jueves, 1 de agosto de 2024

Turismo: el verano de todos los récords

Hoteles, bares, restaurantes, apartamentos, líneas aéreas, autobuses y trenes, coches de alquiler , supermercados y empresas de ocio se preparan para hacer el mejor agosto de su historia. Este verano se batirán todos los récords: de turistas, con 32,8 millones de extranjeros entre julio y septiembre (+4 millones que en 2019), de ingresos (46.500 millones de euros, +22% ) y de precios, con una subida del +10 al +30% en hoteles, apartamentos, comidas y casi todo. Volveremos a ver las costas, las islas y las ciudades más turísticas con un aluvión de gente, sobre todo británicos, alemanes, franceses, norteamericanos, asiáticos y latinoamericanos, mientras los españoles saldrán más al extranjero y otros veranearán menos días, por los precios. Con ello, se espera batir en 2024 todos los récords de turistas, más de 90 millones, camino de los 100 millones en 2025. El sector y muchas zonas turísticas saturadas creen que “hay que parar y poner orden”, porque este turismo masivo es insostenible. Y agobiante para descansar.  

                                 Enrique Ortega

El año 2024 va a ser el gran año del turismo en España. Ya empezó con una fuerza inusitada, con un récord de turistas extranjeros y viajes de españoles en el primer trimestre, animados por la Semana Santa. Y ha seguido con fuerza en mayo y junio, animado por la rebaja de la inflación y una cierta recuperación en Europa, junto a la fuerte creación de empleo en España (+426.300 empleos en el último año). Así, entre enero y mayo de 2024 llegaron a España 33.212.538 visitantes extranjeros, +13,62% que en los cinco primeros meses de 2023 y 4 millones más de turistas que en ese mismo periodo de 2019, según el INE.Y se gastaron 43.198 millones de euros, +21,8% que en ese periodo de 2023 y 7.800 millones más de gasto que en los cinco primeros meses de 2019. Doble récord histórico. Y encima, crece más el gasto que los turistas, con lo que los extranjeros que vienen se están gastando más que nunca: 1.263 euros de media, 204 euros de gasto medio diario (+8,6%).

En junio ha seguido la tendencia de un turismo disparado: aunque aún o hay datos de visitantes, si los hay de pernoctaciones en hoteles y marcan otro récord: 160,63 millones de pernoctaciones entre enero y junio de 2024, un 7,5% más que el primer semestre de 2023, según el INE. Y eso, gracias básicamente a las pernoctaciones de extranjeros, que crecieron un +11,2% en la primera mitad del año, mientras las estancias en hoteles de españoles crecen sólo el +0,9%, debido a la fuerte subida de los precios hoteleros (+7,8% anual), con una tarifa media por estancia que ya es de 122 euros diarios.

Ahora se espera un agosto que bata todos los récords de reservas, después de un mes de  julio donde las reservas han subido entre un 10 y un 15% sobre las del verano pasado, con ocupaciones superiores al 85% en muchas zonas, que rondarán el 90 y 95% este mes. Están aumentando las llegadas de turistas europeos, sobre todo británicos y alemanes (que ya han superado a los turistas que llegaban antes de la pandemia), suizos, nórdicos y portugueses, junto a norteamericanos, latinoamericanos y asiáticos, que además están reservando hoteles más caros (de más de 200 euros la noche), según ebooking.com, mientras las reservas de españoles se dirigen a estancias más económicas, en hoteles más baratos, apartamentos, campings y casas de turismo rural.

La previsión del sector hotelero es aumentar su facturación este verano un +5,5%, según la patronal Exceltur, con un mayor negocio en los hoteles urbanos (Cataluña y Madrid), algunas zonas de costa (Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia), islas, el País vasco y algunas zonas de interior y de Asturias y Galicia, apoyadas por temperaturas más bajas. Y también esperan un buen negocio las agencias de viaje, compañías aéreas y ferroviarias, empresas de alquiler de coches y las de ocio, junto a la hostelería y restauración, sin olvidar los supermercados. Todo ello va a tirar del empleo este verano, después de que las empresas turísticas hayan creado 79.000 nuevos empleos hasta junio, según Exceltur.

Lo que preocupa a muchos profesionales del sector es que la fuerte subida de precios turísticos retraiga la demanda, sobre todo de españoles. Y es que los precios llevan varios años subiendo, más de un 30% desde 2019 en muchos apartados. Sólo este año, de enero a junio, los hoteles han subido de media un 31,4%, según el INE (con una subida anual del 9,3%). Y los vuelos nacionales han subido un 21,8% en el primer semestre (y +12,3% en el último año), mientras los internacionales suben un 9,2%. Y los restaurantes suben un 4.7% anual. Pero al final, todo sube, desde los carburantes y los transportes a los hoteles y apartamentos, que han disparado sus precios: en agosto, a pie de playa, un apartamento se está cobrando 1.200 euros por semana, 400 euros más que el año pasado. Todas estas subidas están retrayendo al turistas nacional (no al extranjero), que optan por estar menos días (1 semana frente a 10 o 15 días antes) y gastar lo mismo o poco más.

Pero la subida de precios (disparada) no parece que vaya a frenar el ansia de españoles y extranjeros por viajar este verano, cuando se espera batir todos los récords en turistas y gastos. En julio se espera haber recibido 11,4  millones de turistas extranjeros (10,11 millones en julio 2023) y en agosto podrían alcanzarse los 11,5 millones (frente a 10,18 millones en agosto 2023), para terminar septiembre con 9,9 millones de turistas (frente a 8,8 millones en septiembre 2023). Eso sumaría 32,8 millones de turistas extranjeros este verano, una cifra nunca vista y que supone 4 millones de turistas más que en el verano de 2019, antes de la pandemia (nos visitaron 28.838.788 extranjeros), según el INE

Ya el 12 de julio, el Gobierno anticipó que España iba a recibir 41 millones de turistas entre junio y septiembre de 2024, lo que supone 3,36 millones más que en esos 4 meses de 2019 (37,64 millones de turistas), un aumento del +13%. Pero lo más llamativo es que auguran un gasto de 59.000 millones de euros en esos 4 meses, +22% que en el verano de 2019, lo que reafirma que no sólo vienen más turistas que nunca sino que además gastan mucho más, gracias a que vienen más turistas de EEUU, Latinoamérica y Asia, con más presupuesto (1.560 euros de gasto medio) que los turistas europeos que nos visitan (entre 771 y 1.148 euros). De momento, los altos precios no disuaden a los turistas extranjeros, que valoran la seguridad, la calidad del servicio y las infraestructuras de España frente a otros destinos más baratos.

Al final, todo apunta a que no sólo será el verano de todos los récords (turistas, gasto y precios), sino que 2024 será el mejor año turístico de nuestra historia. Algunas previsiones, como la de CaixaBank Research, apuestan por alcanzar los 90 millones de turistas en 2024, mientras otras previsiones suben la cifra a 93 millones (frente a 85.056.528 visitantes en 2023, que superaron el anterior récord de 83,5 millones den 2019). Eso nos colocaría en posición de alcanzar los 100 millones de turistas en 2025, según muchos expertos, más del doble de los turistas que recibimos el año 2000 (47,9 millones). Un informe de Google y Deloitte retrasa este máximo y señala que España puede alcanzar los 110 millones de turistas en 2040, superando al país líder actual, Francia (109 millones). En cuanto a los ingresos por turismo, algunas previsiones creen que llegaremos a los 128.000 millones de euros en 2024 (+20.000 que en 2023), el 2º país con más ingresos turísticos, tras EEUU.

Con estas previsiones para 2024, el turismo se consolida como la primera industria española, creciendo este año un +4,6% (el doble que toda la economía) y generando una actividad de 202.600 millones de euros, el 13,2% de todo el PIB español. Y el turismo mantiene  2.753.357 ocupados en España, el 13% del empleo total. Pero quizás lo más importante es que el turismo es el principal motor del crecimiento español, junto al consumo, las exportaciones y la inversión. En el 2º trimestre, el tirón del turismo ha sido el causante de que España haya crecido un 0,8%, según el INE. Y será el responsable del 26% de todo el crecimiento de la economía en 2024, según Exceltur.

Pero ojo, este crecimiento del turismo resulta ser ya excesivo, porque está tensando al máximo las infraestructuras (desde los aeropuertos, estaciones de tren y carreteras) y los servicios (desde el agua a la sanidad o la seguridad) . Y está afectando muy negativamente a algunas localidades y zonas turísticas, que hasta multiplican por 10 su población en verano, causando tremendas molestias a los residentes habituales (que se quejan y manifiestan, desde Canarias a Mallorca, Málaga o Barcelona). Y están provocando un serio problema de falta de viviendas en alquiler, al ser desviados a pisos turísticos (el 10% de media y el 30% en algunas zonas). Por todo ello, la patronal del sector ha firmado un Manifiesto en defensa del turismo sostenible, donde piden un rediseño de las zonas turísticas, con colaboración pública y privada, para asegurar un control de los alojamientos turísticos y dotar a las infraestructuras turísticas de  recursos humanos y materiales, para evitar aglomeraciones y quejas. Además, piden una mayor adaptación del turismo al cambio climático, una exigencia vital.

A la vuelta de este verano récord, es prioritario que el Gobierno, las autonomías y los grandes municipios turísticos se sienten con las empresas del sector y los sindicatos para alcanzar un gran Pacto por el futuro del turismo, para conseguir que sea sostenible, social y ambientalmente. Porque no puede seguir creciendo sin control, salvo que queramos “matar la gallina de los huevos de oro”. Hay que regular su crecimiento y su futuro, limitando la afluencia de turistas en algunas zonas y fechas, tratando de diversificar y ampliar la oferta, tanto en origen como en destino, para que no lleguen la mitad de los turistas en cuatro meses, sino más a lo largo del año, de nuevos países y a destinos menos masificados.

Un cambio estratégico que tarda tiempo en aplicarse y dar fruto y que exigen cada vez más españoles, hartos de un turismo que se ha vuelto insostenible (social y medioambientalmente). Los que viven en zonas masificadas, porque quieren “huir” en verano de la vorágine de visitantes. Y el resto, porque estamos hartos de hacer cola para todo en vacaciones, en los aeropuertos y estaciones de tren o autobús, en los atascos de las carreteras locales, para encontrar un sitio en la playa, comer en un restaurante o tomar una caña o una copa, incluso para andar por los paseos marítimos o las rutas de montaña. Eso no son vacaciones: no descansamos. Y el riesgo es que un día, la burbuja del turismo estalle, por insostenible, y nos hunda en otra crisis. Estamos a tiempo de evitarlo.

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