En España hay casi 3,5
millones de viviendas vacías, aunque
sólo un tercio se pueden vender o
alquilar porque el resto están en mal estado o sin demanda. Con el aumento
de los desahucios, algunas autonomías
han anunciado medidas para expropiar, multar
o poner impuestos a algunas viviendas vacías. Una medida polémica e inútil, por la oposición de
Bruselas y los conflictos legales. Lo que
urge es incentivar que se alquilen,
con más ayudas a inquilinos y
propietarios, lo contrario que ha hecho el Gobierno Rajoy, que acaba de
quitar las ayudas al alquiler para jóvenes. Y para los que no pueden pagar un
alquiler normal, habría que crear un
parque público de alquiler social (entre 50 y 180 euros), con las 76.000
viviendas vacías del “banco malo” y nuevas promociones de Ayuntamientos
y ONGs, con suelo y financiación pública. Menos
atajos y demagogia con la vivienda y más Planes y ayudas para ofrecer viviendas sociales ya.
enrique ortega |
Con el “boom
inmobiliario”, entre 2001 y 2011, el parque
de viviendas aumentó en España en 4,2 millones, hasta 25,2 millones. Las tres cuartas partes son viviendas principales
(18 millones), otras 3,6 millones son secundarias y 3.443.365 son viviendas vacías,
que también han crecido (+337.000 desde 2001). Dos tercios están en Andalucía (637.221), Comunidad
Valenciana ( 505.029), Cataluña
(448.356),Galicia (299.396) y Madrid (263.279), aunque el mayor
problema no se da en las autonomías más pobladas (Madrid tiene un 9,1% de
viviendas vacías y Barcelona un 11,3% frente al 13,7% en toda España), sino en zonas
más rurales y atrasadas: Galicia (18,6% viviendas vacías), La Rioja (18%),
Murcia (16,6%), Castilla la Mancha (16,3%), Extremadura(16,2%) y Castilla y
León (15%).
El primer problema
de las viviendas vacías es que sólo un
tercio puede alquilarse o venderse, según el
idealista.com, porque el resto son viejas
(el 30% tiene más de 50 años), están en
mal estado (15% en estado deficiente), en zonas turísticas (muchas zonas de Levante, como Denia, tienen un
31% o más de casas vacías) o ciudades
y pueblos pequeños con poca demanda : las capitales con más porcentaje de viviendas vacías
son Ávila (23,8%), Ourense (22,7%),Lugo (20,2%), A Coruña, Toledo y Almería
(18,6%), León o la Rioja (18%), que no
son los lugares con más problemas de vivienda en España.
Con todo, cuando hay más
de 500
desahucios al día (y más
que habrá, por el aumento del paro y la caída de ingresos de la mayoría
de la población), algunas autonomías
han pensado que una solución podría
ser forzar el uso de estas viviendas
vacías, empezando por las de bancos e
inmobiliarias. Andalucía
primero (y Canarias
después) ha aprobado una norma para expropiar
por tres años a los bancos las viviendas de familias desahuciadas sin posibles, medida rechazada por
Bruselas. Y en paralelo, Andalucía ha
anunciado multas de hasta 9.000
euros a empresas y bancos (no a
particulares) que tengan casas vacías, mientras Cataluña
anuncia un impuesto a bancos y
empresas con pisos vacíos.
La primera medida puede ser justificable,
a la vista que el Gobierno Rajoy no
ha dado solución a las 220.000 familias
que han sido desalojadas de sus casas por desahucios desde 2007. De hecho,
crearon con la banca (a
bombo y platillo, en enero 2013), un Fondo de 5.891 viviendas con
bajos alquileres para desahuciados, pero hasta abril sólo habían tenido 450
solicitudes,
porque son tantas las exigencias para
beneficiarse, que la mayoría de
desahuciados quedan
fuera, sin techo, problema que
tratan de paliar en Andalucía y Canarias. Pero otra cosa es forzar al alquiler con multas e impuestos,
una vía poco eficaz.
Tener casi 3,5 millones de viviendas vacías es un despilfarro, como país y para sus
dueños, ya que está ociosa una inversión que ronda
los 500.000 millones de euros. Nadie
tiene un piso vacío por gusto: el problema es que particulares y empresas no los consiguen vender
(no hay demanda solvente ni hipotecas), salvo tirando precios, y tampoco alquilarlos bien. En el caso
de promotoras,
la rentabilidad del alquiler no les cubre
la amortización de préstamos (que les asfixia): habría que ayudarlas a renegociar créditos y
subvencionar intereses a cambio de poner sus pisos en alquiler. En el caso
de particulares, una vez que el Gobierno
les ha dado más
garantías (reduciendo los plazos de contratos, facilitando la
recuperación de la casa si la necesitan y agilizando
los desahucios por impago), la solución pasaría por aumentar las ayudas fiscales al alquiler, para ocupar muchas de las casas ahora vacías. Y ayudas para rehabilitar
las más viejas y deterioradas, a cambio
de alquilarlas. Sobre todo cuando el
alquiler en España es del 17%
frente al 38% en Europa (47% en
Alemania).
Pero el Gobierno Rajoy
ha hecho lo contrario. Desde junio, los jóvenes menores de 30 años se
quedarán sin
la ayuda para alquilar (era de 200 euros al mes y Rajoy
la bajó en julio 2012 a 147 euros), que ha beneficiado a más de 300.000
jóvenes desde que ZP la implantó en 2008. Y ahora, con el Plan
de Vivienda 2013-2016, se implanta una ayuda al alquiler de hasta 200 euros al mes, que sólo podrán cobrar los minieuristas
(532,57€ ingresos los solteros, 798,86 € una pareja o 1.118,36 las familias con
dos hijos) y para alquileres inferiores a
600 euros (en Madrid o Barcelona, el alquiler medio supera los 800). Ayudas que aún no se pueden pedir (mes y medio después de aprobado el Plan), porque las autonomías no han fijado todavía las condiciones que exigirán en cada comunidad.
Además, Rajoy ha liquidado la Sociedad Pública de Alquiler y ha reducido las ayudas fiscales a inquilinos (10,05%) y propietarios (60% y hasta el 100% si alquilan a jóvenes) al limitar su base imponible (menos 24.107 euros). Y en el Plan de Vivienda, sólo destina 65 millones al año para subvencionar promociones de viviendas en alquiler, lo que dará para promover 2.000 viviendas al año.
Además, Rajoy ha liquidado la Sociedad Pública de Alquiler y ha reducido las ayudas fiscales a inquilinos (10,05%) y propietarios (60% y hasta el 100% si alquilan a jóvenes) al limitar su base imponible (menos 24.107 euros). Y en el Plan de Vivienda, sólo destina 65 millones al año para subvencionar promociones de viviendas en alquiler, lo que dará para promover 2.000 viviendas al año.
Habría que volcarse de verdad en el alquiler,
con más ayudas fiscales a inquilinos y
propietarios y más subvenciones a los promotores.
Pero eso no basta: muchos españoles no pueden hoy pagar un alquiler
normal (600 a 900 euros), porque están
en paro y sin ingresos (3,6
millones de personas, según Cáritas).
Para ellos, la única salida son alquileres
sociales, de 50 a 180 euros al mes.
El problema es que no hay: España sólo
tiene un
1% de alquileres públicos sociales, frente al 20% o más en Francia, Reino Unido, Holanda, Austria, Finlandia o
Dinamarca. Ponernos a su nivel supondría crear un parque de alquileres sociales
de un
millón de viviendas, para hacer frente a los ya desahuciados (440.000) y a los que todavía se
quedarán sin casa por no
poder pagar su hipoteca o alquiler.
¿Cómo? Primero, incorporando las 15.000
viviendas de protección oficial (VPO) vacías, construidas con
ayudas públicas y que los promotores quieren vender como viviendas libres.
Segundo, con las 76.000 viviendas vacías
que tiene el “banco
malo”(SAREB), de las Cajas nacionalizadas con ayudas públicas, que
quieren vender a especuladores en vez
de ponerlas en alquiler social (ojo: un
juez de Sabadell ya ha impedido
el desalojo de los okupas de uno de estos pisos). Y tercero, dando suelo gratis y financiación barata a Ayuntamientos y ONGs (Cáritas,
Cruz Roja…) para promover pisos para
alquileres sociales. Calculo que
con 1.000 millones al año de coste, se podrían promover 20.000 viviendas
anuales. Y así tendríamos en cinco años unas
200.000 viviendas con bajos alquileres que evitarían un estallido
social.
Es lo que piden los españoles: medidas eficaces, no demagogia. Buscar urgente una vivienda a los que no pueden pagar alquileres normales y dar una salida lógica y no impuesta a los que
tienen una vivienda vacía. No hay
atajos. Hace falta querer arreglar de
verdad uno de nuestros mayores problemas: que todo el mundo tenga una
vivienda digna. Se puede.
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