Cada día de este año, 2.000
españoles se han enganchado a jugarse dinero por Internet. Son ya 1,2 millones de personas, un millón más desde que se legalizó el juego
online, en junio 2012. Y España es el cuarto país europeo que más dinero juega en la Red. Un “boom” que beneficia a Hacienda, (recaudará 160 millones) y al Estado, porque Loterías es la mayor empresa de juego
online. Un despegue conseguido con dos tratos de favor. Uno, a los jugadores, que pueden ahora deducirse las pérdidas al declarar sus
ganancias. Y el otro, por permitir al juego online un bombardeo de publicidad en TV, Internet y medios prohibido al tabaco y alcohol. El riesgo es que aumente la adicción
al juego (ya hay un millón de ludópatas), el blanqueo de capitales y el fraude deportivo (amañar resultados). Jugar sí, pero sin que se nos vaya de las manos por
conseguir ingresos para Hacienda, autonomías, el deporte, televisiones y medios de comunicación.
enrique ortega |
La mitad de los
españoles juegan alguna vez en bingos, casinos, tragaperras
y casas de apuestas, donde se dejan unos 30.000 millones al año. Pero con la crisis, la prohibición del tabaco en
estos locales y las limitaciones de publicidad, el
juego “presencial” ha caído,
pasando de 4,3 millones de jugadores habituales a 3 millones y perdiendo 45.000
empleos desde 2008 (la mitad de los 39 casinos
han hecho un ERE y 10 han cerrado). En contrapartida, se multiplican los españoles
enganchados al juego por Internet, sobre todo tras ser legalizado
en junio de 2012: han pasado de 195.000 hace un año a un millón a finales
de 2.012 y 1.162.000 a 20 de marzo (2.000 al día este año).
El juego
online era “alegal” hasta el
5 de junio 2012, cuando empezaron a
funcionar las primeras 53 empresas, para aprovechar la Eurocopa. A partir de ahí, ha
crecido imparable y facturó en siete meses 2.727
millones de euros, casi el doble que en 2.011 (1.575). Con ello, España
se consolida como el cuarto país europeo
que más se juega en Internet, tras Gran Bretaña, Italia y Francia. Un mercado
en auge, que mueve unos 45.000 millones anuales en Europa, controlado por tres
multinacionales británicas (Ladbrokes,
William Hill y Betfair) y la austriaca Bwin
(con sede fiscal en Gibraltar).
Los españoles se gastaron
en 2012 una media de 600
euros en juego online,
dominado por el póquer (42,7% de lo
jugado), las apuestas deportivas
(37%), la ruleta (12,8%) y el black jack (5,8%).El retrato
robot del jugador online es hombre (68%), de 25 a 64 años, con trabajo
y estudios y que en su mayoría lleva más
de un año jugando. Y en el póquer,
hay un 20% de jugadores profesionales
(viven de jugar), que mueven el 80% de la facturación. Curiosamente, la mayor
empresa de este sector es Loterías
del Estado, con 300.000 jugadores, y controla con otras tres más
(multinacionales) el 90% de los jugadores.
Las empresas
del juego online tuvieron en 2012 unos
beneficios brutos de 560 millones, de los que un 25% se llevó Hacienda: 140
millones (más del doble de los 69,7 millones ingresados en 2011) que van
a tapar el agujero de las autonomías
y una parte al deporte.
Y este año, el Fisco espera recaudar 160 millones del juego online, a
cuyos jugadores acaba de dar un trato
de favor fiscal: desde el 1 de enero de 2013, se pueden deducir
lo que pierden de lo que ganan a la hora de declarar (declaración 2014), medida que beneficia
también al juego presencial, aunque
bingos, casinos y tragaperras se quejan de que en sus juegos es difícil conseguir
recibos de ganancias y pérdidas. Los
técnicos de Gestha
critican que Hacienda permita deducir pérdidas
“para atraer clientes” al juego
online, mientras el Gobierno señala que
España es el único
país europeo donde los jugadores
online pagan impuestos (retención
del 20% en premios superiores a 2.500
euros más declaración ganancias netas).
Con todo, las empresas
del juego piden a Hacienda que les
baje impuestos, del 25% actual
al 15% que tienen en Reino Unido y en
el País Vasco o incluso al 10% que pagará
el juego en Madrid cuando empiece a
funcionar Eurovegas. De momento, el Gobierno tendrá otro “detalle” este año: se
reduce del 1 al 0,75 por mil la tasa
administrativa que pagan las empresas por operar, lo que animará a nuevos operadores. Además, hay 9
autonomías (Aragón, Asturias, Madrid, Murcia, Castilla y León, La
Rioja, Extremadura, CLM y C. Valenciana) que han bajado en 2013 sus impuestos al juego presencial (hay empresas
comunes).
Otro trato de favor
al juego online es permitirles la publicidad en todos los medios (con algunas
limitaciones), algo prohibido para el
tabaco y el alcohol. De hecho, con la legalización, la publicidad
del juego online ha pasado de 90 millones en 2011 (sólo patrocinios,
como el de Bwin en el Real Madrid) a 125 millones en siete meses de 2012, lo
que podría suponer 250 millones en 2013.
Un bombardeo
publicitario que está salvando
las cuentas de muchas cadenas de TV, empresas
periodísticas y de Internet. No en vano, el juego online es ya el quinto
negocio en el comercio electrónico,
tras las agencias de viajes, la venta de billetes de avión, el marketing
directo y el transporte terrestre de viajeros.
Quizás por ello, se
habla poco en los medios y en Internet de los riesgos del juego online.
El primero, que se enganchen los menores
(está prohibido con menos de 18 años)
y aumente la ludopatía (en España hay
un
millón de ludópatas, 15.000 en
tratamiento). El segundo, el fraude:
Hacienda ya ha expedientado a 30 webs ilegales, otras 80 han dejado de ofrecer
juego en España y hay 250 en lista negra por operar sin licencia. Tercero, el
riesgo de la confidencialidad y el
dinero de los clientes (hay 90
millones en depósitos obligatorios para jugar). Y el cuarto, el riesgo de se utilice el juego online para blanqueo de dinero negro y promover el fraude deportivo: ya se han detectado casos
de “compra de resultados”, para ganar apuestas
online, en el fútbol y en el tenis, en Europa, Asia y África.
Europa
no tiene (tampoco aquí) una normativa comunitaria sobre el juego
online, que está prohibido en siete países
(como en EEUU) de los 27. Pero Bruselas
ha preparado tres “recomendaciones” a los países: vigilar la protección a los consumidores (jóvenes y ludópatas), publicidad “responsable” del juego y
lucha contra el fraude deportivo (“amañar” competiciones). En España, el
Gobierno insiste que el control
del juego online
(jugadores, límites y reglas) es muy riguroso, con un acuerdo de autocontrol publicitario y un
Consejo asesor del juego
responsable donde están empresas, expertos y asociaciones de ex ludópatas.
Y para 2013, el juego online va a ser
una prioridad
del Plan de inspección de
Hacienda.
Con todo, el “boom” del juego online no ha hecho más
que empezar y se espera que mueva 5.000
millones de euros este año. Quizás más, porque en 2013 todas las empresas ofrecerán
ya juego
online en móviles y tabletas
(ahora sólo tres operadores), lo que disparará
su uso. Y habrá más publicidad, permitiéndose
más juegos (tragaperras online). Además, con la crisis, sacarse un sobresueldo o un mínimo ingreso jugando es una tentación muy fuerte para
cualquiera.
En definitiva, el juego
online ha irrumpido con fuerza y crecerá mucho más. La mayoría juega por jugar, no por adicción, pero con tanta oferta,
tanta publicidad y tanta crisis, el riesgo
de engancharse se dispara, sobre todo entre jóvenes, parados y jubilados. Y el coste
de la ludopatía es demasiado alto como para no vigilarlo de cerca (difícil en Internet), aunque el juego mejore las cuentas de los medios,
Hacienda y el deporte. Juguemos, pero con cabeza.
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