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jueves, 17 de abril de 2014

Más escapadas en Semana Santa


Después de 100 días de mal tiempo y sin un puente, los españoles nos hemos lanzado a salir esta Semana Santa, necesitados de escapar para olvidar la crisis. El turismo interior se ha recuperado ligeramente estos días, tras tres años cayendo, aunque no es para echar cohetes: salimos cuatro días, la mayoría a casas de amigos o familiares y gastando lo menos posible. Pero salimos, sobre todo a Levante, Canarias y ciudades con procesiones. Y aumentan los turistas extranjeros, sobre todo británicos, franceses, nórdicos y latinoamericanos, aunque bajan los rusos. El turismo, nuestra primera industria, es lo único que tira de la economía, aunque cree poco empleo y precario. Y aunque los turistas gasten poco, incluidos los extranjeros. Hace falta darle un empujón, con más financiación y ayudas para reconvertir nuestra oferta. Y sobre todo, no hundirlo con una subida del IVA, del 10 al 21%, como propone el Comité de expertos. No secar a la vaca del turismo con impuestos.
enrique ortega

Ha habido una gran escapada esta Semana Santa, a pesar de la crisis y la subida de los carburantes. Tras un primer trimestre de mal tiempo y sin ningún puente, los españoles teníamos muchas ganas de salir de casa. Y eso explica que el turismo interior haya crecido esta Semana Santa, tras el parón de 2012 y 2013, con un aumento de ocupación hotelera del 15 al 20%, según un estudio del Observatorio de la industria hotelera. Y la Secretaría de Estado de Turismo estima que la ocupación media en toda España será del 80% esta Semana Santa. Eso sí, la escapada es corta (4 días de media), la mayoría a segundas residencias o casas de amigos y familiares y con poco presupuesto para gastar (mucho menú y bocadillos). Pero salimos.

La mayor ocupación se da esta Semana Santa en Levante, Canarias y las ciudades con procesiones conocidas (como Sevilla, Málaga, Granada, Zamora o Valladolid), según los hoteleros. Mientras, Galicia, Asturias, Extremadura y Baleares tendrán una ocupación hotelera inferior al 70%. Y se han duplicado las reservas de cruceros cortos (todo incluido), además del turismo rural, por el esperado buen tiempo. También habrá más viajes low cost a destinos europeos, la mayoría contratados por Internet (ofertas).

Mientras viajamos más los españoles, esta Semana Santa también se espera un aumento de turistas extranjeros, que han vuelto a batir otro récord en el primer trimestre  de 2014: 10,1 millones de viajeros, un 7,9% más, con otro récord en Canarias, que se beneficia de la crisis política en el norte de África y Turquía. Los hoteleros esperan una buena primavera y que este primer semestre lleguen a España 25,5 millones de turistas extranjeros, un 5,9% más que en 2013. Y después, cerrar el año 2014 con otro récord histórico: 63,5 millones de turistas, un 6% más que en 2014. Lo positivo es que aumentan los turistas británicos (su economía, fuera del euro, es la que más crece en Europa, por la ayuda del Banco de Inglaterra, dando liquidez y reanimando su economía), franceses, nórdicos, suizos y latinoamericanos, aunque caen los rusos, por la crisis de Ucrania y la caída del rublo frente al euro (ha encarecido sus viajes un 8% en el primer trimestre).

El turismo se reanima esta Semana Santa, anticipando un mejor verano y otro año récord, con una mejoría (por primera vez desde 2010) del turismo interior, que supone la mitad del negocio. Con todo, la mejora del turismo encubre una caída del gasto, no sólo entre los turistas españoles sino entre los extranjeros: lleva cuatro años cayendo, desde los 752 euros por turista en 2010 a los 744 euros de 2013. Y si descontamos la inflación, los extranjeros se están gastando ahora en España  menos que en 2007 (800 euros por turista). Eso se debe a la dura competencia entre tour operadores, que ha forzado a una caída de precios en los paquetes turísticos. Y a que ahora, sólo dos de cada tres turistas extranjeros vienen a hoteles: el resto se reparten entre casas propias o de amigos y apartamentos. Muchos de ellos ilegales, como denuncian los hoteleros: hay 500.000 no regularizados, que tiran precios.

El otro problema del turismo, junto al poco gasto, es que hay dos Españas turísticas: una, la del turismo de sol y playa, la costa mediterránea, Baleares y Canarias, que aprovecha el tirón de los turistas extranjeros y que lleva dos años con el cartel de “Completo”; y la otra, la España interior y la cornisa cantábrica más Galicia, que no acaba de despegar, por estos tres años de  caída del turismo nacional. Tal es así que sólo cinco regiones (Canarias, Baleares, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana) se llevaron en 2013 el 93% de los ingresos aportados por el turismo extranjero (59.082 millones de euros) y las 12 autonomías restantes sólo se llevaron el 7% del pastel turístico extranjero. De ahí que la mitad de los hoteles y empresas turísticas hayan visto caer ventas y beneficios en 2013, a pesar del récord de turistas.

Ahora, la situación puede mejorar para el sector si se recupera de verdad el turismo nacional, lo que está por ver, ya que dependerá de la recuperación del empleo y los salarios, que será muy pequeña todavía este año. Por eso, aunque el turismo mejora, apenas se está creando empleo en el sector: marzo ha sido el segundo mes consecutivo en que ha subido la afiliación en hostelería, tras caer en enero y en todo 2013. Con ello, el balance del primer trimestre ha sido una creación neta de 20.718 empleos en la hostelería, aunque la casi totalidad sea empleo precario: temporal y a tiempo parcial, con sueldos menos que mileuristas. Ahora, la clave va a estar en este verano y en ver si el euro cae algo más: si bajara al entorno de 1,35 euros por dólar (difícil: está en 1,38), reanimaría las reservas para julio y agosto.

Y también es clave que el Gobierno apoye al sector, con más campañas de promoción fuera de Europa (origen del 91% de nuestros turistas), campañas reducidas por los recortes (el presupuesto de promoción turística ha caído a la mitad entre 2011 y 2014). Y con medidas que no cuestan, como agilizar los visados (sobre todo a chinos y rusos), algo que sigue sin arreglarse. Además, es urgente facilitar la desestacionalización del turismo, bajando las tasas a los vuelos y los impuestos a los hoteles fuera de temporada, además de promover el turismo de salud y de la tercera edad (que ha sufrido también recortes). Y, como tema de fondo, proporcionar financiación y ayudas fiscales al sector turístico para renovar instalaciones y ofertas, un Plan Renove para el turismo como ha pedido Canarias.

Pero, sobre todo, hay que dejar tranquilo al turismo, sin subirle impuestos. La subida del IVA turístico, del 7 al 10% en septiembre de 2012, ya hizo mucho daño. Y ahora, el sector teme que el Gobierno les suba el IVA de nuevo en 2015, del 10 al 21%, como ha propuesto el Comité de Expertos en el borrador entregado a  Montoro para la anunciada reforma fiscal de este verano. Si lo hacen, secarán la vaca del turismo, nuestra primera industria y uno de los pocos sectores donde se está creando empleo. Sería una puñalada a la recuperación.

domingo, 31 de julio de 2011

Vacaciones más cortas y gastando menos

Más de la mitad del país está de vacaciones, bien merecidas a pesar de lo que diga la canciller Merkel: los españoles tenemos parecidas vacaciones al resto de Europa, aunque durante el año trabajamos más horas y cobramos menos. Y como la crisis sigue ahí, también afecta a nuestras vacaciones. Los datos hablan de que este verano, el tercero de la crisis, vamos a gastarnos un 15% menos que el pasado y que saldremos menos de España. Eso sí, como dos de cada tres españoles no renuncia a las vacaciones, serán más cortas y gastaremos menos. ¡A disfrutarlas ¡
www.enriqueortega.net
En mayo, la canciller Merkel quiso ganar votos alemanes atacando a la Europa del sur (España, Portugal y Grecia), porque tenían más vacaciones, trabajaban menos y se jubilaban antes que el resto de los europeos. Pero no es cierto. Empezando por la jubilación: la edad efectiva de retiro en Alemania son los 62,2 años mientras en España nos jubilamos a los 62,3 años y en Portugal a los 62,6 años. Y en las vacaciones, si bien Alemania tiene menos vacaciones sobre el papel (20 + 10 festivos= 30 días) que España (22+14 festivos= 36 días), Portugal (35 días) o Grecia (37 días), la realidad es que en.net la negociación colectiva, los trabajadores alemanes pactan  una media de 30 días de vacaciones, que con 10 festivos suman 40 días, más que la mayoría de los trabajadores de la Europa del sur.
En cuanto a los horarios, la última estadística de Eurostat (2010) habla de que los alemanes trabajan 40,6 horas a la semana, sólo 12 minutos más que España (40,4 horas) y casi lo mismo que Portugal (40,2 horas) o Grecia (40,5 horas). Pero si cogemos los datos de la OCDE (2009), los españoles trabajamos 1.653,8 horas al año frente a 1.389 horas los alemanes (y 2.119,3 los griegos). Y si tomamos la jornada realmente pactada en los convenios (Eurofound 2009), en España se trabajan 1.720,4 horas al año frente a 1.655 horas en Alemania (y 1.719 en Portugal o  1.816 en Grecia). En definitiva, que tampoco es verdad que trabajemos menos. Baste un ejemplo: los trabajadores españoles que hacen en Zaragoza el Opel Corsa trabajan 223 días al año (38,5 horas a la semana) y sus compañeros alemanes de Einsenach, que montan el mismo coche, trabajan 3 horas menos, 220 horas al año (38 horas/semana).
Eso sí, los sueldos españoles son la mitad: el sueldo bruto anual en Alemania es de 40.914 euros, frente a 21.500 € en España o 17.500 € en Portugal (Eurostat 2008). Eso se debe a que Alemania tiene una industria más competitiva, con más peso tecnológico y exportador, y con más productividad. Por eso, para intentar compensarlo, trabajamos más horas.
Con la crisis, los salarios de los que mantienen su empleo se han moderado  y el hecho es que más de 6 millones de trabajadores (un 35,4%) cobran menos de 1.000 euros al mes, o sea que no llegan ni a mileuristas, según la Agencia Tributaria. Si a ellos les sumamos los 11 millones de españoles que tienen sus ingresos congelados (3 millones de funcionarios y 8 millones de pensionistas) y los casi 5 millones de parados, entenderemos que 22 millones de españoles “tengan crudo” tomarse vacaciones este año, en el tercer verano de la crisis.
Al final, la mayoría opta por escaparse unos días, tirando de la hucha (sigue bajando el ahorro), aunque con menos presupuesto, porque también  las subidas de precios (luz, gas, butano, carburantes, autobuses interurbanos…) les han comido parte de los ingresos. Este verano, los españoles destinarán entre un 15 y un 20% menos de dinero a viajar, según estimación de las agencias de viajes. Unos 1.789 euros de media por familia, según el barómetro Ipsos-Europ Assistance, frente a 2.145 euros de media de los turistas europeos. Y por eso, haremos unas vacaciones más cortas: una semana los que antes estaban 10 días y diez días los que antes veraneaban dos semanas.
Menos gasto, menos días y más vacaciones dentro de España para el 85-90 % de los españoles. La mayoría vamos de vacaciones en coche (76%, frente a un 7% en tren y un 10% en avión), a la costa andaluza y mediterránea, a Baleares o a Galicia, y más a apartamento que a hoteles, donde ha caído la demanda de españoles, que aprovechan la bajada este verano en los alquileres de casas y apartamentos (entre un 3 y un 5%). Eso sí, está aumentando el turismo interior, más barato, y “la vuelta al pueblo” para los que tienen menos presupuesto.
Este verano, los españoles y los británicos son los únicos europeos que van a gastar menos en sus vacaciones, mientras gastarán más los alemanes, belgas e italianos. Pero dos de cada tres españoles no las perdonamos (un 65% saldremos de vacaciones, 6 % más que en 2010), casi  como el resto de europeos (66% toman vacaciones, un 2% más este año). Aunque vayamos más cerca, estemos menos días y gastemos menos. El caso es salir, cambiar de aires y olvidarnos por unos días de la crisis. Con permiso de la canciller Merkel.
¡Felices vacaciones¡