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domingo, 22 de julio de 2012

La tentación del juego online legal


Si la democracia nos trajo la legalización del juego (1.977), la gran recesión nos ha traído la legalización del juego online, inaugurado a toda prisa el 5 de junio, para aprovechar las apuestas de la Eurocopa. Un negocio que movía 371 millones cuando era “alegal y que puede alcanzar 1.000 millones en unos años. El objetivo es recaudar: la cuarta parte de los ingresos netos son para Hacienda, unos 200 millones al año, que van  a las autonomías. El riesgo es que ahora, con la crisis, muchos españoles se enganchen a apostar con un clic, sobre todo los jóvenes, especialmente con los móviles. Y ya hay un millón de españoles con adicción al juego. Otro riesgo es que el juego online legal aumente el fraude en el deporte, como ha pasado en fútbol y tenis. Hagan juego con cuidado.
enrique ortega

El juego es tan antiguo como el hombre y no podía quedar al margen de Internet, que permite a 24 millones de españoles jugar sin testigos, desde cualquier lugar y a cualquier hora. Si el juego presencial mueve en España 30.000 millones de euros cada año (en bingos, casinos, tragaperras y casas de apuestas), donde juegan la mitad de los españoles de manera habitual, el juego online lleva varios años creciendo y eso que no era legal: España es el sexto mercado europeo del juego online (tras Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y Grecia), un negocio que mueve 18.200 millones de euros en el mundo (2011), según H2 Gambling Capital. Y 371 millones en España (2011), donde hay 600.000 apostadores online.

El Gobierno Zapatero aprobó en mayo de 2011, a toda prisa (por procedimiento de urgencia y con el consenso del PP) la nueva Ley del Juego. Y el Gobierno Rajoy ha aprobado en un tiempo récord  3 Reales Decretos y 11 Órdenes Ministeriales para autorizar el juego online el 5 de junio, con vistas a la Eurocopa. El objetivo es claro: recaudar entre 80 y 120 millones este año y 200 el que viene, que irán íntegramente a las arcas de las autonomías.

La nueva Ley obliga a los operadores de juego a ofrecer webs en España (dominios .es), controlando las autoridades españolas el acceso de jugadores y almacenamiento de datos (aunque se permite que los servidores estén en el extranjero), obligando a que el dinero se apueste a través de entidades españoles y fijando un depósito máximo por usuario (600 € al día, 1.500 por semana y 3.000 al mes). En total, se han dado 277 licencias, a 53 empresas españolas y extranjeras y las webs de juego que han quedado fuera se han bloqueado. Ahora, el que quiera apostar legalmente debe buscar una Web con el lema “Juego seguro”.

Las empresas de juego, para conseguir su licencia, han tenido antes que regularizar su situación con Hacienda. Primero, pagando 60 millones de impuestos en 2011, desde que se aprobó la Ley (28 mayo). Y en Semana Santa, Hacienda hizo una inspección a las grandes multinacionales, a las que sacó otros 90 millones para regularizar los últimos 4 años en que operaron sin pagar impuestos. Al final, se ha autorizado a operar a 26 empresas extranjeras (Bwin, Betfair, Sportingbet, Bet 365, Pokerstars, Eurojuego Star…) y a 27 españolas (Loterías, Codere, Cirsa, Recreativos Franco, Grupo MGA, Grup Peralada, Antena 3 TV, Tele 5, Cuatro TV, Grupo diario El Mundo…), que se quejan de “partir de cero” y de “competencia desleal” de las multinacionales, que llevan años haciendo publicidad, patrocinio y fichero de clientes.

Demasiadas empresas para un mercado donde a medio plazo habrá fusiones y cierres, con media docena de empresas fuertes, la mayoría multinacionales. El futuro pasa por el mercado europeo, donde falta una normativa comunitaria (también aquí): el juego online está prohibido en 7 países europeos (como en EEUU) y es legal en otros 20 (en 6, con monopolio del Estado). Y no hay normativa ni supervisión para evitar fraudes, evasión de impuestos y blanqueo de capitales, mientras las multinacionales tienen sus servidores en paraísos fiscales (Bwin y Betfair en Gibraltar). Los operadores se quejan de las limitaciones de la Ley española (negocio restringido al territorio español, no inclusión de apuestas cruzadas entre particulares, límites bajos de los depósitos, limitaciones en el catálogo de eventos deportivos…) y advierten que si no se subsanan, los apostadores españoles jugarán en webs extranjeras.

Con todo, la mayor queja es que Hacienda carga muchos impuestos: un 25% de los ingresos netos (descontados premios), más que en otros países (8,5% en Francia, 15% en Gran Bretaña o 20% en Italia). Y España es el único país europeo, junto a Dinamarca, que también hace pagar al jugador por sus premios.

El Gobierno ha forzado que las empresas de juego y los medios de comunicación aprueben un Código ético para la publicidad del juego online, que será importante: movió 90 millones en 2011 y puede llegar a 200 millones en los próximos años, un ingreso clave para muchas webs y empresas de comunicación. Con todo, hay un temor: que ahora que es legal, el juego online se dispare, más con la recesión. Y se teme por dos colectivos: los jóvenes (está prohibido a los menores de 18 años), sobre todo el juego vía móvil, y los adictos al juego: hay un millón de ludópatas en España, cifra que se ha duplicado con la crisis. Y aunque se pueden dar de alta en un registro para autoexcluirse, ahora tienen más fácil apostar sin testigos.

Otro riesgo: que el juego online corrompa más el deporte, como el dopaje. Ya se ha detectado fraude en el fútbol en Italia, Turquía, China, Corea y hasta en Zimbabue. Y también en el tenis. El deporte mueve millones en apuestas y la tentación de comprar resultados es muy grande para directivos, jugadores y mafias internacionales.

El juego online parece la gallina de los huevos de oro, que va a salvar a Hacienda y a las autonomías, a las empresas y multinacionales, a los medios, a los clubs de fútbol y al deporte (se llevarán una parte no fijada de la recaudación). Pero hay que tener cuidado con el fraude, el juego de menores y jóvenes y el riesgo de adicción en personas con apuros económicos. Luchar contra la ludopatía. Hagan juego sí, pero con cabeza.

domingo, 29 de mayo de 2011

Espaldarazo legal al "boom" del juego online

El Gobierno y todos los grupos políticos se han dado prisa en aprobar, en menos de tres meses, la Ley que va a regular el juego online, que puede mover 1.000 millones de euros en España en 2012. Un negocio que lleva funcionando varios años de forma alegal, controlado por empresas multinacionales, y que ahora pagará impuestos, que irán a financiar a las autonomías y también al fútbol. La nueva Ley, más permisiva que en la mayoría de Europa, dará un empujón al juego online pero será difícil controlar un negocio dominado por multinacionales europeas que operan desde paraísos fiscales, como Gibraltar. Jugar por Internet será ahora una tentación con más opciones y con muchos riesgos.
www.enriqueortega.net
España es un país donde nos gusta mucho el juego, un sector que mueve cada año 30.000 millones de euros (un 3% del PIB) y genera 100.000 puestos de trabajo en bingos, casinos, tragaperras y casas de apuestas presenciales. Casi la mitad de los españoles (el 49,9%) participa en juegos de azar de manera habitual y el 92,4 por 100 de los mayores de 18 años ha jugado en alguna ocasión, según un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid. La mitad de los jugadores habituales (mayoritariamente hombres y de estatus social medio-alto) se gasta entre 6 y 35 euros al mes y los datos confirman que se juega más con la crisis.
En los últimos años, una parte creciente de este juego se hace por Internet, dado que en España hay ya 27 millones de internautas. A nivel mundial, el juego online, que lleva menos de diez años, movió 12.700 millones de euros en 2008, según H2 Gambling Capital. Un 41 % del juego online se mueve en Europa y dos tercios son apuestas deportivas (70% fútbol, 14% tenis y 10% baloncesto) y el resto póker (mueve 3.500 millones de euros)  y casinos online, aunque se apuesta por todo, hasta por los resultados electorales. Un nuevo negocio concentrado en diez empresas y dominado por tres multinacionales : la austriaca Bwin (patrocina al Real Madrid), la mayor del mundo, y las británicas William Hill y Landbroker.
España es ya el quinto mercado europeo de juego online (tras Francia, Alemania, Grecia e Italia) y se estima un negocio de 575 millones de euros en 2009, con 280.000 jugadores. Y eso siendo un negocio alegal (sin ley), donde las multinacionales llevan varios años captando clientes sin pagar un euro de impuestos en España y haciendo competencia desleal a las empresas españolas de juego, que tenían prohibido ofrecer juego online y hacer publicidad. Tal es así que Bwin paga 18 millones al Real Madrid por patrocinar sus camisetas, que es justo la cantidad que paga en impuestos por el Bingo Canoe de Madrid la española Codere, que ha llevado al Madrid y a Bwin a los tribunales.
Ahora, con la Ley del Juego online aprobada el 12 de mayo, las empresas que ofrezcan juego online tendrán que pagar impuestos en España. Por eso las prisas del Gobierno en aprobar la Ley, para recaudar más y para encontrar mejor un novio a Loterías del Estado, empresa que se va a privatizar un 30% en octubre (7.000 millones) y que será más fácil colocar ahora que puede ofrecer juegos online además de lotería (en exclusiva). La ley obliga a los operadores de juego a regularizar su situación con Hacienda en los últimos cinco años (con lo que ingresará dinero), pero los impuestos del juego online irán íntegros a las autonomías, que cobrarán trimestralmente por lo que jueguen por Internet sus residentes. La tasa es de un 25% de media sobre los ingresos netos (sin premios), más alta que en otros países (desde el 8,5% de Francia o el 15% de Gran Bretaña al 20% de Italia). Si se espera que el juego online mueva unos 1.000 millones de euros ya en 2012 y crezca exponencialmente, los ingresos para las autonomías podrían ser de 250 millones al principio y de 1.600 millones en unos años.
Pero con las apuestas online no sólo gana Hacienda y las autonomías. Los Clubs de fútbol ingresan ya 100 millones al año por patrocinio de empresas de juego online: Real Madrid (Bwin), Barcelona (Betfair), Valencia (Unibet), Málaga (William Hill), Español (Interapuestas), Sevilla (888.com)… Y sólo los partidos del Barça mueven en Betfair más de 120 millones €/año en apuestas. Ahora se va a fijar un porcentaje de retorno de las apuestas deportivas para los clubs y el deporte, que podrían reportarles 400 millones de euros al año. Y la publicidad del juego online, siendo alegal, reporta ya 50 millones de euros a los medios de comunicación.
Por todo ello, el juego online parece la nueva gallina de los huevos de oro, que ha llevado al Gobierno ZP a hacer una legislación de las más permisivas de Europa, donde es legal en 20 países (en 6, con monopolio del Estado) y se prohíbe en otros 7 (como en EEUU). El problema es cómo controlarlo, para evitar fraudes, evasión de impuestos y blanqueo de capitales, máxime cuando la mayoría de las multinacionales tienen su sede y sus unidades operativas en paraísos fiscales (Bwin y Betfair, en Gibraltar). Y como vigilar que no juegan los menores y los ludópatas (en España hay 40.000 personas que tienen prohibido el juego).
No se pueden poner puertas al campo y por eso había que legalizar el juego online. Además, servirá para ayudar a las maltrechas arcas del Estado y de las autonomías. Pero ojo: una cosa es el ocio sano y controlado y otra la adicción al juego, ahora más atractiva y fácil por Internet. Una gran tentación y más con la crisis. Hay que vigilarlo.