Este sábado acaba la
Liga 2013, con el fútbol español en bancarrota: deuda millonaria,
pagos pendientes a Hacienda y sólo 6
Clubs de los 42 de Primera y Segunda A saneados,
tras haber pasado 28 Clubs por concurso
de acreedores. Urge pinchar la
burbuja del fútbol español, inflada con fichajes millonarios, sueldos
y comisiones sospechosas, gastos desmesurados y ayudas públicas que ahora investiga la
Comisión Europea. Los propios Clubs han puesto en marcha un plan de ajuste, para bajar sueldos, vender jugadores y activos,
recortar gastos y buscar nuevos ingresos, pactando un nuevo reparto de los
ingresos televisivos. Falta ver si el
ajuste va ahora en serio, aunque cueste otra huelga. Porque si no,
nos tocará pagarlo a todos, como en los años 90. Y eso, cuando el Gobierno ha recortado un 58% las
subvenciones al deporte de base, a las Federaciones. Deporte sí, fútbol
millonario a costa de ayudas públicas
no.
enrique ortega |
España es una potencia mundial en fútbol, con los dos Clubs que más facturan y una Liga que es la
tercera del mundo, tras la inglesa y la alemana. Pero el fútbol español “está enfermo”,
según el propio presidente
de los Clubs (LFP) : lleva cinco
temporadas con pérdidas (-385 millones por año), su deuda supera los 4.000 millones de euros (3.600 sólo los equipos de
Primera), tienen pendientes de pagar
a Hacienda 690 millones de euros (535,8 millones los Clubs de Primera) y han
pasado por el concurso
de acreedores 22 de los 42 equipos actuales de Primera y Segunda A (28 en total), 11 de Primera: Deportivo (156 millones deuda), Betis(100),
Zaragoza (145), Rayo Vallecano (60), Valladolid
(40), Mallorca (78), Granada(10), Levante (83), Celta (69),
Real Sociedad (41) y Málaga (41).
El fútbol español son dos
bloques. Por un lado, Madrid y Barça, con mucha deuda
(589 y 578 millones) pero con unos potentes
presupuestos (512 y 483 millones, los
mayores del mundo), basados en potentes ingresos por TV (200 y 180
millones), patrocinios (187 millones) y entradas (126 y 116 millones). Y por
otro, el
resto, a años luz: Madrid y Barça ingresan cinco veces lo que el tercer
clasificado y diez veces lo que los últimos de la tabla. Y aquí están los problemas.
Según el último control
de cuentas de la LFP, del 30 de marzo, sólo
6 de los 42 Clubs de Primera y Segunda A tienen las cuentas saneadas:
cuatro de Primera (Madrid, Barça, Athletic
de Bilbao y Osasuna) y dos de Segunda A (Numancia y Huesca). Del resto, hay dos que están en la UVI (Deportivo
y Xerez), el Guadalajara puede
estar a punto de cerrar, y hay tres Clubs cuyo principal accionista es la Generalitat
valenciana, porque avaló sus créditos (impagados): Valencia (385 millones deuda), Hércules
(18) y Elche (14). Y son siete Clubs a los que la
UEFA impide jugar en Europa la próxima temporada, por sus deudas, mientras la decisión sobre el Málaga sigue pendiente hasta junio: Rayo Vallecano, Espanyol, Valladolid,
Granada, Zaragoza, Deportivo y Celta (y Osasuna, porque no lo ha pedido).
¿Cómo se ha llegado
hasta aquí? “No sólo tenemos una
crisis económica: tenemos una crisis moral, de valores. Y tenemos que inculcar
a nuestros dirigentes que no vale todo, gastar lo que sea para mantener la
categoría”. El certero diagnóstico
es de Javier Tebas, nuevo presidente de los Clubs (LFP). El fútbol ha creado estos años una
gran burbuja, asentada sobre gastos desproporcionados con la idea de estar arriba de la tabla y jugar
en Europa: fichajes millonarios, sueldos y gastos injustificables (el Rayo tenía un cura en nómina que cobraba por resultados y un Racing quebrado compró un Audi de 84.000 euros a su presidente), comisiones sospechosas (las del Betis y
el Racing están en el juzgado) y prebendas
a directivos sin control. Todo ello alimentado
por créditos, especulación inmobiliaria (estadios nuevos y recalificaciones) y ayudas públicas, tanto de Hacienda (ha estado años refinanciando
a los Clubs, al no cobrarles una deuda que llegó a 752 millones en 2012) como de las autonomías (ayudas de TV3 al Barça
y al Espanyol, ayudas de la Comunidad de Madrid al Atlético y al Rayo, ayudas
de la Generalitat valenciana al Valencia, Elche, Hércules, Levante y Villarreal),
Diputaciones (perdón deudas a la Real
Sociedad) y Ayuntamientos
(subvenciones y perdón del IBI y otros impuestos
de Sevilla al Betis). Ayudas públicas al
fútbol que investiga
la Comisión Europea.
La burbuja y la
bancarrota del fútbol español se han gestado sin que nadie dijera nada, ni los Gobiernos, ni los políticos, ni
bancos y Cajas prestamistas, ni los
socios, que sólo querían goles y triunfos. Y lo mismo, aunque menos, en
Europa, donde la mitad de los
Clubs también pierden dinero (-1.200 millones). Por eso la UEFA aprobó en mayo de 2010 una
política (Fair
Play Financiero) para ajustar las cuentas del fútbol europeo, normativa que
la Liga de Fútbol Profesional (LFP) aprobó
un año después (julio 2011),
pero dando tres años a los Clubs para ajustar sus cuentas. Como la crisis
es insostenible, la LFP quiere
acelerar el ajuste, por lo que ha
aprobado, el 30 de enero, un Reglamento
de control económico para
aplicar ya la próxima temporada: los
Clubs tendrán que enviar sus Presupuestos 2013-2014, para que sean aprobados previamente por la LFP. Y no
se aprobarán si contemplan fichajes excesivos, sueldos que superen el 70% de
los ingresos o más deuda. Tienen que ser
equilibrados: gastos iguales a ingresos. Y liquidar su deuda con Hacienda para 2020. Si no ajustan sus cuentas,
la LFP puede vetarles fichajes y obligarles al descenso.
O al cierre.
Con 36 de los 42
Clubs de Primera y Segunda A en pérdidas, el ajuste,
si va en serio, tendrá que ser duro. Primero, en sueldos,
ya que la mitad de los 1.000 jugadores de 1ª y 2ª ganan un millón de euros al
año. Tendrá que haber rebajas de sueldo y hasta reducciones de plantilla (con
EREs a 20 días por año a jugadores, como hizo el
Hércules), lo que podría provocar otra
huelga. Los Clubs tendrán que vender
jugadores (Hacienda forzó al Málaga a vender a Cazorla) y activos ( estadios y propiedades), buscar más ingresos (los espectadores están cayendo, por la
crisis, la piratería de partidos y porque las entradas cuestan el doble que en
Europa) y renegociar
el reparto (hoy, 48% para Madrid y Barça) de los ingresos
de TV (comprometidos hasta 2014), tratando
de aumentarlos
(785 millones frente a 1.828 la Premier
League británica) cambiando horarios
para atraer espectadores en Asia, América y Rusia. Y en paralelo, acabar con
los partidos
amañados.
El ajuste no
va a ser fácil, sobre todo para los grandes más endeudados (Atlético de Madrid, Valencia, Espanyol y
Zaragoza), para los que desciendan y para los pequeños con menos potencial de juego, sobre todo en
Segunda A. Pero será peor en Segunda B y
Tercera, donde hay equipos en quiebra
que podrían desaparecer (el Salamanca
ha estado a punto de cerrar). Pero si no se sanea a fondo, la bancarrota del fútbol nos
puede caer encima a todos. Ya en
1985 y 1990, el Gobierno recurrió
a destinar un porcentaje de la recaudación de las quinielas para que los
Clubs pudieran liquidar su deuda. Ahora no se puede repetir: el fútbol debe ajustase sólo y los Clubs
que no puedan tendrán que cerrar, como han hecho 2.661
empresas en el primer trimestre de 2013. Y más cuando el Gobierno Rajoy ha
recortado drásticamente (-24,5% en 2012 y -34% en 2013) las subvenciones (34 millones) que da al
deporte de base, a las Federaciones.
En el país de los
recortes, el fútbol no puede ir a su
aire, con fichajes y directivos millonarios, engordando una deuda que si no
se remedia acabaremos pagando todos. El fútbol y el deporte son otra cosa que
esta loca burbuja. Urge pincharla
ya para que no nos estalle encima. Están fuera de juego.
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