jueves, 30 de mayo de 2013

Urge pinchar la "burbuja" del fútbol español


Este sábado acaba la Liga 2013, con el fútbol español en bancarrota: deuda millonaria, pagos pendientes a Hacienda y sólo 6 Clubs de los 42 de Primera y Segunda A saneados, tras haber pasado 28 Clubs por concurso de acreedores. Urge pinchar la burbuja del fútbol español, inflada con fichajes millonarios, sueldos y comisiones sospechosas, gastos desmesurados y ayudas públicas que ahora investiga la Comisión Europea. Los propios Clubs han puesto en marcha un plan de ajuste, para bajar sueldos, vender jugadores y activos, recortar gastos y buscar nuevos ingresos, pactando un nuevo reparto de los ingresos televisivos. Falta ver si el ajuste va ahora en serio, aunque cueste otra huelga. Porque si no, nos tocará pagarlo a todos, como en los años 90. Y eso, cuando el Gobierno ha recortado un 58% las subvenciones al deporte de base, a las Federaciones. Deporte sí, fútbol millonario a costa de ayudas públicas no.
enrique ortega

España es una potencia mundial en fútbol, con los dos Clubs que más facturan y una Liga que es la tercera del mundo, tras la inglesa y la alemana. Pero el fútbol español “está enfermo”, según el propio presidente de los Clubs (LFP) : lleva cinco temporadas con pérdidas (-385 millones por año), su deuda supera los 4.000 millones de euros (3.600 sólo los equipos de Primera), tienen pendientes de pagar a Hacienda 690 millones de euros (535,8 millones los Clubs de Primera) y han pasado por el concurso de acreedores 22 de los 42 equipos actuales de Primera y Segunda A (28 en total), 11 de Primera: Deportivo (156 millones deuda), Betis(100), Zaragoza (145), Rayo Vallecano (60), Valladolid (40), Mallorca (78), Granada(10), Levante (83), Celta (69), Real Sociedad (41) y Málaga (41).

El fútbol español son dos bloques. Por un lado, Madrid y Barça, con mucha deuda (589 y 578 millones) pero con unos potentes presupuestos (512 y 483 millones, los mayores del mundo), basados en potentes ingresos por TV (200 y 180 millones), patrocinios (187 millones) y entradas (126 y 116 millones). Y por otro, el resto, a años luz: Madrid y Barça ingresan cinco veces lo que el tercer clasificado y diez veces lo que los últimos de la tabla. Y aquí están los problemas. Según el último control de cuentas de la LFP, del 30 de marzo, sólo 6 de los 42 Clubs de Primera y Segunda A tienen las cuentas saneadas: cuatro de Primera (Madrid, Barça, Athletic de Bilbao y Osasuna) y dos de Segunda A (Numancia y Huesca). Del resto, hay dos que están en la UVI (Deportivo y Xerez), el Guadalajara puede estar a punto de cerrar, y hay tres Clubs cuyo principal accionista es la Generalitat valenciana, porque avaló sus créditos (impagados): Valencia (385 millones deuda), Hércules (18) y Elche (14). Y son siete Clubs a los que la UEFA impide jugar en Europa la próxima temporada, por sus deudas, mientras la decisión sobre el Málaga sigue pendiente hasta junio: Rayo Vallecano, Espanyol, Valladolid, Granada, Zaragoza, Deportivo y Celta (y Osasuna, porque no lo ha pedido).

¿Cómo se ha llegado hasta aquí?No sólo tenemos una crisis económica: tenemos una crisis moral, de valores. Y tenemos que inculcar a nuestros dirigentes que no vale todo, gastar lo que sea para mantener la categoría”. El certero diagnóstico es de Javier Tebas, nuevo presidente de los Clubs (LFP). El fútbol ha creado estos años una gran burbuja, asentada sobre gastos desproporcionados con la idea de estar arriba de la tabla y jugar en Europa: fichajes millonarios, sueldos y gastos injustificables (el Rayo tenía un cura en nómina que cobraba por resultados y un Racing quebrado compró un Audi de 84.000 euros a su presidente), comisiones sospechosas (las del Betis y el Racing están en el juzgado) y prebendas a directivos sin control. Todo ello alimentado por créditos, especulación inmobiliaria (estadios nuevos y recalificaciones) y ayudas públicas, tanto de Hacienda (ha estado años refinanciando a los Clubs, al no cobrarles una deuda que llegó a  752 millones en 2012) como de las autonomías (ayudas de TV3 al Barça y al Espanyol, ayudas de la Comunidad de Madrid al Atlético y al Rayo, ayudas de la Generalitat valenciana al Valencia, Elche, Hércules, Levante y Villarreal), Diputaciones (perdón deudas a la Real Sociedad) y Ayuntamientos (subvenciones y perdón del  IBI y otros impuestos de Sevilla al Betis). Ayudas públicas al fútbol que investiga la Comisión Europea.

La burbuja y la bancarrota del fútbol español se han gestado sin que nadie dijera nada, ni los Gobiernos, ni los políticos, ni bancos y Cajas prestamistas, ni los socios, que sólo querían goles y triunfos. Y lo mismo, aunque menos, en Europa, donde la mitad de los Clubs también pierden dinero (-1.200 millones). Por eso la UEFA aprobó en mayo de 2010 una política (Fair Play Financiero) para ajustar las cuentas del fútbol europeo, normativa que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) aprobó un año después (julio 2011), pero dando tres años a los Clubs para ajustar sus cuentas. Como la crisis es insostenible, la LFP quiere acelerar el ajuste, por lo que ha aprobado, el 30 de enero, un Reglamento de control económico para aplicar ya la próxima temporada: los Clubs tendrán que enviar sus Presupuestos 2013-2014, para que sean aprobados previamente por la LFP. Y no se aprobarán si contemplan fichajes excesivos, sueldos que superen el 70% de los ingresos o más deuda. Tienen que ser equilibrados: gastos iguales a ingresos. Y liquidar su deuda con Hacienda para 2020. Si no ajustan sus cuentas, la LFP puede vetarles fichajes y obligarles al descenso. O al cierre.

Con 36 de los 42 Clubs de Primera y Segunda A en pérdidas, el ajuste, si va en serio, tendrá que ser duro. Primero, en sueldos, ya que la mitad de los 1.000 jugadores de 1ª y 2ª ganan un millón de euros al año. Tendrá que haber rebajas de sueldo y hasta reducciones de plantilla (con EREs a 20 días por año a jugadores, como hizo el Hércules), lo que podría provocar otra huelga. Los Clubs tendrán que vender jugadores (Hacienda forzó al Málaga a vender a Cazorla) y activos ( estadios y propiedades), buscar más ingresos (los espectadores están cayendo, por la crisis, la piratería de partidos y porque las entradas cuestan el doble que en Europa) y renegociar el reparto (hoy, 48% para Madrid y Barça) de los ingresos de TV (comprometidos hasta 2014), tratando de aumentarlos (785 millones frente a 1.828 la Premier League británica) cambiando horarios para atraer espectadores en Asia, América y Rusia. Y en paralelo, acabar con los partidos amañados.

El ajuste no va a ser fácil, sobre todo para los grandes más endeudados (Atlético de Madrid, Valencia, Espanyol y Zaragoza), para los que desciendan y para los pequeños con menos potencial de juego, sobre todo en Segunda A. Pero será peor en Segunda B y Tercera, donde hay equipos en quiebra que podrían desaparecer (el Salamanca ha estado a punto de cerrar). Pero si no se sanea a fondo, la bancarrota del fútbol nos puede caer encima a todos. Ya en 1985 y 1990, el Gobierno recurrió a destinar un porcentaje de la recaudación de las quinielas para que los Clubs pudieran liquidar su deuda. Ahora no se puede repetir: el fútbol debe ajustase sólo y los Clubs que no puedan tendrán que cerrar, como han hecho 2.661 empresas en el primer trimestre de 2013. Y más cuando el Gobierno Rajoy ha recortado drásticamente (-24,5% en 2012 y -34% en 2013) las subvenciones (34 millones) que da al deporte de base, a las Federaciones.

En el país de los recortes, el fútbol no puede ir a su aire, con fichajes y directivos millonarios, engordando una deuda que si no se remedia acabaremos pagando todos. El fútbol y el deporte son otra cosa que esta loca burbuja. Urge pincharla ya para que no nos estalle encima. Están fuera de juego.  

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