jueves, 12 de octubre de 2023

Coche eléctrico: España, a la cola de ventas

La venta de coches mejora este año, pero todavía se venden menos que en 2019. Y los turismos más vendidos son de gasolina, seguidos de híbridos y de gasoil, mientras el coche eléctrico no arranca: sus ventas crecen pero España está a la cola de ventas de eléctricos en Europa, menos del 5% de las ventas totales, la tercera parte que en la UE. ¿Por qué no se venden más coches eléctricos? Por su alto precio y baja autonomía, pero sobre todo porque hay muy pocos puestos de carga y las ayudas a la compra no funcionan bien, llegando tarde el dinero. Los fabricantes piden mayor agilidad y más ayudas (a particulares y empresas) para fomentar el coche eléctrico. Mientras, han presionado para que la Comisión Europea retrase el recorte de emisiones a los coches de combustión que se venderán hasta 2035. Y Bruselas estudia frenar la competencia de los coches chinos: un modelo chino lleva 2 meses siendo el coche más vendido en España.

                Enrique Ortega

Las ventas de coches mejoran en España, tras los “atascos” en la fabricación y el retraso en las entregas de 2021 y 2022. Entre enero y septiembre de 2023 se han matriculado 711.380 turismos, un +18,5% que en los nueve primeros meses de 2022, según ANFAC, aunque todavía lejos de los 965.339 turismos matriculados entre enero y septiembre de 2019, antes de la pandemia. La patronal ANFAC cree que las matriculaciones de turismos acabarán el año 2023 con una cifra entre 930.000 y 940.000 vehículos, todavía un 25% por debajo del nivel de ventas anterior a la pandemia (1.258.246 turismos matriculados en 2019) y casi la mitad del máximo histórico (1.649.320 turismos matriculados en 2005).

La matriculación de coches se recupera, pero el coche eléctrico no acaba de despegar en España, aunque sea el turismo donde más han crecido las matriculaciones hasta septiembre (+64%), según ANFAC. Pero los turismos más vendidos en España siguen siendo los coches de gasolina: 301.716 matriculados hasta septiembre, un 42,41% del total de turismos vendidos. La 2ª opción de compra son los coches híbridos no enchufables, coches de gasolina (el 87,25%) o gasoil (13,75% restante) que incluyen una pequeña batería para ahorrar consumo y conseguir la etiqueta ECO, que permite entrar en los centros de las ciudades y aparcar más barato: se han vendido 220.535 turismos en los primeros nueve meses de 2023, el 31% del total. Y la 3ª opción de compra son los coches diesel: 92.184 turismos matriculados hasta septiembre, el 12,96% de las ventas totales. El 4º lugar lo ocupan los turismos híbridos enchufables: 45.113 vehículos matriculados, el 6,34% del total. Y sólo en 5º lugar  de ventas está el coche eléctrico “puro”: 34.608 turismos matriculados hasta septiembre, el 4,86% del total. Y quedan los coches de gas (movidos con GLP, GNC o GNL), cuyas ventas son las segundas que más crecen (+55%): se matricularon 17.218 turismos hasta septiembre, el 2,42% del total. Y 6 coches de hidrógeno.

Con estos datos, España se mantiene a la cola de Europa en la venta de coches eléctricos. Entre enero y agosto (último dato publicado por la patronal europea ACEA), la cuota de venta de coches eléctricos “puros” en Europa era del 14% (UE-27%), frente al 4,80% en España, que se situaba en el 9º puesto por la cola en ventas de coches eléctricos, sólo por detrás de Eslovaquia (2,35%), República Checa (2,70%), Croacia (2,82%), Polonia (3,49%), Italia (3,9%), Grecia (4,49%), Chipre (4,55%) y Bulgaria (4,76%). Y ese bajísimo porcentaje de España (4,80%), el 5º país europeos donde se venden más coches,  choca con el alto porcentaje de ventas de eléctricos en los otros grandes mercados: el 19% en Alemania, el 16% en Reino Unido y el 15% en Francia, sin olvidar los altísimos porcentajes de ventas de coches eléctricos en Noruega (83%), Suecia (38%) y Paises Bajos (29%).

El Gobierno Sánchez se planteó como objetivo, en la Ley contra el Cambio Climático de 2021, impulsar los coches alternativos a los de gasolina y gasoil, para ayudar a reducir las emisiones de CO2. El objetivo era muy ambicioso: alcanzar los 190.000 coches electrificables (eléctricos puros+ híbridos enchufables) en 2023, 372.000 en 2025 y 787.800 en 2030. De momento, el objetivo está muy lejano: a finales de septiembre se habían matriculado en España 79.721 turismos electrificados, menos de la mitad de los 190.000 previstos este año, según el balance de ANFAC. Y eso supone una cuota eléctrica del 11,21% de las ventas totales, la mitad de la de los coches electrificados en la UE (29,3%) y muy alejada de la de Francia (24,3%), Reino Unido (22,7%), Alemania (21,4) e incluso Portugal (26,6%), siendo sólo menor la cuota de coches electrificados en Italia (8,5%).

La patronal automovilística ACEA publica cada trimestre un Barómetro de electromovilidad, donde alerta del retraso de España en la penetración del coche eléctrico. En el 2º trimestre (junio 2023), España alcanza los 12 puntos sobre 100, frente a 25 puntos de media en la UE-27, los 106 puntos de Noruega, los 64,5 puntos de Paises Bajos, 34,9 de Alemania, los 29,4 de Francia y los 26,2 puntos de Reino Unido, lo que nos sitúa como “el tercer país por la cola en Europa en electromovilidad”. Y eso se debe a dos factores. Uno, las bajas ventas de coches “electrificados” (eléctricos puros + híbridos enchufables), donde ocupamos la 4ª posición por la cola del ranking de penetración eléctrica en Europa. Y el otro, la escasez de infraestructuras de carga, donde ocupamos “el tercer puesto por la cola” en Europa, con 5,1 puntos sobre 100,  frente a 11,2 de media en la UE y más de 50 puntos en los paises punteros (Paises Bajos o Noruega). España sólo cuenta con 22.760 puntos de recarga de vehículos eléctricos (sólo 4,632 instalados este año), cuando el objetivo oficial (Ley Cambio Climático) era tener 45.000 en 2023 (y 300.000 en 2030).

¿Por qué el coche eléctrico no avanza en España? Hay 4 razones que explican las menores ventas que en Europa. La primera, el precio: los coches eléctricos “puros” (y los híbridos enchufables) suelen ser más caros que unos coches similares de gasolina o gasoil. Es algo que pasa en toda Europa y EEUU, donde el coche eléctrico es un 50% más caro que los de combustión (más de 30.000 dólares), según un estudio de la Agencia Internacional de la Energía, que revela que este sobreprecio no se da en China (10.000 dólares cuesta un coche eléctrico), por las subvenciones públicas a su industria. En España, hay coches eléctricos por 30.000 euros (sin promociones), pero la mayoría de los eléctricos cuestan en torno a los 50.000 euros (47.470 euros el Tesla Model Y, el más vendido). Ahora, China ha entrado en España rompiendo el mercado eléctrico, con el MG4 Electric (19.480 euros de oferta). Un mercado que lideran en España los coches eléctricos de EEUU (Tesla y Ford), Japón (Toyota y Nissan) y China (Link&Co y MG), por delante de los eléctricos europeos (Fiat y Dacia). 

El 2º factor que retrae las ventas de vehículos electrificados es la menor autonomía: aunque sobre el papel muchos modelos prometen hasta 600 kilómetros de autonomía, la realidad es que rondan entre los 400 y los 500 kilómetros, lo que puede ser suficiente para un uso urbano (como 2º coche), pero disuade comprarlo para viajes más largos. Y eso entronca con el tercer factor disuasorio, el más decisivo: hay pocos puntos de recarga, la mayoría de baja potencia y mal repartidos. El dato es “desolador”: de los 22.760 puntos de recarga disponibles, sólo el 4% son de alta potencia y permiten una carga rápida (entre 10 y 27 minutos, según el coche), el 73% son de baja potencia (la recarga tarda entre 1 y 4 horas y media) y el 57% están instalados en ciudades, no en la red de carreteras.

Y todavía hay un 4º factor que disuade las ventas de coches electrificables: las ayudas públicas. España es el país europeo con mayores ayudas a la compra de eléctricos, según la patronal ANFAC: hasta 7.000 euros por la compra de un eléctrico puro (si se achatarra el viejo), más otros 3.000 euros de desgravación máxima en el IRPF. Pero el problema es que estas ayudas, el Plan Moves III (aprobado en abril de 2021 y prorrogado hasta diciembre de 2023, con hasta 1.200 millones de euros que no se han gastado) no funciona bien: la tramitación es compleja y farragosa y la alta demanda ha colapsado a la mayoría de las autonomías, lo que retrasa la llegada de las ayudas a los compradores (algunos que las solicitaron en 2021 están recibiendo el dinero ahora, 2 años después).

En resumen, que los coches eléctricos son más caros, tienen todavía poca autonomía, no tenemos asegurado dónde y en qué tiempo recargarlos (más si viajamos) y encima los compramos sin saber cuándo recibiremos la ayuda (que hay que declarar a Hacienda). Resultado: en vez de comprar un vehículo eléctrico, compramos un híbrido que nos permita tener la ansiada etiqueta ECO, aunque usemos gasolina o diesel. Y lo mismo hacen los autónomos y las empresas, que deberían ser la punta de lanza de la electrificación.

La patronal ANFAC ha pedido que el futuro Gobierno prorrogue las ayudas del Plan Moves III, a partir de enero de 2024, pero simplificando su tramitación, para que las ayudas lleguen antes (que sean ayudas directas a la compra) y a más compradores. Además, piden ayudas fiscales para la electrificación de flotas de empresas y autónomos, además de la supresión del impuesto de matriculación y del IVA para este tipo de vehículos. Y, sobre todo, piden acelerar la instalación de postes de recarga, simplificando los trámites para su instalación y  promoviendo los puntos de recarga rápida, en las ciudades y carreteras más transitadas. Por su parte, prometen seguir invirtiendo para renovar y ampliar la oferta de coches electrificados, tras haber sacado al mercado ya más de 200 modelos.

Mientras el coche eléctrico avanza demasiado lentamente, en España y en muchos paises europeos, los fabricantes de coches presionan a las autoridades europeas para que no les obliguen a fabricar coches de combustión menos contaminantes, argumentando que eso les obliga a desviar inversiones que deben dedicar a producir nuevos coches eléctricos. En principio, estaba previsto que el 1 de enero de 2025 entrara en vigor la nueva norma Euro 7, para reducir los límites de emisiones de los motores de combustión (según los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud, la OMS). Pero los fabricantes se han quejado de que eso les encarecería los coches (hasta 2.000 euros) y reduciría las ventas y los empleos (dicen que perderían 300.000). Así que, con el apoyo de la ultraderechista Meloni y el francés Macron, han conseguido que la Comisión Europea aprobara, el 25 de septiembre, un retraso de 2 años (hasta 2027 los vehículos ligeros y hasta 2029 los pesados) en la entrada en vigor de los nuevos límites de emisiones para los coches de combustión (que en principio, salvo cambios por nuevas presiones) estarán prohibidos a partir de 2035.

Además de esta “tregua”, los fabricantes de coches europeos han pedido ayuda a la Comisión Europea para que frene la venta de coches chinos (subvencionados) en Europa. En 2021, los coches chinos sólo suponían el 0,4% de las ventas europeas, pero en 2022 ya fueron el 1,3% y este año ronda el 2,5%, con una fuerte penetración en Reino Unido (5% ventas), Italia (4,1%) y España (3,8%), siendo menor pero muy importante (son mercados más grandes) en Francia (1,8%) y Alemania (1,4%). La queja de los fabricantes es que los coches chinos están fuertemente subvencionados (en la fabricación y exportación), por su Gobierno, lo que supone una competencia desleal, unida a los problemas de algunos fabricantes europeos (sobre todo alemanes) para vender coches en China. La Comisión ha prometido investigarlo y poner un arancel futuro a los coches chinos si hiciese falta. Un dato revelador: en los 2 últimos meses (agosto y septiembre) el coche más vendido en España es un modelo chino de MG (antes británica), el MG ZS (un SUV pequeño, por 13.990 euros).

En definitiva, el coche eléctrico avanza más lento de lo que necesitamos, mientras los fabricantes europeos están más preocupados por seguir vendiendo coches de combustión “asequibles” (aunque contaminen) y por la competencia creciente de los coches chinos. Pero no podemos olvidar que la Crisis Climática se agrava y que el transporte es uno de los grandes responsables de las emisiones de CO2 y de la contaminación ambiental, que mata cada año a 300.000 europeos. Por eso, urge promover la venta de coches electrificados. Pero para conseguirlo,  hay que dar ayudas y facilidades (más puestos de recarga y cero impuestos y tasas) a particulares y empresas, poniéndoles fácil y accesible el cambio a un vehículo más limpio. Otra prioridad para el futuro Gobierno.

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