría batir todos los récords, superando los 40.000 millones de euros entre julio y septiembre (+20% sobre gasto verano 2019).
El turismo, junto a las exportaciones y la inversión, está manteniendo el crecimiento y el empleo en España y todavía dará un empujón más este verano, donde se han disparado los viajes, los vuelos y las reservas hoteleras (+17% sobre 2019), por toda España, sobre todo en las costas e islas (especialmente Baleares), aunque también los destinos de interior, según Exceltur. Los extranjeros están copando el 55% de estas reservas, no sólo los turistas europeos sino los americanos y asiáticos, cuyas llegadas repuntan otra vez. Y además de aumentar la demanda turística, está aumentando el gasto, por la subida generalizada de precios en los paquetes turísticos (+19,7%), los vuelos internacionales (han subido un 9,3%), los hoteles (+8,4%) y restaurantes (+6,3%).
A favor de un verano récord de turistas está la fortaleza del empleo, en Europa y en España, que está disparando las ganas de viajar a cualquier precio, tras el estancamiento de la pandemia. Además, han aumentado los paquetes turísticos y la oferta de vuelos internacionales, favoreciendo la llegada de turistas de América y Asia. En contra de la afluencia de turistas este verano juegan los altos precios de los vuelos internacionales (han subido un 30% sobre 2019, según Eurostat), los altos precios en España y la creciente competencia de otros paises mediterráneos, como Turquía o Egipto, donde la devaluación de sus monedas (hasta un 50%) atrae a turistas británicos y alemanes. Pero en las últimas semanas, las altas temperaturas y los fuegos reiterados (Italia, Grecia, Túnez) han frenado algunas reservas al sur del Mediterráneo, aunque también podría afectar a España.
La estimación de Exceltur es que el sector turístico consiga este verano un récord de visitantes e ingresos, tanto por los turistas españoles como por los extranjeros, con un +10,9% de facturación, que será mucho mayor en las zonas donde se esperan más turistas: Baleares (+25,8% de facturación sobre 2019), Asturias (+23%), País Vasco (+21,2%), Cataluña (+21%), Madrid (+20,1%), Galicia (+17,6%), Andalucía (+17,5%), Comunidad Valenciana (+15,5%) y Canarias (+15,4%).
El punto negro de este verano turístico será los altos precios, desde los vuelos y viajes a la reserva de apartamentos y hoteles más los bares y restaurantes, que han disparado sus tarifas aprovechando la alta demanda. Los paquetes turísticos internacionales subían en junio un 9,3% anual, los paquetes turísticos nacionales un 17,1%, los paquetes internacionales un 19,7%, los hoteles un 8.4% (tras subir otro 11,7% en 2022) y los restaurantes un 6,3%, según el IPC de junio (INE). Ryanair, la aerolínea europea con más pasajeros, ha anunciado una subida de tarifas de al menos un 10% sobre las del verano pasado y lo mismo hace el resto. En el caso de los hoteles, arrancan la temporada de verano con precios que superan en un 20% los de 2019, según reconoce la patronal Exceltur. Y el precio medio por noche en un hotel se sitúa ya en 158 euros, lo que indica que muchos pagarán más de 200 euros diarios por habitación. Y en el caso de apartamentos, los alquileres rozan en muchas zonas los 2.000 euros por semana (250 euros más que en 2022). También se han disparado los precios de alquilar un coche y otros servicios turísticos, lo mismo que las tarifas de bares y restaurantes en zonas turísticas (repletos).
Ante esta subida disparada de precios turísticos, los españoles y extranjeros reaccionan recortando sus vacaciones algunos días (se viaja una semana o incluso menos), pero manteniendo su gasto o incluso subiéndolo respecto al verano pasado. Y aumenta la ocupación en campings y casas rurales más baratas, así como el turismo de interior (más barato) y en el norte de España (con menos calor). Además, esta subida de precios turísticos sube el porcentaje de españoles que no pueden cogerse ni una semana de vacaciones, según la Encuesta de Condiciones de Vida (INE): eran un tercio de los españoles, un 33,5% en 2022, más que en 2021 (32,7%) y que en 2019 (33,4%).
Otro punto negro del turismo en España es que anda “corto de personal”. El turismo y la hostelería son uno de los motores del empleo en España, pero muchas empresas tienen poco personal para la alta demanda, desde los aeropuertos hasta los hoteles, pasando por bares, restaurantes, empresas de alquiler y servicios. En el último año, el empleo turístico ha aumentado en 146.184 empleados (+5,6%), alcanzando en junio una plantilla récord de 2.765.865 empleos en el sector turístico en España. Es el doble de lo que ha crecido todo el empleo en España en el último año (+588.700 empleos, un +2,9%), pero la mitad de lo que ha crecido la facturación de las empresas turísticas (+10,9%). Y basta ir a un hotel, a un restaurante o a un bar en zonas turísticas para sufrir colas y esperas.
Los empresarios turísticos se quejan de que “no encuentran personal”, lo que puede ser cierto en algunos trabajos (cocineros, ayudantes de cocina, gestores…) pero no en la mayoría de trabajos, donde no hay personal porque no se le ha formado (FP y formación propia), porque se le paga poco (el salario medio en hostelería es el más bajo de España : 14.631 euros brutos en 2021, según el INE, 1.036 euros netos al mes en 12 pagas) y tienen jornadas excesivas y, sobre todo, porque muchos empleados no pueden pagar los alquileres que les cobran en los pueblos y ciudades turísticas. En consecuencia, las empresas turísticas afrontan este verano récord “cortas de personal” y con muchos trabajadores poco formados, lo que redunda en perjuicio del cliente, que sufre una peor atención (y más cara).
Un tercer problema este verano es la sobresaturación turística en algunas zonas, sobre todo en Baleares y playas de la Costa Brava, Levante y la Costa del Sol. Seguimos con pueblos y ciudades que multiplican por 10 (y hasta por 50) su población en julio y agosto, lo que supone importantes problemas de accesos, aparcamientos y servicios, desde la falta de agua (más con la grave sequía actual) a la atención sanitaria o la vigilancia de playas (no es casualidad el récord de muertes por ahogamiento (sólo en junio y julio, 124 fallecidos). Parece claro que hay zonas turísticas congestionadas, donde el exceso de oferta de camas (alquileres turísticos) no ha ido acompañado de una mejora de servicios, provocando además protestas de los vecinos habituales (Mallorca o Barcelona), una “turismofobia”, que no se afronta.
Pero bueno, la mayoría no piensa en estos problemas, sólo en salir corriendo, coger el coche, un vuelo o un tren y disfrutar de sus vacaciones, aunque le esperen precios altos y colas para todo. Y unas altísimas temperaturas. Precisamente, el mayor problema de futuro del turismo es el Cambio Climático, sobre todo en el Mediterráneo y el sur de Europa, que va a sufrir más que el resto de Europa las altas temperaturas, los incendios y la sequía. Y esto va a condicionar el turismo futuro. De hecho, ya ha empezado a hacerlo: el número de europeos dispuestos a viajar al área mediterránea entre julio y noviembre ha caído un -10% respecto a 2022 por el clima, según la última Encuesta de la Comisión Europea de Viajes. Esto va a beneficiar en el futuro a los destinos turísticos de la Europa del norte y, dentro de España, al turismo de interior y de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi, que ya este verano superan su ocupación tradicional de turistas.
Pero el Cambio Climático, además de un problema para el turismo español, puede ser también una oportunidad, para “desestacionalizar” la llegada de turistas fuera del verano, que concentra casi la mitad de los visitantes extranjeros (37,66 millones viajaron en 2019 de julio a septiembre de 2019, un 45% del total en sólo tres meses). Y dentro del obligado proceso de “reconversión turística” que pide el sector, urge afrontar una “reconversión medioambiental”, tanto en los servicios (agua, instalaciones, accesos, aparcamientos, protección civil y anti incendios, vigilancia playas) como en la oferta turística (zonas de sombra, árboles, itinerarios y visitas), para afrontar el aumento de las temperaturas.
Bueno, todo esto quedará como “deberes” para la vuelta de
vacaciones, para el futuro Gobierno y los Ayuntamientos y autonomías
que viven del turismo y que llenan sus playas y ciudades sin ordenar
un crecimiento turístico que no puede ser infinito, aunque mantenga
el crecimiento español, el negocio de muchos y 14 de cada 100 empleos. Hay que
pararse, tras otro verano récord, y evitar
matar la gallina de los huevos de oro. Mientras, no sufran mucho con el calor y los precios y disfruten del verano.
¡Felices
vacaciones!
jueves, 6 de abril de 2023
Semana Santa a tope (y muy cara)
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Enrique Ortega |
Este año 2023 ha empezado con un aluvión de turistas extranjeros, que suponen la mitad del negocio del turismo, y con un mayor repunte del turismo nacional. Entre enero y febrero, 6,2 millones de españoles han pernoctado en hoteles y establecimientos turísticos, un 14% más que en los dos primeros meses de 2022, según el INE. Y han visitado España 8.468.497 turistas extranjeros, un 49,1% más que en los dos primeros meses de 2022 y casi tantos como antes de la pandemia (8.577.065 turistas entre enero y febrero de 2019), según Frontur. Se ha recuperado la llegada de turistas británicos (1,52 millones, +61,9% que al inicio de 2022), franceses (1,12 millones, +30,2%), alemanes (988.142 visitantes, +47,2%) e italianos (520.423 turistas, +60,8%), pero sobre todo han llegado muchos más turistas de EEUU (273.174,+97, 9%), del resto de América (+73,1%) y del resto del mundo (+114%). Y los destinos que han atraído más turistas en enero y febrero han sido Madrid (+85%), Cataluña (+58,9%), Andalucía (+58,1%), Comunidad Valenciana y Canarias (+42,9%).
Lo importante no es sólo que se recupera el turismo, nacional y extranjero, sino que los turistas gastan ahora más, básicamente por la subida de la inflación. Sólo entre enero y febrero de 2023, los turistas extranjeros se han gastado en España 10.544 millones de euros, un 54,7% más que al inicio de 2022 y un 12,9% más que antes de la pandemia (el gasto fue de 9.357 millones entre enero y febrero de 2019), según Egatur. El mayor aumento del gasto lo han hecho los italianos (+54,9%), los británicos (+36,9%), los nórdicos (+48,3%) y los alemanes (+36,9%), siendo menor el aumento del gasto de los franceses (+22%) y mucho mayor el de los turistas que vienen de fuera de Europa (+68,6% de gasto). La duración media de su viaje es ahora de 7,6 días (1,1 días menos que hace un año), pero a cambio se gastan más cada día, una media de 163 euros (+19,2% que al inicio de 2022).
Con estos buenos datos turísticos de enero y febrero, la Semana Santa se presenta con muchas posibilidades de superar los turistas e ingresos de 2019, antes de la pandemia. A finales de marzo, las reservas hoteleras en España rondaban el 80%, lo que supera en un 10% las reservas de Semana Santa de 2022 y en un 12% las de 2019. Y todo apunta a que las buenas perspectivas meteorológicas habrán aumentado las reservas de última hora, a principios de abril, rozando el 90% de ocupación en muchos lugares y poniendo el cartel de “completo” en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, algunas zonas de costas e islas, además de muchas ciudades de interior. Y también han crecido los viajes al extranjero esta Semana Santa, sobre todo al Mediterráneo, el Caribe y Estados Unidos.
A pesar de la crisis motivada por la inflación y la guerra en Ucrania, la gente tiene fiebre por salir y viajar, “perderse” por unos días al precio que sea. Por un lado, el clima acompaña y el precio de los carburantes es mucho más bajo que hace un año: la semana pasada, la gasolina costaba un 10% menos que hace un año (1,627 frente a 1,811 euros/litro) y el gasóleo un 16,3% menos (1,545 frente a 1,847), lo que supone que llenar un depósito cuesta ahora entre 10 y 16,50 euros menos que en la Semana Santa de 2022. Por otro lado, hay más gente trabajando y eso permite más movimiento y más gasto: a finales de marzo de 2023 había 20,38 millones afiliados a la Seguridad Social, 550.000 ocupados más que en marzo de 2022 (19,83 millones de afiliados). Y aunque su sueldo apenas ha subido (+2,89% hasta febrero), están dispuestos a gastar lo que haga falta en disfrutar unas días por Semana Santa, sabiendo que van a pagar más, porque los precios turísticos están disparados.
Los precios hoteleros llevan creciendo de forma continuada desde hace 21 meses, por encima del +10%, con un pico en la Semana Santa de 2022 (+29,5%). El último dato publicado por el INE, de febrero 2023, señalaba una subida anual de los hoteles del +18,2%, el triple de lo que subía el IPC general (+6%). Y la subida anual de los restaurantes era del +7%. En conjunto, el grupo “hoteles y restaurantes” sube un +7,9% anual, superándose esa subida en Canarias (+9,5%), Andalucía (+9,3%), la Rioja (9%), Comunidad Valenciana (+8,7%), Madrid y Galicia (+8%), las regiones con más subidas. Los vuelos internacionales suben un +10,8% anual, los nacionales un +0,7% (por la competencia del tren), los paquetes turísticos nacionales un +3,2% (se usan menos) y los internacionales un +8,4%), según el INE.
Eso era en febrero, pero todo apunta a que los precios han seguido subiendo en marzo y sobre todo en abril, donde los propios hosteleros hablan de una subida media de los hoteles del +12,2% (y más del 15% en Madrid, Cataluña, País Vasco y Canarias) y del +7,5% en los restaurantes. Pero los portales de reserva hablan de subidas de los hoteles y apartamentos del +22% para esta Semana Santa, según eBooking.com. Y si se comparan los precios hoteleros de ahora con los de la Semana Santa de 2022, la subida puede llegar al +40% en las ciudades y zonas de costa más con más turismo. Y muchos bares y restaurantes (repletos) han subido su carta más de un 20% en el último año. Lo mismo puede decirse de las empresas de alquiler de coches y los lugares de ocio y entretenimiento que giran alrededor de las zonas más turísticas.
Tras esta Semana Santa récord, el sector turístico espera un buen mes de mayo, con dos puentes (1 de Mayo y el 15 fiesta en Madrid) y otro buen mes de junio, para afrontar un verano que también se espera excepcional, después de que las compañías aéreas hayan ampliado sus vuelos a España, los aeropuertos se vayan descongestionando (por el aumento de personal en los controles) y haya aumentado la oferta ferroviaria, con la competencia de trenes de alta velocidad gestionados por franceses (Ouigo) e italianos (Iryo). El sector turístico apuesta por otro verano récord, apoyado por una serie de factores a favor, según la patronal Exceltur: vuelta del turismo asiático (sobre todo de China), recuperación del turismo británico y europeo y aumento del turismo de calidad del norte de Europa y USA, apoyado por una esperada depreciación del euro (que, aunque se ha apreciado en los últimos 6 meses, cotiza un 5% más bajo que la media de los últimos 5 años frente al dólar).
Pero también hay nubarrones en el horizonte turístico, según advierte Exceltur: la incertidumbre geopolítica y la guerra de Ucrania, los elevados costes y precios, el encarecimiento del petróleo (recortan producción desde mayo la OPEP, Rusia y otros paises) , el riesgo de que la subida de tipos provoque una recesión en Europa, el menor dinamismo de los viajes de negocio por el auge del teletrabajo y, sobre todo, el efecto negativo de la subida de los precios turísticos. La patronal Exceltur advierte de la creciente competencia para España de otros paises mediterráneos, en especial Turquía y Egipto, que son ahora mucho más atractivos para el turismo tras la devaluación de sus monedas (la lira turca, por ejemplo, se ha devaluado un -70% frente a la libra y el euro, lo que “tira” sus precios). Y en España, otro riesgo que señalan es el exceso de apartamentos turísticos, que provoca una concentración de turismo masivo (que retrae) en algunas zonas (Baleares, Cataluña, costas).
Con este panorama, el sector turístico espera que 2023 sea el año de la recuperación definitiva del turismo, ya iniciada en 2022. Y que la actividad turística genere una facturación de 168.453 millones de euros, un PIB turístico mayor que el de 2019 (+7,1%). Y que las empresas turísticas, a pesar del aumento de costes, aumentarán su beneficio en 8.964 millones de euros (+5,6%), aumentando también el empleo. Y que la recuperación turística de 2023 se va a notar sobre todo en Madrid y Barcelona, en las islas y en algunas zonas de interior (como Navarra, Extremadura, Galicia, Castilla y León y Aragón), creciendo menos la España verde, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Otro año más, habría que aprovechar esta recuperación del turismo (extranjero y nacional) para reconvertir a fondo el sector, la primera industria del país, con medidas que llevan años pidiéndose y que se pueden acelerar con los Fondos europeos: una mayor digitalización de la oferta, una reestructuración y modernización de los destinos de sol y playa, una mayor formación de los trabajadores y una mejora en la calidad del servicio, una decidida diversificación por fechas, paises, ofertas y destinos (para no depender tanto del verano y el turismo masivo de sol y playa) y, sobre todo, defender a toda costa un turismo sostenible, que no destroce el medio ambiente y la convivencia en las zonas más saturadas. Urge avanzar en grandes acuerdos entre los próximos Gobiernos autonómicos y locales (tras el 28-M) y el futuro Gobierno central, para apostar por un turismo sostenible y de calidad, que siga siendo clave para el crecimiento del país. Hay que cuidar más “la gallina de los huevos de oro”.
lunes, 2 de agosto de 2021
Vacaciones: pocos turistas y precios altos
Media España está de vacaciones, aunque la otra media no pueda o no quiera viajar, según el Barómetro del CIS. Este verano, el turismo nacional recuperará dos tercios de los viajes de 2019, pero vendrán la mitad de turistas extranjeros que nos visitaban antes de la pandemia, según el sector, que espera facturar 20.000 millones menos que hace dos veranos. Eso sí, agencias, hoteles, apartamentos y restaurantes aprovechan para subir precios estas vacaciones, donde tenemos la luz, los carburantes y los vuelos mucho más caros y cuando también suben los alimentos y el súper. Entre la 5ª ola y las subidas de precios, los españoles saldremos menos días de vacaciones, más al interior, norte, Galicia, Cádiz y Huelva, mientras encontraremos menos extranjeros (sobre todo franceses y alemanes) en Baleares, Canarias y la costa mediterránea. Será el 2º verano en pandemia, con más movimiento que el anterior, pero aún “a medio gas” y con el virus desatado entre los jóvenes. ¡Descansen y cuídense¡
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Enrique Ortega |
Estas son las vacaciones del escape y la incertidumbre. Tras año y medio de pandemia, la mayoría de las personas quieren “escaparse” y viajar, olvidarse de los problemas más que nunca. Pero también saben que el virus sigue ahí y que la 5ª ola ha disparado los contagios, sobre todo entre los jóvenes y en los lugares de veraneo. Eso ha aumentado la incertidumbre a la hora de coger vacaciones, más cuando en muchas familias han bajado los ingresos y el trabajo por la pandemia (un 34,4% de los hogares no se pueden coger una semana de vacaciones por la crisis, según el INE). El resultado es un país donde la mitad de españoles dicen que se irán de vacaciones y la otra mitad no: el 49,9% no se irá, el 4,9% lo está pensando y el 45,1% restante se han ido ya de vacaciones o están pensando en irse este mes, según el Barómetro del CIS, una encuesta hecha entre el 2 y el 15 de julio. Los que más piensan viajar son los más jóvenes (más de la mitad de los menores de 34 años) y los que menos, los mayores de 55 años (sólo un tercio cogerá vacaciones este verano).
Entre la crisis y la pandemia, la gran mayoría del 45,1% que cogerá vacaciones se quedará dentro de España (el 88,8%), sólo un 6,8% irán al extranjero y otro 3,8% viajarán dentro y fuera del país, según el Barómetro del CIS. La mayoría viajará, en coche (78,6%) o avión (18,1%), a las costas (58,8%) e islas (11,9%), aunque aumentan los viajes a zonas rurales (20,5%), ciudades de interior (15%) y turismo de rutas (8,2%). Al alojarse, un 30,8% irá a un hotel, un 20,1% a un apartamento, el 19,1% a su 2ª vivienda, otro 19,1% a casas de amigos, un 6,6% a campings, otro 6% a casas rurales, el 3,7% a hostales y pensiones y 1,1% optan por la autocaravana. Y este verano se multiplican los viajes cortos, de 1 semana (22,4%) y menos (12,4%), aunque aumentan las vacaciones con duración entre 1 y 2 semanas (28,7%) y de más de 15 días (29,8% de los viajes).
Este 2º verano en pandemia se espera mejor que el verano pasado, pero el sector turístico lo ve con gran incertidumbre, debido al crecimiento imparable de la 5ª ola del virus, que ha sumido a toda la Península en “riesgo alto”, lo que va a retraer a irse de vacaciones a muchos españoles y va a frenar la llegada de turistas extranjeros, sobre todo de Francia (su Gobierno ha desaconsejado viajar a España), Alemania (exige cuarentena a los que vuelvan de vacaciones de España) y de Estados Unidos (nos consideran un país “de alto riesgo”). Con ello, la última previsión de Exceltur, la patronal turística, apuesta por recuperar dos tercios del turismo nacional de 2019 y un tercio del turismo extranjero. Y así, facturar este verano 37.979 millones, 20.000 millones menos que en 2019, antes de la pandemia.
La industria turística espera que quien les salve este verano sean los turistas nacionales, que suponen la mitad de su negocio. La previsión es facturar este verano con los turistas españoles dos tercios del negocio de 2019 (-32,9% de facturación), mejor en agosto y septiembre que en julio. Y en paralelo, con los turistas internacionales facturar sólo un tercio del negocio de 2019 (-61,2% de facturación), más en julio que en agosto y septiembre, según el estudio de Exceltur. Y con ello, esperan que el verano sea más flojo en las zonas que suelen recibir más turistas internacionales (Baleares, Canarias y costa mediterránea) y haya más turismo en las zonas donde se esperan más españoles (norte de España, Galicia, interior de las dos Castillas, la Rioja, Navarra y Aragón, junto a Cádiz y Huelva). Dos Españas con dos veranos y ocupaciones turísticas diferentes.
La mayor incertidumbre sobre cómo acabará siendo este verano está en el turismo extranjero. La última previsión del Gobierno es que lleguen 16,9 millones de turistas internacionales, lo que supondría un tremendo avance sobre el verano pasado (vinieron 6 millones de turistas extranjeros) y algo más de la mitad de los turistas foráneos que entraron en el verano de 2019 (28,8 millones), un año récord. La incógnita está en los turistas británicos (21,5% de los turistas extranjeros en 2019), que pueden viajar a España sin hacer cuarentena a la vuelta (si están vacunados), lo que ha triplicado sus vuelos a España, aunque tienen el hándicap de ser el país europeo con más contagios por COVID 19. En el caso de los turistas franceses (13,2% del total en 2019), Cataluña y la Comunidad Valenciana está sufriendo los efectos de la recomendación del Gobierno galo para que no viajen a España. Y lo mismo pasa, sobre todo en Baleares y Canarias, con los turistas alemanes (otro 13,2% del total), a quienes su Gobierno exigirá cuarentena al volver de España si no están vacunados. Y también EEUU ha incluido a España como “zona de alto riesgo” COVID.
La evolución de la 5ª ola en agosto será clave para la evolución del turismo. El Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) no es ahora tan pesimista y su última previsión (jueves 29) apunta que la incidencia no se va a cuadruplicar en Europa (como temía hace 10 días) sino que sólo se va a multiplicar por 1,5 (de 200 contagios el 25 de julio a 304 el 8 de agosto). Pero sigue colocando a España como el 2º país de la UE-27 con más incidencia del COVID, sólo por detrás de Chipre (1.496 contagios): creen que pasaremos de los 700 contagios de la semana pasada a 849 el 1 de agosto y 971 el 8 de agosto, aunque el viernes 30 de julio habíamos bajado a 687 contagios. Sean 971 o más de 500 contagios este mes, España seguirá siendo un destino “de alto riesgo” en Europa. Y eso es desastroso para mantener el turismo extranjero, que podría anular reservas, lo mismo que los turistas nacionales. Por eso es especialmente urgente tomar restricciones duras para bajar drásticamente los contagios, especialmente en las zonas turísticas: Baleares (951 contagios el viernes), Cataluña (927), Comunidad Valenciana (575), Andalucía (565) y Canarias (487), las 5 autonomías con más afluencia de extranjeros.
Además de lidiar con un “riesgo extremo” de contagios, los que están de vacaciones o se vayan a ir estos días sufrirán un tremendo aumento de precios. Empezando por las reservas de billetes de avión (con precios disparados en los vuelos nacionales) y las reservas de paquetes turísticos, que subieron un 14,5% en junio, según el INE. También están subiendo mucho los precios de los hoteles y alojamientos (un +6,1% en junio, según el IPC), que aprovechan en algunas zonas (norte de España y zonas rurales) la mayor demanda del turismo nacional para subir precios (y en julio han seguido subiendo los alojamientos, según el IPC adelantado que ha publicado el INE). No ayuda la fuerte subida de la luz mes tras mes (subirá un 35% en julio y costará el triple que en julio de 2020), subida de la que también “se cubren” los dueños de apartamentos y hoteles. Además, en verano suben siempre los alimentos y la mayoría de los productos del súper, por la mayor demanda.
La subida de precios ya la notamos al coger el coche para irnos de vacaciones. Los precios de los carburantes vuelven a marcar máximos la pasada semana: 1,41 euros por litro la gasolina (un 32% más cara que en mayo de 2020, que valía 1,07 euros) y 1,27 euros por litro el gasóleo (un 30% de subida sobre los 0,98 euros por litro que valía en mayo de 2020). Con ello, llenar el depósito cuesta ahora entre 16 euros más (gasoil) y 19 euros más (gasolina) que el verano pasado. Y España sigue teniendo los carburantes más caros de Europa antes de impuestos: 29 céntimos más cara la gasolina y 13,4 céntimos más caro el gasóleo que la media de precios de la UE-27, según el último Boletín Petrolero de la UE.
Esto pasa, aunque el petróleo esté en máximos para todos (76 dólares barril frente a 31$ en mayo de 2020), porque España tiene una mayor demanda de gasóleo (59,2%) que de gasolina (9,1%) que Europa, lo que tensiona más aquí los precios, hay menos competencia en el refino y en la comercialización por regiones (Repsol, Cepsa y BP controlan el 60% de las gasolineras) y el margen bruto de los comercializadores (25 céntimos por litro en la gasolina y 24 en el gasóleo) es de los más altos de Europa, según la Comisión de Competencia (CNMC).
Si conseguimos pagar todas las subidas que nos esperan, desde la gasolinera al hotel y la paella o mariscada, sólo nos queda cuidarnos para evitar contagiarnos con el virus, que se está multiplicando entre los menores de 40 años no vacunados, aunque también contagia a los vacunados con 1 dosis (el 11,4% de los contagiados) y a los vacunados con las 2 dosis (5,5% de los actuales contagiados), según Sanidad. Hay que intentar disfrutar estas vacaciones, el que pueda tenerlas, pero sin olvidar que el virus sigue entre nosotros y la pandemia no se ha acabado.
Así que este verano será otra vez “diferente”, aunque tengamos más optimismo y confianza porque la inmunidad de rebaño está próxima, quizás no para septiembre (los expertos hablan de que la variante Delta obliga a vacunar al 80 y quizás al 92% de los españoles, que no basta con el 70% del que nos hablaban). Eso supondría que no ganaríamos la batalla al virus hasta final de año. Sea como sea, agosto va a ser todavía un mes complicado, para la salud y para el turismo y la economía.
Disfrutemos lo que podamos estas vacaciones, pero no bajemos la guardia frente al virus, para volver a casa con más garantías. ¡Descansen y cuídense¡