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jueves, 9 de septiembre de 2021

El rescate del fútbol español

Una de las noticias de agosto ha sido la marcha de Messi del Barça, al no poder pagarle por su penosa situación financiera. Una grave crisis, agudizada por la pandemia, que afecta a todo el fútbol europeo y español: los 42 Clubes de 1ª y 2ª A perdieron 870 millones la pasada temporada (tras 8 años con beneficios) y están aún peor los 102 equipos de 2ªB y los 397 de 3ª división. Por eso, LaLiga ha pactado un rescate con el Fondo británico CVC (el que gestionaba la Fórmula 1), para recibir 2.675 millones en créditos a 40 años a cambio de una parte de los ingresos de patrocinio y TV de los Clubes. El objetivo es sanear sus cuentas en un par de años, gracias a un Plan de reconversión que busca aumentar los ingresos por TV y por el negocio internacional, digitalizando el fútbol con Fondos europeos. Hay que aprovechar la pandemia para racionalizar el negocio del fútbol, evitar que estalle esta peligrosa “burbuja” y lo paguemos todos.

Enrique Ortega 

La pandemia ha pinchado la “burbuja” del fútbol en toda Europa y en España. Ya en la primera temporada afectada por el COVID, la 2019-2020, los equipos europeos perdieron 8.700 millones de euros en ingresos, según la UEFA: -7.000 millones los equipos de las máximas categorías y -1.500 millones las ligas menores. La mitad de esas pérdidas fueron por el cierre de estadios (pérdidas de recaudación entre 3.600 y 4.000 millones), una cuarta parte por la bajada de ingresos por patrocinios (entre 2.400 y 2.700 millones menos) y el resto por la merma en los ingresos de TV (entre 1.200 y 1.400 millones menos). Y en la pasada temporada 2020-2021, la caída de ingresos habrá sido mayor, aunque no dan una cifra. Eso sí, la UEFA advierte que en las dos últimas temporadas, 42 Clubes europeos han suspendido pagos y hay 120 Clubes con Fondos propios negativos, que requieren financiación urgente para seguir funcionando: estiman que necesitan 3.000 millones de capital.

En la primera temporada afectada por el COVID, la 2019-2020, todas las Ligas europeas tuvieron pérdidas, salvo LaLiga española, según un informe de la consultora PwC: la Liga inglesa perdió 1.000 millones de euros, la italiana -750, la francesa -500 y la alemana -210, mientras LaLiga cerraba la temporada con 77 millones de beneficios  (frente a 225 la temporada anterior), gracias al salvavidas de los ingresos por traspasos y al aumento de los ingresos por TV. Pero en la pasada temporada, en 2020-2021, LaLiga entró también en pérdidas: -733 millones de euros, según los datos de LaLiga, que en realidad son -870 millones de pérdidas, al haber subido las pérdidas del Barça. Unas pérdidas que rompen 8 años de beneficios en el fútbol de 1ª y 2ª división, desde la temporada 2012-2013, gracias al Plan de ajuste que se puso en marcha en 2013, para recortar gastos (salarios y fichajes) y aumentar ingresos (TV, patrocinio y negocio internacional).

El impacto de la pandemia en el fútbol español, con el cierre de estadios entre marzo de 2020 y mayo de 2021, ha sido tremendo: los ingresos de los 42 Clubes de 1ª (20) y 2ª división (22) cayeron de 5.043 millones en la temporada 2019-2020 a 3.545 millones en 2020-2021, un 29,7% menos, según LaLiga. El mayor impacto se ha dado en los ingresos por taquilla (caen un -66%: de 796 a 271 millones), al no poder acudir a los estadios las 900.000 aficionados que iban cada semana en 2019. Los ingresos por retransmisiones de TV se han salvado (bajan de 1.770 millones a 1.762) y también los ingresos comerciales por patrocinio (bajan sólo de 987 a 912 millones), mientras caían a menos de la mitad los ingresos por traspasos y otros (de 1.490 millones a 600 millones de ingresos en 2020-2021).

Todos los 42 Clubes de 1ª y 2ªA  han sufrido esta caída de ingresos y las consiguientes pérdidas, pero el peor balance lo tiene el Barça, que reconoce estar en una situación financiera “dramática” (Laporta dixit): tuvo la pasada temporada unas pérdidas de -481 millones de euros y una deuda de 1.350 millones de euros (673 con los bancos y 389 con los jugadores), según los datos del propio Club. Y lo peor: tiene un patrimonio neto “negativo” (-451 millones), lo que sería un motivo de disolución si fuera  una Sociedad Anónima (SA) y no un Club de fútbol. Esta penosa situación financiera ha obligado al Barca a pedir un préstamo de 595 millones a Goldman Sachs y a implantar un Plan de ajuste, con un drástico recorte de gastos, venta de jugadores, rebaja de sueldos y no poder pagar la ficha a Messi.

Otros Clubes de 1ª división con serios problemas financieros son el Valencia, el Betis o el Athletic Club, mientras están algo mejor el Madrid (perdió 70 millones la temporada 2020-21) o el Atlético de Madrid (perdió 50 millones). Peor están los 22 Clubes de 2ªA, que han reducido drásticamente gastos y fichajes. Y se desconoce la situación financiera real de los 102 equipos que integran la 2ªB y, sobre todo, los penosos balances de los 397 equipos de 3ª división, todos ellos mucho más afectados por el cierre de los estadios que los grandes equipos (en 2ª B, los ingresos por abonos y taquilla suponen el 50% de los ingresos, mientras que sólo aportan un 15% del Presupuesto en el caso del Real Madrid).

LaLiga ya puso en marcha, en marzo de 2020, un Plan de ajuste para afrontar la caída de ingresos de la pandemia, actuando en varios frentes. El primero y fundamental, negociar con el Gobierno y los bancos un paquete de créditos ICO de 600 millones de euros, con la garantía del Estado (o sea, de todos los españoles). Y en paralelo, varios grandes Clubes (Atlético, Barça y Real Madrid) solicitaron préstamos a Fondos de capital riesgo nacionales e internacionales. La segunda vía de escape fue solicitar un ERTE para las plantillas de los Clubes de fútbol, que aprovecharon 7 Clubes de 1ª (Barça, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia, Alavés, Espanyol y Osasuna) y otros 10 de 2ªA, más 41 Clubes de 2ª B y muchos más de 3ª división. A la vez, los Clubes pidieron a sus jugadores que se bajaran los sueldos, no sin resistencia, entre el -10% (Madrid) y el 70% algunos como el Barça.

La cuarta vía de recortes se produjo en los fichajes, primero en el verano pasado: el gasto cayó de 1.291 millones gastados por los grandes Clubes en el verano 2019 a los 483 millones (-66%)  gastados en el verano 2020, según la LFP. Un ajuste en fichajes y salarios que LaLiga ha vuelto a exigir a los Clubes esta temporada 2021-2022, con nuevos límites según los ingresos estimados para cada Club. Eso ha vuelto a colocar a la Liga española como la más austera de las Ligas europeas: el gasto en fichajes de los equipos españoles de 1ª ha sido, en la campaña de verano de 2021, de 293 millones de euros, frente a 1.351 millones que han gastado los equipos de la Liga inglesa, los 549 millones de la Liga italiana, los 416 millones gastados en fichajes por la Liga italiana y los 356 de la Liga francesa.

Este mayor ajuste impuesto por LaLiga a los grandes equipos españoles explica que el Barça no haya podido retener a Messi, porque su agujero financiero y los ingresos previstos no permitían pagar su ficha (135 millones). Sorprende que sí la ha podido pagar el PSG  (35 millones anuales por 2 temporadas), cuando el Club francés tiene también problemas financieros y se ha permitido incluso fichar a 6 costosos jugadores (incluidos Ramos y el lateral Achaf, por 60 millones). La explicación es doble. Por un lado, la Liga francesa (Ligue 1) está en una peor situación financiera que LaLiga (lleva 2.600 millones de pérdidas operativas en las 2 últimas temporadas) y aprobó en 2018 límites salariales a los Clubes, pero no entrarán en vigor hasta dentro de 2 años (cuando vence el contrato de Messi con el PSG). Por otro lado, el PSG ha burlado tradicionalmente las normas financieras de la UEFA, que ahora ha suavizado con la pandemia. Y además, el PSG es un Club propiedad de un multimillonario Fondo ligado a la familia real de Qatar, con lo que no tiene problemas para inyectar periódicamente fondos, lo que ha trastocado y trastoca el negocio del fútbol europeo.

Volviendo al fútbol español, la persistencia de la pandemia ha obligado a LaLiga a ir más allá en sus Planes de ajuste y buscar un rescate financiero que asegure el futuro de los Clubes. Y así, tras 10 meses de negociación, LaLiga anunció en agosto un acuerdo con el Fondo británico CVC (que gestionó durante una década la Formula 1) para recibir una inyección de 2.667,5 millones de euros, 2.460 millones para préstamos a 40 años (sin intereses) a los Clubes de 1ª y 2ªA, 100 millones para el fútbol femenino y categorías no profesionales y otros 100 millones para la digitalización de LaLiga. A cambio de este dinero, el Fondo CVC recibirá una parte (11%) de los ingresos de patrocinio y TV de LaLiga en los próximos 40 años (aunque los gestionará solo LaLiga) y será su “socio industrial” para impulsar el desarrollo multinacional del fútbol español.

Este rescate financiero al fútbol español ha sido aprobado en agosto por 38 de los 42 Clubes de 1ª y 2ªA, aunque cuenta con el rechazo del Madrid y el Barca (que creen que pueden financiarse por si mismos y no quieren un Fondo gestionando parte de sus ingresos), el Athletic Club y el Oviedo, que quedarán fuera del acuerdo. Ahora, con ese dinero, LaLiga lo repartirá entre los Clubes, según su tamaño (250 millones le correspondían al Madrid o al Barça, 184 al Atlético de Madrid, 120 al Sevilla, 117 al Valencia, 115 al Athletic o 108 al Villareal). Y les exige un compromiso a la hora de gastarlo: el 70% del préstamo debe ir a infraestructuras (estadios) e innovación tecnológica, otro 15% para compra de jugadores y el 15% restante para reestructurar su deuda financiera.

Este rescate financiero a los grandes Clubes (¿qué pasa con el resto?) trata de asegurar su supervivencia esta temporada, cuando de momento sólo se permite un 60% de público en los estadios. Y en paralelo, LaLiga, la entidad que dirige el fútbol español, sigue adelante con su reconversión profesional de los Clubes, avanzando en tres vías. La primera, aumentar los ingresos que obtienen de las retransmisiones por TV, tratando de que pasen de los 1.800 millones actuales a 2.300 millones en unos años, para lo que quieren negociar con nuevos operadores (Amazon, DAZN) y aumentar las plataformas de emisión de partidos en el extranjero (van a lanzar una aplicación de pago, LaLiga Xtra, en 70 paises). La segunda vía de reforzamiento es aumentar los ingresos internacionales de los Clubes: aumento sobre todo de patrocinios (pasar de 90 a 112 millones y que el 50% de estos ingresos se generen fuera de España), en Africa y Oriente Medio, aunque también en Asia y América.

Pero la gran apuesta de LaLiga es la digitalización del fútbol español, que los aficionados (sobre todo los jóvenes) tengan múltiples plataformas (APPs, plataformas de transmisión por streaming…) para seguir la competición además de acudir a los estados. LaLiga ya ha invertido 200 millones en digitalización desde 2014 y ha firmado un acuerdo con Microsoft para desarrollar soluciones tecnológicas para la retransmisión de partidos. Y ahora, España es el único país que ha incluido el deporte entre los sectores que van a beneficiarse de los Fondos de recuperación de la UE: se van a destinar 300 millones para su digitalización, que se canalizarán a LaLiga y a los Clubes. Fútbol en la nube.

Al final, la pandemia ha desvelado lo vulnerable que es el negocio del fútbol y el grave riesgo de que estalle la “burbuja” económica creada alrededor de este deporte. Pero puede ser también una oportunidad para reconvertir el mundo del fútbol, consiguiendo en unos años sanear las cuentas de los Clubes y asentar sus balances y su futuro. Eso exige mejorar sus ingresos y racionalizar sus gastos, evitando sueldos escandalosos e inversiones faraónicas. Pero mientras haya jeques y Fondos de inversión que trastoquen el deporte en especulación, será difícil conseguirlo. La UEFA habla mucho de “Fair Play Financiero” pero piensa en suavizar sus normas cuando acabe la pandemia. Y LaLiga es hoy la más austera y vigilante, pero está sometida a la presión de la Premier británica y las demás. Así que el ajuste actual puede ser sólo una tregua y quizás no se pinche la burbuja del fútbol. Un grave riesgo, porque si vuelve a haber problemas, quizás tendremos que rescatarlos nosotros.   

jueves, 18 de mayo de 2017

La TV salva las cuentas del fútbol español


Este domingo se acaba la Liga y con ella, la quinta temporada en que los 42 equipos de 1ª y 2ª División han seguido ajustando sus cuentas, para conseguir beneficios tras años de pérdidas y suspensiones de pagos. Los Clubes se recuperan económicamente, gracias al fuerte aumento de ingresos por las retransmisiones de TV y la venta de jugadores, aunque en el día a día siguen con ligeras pérdidas, por los enormes gastos en fichajes. La Liga apuesta por seguir aumentando ingresos y superar en 2022 a la Liga inglesa, gracias a la retransmisión mundial de partidos y a las redes sociales, porque el fútbol español tiene más de 1.600 millones de seguidores en el mundo. Y aspira a atraer a inversores internacionales, sobre todo chinos y asiáticos, que ya son dueños de muchos Clubes españoles y europeos. El fútbol mueve 10.000 millones de euros en España y casi duplicará su negocio en 5 años, aunque podría crearse una burbuja con pies de barro. Negocio y deporte sí, pero con cabeza.


enrique ortega

Junio 2010. España gana el Mundial de fútbol. Y en 2012, gana la tercera Eurocopa, tras las de 2008 y 1964, algo que sólo había conseguido Alemania. Sin embargo, España es una potencia futbolística con los pies de barro: 32 Clubs entraron en suspensión de pagos entre 2003 y 2012. Y muchos desaparecieron. La gravedad de la crisis de los Clubes obligó al Gobierno Rajoy a forzar, el 25 de abril de 2012, la firma de un Protocolo entre la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Consejo Superior de Deportes (CSD), para ajustar las cuentas del fútbol español, obligados también por la UEFA, que se enfrentaba al mismo problema en Europa: la mitad de los Clubes europeos perdían dinero en 2010, cuando aprobó un Plan de ajuste continental, el Fair Play Financiero, para forzar a los equipos europeos a sanear sus cuentas.

El Plan de ajuste acordado en 2012 obligaba a los 42 Clubes de fútbol  a enviar de antemano sus Presupuestos (empezando por los de 20012-2013) a la Liga (LFP) y al Consejo (CSD), para que se los aprobaran previamente, mientras la UEFA hacía los controles financieros a posteriori (eliminando de las competiciones europeas a los que no sanearan sus cuentas). Se trataba de forzar a los Clubs a recortar gastos y deudas, buscando que aumentaran sus ingresos. Y tras 5 temporadas, el ajuste ha dado sus frutos: en 2015-2016 (última temporada con datos), los 42 Clubes de fútbol de Primera y segunda División han tenido unos beneficios de +149,38 millones de euros, el 4º año con beneficios tras tener pérdidas casi todos los años desde 1.999 (-483,84 millones en 2002-2003, el peor año, según los balances del CSD).

El éxito del ajuste se ha debido sobre todo al aumento de ingresos, un +37,4%, entre los 2.097 millones ingresados en la temporada 2011-2012 y los 3.327 millones esperados por la LFP para esta temporada 2016-2017. Y aquí, el motor han sido los ingresos por las retransmisiones de televisión, que estaban estabilizados (728,7 millones en 2011-2012 y 854,5 en 2014-2015), hasta que la decisión del Gobierno de aprobar un real decreto, en abril de 2015, para subastar y repartir esos ingresos de otra manera, ha disparado esta partida, hasta los 1.400 millones de ingresos previstos en 2016-2017, casi el doble que hace cinco años. Junto a esta inyección de fondos, también han crecido un 28,4 % los  ingresos por taquilla y abonados, de 599,3 millones en 2011-2012 a 769,7 millones esperados en 2016-217. Y también han crecido los ingresos comerciales, por traspasos y publicidad.

La otra palanca del ajuste, los gastos, han crecido menos que antes, pero han seguido aumentando, un 26,33% entre 2011-2012 (2.323 millones) y 2015-2016 (2.934 millones, último dato del CSD). En general, los Clubes han frenado el ritmo de sus gastos de personal, pero todavía crecen mucho y se llevan el 65% de los gastos de los 20 Clubs de 1ª división (y el 55% de los 22 de 2ª). Además, los Clubes españoles son los terceros que más gastan en fichajes: 590 millones en 2016 (verano e invierno), sólo por detrás de los 855 millones que gastaron los Clubes italianos y los 1.770 millones gastados por los equipos de la Liga británica.

Precisamente, los fichajes son la herramienta financiera que permite “maquillar y salvar las cuentas” de los Clubes españoles, ya que en su actividad “normal” (ingresos ordinarios menos gastos ordinarios), los equipos de fútbol siguen con pérdidas de explotación: -48,81 millones de pérdidas ordinarias en la temporada 2015-2016 (-35,58 millones los 20 Clubes de 1ª y -13,23 millones de los 22 Clubes de 2ª), según las cuentas del CSD. Gracias a la venta de jugadores y sus “ingresos extraordinarios”, los equipos consiguen sus beneficios finales: +138,31 millones de euros los equipos de 1ª (llevan 4 temporadas con beneficios) y +11,06 millones los equipos de 2ª división (segunda temporada con beneficios), según el CSD.

Los mayores ingresos por TV, entradas y venta de jugadores no sólo han colocado a los 42 Clubes de fútbol de 1ª y 2ª en beneficios, sino que les han permitido reducir sus deudas un 5,7%, entre la temporada 2011-2012 (3.595,7 millones) y la 2015-2016 (3.388 millones de deuda, 2.988,35 los de 1ª y 390,44 los de 2ª división), según los datos del CSD. Y la LFP dice que en estos momentos, la deuda neta de los Clubes está ya en 1.800 millones de euros, la mitad que hace cinco temporadas, tras haber reducido a la mitad la deuda bancaria y con jugadores, Clubes y proveedores. Y se ha recortado drásticamente la deuda de los Clubes con Hacienda: si en abril de 2012 debían al Fisco 750 millones, en junio de 2017 esperan deber 187 millones y sólo unos 50 millones para 2020. Y la deuda de los Clubes a la Seguridad Social ha bajado de 17,99 millones en 2011-2012 a 12,41 millones en 2015-2016.

Ahora, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) busca consolidar este ajuste económico de los Clubes, para conseguir en cinco años, para 2022, superar a la Premier League británicala líder del fútbol europeo. De momento, esta temporada 2016-2017, con unos ingresos de 3.327 millones de euros, la Liga española habrá superado a la segunda Liga del continente, la Bundesliga alemana (que ingresó 2.392 millones de euros en 2014-2015, frente a 2.053 millones la Liga española y 4.400 la Premier League, según los últimos datos del Estudio Annual Review of Football Finance 2016, elaborado por Deloitte).

El punto de partida de esta segunda fase de relanzamiento del fútbol español será una auditoría de los 42 Clubs de 1ª y 2ª división, con 57 indicadores de gestión, que ha preparado la consultora PwC con las cuentas cerradas de 2016 y que la LFP hará publica este año. El objetivo es dar a los equipos una “etiqueta de buena gestión”, que les permita atraer más ingresos y nuevos inversores. De hecho, el fútbol europeo es hoy una inversión muy atractiva para grandes inversores internacionales y ya hay 27 grandes Clubes europeos en manos de inversores asiáticos, rusos y americanos. Entre ellos, equipos españoles, como el Atlético de Madrid (20% del grupo chino Wanda), el Espanyol (56,2% grupo chino Rastar), Granada (100% grupo chino Desport), Valencia (82% empresario Peter Lim, de Singapur), Málaga (jeque catarí Al Thani), Real Oviedo (71% empresario mexicano Carlos Slim), Mallorca (norteamericano Robert Sarver, dueño de un club de la NBA), Sabadell (japonés Sakamoto)… Y en estos momentos, hay 6 Clubes en el punto de mira de inversores extranjeros: Elche, Getafe, Levante, Tenerife, Valladolid y Córdoba.

En paralelo, la Liga de Fútbol Profesional (LFP), la patronal que ha reconvertido el deteriorado fútbol español, busca dar “el gran salto hacia adelante”, buscando nuevas fuentes de ingresos. La primera y fundamental, aumentar los ingresos por las retransmisiones de TV, porque aunque se han duplicado entre 2011 y 2017 (de 728 a 1.400 millones), todavía están muy alejados de los 3.500 millones que recauda por TV la Premier League británica. Aquí, el objetivo es doble: aumentar los abonados españoles a la TV de pago (de los 6 millones actuales a 9 millones en 2021) y captar 400 millones más a nivel internacional, para lo que están negociando acuerdos con plataformas de TV de Asia, Oriente Medio y América. En esta línea, la LFP va a poner en marcha un Canal de TV 24 horas (como tiene la Liga inglesa) y ha empezado a emitir un partido los viernes por Facebook. Y para mejorar la oferta, ofrece repeticiones en 360º con tecnología 5K en las retransmisiones de partidos jugados en el Bernabéu y Nou Camp (pronto estará disponible en los campos del Atlético de Madrid, Sevilla y Atlético de Bilbao), una tecnología (INTEL) que no ofrece ninguna otra Liga del mundo.

Las redes sociales son la gran esperanza de la LFP para que el futbol español pase a liderar económicamente el fútbol mundial. Y eso porque el fútbol español, con tres equipos entre los 15 mayores Clubs del mundo (1º el Manchester United, 2º el Barca, 3º el Madrid  y 13º el Atlético de Madrid, según el último ranking 2015/2016 de Deloitte) y los últimos 9 ganadores del balón de oro, es el deporte con más seguidores en las redes sociales: 1.637 millones en el mundo, según la LFP, por delante de la Premier league británica (761 millones de seguidores), la NBA de baloncesto (718 millones), la Bundesliga alemana ( 350 millones), la Liga italiana Serie A (286 millones), la Liga NFL de fútbol americano (282 millones de seguidores), la liga de béisbol MLS (180 millones) o la Fórmula 1 (90 millones de seguidores). Un ejemplo: el penúltimo Madrid-Barca fue seguido por 600 millones de personas en todo el mundo. Una audiencia con un tremendo potencial de ingresos que la Liga quiere exprimir al máximo en Internet y las redes sociales, para lo que firmó en noviembre de 2016 un acuerdo con Microsoft.

En paralelo a esta estrategia, el creciente potencial y resultados de los Clubes españoles les están abriendo la puerta a nuevas fuentes de ingresos comerciales, desde los patrocinios a los estadios. De hecho, los patrocinios son ya la primera fuente de ingresos del Real Madrid (248 millones), por delante de los ingresos de TV (168 millones) y las entradas y socios (154 millones). Y en la próxima temporada, el Barca sustituirá a Fly Emirates por la japonesa Rakuten en sus camisetas, pasando de cobrar 33,5 millones anuales a 55 millones. También están subiendo los ingresos por patrocinio de camisetas, en una puja constante entre Adidas (Alemania) y Nike (USA), que puede llevar al Madrid, por ejemplo, a renegociar su contrato con Adidas y pasar de cobrar 40 a 140 millones anuales (155 le paga Nike al Barça). Y aparecen nuevas fuentes de ingresos, como poner nombre a los estadios de fútbol, algo habitual en Alemania pero hasta ahora inusual en los grandes clubes europeos. Lo han hecho ya el Arsenal (“Arsenal Emirates”) y el Manchester City (“Etihad Stadium”) y lo hará el Atlético de Madrid en su nuevo estadio (“Wanda Metropolitano”), a cambio de 5 millones anuales. Y también el Madrid para la remodelación del Bernabéu en 2020 (“Bernabéu IPIC” o “Bernabéu Cepsa”) y el Barça para el nuevo Nou Camp, en 2021, con el nombre de quien finalmente lo financie.

La Liga de fútbol también está detrás de que los Clubes remodelen sus estadios, para que sean más atractivos para los aficionados y generen más ingresos. Porque uno de los problemas del fútbol español es que atrae pocos aficionados a los campos: una media de 25.734 asistentes por partido y un 71% de ocupación, frente a 42.685 y 90% en la Bundesliga y 36.163 espectadores y 96% de ocupación en la Premier británica, según datos de Deloitte. Quizás esta menor asistencia tenga que ver con que las entradas al fútbol en España son las segundas más caras del mundo (70 euros de media), tras las británicas (74 euros) y el doble o más de lo que valen en Francia (37 euros), Portugal (32) o Alemania (31), según Goeuro.es

En resumen, el futbol español está más saneado y aspira a dar “un gran salto hacia adelante”, para ser en cinco años la primera Liga de Europa y del mundo. De hecho, si todo el deporte mueve unos 100.000 millones de euros al año en el mundo, el 40% lo genera el negocio del fútbol y dos tercios, unos 25.000 millones, lo ingresa el fútbol europeo. Y la Liga habla de que en España, el fútbol mueve ya un negocio de 10.000 millones de euros (0,98% PIB) y mantiene 204.000 empleos. Y su objetivo es que el negocio casi se duplique, hasta los 18.750 millones de euros en 2020 (1,68% PIB). Ojo a este crecimiento: los clubs han de crecer con cabeza, asentando ingresos y controlando gastos y deudas, no creando una “burbuja” que nos estalle encima, como las pérdidas en 2012. Y habrá que vigilar que sea un crecimiento con transparencia, algo que no tienen hoy las cuentas de los Clubes, según Transparencia Internacional. Además, habrá que evitar que los Clubes sean utilizados por inversores internacionales para especular, dejando luego costosas herencias. Fútbol sí, negocio también (si crea empleo y riqueza), pero sin perder de vista la racionalidad económica y el deporte.

lunes, 25 de mayo de 2015

Fútbol español: un gigante con pies de barro


Acabó la Liga y una temporada en que el fútbol español ha mejorado ligeramente sus cuentas, pero sigue en una grave crisis: la mayoría de los Clubs están en números rojos, muchos en suspensión de pagos y los que mejoran es a costa de vender jugadores. Casi todos tienen demasiados gastos (en sueldos de jugadores y directivos) y pocos ingresos (en entradas, marketing y patrocinio). El Gobierno ha aprobado un decreto para sacar más dinero a las retransmisiones por TV y repartirlo mejor, un cambio que convocó una huelga fallida de jugadores, quejosos de que Hacienda les haga pagar más. La Liga (LFP) propone un Plan de negocio para el fútbol, para aumentar ingresos y sanearlo en 6 años. Algo urgente, porque no es de recibo que un gigante como el fútbol español pierda dinero y deba 650 millones a Hacienda y la Seguridad Social. Y además, si no se sanea, nos tocará pagar su crisis.
 
enrique ortega

El fútbol español es un gigante dentro del fútbol europeo y mundial, no sólo por los resultados deportivos sino por sus cifras: la Liga BBVA es, con 2.300 millones  de euros (2014), la tercera mayor competición europea, por detrás de la Premier League británica (3.200 millones) y la Bundesliga alemana (2.400 millones). Y hay tres grandes Clubs españoles entre los 20 mayores del mundo, según el último informe Deloitte (2014): el Real Madrid, el mayor Club del mundo, con 549,5 millones de presupuesto (2013-2014), el Barça (484,6 millones), el cuarto tras Manchester United (518) y Bayern Múnich (487,5) y el Atlético de Madrid (169,9 millones de presupuesto), en el puesto 15º. Pero en su conjunto, el fútbol español es un gigante con pies de barro, en números rojos y con muchos Clubs en serios apuros económicos.

En realidad, el fútbol español llevaba en pérdidas desde 1999 (que se sepa), sin que nadie dijera nada. En 2010, la UEFA aprueba el Fair Play Financiero, para intentar poner orden en los Clubs europeos (la mitad perdían dinero: -1.200 millones de euros). Y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) lo aprueba un año después para España (julio 2011), dando tres años a los Clubs para ajustar sus cuentas. Pero a la vista de la cadena de suspensiones de pagos (32 Clubs han entrado en concurso desde 2003), se acelera el proceso y en abril de 2012, el Gobierno Rajoy acuerda con la LFP un Protocolo que obliga a los Clubs a presentar al Consejo Superior de Deportes (CSD) sus cuentas de 2012-2013. Y en enero de 2013, dan otra vuelta de tuerca, con un Reglamento que obliga al “equilibrio presupuestario” desde julio de 2013: limita sus gastos y sus fichajes y pueden incluso bajarles de categoría si incumplen.

Pero el ajuste del fútbol está siendo lento y desigual. En la temporada 2012-2013, el fútbol español consiguió sus primeros beneficios (106 millones), pero sólo ganaron dinero los 20 Clubs de primera (+143,5 millones), mientras perdían los 22 Clubs de la Liga Adelante (-37,5 millones). Y en la segunda temporada del ajuste, la 2013-2014 (la última con datos oficiales del CSD), el fútbol ha vuelto a tener beneficios (+153,95 millones), pero sólo los Clubs de 1ª (+156,2 millones), mientras seguían perdiendo los de 2ª A (-2,28 millones). Y el resultado no ha sido peor gracias a las ventas de jugadores, a los traspasos, porque los ingresos ordinarios no cubren los gastos, que han seguido subiendo, sobre todo los de personal, fichajes y directivos. Y las deudas apenas han abajado (-2,5%) y siguen siendo muy elevadas (-3.441,5 millones), tanto con los bancos y acreedores, como con la Administración: 669,44 millones con la Hacienda pública y 22 millones más con la Seguridad Social.

Al final, los 20 Clubs de 1ª (Liga BBVA) y los 22 Clubs de 2ª A (Liga Adelante) siguen en números rojos, con desequilibrio financiero: el pasivo supera al activo corriente en 1.015,5 millones (-900,1 millones la 1ª división), dos veces y media el agujero de 2009 (-392,3 millones). El ajuste es pues insuficiente y les falta capital. Sólo hay un reducido grupo de Clubs de 1ª con las cuentas saneadas y la mayoría tiene problemas, que se agravan en 2ª división, donde ya hay 5 ciudades que se han quedado sin equipo: Salamanca, Santiago de Compostela, Palencia, Logroño y Almendralejo (y Albacete, cuyo equipo está en fase de liquidación judicial. Y todavía hay equipos en concurso de acreedores: Rayo Vallecano, Córdoba y Deportivo (en 1ª), más Betis, Recreativo de Huelva, Valladolid, Zaragoza, Hércules, Elche, Albacete, Mallorca y Cartagena (en 2ª). Y otros que han salido y no acaban de levantar cabeza, como el Murcia, Jaén, Racing o Jerez, también de 2ª. Tampoco consiguen sanear sus cuentas el Español, Getafe, Elche y Málaga (en 1ª) ni Osasuna, Sporting y Girona (en 2ª). Y los demás, salvo Madrid, Barça y ahora Atlético de Madrid (con dinero inyectado por el magnate chino Wang Jian Lin), no están saneados. Y falta ver el futuro del Valencia (comprado por Peter Lim, empresario de Singapur), el Málaga (el jeque catarí Abdulla Al Thani busca urgente comprador) o el Oviedo (tras la compra del empresario mexicano Carlos Slim).

El problema de casi todos es el mismo: los ingresos no cubren los gastos (crecientes). Los ingresos por  retransmisiones de TV son la primera fuente de financiación del fútbol, 844 millones en 2013-2014 (menos de la mitad que la Premier League británica, que recauda 1.875 millones), de los que el 45% van al Madrid y al Barça. La segunda fuente de ingresos, la recaudación por taquilla y abonados, crece poco, debido a que hay poca asistencia a los estadios (71% de aforo, frente al 95% de la Premier League británica y el 92% en la Bundesliga alemana), por culpa del alto precio de las entradas y la piratería (partidos en TV). Y salvo los grandes Clubs, la mayoría también ingresan poco en patrocinios, publicidad y marketing. En los gastos, la mayoría de Clubs siguen aumentando la partida de personal y primas a jugadores y a agentes. Con lo que apenas reducen deudas y sanean los presupuestos, salvo con ingresos extras por ventas de jugadores: en 2014, los equipos españoles fueron los Clubs con más ventas de jugadores del mundo (+669 millones), pero también los segundos que más jugadores compraron (710 millones), tras los Clubs británicos, según el estudio FIFA TMS.

La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha diseñado un Plan de negocio a 6 años para potenciar y sanear el fútbol español, que pasa básicamente por aumentar los ingresos. La medida fundamental es aumentar los ingresos por las retransmisiones de TV, para lo que el Gobierno Rajoy ha aprobado un decreto Ley que fija la contratación centralizada de los derechos para dentro de dos años, en la temporada 2016-2017. El cambio supone que serán todos los Clubs (LFP) los que negocien el contrato con la TV y no Club a Club como hasta ahora. Con ello, se espera aumentar los ingresos (de los 844 actuales a 1.000 millones dentro y otros 500 millones por las retransmisiones fuera de España). Y también cambiará el sistema de reparto, para que llegue algo más del dinero a los Clubs más pequeños. Eso sí, el desequilibrio seguirá siendo abismal: del 92% de los ingresos por TV, el 90% irá a los 20 Clubs de 1ª y el 10% restante a los de 2ª. Y el 8 % restante de los ingresos por TV se destinará a los equipos que desciendan (3,5%), a la LFP (1%), a la Federación (2%), un 0,5% (sólo 5-7,5 millones) para el fútbol no profesional (2º B y fútbol femenino) y el 1% restante para pagar las cotizaciones a la SS de 4.000 deportistas de élite, para cuando se retiren.

La asociación de futbolistas (AFE) ha protestado por este reparto, que consideran cicatero con los Clubs más pequeños y con el fútbol no profesional, lo cual es evidente (señalan que en Francia, el reparto de los ingresos de TV es 65/35, no 90/10). Y piden su parte del pastel, como la LFP y la Federación: un 1,5% para su asociación (AFE), como en el fútbol británico. Por todo ello, convocaron una huelga en las dos últimas jornadas de la Liga, que rechazó la Audiencia Nacional. Pero había otros motivos ocultos para esta huelga. Por un lado, los enfrentamientos personales entre la Federación (Ángel María Villar), que apoyaba la huelga, y la LFP (Javier Tebas, que antes le acusó por corrupción) y el CDS (la Federación se negó a ser auditada por el Consejo). Y por otro, el malestar de los jugadores por las inspecciones de Hacienda, que está vigilando si las empresas que utilizan para cobrar los derechos de imagen tienen actividad real. Y eso, porque si son una mera “tapadera”, tendrían que cotizar por ese 15% de sus ingresos el 47% de IRPF (más los recargos autonómicos) y no el 15% que tributan como sociedades. Para un jugador que ingresa 10 millones, la diferencia entre cobrar ese dinero por una sociedad o no supone ahorrarse o pagar 285.000 euros más al año.

Este tema pone sobre la mesa una cuestión clave: los jugadores no pueden tener un trato fiscal de favor, sobre todo cuando hay sueldos supermillonarios y la mitad de los jugadores de 1ª y 2ª A ganan más de medio millón de euros al año. Tienen que pagar impuestos como los demás, sin trampas de sociedades fantasmas. Y lo mismo sus Clubs, que deben a Hacienda 626 millones de euros (542,6 millones a la Agencia Tributaria y 83,8 a las Haciendas forales), más 22 millones a la Seguridad Social. Hacienda les ha dado a los Clubs un calendario para pagar la deuda hasta 2018, algo que no permite a la mayoría de contribuyentes.

Los Clubs creen que con una mayor tarta de los derechos de TV (ojo: ahora Telefónica, con Canal Plus, controla el 80% del negocio y tratará de pagar poco), una mayor penetración de la TV de pago entre los españoles (hay 4,3 millones de abonados, frente a 12 millones en Gran Bretaña) y una mayor internacionalización de nuestro fútbol (con más ventas de partidos, publicidad y marketing en Asia, América y África), los ingresos mejorarán sustancialmente y el fútbol se saneará. Pero mientras llegan los ingresos, lo que hace falta es controlar los gastos (sobre todo en fichajes, comisiones y directivos) y las inversiones (en nuevos estadios), para que el fútbol no sobreviva con deudas (a Hacienda, que pagamos los demás con más impuestos) y pérdidas, que también podrían hacernos pagar. La LFP cree que “el fútbol español sigue estando enfermo” y que aún quedan tres años más de ajustes (hasta 2018), con “algunos Clubs que se quedarán en el camino”.

Ojalá sea así y el fútbol se sanee en unos años. El riesgo es que si mejoran los ingresos, vuelva otra vez a inflarse la burbuja, con más fichajes millonarios y más gastos injustificables, pensando que los ingresos van a crecer siempre. Y volvamos a las andadas y a las deudas, a costa de los contribuyentes y de los aficionados. Y sobre todo del deporte de a pie, de esos miles de jugadores aficionados, que no tienen ninguna ayuda mientras los grandes Clubs manejan cifras millonarias con pies de barro. Pongan orden de verdad. Y cuanto antes.