Cada día son más los conductores
pillados por conducir drogados. Y basta acudir a conciertos o fiestas
populares para oler la marihuana o
ver cómo se consume cocaína
impunemente. España es una de las
puertas de entrada de la droga en Europa: el país líder en incautaciones de
cannabis, el 2º en alijos de cocaína y el 3º en heroína y pastillas. Y los españoles
son los segundos consumidores
europeos de cocaína, los cuartos de marihuana y los quintos de éxtasis y anfetaminas.
Los españoles ya gastan más en drogas
que en alcohol, según el INE.Y las drogas
crecen entre los más jóvenes:
el 12% de los menores españoles
(14-18 años) ha consumido cannabis el último año y el 1,1% cocaína. Hay que tomarse en serio esta lacra, que causa graves problemas familiares, sanitarios y sociales, aumentando el gasto en prevención y
tratamiento, de los más bajos de Europa. Un Pacto contra las drogas,
entre familias, colegios, empresas y
toda la sociedad.
enrique ortega |
Europa se ha
convertido en la última década en un gran mercado para toda la droga
que se mueve por el mundo. Y además, en los últimos años, una parte de la droga que se consume se produce en el continente, desde plantas de cannabis a nuevas
drogas sintéticas que se fabrican en el centro y este de Europa. Y junto a los
mercados físicos, la venta directa, está aumentando la venta online, a través de
”la Internet oscura”, con
nuevas redes que canalizan la venta por Internet de nuevas drogas y opiáceos
sintéticos muy peligrosos. Se estima que el negocio de las drogas mueve en Europa unos 32.000 millones de euros, según Interpol (con datos de 2013): 9.300 millones de euros el cannabis (38%), 7.000 millones las pastillas de MDMA (éxtasis y estimulantes sintéticos, el 22% del mercado), 6.800
millones la heroína (21%) y 5.700
millones la cocaína (18%), repartiéndose el 10%
restante las nuevas drogas.
La mayor parte de esta droga
entra en Europa por tres grandes rutas.
La primera, la que llega de Asia a través
de Turquía y los Balcanes, por el Este de Europa. La segunda, la vía que
conecta Latinoamérica y los grandes
puertos del centro y sur de Europa. Y la tercera, la vía del norte de
África, a través de Marruecos, Libia y
España. Y una muestra de la pujanza
de estas rutas es que crecen año tras año
las incautaciones, más de 1 millón en 2016, según las últimas estadísticas publicadas en 2018 por el Observatorio Europeo de Drogas
(EMCDDA). El 71% (763.000
incautaciones) son aprehensiones de cannabis
(40% hierba, 29% resina de hachís y 2% plantas), el 9% cocaína y crack
(98.000), 5% anfetaminas (34.000), 4% heroína (38.000), 3% MDMA (pastillas) y un 8% todas las
demás drogas.
España es líder en
incautaciones de cannabis (158.810 de hierba y 169.538 de resina, 548
toneladas en 2016), según el Informe de Drogas 2018 del EMCDDA, por delante de Francia (31.736 incautaciones de hierba y 77.466 de resina, 71
toneladas), Reino Unido (103.695 incautaciones de hierba y 12.093 de resina,
18,8 toneladas) y Turquía (35.848 incautaciones, pero con 156 toneladas). En cocaína,
España es también líder en incautaciones (41,531 en 2016)
pero 2º en cantidad decomisada (15,6 Tm), tras Bélgica (30,3 Tm) y por delante
de Reino Unido (5,7 Tm). En heroína decomisada, España ocupa el tercer lugar europeo en incautaciones (7.205) y
cantidad decomisada (253 kg), muy por
detrás de Reino Unido (11.075 decomisos y 844 kg) y Francia (4.312 decomisos y
1.085 kg), aunque el líder es Turquía (8.179 decomisos y 5.585 kilos
incautados). En MDMA (pastillas), España es el 2º país europeo en
incautaciones (3.486 y 394.211 comprimidos), por detrás de Dinamarca (4.015 y
2,2 millones de pastillas), aunque el líder vuelve a ser Turquía (3,7 millones
pastillas incautadas).Y en anfetaminas,
España ocupa el tercer lugar en incautaciones (5.004), tras Alemania y Finlandia
y el 5º en cantidad incautada (520 kg), tras Turquía (3.631 kg), Reino Unido
(1.356), Alemania (1.533) y Polonia (961 kilos).
En conjunto, España batió en 2017 el récord de incautaciones de drogas, con 477 Tm. aprehendidas,
un 28% más que en 2016, el 80% en Andalucía (49% en Algeciras y zona de Cádiz),
según la Memoria de la Fiscalía General del Estado. Han aumentado sobre todo las
incautaciones de marihuana (+63%), especialmente las plantas de cannabis (más
de 1 millón incautadas) y de cocaína (+162%). Y a la vista de las incautaciones
récord hechas ya este año (sobre todo de cocaína y marihuana), 2018
será otro año récord.
A pesar de la creciente eficacia en los controles de
fronteras, la mayor parte de la droga consigue entrar en Europa y cada vez se fabrica más dentro. Con
ello, año tras año aumenta el consumo
de drogas: 92 millones de europeos han
probado alguna vez drogas ilegales (56 millones hombres y 36 millones
mujeres), algo más del 25% de la
población europea adulta, según el “Informe europeo sobre drogas 2018”,
elaborado por el EMCDDA. Son
21 millones más de los estimados por esta Agencia europea antes de la
crisis: 71 millones de europeos
adultos (un 22%) habían probado las drogas alguna vez en 2008.
La droga ilegal más consumida en Europa es el cannabis,
que reconocen haber probado 87,6
millones de adultos europeos (15-64 años), un 26,3% de esa
población, según el informe europeo 2018 del EMCDDA. El consumo medio es de 5,5 días a la semana y un 55% de los fumadores lo consume a diario (más del 60% en España), el
1% de los adultos europeos. España
es el
4º país que más cannabis consume (el 31,5% de los adultos lo ha probado
alguna vez), por detrás de Francia (41,4% lo han fumado), Dinamarca (38,4%) e
Italia (33,1%). Si atendemos a los adultos jóvenes (15-34 años) que han consumido cannabis en el último año, son el
14,1% de los europeos. Siendo España el 4º consumidor (17,1% adultos
jóvenes lo han fumado último año), tras Francia (21,5%), Italia (20,7%) y
República Checa (19,4%). Lo preocupante es que España es el 2º país con más consumo de cannabis en jóvenes de 15 y 16
años: lo han fumado alguna vez el 31%, sólo por detrás de la República
Checa (37%), a la par que Francia y muy por delante de Bulgaria (27%),
Eslovaquia (26%), Estonia (25%), Polonia (24%), Holanda (22%), Reino Unido,
Irlanda, Alemania o Italia (19%).
La segunda droga más consumida en Europa
es la cocaína: la han probado alguna vez 17
millones de adultos europeos (15-64 años), el 5,1% de esa población. Y es más consumida en el sur y oeste de
Europa, con Reino Unido (9,7%
adultos la han probado) y España en
cabeza (9,1%), seguidos de Irlanda (7,8%), Italia (6,8%) y Dinamarca (6,4%). Y en el último año, 2,3 millones de
europeos jóvenes (15-34 años), el 1,9% de esa edad, siendo Reino Unido el país
con más consumo (3% de la población
joven probó cocaína en el último año), seguido de Dinamarca (3,9%), Holanda
(3,7%) y España (3%), con una media de consumo de 4,1 días por semana y a diario el 24% de los consumidores. Es
muy preocupante el consumo de cocaína entre
adolescentes (15 y 16 años), porque España
está en tercer lugar europeo (el 3%
la han probado alguna vez), sólo por detrás de Bulgaria (el 5%) y Polonia
(el 4%) . Otro dato impactante: el análisis de los residuos de cocaína en las aguas residuales
de 60 ciudades europeas revela que la ciudad con más consumo en 2016 fue
Barcelona, por delante de Ámsterdam, Bruselas, París o Londres.
La tercera droga
más consumida en Europa, según el estudio del EMCDDA 2018 es la llamada MDMA
(3,4-metilendioxi-metanfetamina o éxtasis, normalmente en comprimidos aunque
también en polvo o cristal), que han probado alguna vez 13,5 millones de europeos adultos, el 4,1% de la población de 15 a 64 años, siendo los paises líderes
Holanda e Irlanda (9,2% la han probado), Reino Unido (9%), República Checa
(7.1%), Hungría (4%) y España (3,6%). En el último año, han consumido MDMA un 1,8% de los europeos jóvenes (15-34 años), encabezados por Irlanda,
Reino Unido y República Checa, pero con España bastante lejos (consumieron el
1,3%). Pero el consumo de pastillas empeora entre los adolescentes de 15 y 16 años: el 2% de los
chicos españoles lo han probado alguna vez, sólo por detrás de la República
Checa (5%), Irlanda (4%) y Reino Unido (3%). Y al analizar las aguas
residuales, Barcelona vuelve a ser líder en residuos de
consumo de MDMA.
La cuarta droga más consumida en Europa
son las anfetaminas, un estimulante
prohibido que han probado alguna vez 11,9
millones de europeos adultos (15-64
años), el 3,6% de esa población, según el EMCDDA, siendo los países líderes Reino Unido (9,2%), Dinamarca (7%),
Holanda (5,3%), Irlanda (4,1%) y España (3,6%). En el último año, el 1% de los
europeos adultos de 15 a 34 años (1,2 millones) consumieron anfetaminas, el 34%
a diario, ocupando España el 9º lugar de este ranking de consumo (el 1%),
encabezado por Holanda (consumieron el
3,6%), Estonia (2,5%), Finlandia (2,4%) y Croacia (2,3%). Eso sí, al analizar
los residuos de esta droga en aguas residuales, destacan Barcelona y Valencia entre las ciudades europeas.
La quinta droga más consumida en Europa
son los opioides, destacando entre ellos la heroína, aunque crece
el consumo de opioides sintéticos (metadona, buprenorfina y fentanilos). Los
han consumido alguna vez 1,3 millones de
europeos adultos (15-64 años), el 0,4% de esa población y su consumo se
concentra en Reino Unido (7,9/8,4 casos por 1.000 habitantes), Irlanda (6,1/7
casos), Austria (5,3/5,6), Malta (5,1/6) e Italia (4,6/5,9), quedando España en
el lugar nº 14 de Europa (con 1,6/3 casos por 1000 habitantes). El problema de
esta droga es que su consumo es muy frecuente (el 63% adictos consumen a diario),
muy peligroso y hay 117.000 europeos en
tratamiento que han reincidido.
Al Observatorio europeo de Drogas (EMCDDA) le preocupa el aumento de las nuevas drogas sintéticas, que además se fabrican en laboratorios clandestinos
en Europa (sobre todo en Holanda, Bélgica y República Checa), que importan
componentes base de China y los envasan con diseño y marketing atractivos,
sobre todo para jóvenes, con una creciente distribución a través de “la
Internet oscura”. Sólo en 2017 se detectaron 670 nuevas sustancias
psicoactivas en Europa, desde cannabinoides sintéticos a estimulantes,
opioides, benzodiacepinas (contra la ansiedad, de las que se incautaron medio
millón de comprimidos en 2016) y derivados del fentanilo (“escondidos” en
vaporizadores nasales o jarabes). El consumo es todavía bajo pero las
autoridades europeas alertan porque son drogas muy peligrosas y que se
esconden bajo forma de medicamentos falsos en Internet.
El creciente consumo
de drogas preocupa especialmente por los jóvenes, que acceden cada vez antes:
en España, a los 15 años el cannabis
y a los 15,2 años de media la cocaína y a los 14 años los hipnosedantes y alucinógenos sin receta, según el informe Estudes 2016 hecho entre adolescentes de 14 a 18 años. El 12% de los encuestados reconoce que ha fumado marihuana en el último año,
el 1,1% que ha consumido cocaína, el 0,7% spice
(cannabinoide sintético) y el 0,5% salvia o ketamina. Y quizás lo más
preocupante: el 30% de estos jóvenes
(14-18 años) han consumido más de una sustancia en el último
mes ("policonsumo": alcohol, drogas o tabaco), o sea mezclan drogas y alcohol, un coctel muy
dañino para su salud. Y lo peor: muchos jóvenes creen que "fumar un porro no hace daño". Pero no es así: el cannabis daña más el cerebro de los adolescentes que el alcohol, según un estudio recién publicado en The American Journal of Psychiatry.
Pero el problema de las drogas
no está sólo en los jóvenes, aunque preocupe más: lo grave es que su consumo se ha extendido mucho en España. Un dato: en 2017, los españoles se gastaron 5.936 millones de euros en narcóticos,
más que en alcohol (5.563 millones), según los últimos datos del INE, que lleva dos años evaluando el alcance económico del gasto
en drogas en España, un 0,90% del gasto total de los hogares.
Otro indicador claro del alza y generalización del consumo de drogas son los controles de tráfico: en 2016, más
de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de droga y alcohol y
ahora Tráfico está más preocupado por la conducción con drogas (marihuana y cocaína) que
por el alcohol. Y el 43% de los
589 conductores fallecidos en accidentes de tráfico analizados por el Instituto Nacional de
Toxicología tenían presencia de alcohol, drogas o psicofármacos. Y lo mismo el
32% de los peatones muertos por accidente.
El consumo de drogas no sólo causa muertes (8.000 en Europa en 2016, según el informe del Observatorio Europeo EMCDDA, 390 de ellas en España),
sino que provoca enfermedades (VIH y hepatitis graves) y trastornos en la
salud, afectando muy negativamente al desarrollo psicosomático de los
adolescentes y provocando un elevado gasto sanitario, económico y
sobre todo social, al destruir a los drogadictos y sus familias. Frente a
este auge del consumo, sobre el que apenas se habla, España es uno de los paises
europeos que menos gasta en luchar contra las drogas, menos del 0,05% del PIB (menos de 583 millones al año), muy lejos
del 0,2% del PIB que gasta Reino Unido ( 4.650 millones de euros anuales) o del
0.06-0,19% de gasto público en drogas que dedican Francia, Alemania, Italia y
Holanda, según el último informe del EMCDDA europeo. Hacen
falta más recursos para campañas de prevención dirigidas a toda la
población y especialmente a los jóvenes (colegios, Institutos y Universidades),
reiterando los daños reales de las drogas que parecen “menos
peligrosas”, como la cocaína o
la marihuana (cada vez más potente,
con más concentración de THC: un porro de
hoy es como 5 porros del año 2.000, según los expertos). Y más recursos y medios para que la sanidad pública ayuda a prevenir el consumo y consiga un
tratamiento temprano.
Tenemos una sociedad que ha salido de esta crisis (muchos todavía no notan la recuperación) con mucho estrés, mucha tensión y muchos problemas sin resolver. Y sin ver claro el futuro, sobre todo los
jóvenes. Un terreno abonado para que
aumente el consumo de drogas, la promesa de evadirnos de la realidad unas horas. Pero la realidad no cambia por eso y a cambio destrozamos nuestro cuerpo (más los adolescentes), nuestra mente y nuestro bolsillo. Es hora de
afrontar el problema de las drogas, en Europa y España, como una "epidemia social". Sin paños calientes y con medios. Tenemos que ganar
esta batalla.
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