En marzo, las exportaciones españolas cayeron un -19,2%, la mayor caída mensual en el último año, aunque está distorsionada por la Semana Santa (descontando el efecto calendario, cayeron sólo un -5,6%), según los últimos datos de Comercio. Con esta bajada, son ya 12 meses consecutivos (desde abril de 2023) en que bajan las exportaciones españolas al exterior, algo que no había pasado antes, salvo en 2009 (crisis financiera) y en 2020 (pandemia). De hecho, las exportaciones españolas llevan creciendo, año tras año, desde 1985, al amparo de la entrada de España en la Comunidad Europea (1986). A raíz de la crisis financiera (2008), las empresas españolas multiplicaron sus esfuerzos pasa vender fuera, a la vista de la crisis interna. Y consiguieron duplicar con creces las exportaciones de bienes, desde los 159.859 millones en 2009 a los 389.208 millones vendidos fuera en 2022 (récord histórico). Eso sí, en 2023 pincharon las exportaciones, cayendo un ligero -1,4%.
jueves, 30 de mayo de 2024
Las exportaciones se frenan (en España y la UE)
Las exportaciones españolas cayeron en marzo (último
dato), por 12º mes consecutivo, algo que sólo ha pasado dos
veces (en 2009 y 2020) en los últimos 40 años. Bajan las
exportaciones a Europa, pero sobre todo a América y Asia, todas
salvo alimentos y automóviles. El problema no es sólo de España, porque las
exportaciones han caído el último año en toda Europa (menos), por el
estancamiento económico en la mayoría de paises (que compran menos fuera) y
porque han “pinchado” las exportaciones europeas a EE. UU., China y Asia.
Y esto preocupa mucho, porque es síntoma de la menor competitividad europea,
que ha perdido cuota exportadora en el mundo, mientras la ganan China y
USA. Por eso, mejorar la competitividad europea es una prioridad tras las elecciones
del 9-J. En España, urge un Plan de apoyo a las exportaciones,
porque con ellas nos jugamos parte del crecimiento (un tercio en 2023 y
la mitad en 2022) y mantienen 1 de cada 4 empleos. Por eso hay que "mimarlas". Enrique Ortega
En marzo, las exportaciones españolas cayeron un -19,2%, la mayor caída mensual en el último año, aunque está distorsionada por la Semana Santa (descontando el efecto calendario, cayeron sólo un -5,6%), según los últimos datos de Comercio. Con esta bajada, son ya 12 meses consecutivos (desde abril de 2023) en que bajan las exportaciones españolas al exterior, algo que no había pasado antes, salvo en 2009 (crisis financiera) y en 2020 (pandemia). De hecho, las exportaciones españolas llevan creciendo, año tras año, desde 1985, al amparo de la entrada de España en la Comunidad Europea (1986). A raíz de la crisis financiera (2008), las empresas españolas multiplicaron sus esfuerzos pasa vender fuera, a la vista de la crisis interna. Y consiguieron duplicar con creces las exportaciones de bienes, desde los 159.859 millones en 2009 a los 389.208 millones vendidos fuera en 2022 (récord histórico). Eso sí, en 2023 pincharon las exportaciones, cayendo un ligero -1,4%.
En 2024 ha continuado la bajada de las exportaciones,
un -9% en el primer trimestre, con 93.430 millones vendidos fuera, según
los datos de Comercio. Han caído las ventas de casi todo, pero sobre
todo las exportaciones españolas de energía (-28,2%), de productos
químicos (-25,9%), semi manufacturas químicas (-11,9%), materias primas
(--11,7%), bienes de consumo (-6,8%), textil, calzado y juguetes (-5,1%),
mientras han crecido las ventas fuera de alimentos (+3,3%) y
automóviles (+1,7%). Por
destinos, han caído algo más que la media las exportaciones españolas a
la UE (-9,6%), sobre todo a Bélgica (-52,1%), Irlanda (-41,2%), Finlandia
(-25,3%), Paises Bajos (-13,4%) e Italia (-7%), pero el mayor “pinchazo” se ha
dado en las exportaciones a Latinoamérica (-14,3%, por una bajada de
ventas del -29,3% a Argentina y -21,9% a Brasil, mientras crecían un +21,4 %
nuestras ventas a México), a EE. UU. (-11%), China (-13,9%), Japón
(-16,3%) y Marruecos (-6,2%), aunque crecen las exportaciones a Argelia (+712%), Arabia (+12,1%) y
Australia (+2,6%).
En paralelo a la caída de las exportaciones, han bajado
también las
importaciones españolas en el primer trimestre, aunque menos (-7,1%), sobre
todo porque hemos comprado menos energía (-15,3%) y materias primas (-20,6%) más
baratas. Con ello, el déficit comercial (importaciones-exportaciones) ha
crecido, hasta -8.105 millones de euros en el primer trimestre
(+23,2%), según
Comercio, un “agujero” comercial que se compensa con los ingresos de
las exportaciones de servicios y el turismo. En este primer trimestre, tenemos
superávit comercial con toda Europa pero menor (+11.050 millones,
frente a +14.565 en el primer trimestre de 2023), teniendo sólo déficit en
el comercio con 10 paises UE: Paises
Bajos (-1.691 millones), Alemania (-1.612), República Checa (-563), Hungría
(-363), Suecia (-309), Irlanda (-181,5), Eslovaquia (-143,9), Austria (-42,8),
Luxemburgo (-36,2) y Finlandia (-9,7 millones). Fuera de la UE, tenemos superávit
con Reino Unido (+3.447 millones) y déficit comercial
con USA (-2.571 millones), Latinoamérica (-940), China (-8.267),
India (-723), Japón (-610), Corea (-397), Vietnam
(-1.050), Rusia (-500) y toda África (-4.085 millones), teniendo superávit
con Oriente Medio (+330) y Oceanía (+425).
Las exportaciones no sólo se han frenado en
España, también en toda Europa, aunque menos: frente al -9%
que han caído en España en el primer trimestre, cayeron un -2,9%
en Alemania, un -2,4% en Francia, un -28% en Italia
y un -0,4% en Reino Unido, según Eurostat, mientras crecían en China
(+4,9%) y Japón (+8,8%) y se estancaron en EE. UU (-0,3% en el primer
trimestre), según
Eurostat. Una tendencia, la caída de las exportaciones, que se mantiene también
desde hace 12 meses en toda Europa.
De hecho, Bruselas alerta de un
freno en las exportaciones europeas en 2024,
tanto las ventas entre los propios paises europeos como las exportaciones a
paises fuera de la UE. Así, en el primer trimestre, el comercio entre los 27
paises UE ha bajado un -6,9% (de 1,097 billones de euros a 1,022 billones),
según
Eurostat. Y las exportaciones de la UE-27 al resto del mundo han
caído un -3,3% en el primer trimestre (de 650.300 a 628.800 millones de
euros), aunque la balanza comercial cierra con un superávit de la UE con el
resto del mundo (+48.700 millones). Pero eso se debe al superávit comercial
de Europa con EE. UU. (+17.000 millones), Reino Unido (+15.200
millones), Turquía (+1.900 millones) y Brasil (+300 millones),
porque seguimos con déficit comercial con China (-21.400 millones de
euros, frente a -22.600 al inicio de 2023), Noruega (-4.000), India (-1.700),
Corea (-900) y Japón (-100 millones de euros).
La causa del “pinchazo” en las
exportaciones europeas es doble. Por un lado, la caída de las ventas
entre paises UE se debe al estancamiento
de la economía europea, que apenas ha crecido en 2023 (+0,5%, frente
al +3,4% de 2022), con Alemania en recesión (-0,1% en 2023) y mínimos
crecimientos en Italia (+0,7%) y Francia (+0,9%), aunque algo más en España
(+2,5% crecimos en 2023). Por otro, la caída de las exportaciones a terceros
paises se debe a que Europa está perdiendo competitividad en el
mundo, por tener mayores costes energéticos y salariales y menos innovación y
tecnología. De hecho, Europa
ha perdido cuota de mercado en el comercio mundial de bienes (-1%
entre 2019 y 2023), mientras ganaba cuota China (+1,5%) y la mantenía Estados
Unidos. Y además, gran parte de la inversión mundial (incluso europea) se
está desviando en los últimos años de Europa a USA y China.
Por todo esto, en Bruselas preocupa el pinchazo de las
exportaciones europeas, como síntoma de que falla la
competitividad de las empresas europeas, por lo que la
Comisión Europea ha encargado dos informes, a los ex políticos
italianos Enrico Letta y Mario Draghi, para que propongan medidas para mejorar
la productividad y competitividad de Europa ante USA y China, lo que
será la prioridad de la futura Comisión Europea tras las
elecciones del 9 de junio. Medidas
que pasan por reforzar el mercado único, fomentar la creación de grandes grupos
industriales europeos y aumentar las inversiones en tecnología, digitalización y
economía verde, reduciendo normativa para competir con USA y
China.
Entre tanto, España no puede esperar a que en
Bruselas haya una nueva Comisión y se aprueben medidas para mejorar la
competitividad europea. Urge que el Gobierno español apruebe un
Plan de choque para fomentar la exportación, porque la exportación
en España todavía tiene menos peso que en el resto de Europa (supone el 41% del
PIB frente al 56% de media en la UE-27) y porque tenemos una serie de problemas
estructurales propios, que debemos resolver, según
señala el propio Club de Exportadores. El primero, un exceso de
concentración de la exportación en
pocas empresas (sólo 26.687 empresas exportan más de 50.000 euros al
año y de ellas, sólo 1.000 empresas exportan el 67% del total desde hace 25
años), en
Europa (allí van el 75,7% de todas las exportaciones, frente a
sólo un 7% a USA, China y Japón, que suponen el 28% de las importaciones
mundiales) y en
6 autonomías (Cataluña, Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, País
Vasco y Galicia concentran el 74,2% de todas las exportaciones). Y el segundo, el
escaso peso de las exportaciones de alta tecnología, de alto
valor añadido: un
6,8% del total de las exportaciones españolas, frente al 17,7% de las
exportaciones europeas.
En definitiva, que España debe conseguir que haya más empresas
y autonomías que exporten (las pymes apenas venden fuera), buscar más
mercados fuera de Europa y mejorar la tecnología y la calidad de los productos,
para competir mejor fuera. Ahora lo hacemos “al modo de China”,
compitiendo con bajos salarios (18,2
euros por hora trabajada, frente a 24 euros que se paga en la UE y 31,6
euros en Alemania) y bajos precios: en 2022 y 2023 hemos tenido menos
inflación que la UE-27 y que Alemania, aunque ahora tenemos más inflación (3,4%
anual en abril, frente a 2,6% en la UE-27 y 2,4% en Alemania y Francia, según
Eurostat). Es hora de competir
de otra manera, por producto y no por costes, lo que exige mejorar la
productividad de España, algo complicado. Para ello, los
expertos proponen aumentar el tamaño de las empresas, dar más peso a la
industria, apostar por la tecnología, la innovación y la digitalización,
mejorar la formación de los trabajadores y gestores y apostar por la inversión
y la internacionalización de la economía.
Los exportadores españoles llevan
años pidiendo medidas para reforzar su papel: medidas
fiscales para promover la actividad exterior, mejora de la financiación
pública y privada a la exportación y ayudas a la promoción comercial y a la
diversificación de los mercados, desde la apertura de más oficinas
comerciales, la mayor participación de las empresas en el diseño de la ayuda al
desarrollo, las becas exteriores para jóvenes y la mejora de nuestra diplomacia
económica por el mundo. Todos los paises ayudan a sus exportadores
y hasta Alemania (el tercer mayor exportador del mundo, tras China y
USA) aprobó
en septiembre un Plan de choque para apoyarlos (32.000 millones en 4 años).
Es importante volcarse en la exportación ahora que ha pinchado, por dos
razones. Una, porque la exportación de bienes (y servicios) es
clave para el crecimiento de España: en 2022 aportó la mitad de todo
el crecimiento del PIB y en 2023 ha aportado un tercio. Y la
otra, porque el sector exterior mantiene 1 de cada 4 empleos en España
(5,3 millones), según
la OCDE. Así que “cuidar” la exportación es clave para
todos.
En marzo, las exportaciones españolas cayeron un -19,2%, la mayor caída mensual en el último año, aunque está distorsionada por la Semana Santa (descontando el efecto calendario, cayeron sólo un -5,6%), según los últimos datos de Comercio. Con esta bajada, son ya 12 meses consecutivos (desde abril de 2023) en que bajan las exportaciones españolas al exterior, algo que no había pasado antes, salvo en 2009 (crisis financiera) y en 2020 (pandemia). De hecho, las exportaciones españolas llevan creciendo, año tras año, desde 1985, al amparo de la entrada de España en la Comunidad Europea (1986). A raíz de la crisis financiera (2008), las empresas españolas multiplicaron sus esfuerzos pasa vender fuera, a la vista de la crisis interna. Y consiguieron duplicar con creces las exportaciones de bienes, desde los 159.859 millones en 2009 a los 389.208 millones vendidos fuera en 2022 (récord histórico). Eso sí, en 2023 pincharon las exportaciones, cayendo un ligero -1,4%.
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