miércoles, 8 de mayo de 2013

Un millón de "adictos" al juego online


Cada día de este año, 2.000 españoles se han enganchado a jugarse dinero por Internet. Son ya 1,2 millones de personas, un millón más desde que se legalizó el juego online, en junio 2012. Y España es el cuarto país europeo que más dinero juega en la Red. Un “boom” que beneficia a Hacienda, (recaudará 160 millones) y al Estado, porque Loterías es la mayor empresa de juego online. Un despegue conseguido con dos tratos de favor. Uno, a los jugadores, que pueden ahora deducirse las pérdidas al declarar sus ganancias. Y el otro, por permitir al juego online un bombardeo de publicidad en TV, Internet y medios prohibido al tabaco y alcohol. El riesgo es que aumente la adicción al juego (ya hay un millón de ludópatas), el blanqueo de capitales y el fraude deportivo (amañar resultados). Jugar sí, pero sin que se nos vaya de las manos por conseguir ingresos para Hacienda, autonomías, el deporte, televisiones y medios de comunicación.
enrique ortega

La mitad de los españoles juegan alguna vez en bingos, casinos, tragaperras y casas de apuestas, donde se dejan unos 30.000 millones al año. Pero con la crisis, la prohibición del tabaco en estos locales y las limitaciones de publicidad, el juego “presencial” ha caído, pasando de 4,3 millones de jugadores habituales a 3 millones y perdiendo 45.000 empleos desde 2008 (la mitad de los 39 casinos han hecho un ERE y 10 han cerrado). En contrapartida, se multiplican los españoles enganchados al juego por Internet, sobre todo tras ser legalizado en junio de 2012: han pasado de 195.000 hace un año a un millón a finales de 2.012 y 1.162.000 a 20 de marzo (2.000 al día este año).

El juego online era “alegal” hasta el 5 de junio 2012, cuando empezaron a funcionar las primeras 53 empresas, para aprovechar la Eurocopa. A partir de ahí, ha crecido imparable y facturó en siete meses 2.727 millones de euros, casi el doble que en 2.011 (1.575). Con ello, España se consolida como el cuarto país europeo que más se juega en Internet, tras Gran Bretaña, Italia y Francia. Un mercado en auge, que mueve unos 45.000 millones anuales en Europa, controlado por tres multinacionales británicas (Ladbrokes, William Hill y Betfair) y la austriaca Bwin (con sede fiscal en Gibraltar).

Los españoles se gastaron en 2012 una media de 600 euros en juego online, dominado por el póquer (42,7% de lo jugado), las apuestas deportivas (37%), la ruleta (12,8%) y el black jack (5,8%).El retrato robot del jugador online es hombre (68%), de 25 a 64 años, con trabajo y estudios y que en su mayoría lleva más de un año jugando. Y en el póquer, hay un 20% de jugadores profesionales (viven de jugar), que mueven el 80% de la facturación. Curiosamente, la mayor empresa de este sector es Loterías del Estado, con 300.000 jugadores, y controla con otras tres más (multinacionales) el 90% de los jugadores.

Las empresas del juego online tuvieron en 2012 unos beneficios brutos de 560 millones, de los que un 25% se llevó Hacienda: 140 millones (más del doble de los 69,7 millones ingresados en 2011) que van a tapar el agujero de las autonomías y una parte al deporte. Y este año, el Fisco espera recaudar 160 millones del juego online, a cuyos jugadores acaba de dar un trato de favor fiscal: desde el 1 de enero de 2013, se pueden deducir lo que pierden de lo que ganan a la hora de declarar (declaración 2014), medida que beneficia también al juego presencial, aunque bingos, casinos y tragaperras se quejan de que en sus juegos es difícil conseguir recibos de ganancias y pérdidas. Los técnicos de Gestha critican que Hacienda permita deducir pérdidas “para atraer clientes” al juego online, mientras el Gobierno señala  que España es el único país europeo donde los jugadores online pagan impuestos (retención del 20% en premios superiores a  2.500 euros más declaración ganancias netas).

Con todo, las empresas del juego piden a Hacienda que les baje impuestos, del 25% actual al 15% que tienen en Reino Unido y en el País Vasco o incluso al 10% que pagará el juego en Madrid cuando empiece a funcionar Eurovegas. De momento, el Gobierno tendrá otro “detalle” este año: se reduce del 1 al 0,75 por mil la tasa administrativa que pagan las empresas por operar, lo que animará a nuevos operadores. Además, hay 9 autonomías (Aragón, Asturias, Madrid, Murcia, Castilla y León, La Rioja, Extremadura, CLM y C. Valenciana) que han bajado en 2013 sus impuestos al juego presencial (hay empresas comunes).

Otro trato de favor al juego online es permitirles la publicidad en todos los medios (con algunas limitaciones), algo prohibido para el tabaco y el alcohol. De hecho, con la legalización, la publicidad del juego online ha pasado de 90 millones en 2011 (sólo patrocinios, como el de Bwin en el Real Madrid) a 125 millones en siete meses de 2012, lo que podría suponer 250 millones en 2013. Un bombardeo publicitario que está salvando las cuentas de muchas cadenas de TV, empresas periodísticas y de Internet. No en vano, el juego online es ya el quinto negocio en el comercio electrónico, tras las agencias de viajes, la venta de billetes de avión, el marketing directo y el transporte terrestre de viajeros.

Quizás por ello, se habla poco en los medios y en Internet de los riesgos del juego online. El primero, que se enganchen los menores (está prohibido con menos de 18 años) y aumente la ludopatía (en España hay un millón de ludópatas, 15.000 en tratamiento). El segundo, el fraude: Hacienda ya ha expedientado a 30 webs ilegales, otras 80 han dejado de ofrecer juego en España y hay 250 en lista negra por operar sin licencia. Tercero, el riesgo de la confidencialidad y el dinero de los clientes (hay 90 millones en depósitos obligatorios para jugar). Y el cuarto, el riesgo de se utilice el juego online para blanqueo  de dinero negro y promover el fraude deportivo: ya se han detectado casos de “compra de resultados”, para ganar apuestas online, en el fútbol y en el tenis, en Europa, Asia y África.

Europa no tiene (tampoco aquí) una normativa comunitaria sobre el juego online, que está prohibido en siete países (como en EEUU) de los 27. Pero Bruselas ha preparado tres “recomendaciones” a los países: vigilar la protección a los consumidores (jóvenes y ludópatas), publicidad “responsable” del juego y lucha contra el fraude deportivo (“amañar” competiciones). En España, el Gobierno insiste que el control del juego online (jugadores, límites y reglas) es muy riguroso, con un acuerdo de autocontrol publicitario y un Consejo asesor del juego responsable donde están empresas, expertos y asociaciones de ex ludópatas. Y para 2013, el juego online va a ser una prioridad del Plan de inspección de Hacienda.

Con todo, el “boom” del juego online no ha hecho más que empezar y se espera que mueva 5.000 millones de euros este año. Quizás más, porque en 2013 todas las empresas ofrecerán  ya juego online en móviles y tabletas (ahora sólo tres operadores), lo que disparará su uso. Y habrá más publicidad, permitiéndose más juegos (tragaperras online). Además, con la crisis, sacarse un sobresueldo o un mínimo ingreso jugando es una tentación muy fuerte para cualquiera.

En definitiva, el juego online ha irrumpido con fuerza y crecerá mucho más. La mayoría juega por jugar, no por adicción, pero con tanta oferta, tanta publicidad y tanta crisis, el riesgo de engancharse se dispara, sobre todo entre jóvenes, parados y jubilados. Y el coste de la ludopatía es demasiado alto como para no vigilarlo de cerca (difícil en Internet), aunque el juego mejore las cuentas de los medios, Hacienda y el deporte. Juguemos, pero con cabeza.

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