jueves, 27 de enero de 2022

EPA 2021: el año del empleo

El empleo se recupera en España con más fuerza que la economía: en 2021 se crearon 840.700 empleos, más de los perdidos en 2020 (-622.600), con lo que ya trabajan 218.100 personas más que antes de la pandemia, según la EPA publicada hoy. Son 20,18 millones de ocupados, una cifra nunca alcanzada desde 2007. Pero todavía no han recuperado su empleo anterior los menores de  44 años, la industria y 7 autonomías (Baleares, Canarias, Madrid, Extremadura, Cantabria, Navarra y la Comunidad Valenciana). Ahora, la previsión es que se siga creando empleo, pero menos, aunque los expertos confían en que España creará 1 millón de empleos entre 2022 y 2023. Todo va a depender de que se afiance la recuperación, que se frene la inflación y que se gasten bien los Fondos europeos. Pero lo más importante es que el empleo que se cree ahora sea decente, fijo y mejor pagado, para lo que urge aprobar y aplicar la reforma laboral. La prioridad sigue siendo el empleo.

Enrique Ortega

El cuarto trimestre del año suele ser bueno para el empleo, por las Navidades. El de 2021 fue bueno, a pesar de los múltiples contagios de ómicron, que frenaron algo la actividad y las compras: se crearon 153.900 empleos, algunos menos que en el 4º trimestre de 2020 (+167.400) pero más que en los meses finales de los últimos años, según la EPA publicada hoy. El empleo se ha creado sobre todo en el sector privado (+162.500 empleos) mientras se redujo en el sector público (-8.500 empleos, por los primeros despidos en sanidad), aumentando en el campo (+78.700), los servicios (+ 45.900) y la industria (+37.100 empleos), aunque cayó en la construcción (- 7.700 empleos). Se creó más empleo en el 4º trimestre entre las mujeres (+105.500) que entre los hombres (+48.400). Y cayó entre los jóvenes (-136.900 empleos perdidos entre 16 y 24 años), mientras aumentó entre los mayores, sobre todo entre los mayores de 45 años (+226.800 empleos).

Con este último empujón del 4º trimestre, el empleo cerró 2021 como un año récord (el mejor desde 2005), con la creación de +840.700 nuevos empleos, muchos más de los empleos que se perdieron en 2020, el primer año de la pandemia (-622.600 empleos). Se creó más empleo incluso que en años muy buenos anteriores, como 2018 (+566.000 empleos) y 2015 (+525.100 empleos), aunque recordemos que en diciembre había todavía 102.148 trabajadores “aparcados” en ERTES (frente a 520.000 en diciembre 2020), con empleo pero sin trabajo. Con ello, en España trabajan ya 20.184.900 personas, un récord desde 2007 (20,72 millones de empleos): son casi 3,5 millones de ocupados más que al final de la crisis anterior (16.758.200 en diciembre 2013).

En todo 2021 se creó sobre todo empleo privado (+ 744.300 empleos), siete veces más que empleo público (+96.400 ocupados). Y se crearon más empleos entre las mujeres (+479.600) que entre los hombres (+361.100 ocupados), aunque siguió la tónica de que el nuevo empleo no fue a los jóvenes sino a los más mayores: +167.900 empleos entre 16 y 24 años, +119.300 empleos entre 25 y 34 años, +61.400 empleos entre 35 y 44 años, +256.200 empleos entre 45 y 54 años y +236.000 empleos entre los mayores de 55 años, los dos grupos de edad más beneficiados, según la EPA del 4º trimestre. Por sectores, la mayor creación de empleo en 2021 se dio en los servicios (+705.400 empleos), seguidos de lejos por la industria (+37.100), la construcción (+5.700) y el campo (+58.000 empleos). Y por autonomías, el empleo creció más el año pasado en Andalucía (+166.800 ocupados), Cataluña (+157.600), Canarias (+110.500), Madrid (+108.100), Comunidad Valenciana (+81.900) y País Vasco (+36.900 empleos),  aunque creció en todas las regiones españolas.

Esta importante mejora del empleo en 2021 (+840.700 ocupados) ha servido también para reducir el paro, aunque menos (-615.900 parados en 2021), porque en paralelo han aumentado los españoles “activos, las personas que buscan trabajo ahora, tras lo peor de la pandemia: los “activos” aumentaron en 224.700 personas en 2021, impidiendo bajar más las cifras de paro. Es un proceso que se ha ido viendo trimestre a trimestre: aumentan las personas que buscan trabajo. Y ya hay más adultos “activos” (buscando trabajo o trabajando) que en 2019: 23.268.800 personas frente a 23.064.100 a finales de 2019. Todo apunta a que seguiremos así, con lo que en los próximos meses sucederá lo que ahora: el paro bajará menos de lo que sube el empleo

Volviendo al paro, ha bajado en -312.900 personas en el 4º trimestre y  en -615.900 parados en todo el año 2021, según la EPA de hoy, lo que supone la mayor bajada del paro desde 2018 (-462.400 parados ese año), tras una ligera bajada en 2019 (-112.400) y una subida impactante en 2020 (+527.900 parados), por la pandemia. El paro ha bajado en todo 2021 más entre las mujeres (-305.600 paradas) que entre los hombres (-222.300) y por edades, menos entre los jóvenes que entre los mayores: bajó – 12.000 parados  entre los jóvenes de 16 a 19 años, - 107.800 parados entre los 20 y 24 años, -519.500 parados entre los 25 y 54 años y solo subió el paro entre los de más de 55 años: +23.400 parados en 2021. El  paro bajó más el año pasado en los servicios (-615.900 parados), pero también en la industria (-52.800), la construcción (-39.400) y el campo (- 23.400 parados). Por autonomías, la mayor rebaja del paro se ha dado en Cataluña (-142.500 parados), Madrid (-122.500), Andalucía (-85.500), Canarias (-59.900), Comunidad Valenciana (-42.200) y Castilla la Mancha (-39.400), aunque se redujo el desempleo en todas las regiones españolas en 2021.

La cifra total de desempleados baja a 3.103.800 parados, la más baja en España desde 2007 (1.942 parados entonces). Y la tasa de paro española baja al 13,33%, la menor desde 2008 (13,79% de paro), aunque sigue duplicando la tasa de paro europea (6,5%) y la de los principales paises de la UE, como Francia (7,5% de paro), Italia (9,2%) y sobre todo Alemania (3,2% de paro, cinco veces menos que España).Y sigue muy elevada la tasa de paro juvenil (menores de 25 años): el 29% de los más jóvenes están en paro, el doble que en Europa (15,4% de paro juvenil) y más que en Francia (17,85), Italia (28%) y sobre todo Alemania (6,4% de paro juvenil, menos de la cuarta parte que España), según Eurostat.

Los datos de paro, aunque mejores que antes de la pandemia y al nivel de 2008, revelan tres cuestiones preocupantes. La primera, que todavía hay 1.023.900 hogares con todos sus miembros en paro (+ 10.700 que antes de la pandemia). La segunda, que España sigue con 5 regiones que tienen una tasa de paro “escandalosa: Ceuta (26,86 %, un 0,72% menos que en 2019), Melilla (20,24% de paro, un 1,46% más que en 2019), Andalucía (20,18% de paro, un 0,62% menos que antes de la pandemia), Canarias ( 18,94%, todavía un 0,16% más paro que antes de la pandemia)  y Extremadura ( 18,94%, un 4,54% menos de paro que en 2019), según la EPA de hoy. Y las 6 regiones que tenían un paro “europeo”, inferior al 10% en 2019, lo han empeorado con la pandemia, sobre todo Baleares (del 9,91 al 14,39% de paro hoy), La Rioja (del 9,89% de paro al 10,45%) y  Madrid (del 9,99% al 10,12% ahora), empeorando también el paro en la Comunidad Valenciana (del 14,13% en 2019 al 14,39% hoy). Y la tercera cuestión preocupante es que aumentan los parados de larga duración, los que llevan más de 1 año sin trabajo: son  1.496.400 parados, el 48,21% de todos los parados (eran 1.387.000, el 43,5%, a finales de 2019).

Esto provoca que a muchos parados se les acabe el desempleo y no cobren ya ningún subsidio, pasando a una situación de pobreza extrema. En noviembre de 2021, último dato de Trabajo, cobraban alguna ayuda 1.821.130 desempleados: menos de la mitad (el 45,13%) cobraban un subsidio contributivo (según lo cotizado), de 884 euros de media, y el resto (un 54,87%) cobraban un subsidio asistencial, de 451 euros mensuales. Pero en esta cifra de parados que cobran desempleo estaban incluidos  los 125.632 trabajadores en ERTE a finales de noviembre, que cobran el 70% de su sueldo (y el 50% a partir del 7º mes). Así que, en realidad, solo 1.695.498 parados registrados como tales cobra algún subsidio, el 54,62% de los parados que refleja la EPA de hoy. Eso significa que casi la mitad de los parados (el 45,38%) no cobra ninguna ayuda pública, cuando antes de la pandemia, en 2019, eran un 38,5% los parados que no cobraban. De hecho, CCOO denuncia que un 40% de los parados  inscritos en el SEPE con experiencia laboral (trabajaron antes) no cobran ninguna ayuda pública por desempleo.

Visto el dato del empleo y el paro en 2021, queda patente que España ha superado el bache de la pandemia, porque tenemos ya más ocupados y menos parados que en 2019. Con todo, el balance es desigual, tanto por sexo y edad como por sectores y regiones.

En empleo, en España trabajaban a finales de 2021 un total de 218.100 personas más que a finales de 2019. La mejoría se nota más entre las mujeres (hay +95.800 más trabajando que a finales de 2019) que entre los hombres (+22.300). Y por edades, el empleo es hoy mayor que antes de la pandemia entre los mayores de 55 años (+ 402.000) y entre los que tienen entre 45 y 55 años (+222.000 empleos), pero todavía no se ha recuperado entre los más jóvenes: - 23,500 empleos perdidos entre 16 y 19 años, -8.700 empleos entre 20 y 24, -4.700 entre 25 y 29 años, -70.600 entre 30 y 34. –178.800 empleos entre 35 y 39 años y -119.600 empleos que en 2019 entre los de 40 a 44 años. Por sectores, los servicios ya han recuperado el empleo anterior a la pandemia (+168.300 empleos netos), lo mismo que el campo (+46.2000 empleos ganados) y la construcción (+2.000 empleos), mientras la industria aún tiene menos ocupados que en 2019 (-33.000 empleos). Eso sí, los empleos ganados (218.100) se han conseguido en el sector público (+222.200), porque el sector privado todavía tiene 4.100 empleos menos que antes de la pandemia, según la EPA. Y por regiones, la mayoría de autonomías tienen más empleo ahora que antes de la pandemia, sobre todo Andalucía (+113.800 empleos), el País Vasco (+23.700) y Cataluña (+20.000), aunque todavía no han recuperado su empleo pre-pandemia 7 autonomías: Baleares (-33.200 empleos que en 2019), Castilla y León (-15.300), Comunidad Valenciana (-9.100), Galicia (-4.600), Canarias (-2.300), Aragón (-2.200) y Cantabria (-700 empleos) .

Ahora, la previsión de la mayoría de expertos es que siga aumentando el empleo en 2022, aunque menos que en 2021. Y eso, porque el año pasado el empleo creció más que la economía (+8,8% frente a +5,5% previsto para el PIB), debido a que las empresas necesitaron recuperar plantilla o incluso aumentarla para hacer frente a la mayor demanda (a la real y a la esperada, algo mayor, por las distintas olas del COVID). Pero este año 2022, van a intentar arreglarse con las plantillas que tienen o aumentarlas lo menos posible, al menos hasta que no vean si hay más olas de contagios y la economía se recupera de verdad. Por eso, los expertos creen que en 2022 pasará lo contrario a lo del año pasado: el empleo crecerá menos (+3,6%) que la economía (+5,5/+6% de aumento del PIB).

Traducido en cifras, la previsión del catedrático Josep Oliver para Manpower es que se creen +638.000 empleos en 2022 (menos de los + 840.700 empleos creados en 2021, según la EPA) y otros +434.000 empleos en 2023, ya menos porque también la economía crecerá menos (+4% el PIB). Eso supondría, según este estudio,  crear algo más de 1 millón de empleos (1.072.000) en los próximos dos años, sobre todo en los servicios (890.000, de ellos 400.000 en el turismo, 220.000 en servicios privados y otros 250.000 en servicios públicos) y en trabajos cualificados (660.000). Pero la clave es crecer mucho (más que la mayoría de paises occidentales, como acaba de prever la OCDE para España) y que no se frene la recuperación, ni por la pandemia ni por la inflación. Y que se gasten bien los Fondos europeos, que pueden ayudar a crear más de 500.000 empleos, según la OIT.

El futuro parece optimista para el empleo, pero hay una gran preocupación: la calidad del nuevo empleo que se cree. Porque hasta ahora se han creado 3,5 millones de nuevos empleos en España desde 2013, pero la mayoría son precarios y mal pagados. Sólo en 2021, el 89,10% de los nuevos contratos firmados fueron temporales, algo menos de los que se hicieron entre 2014 y 2020 (entre el 92 y el 90% de contratos fueron temporales). Y con ello, en diciembre de 2021 había dos clases de trabajadores: un 76% con contrato fijo (que ganaban más, en general) y un 24% con contratos temporales (la cuarta parte, por menos de una semana), con los sueldos más bajos (los temporales ganan un 32% menos que los fijos, según la última encuesta de salarios del INE). Esto es lo que pretende arreglar la reforma laboral pactada por los agentes sociales y el Gobierno, en el alero en el Congreso. De aprobarse, sus efectos empezarían a notarse en verano, con un aumento sustancial de contratos fijos (y nuevos fijos discontinuos para hostelería y turismo).

La otra gran preocupación sobre el futuro del empleo es ayudar a tres colectivos que han sufrido duramente la pandemia y que tienen más difícil trabajar: los jóvenes (3 de cada 10 están en paro y 8 de cada 10 jóvenes ocupados tienen contrato temporal), las mujeres (su tasa de empleo, 58,8%, es inferior a la europea, 64,3%, y a la de los hombres españoles, 68,5%) y los mayores de 50 años (son casi la mitad de todos los parados y las empresas no quieren contratarlos). Urge que el Gobierno apruebe un Plan de empleo, con incentivos para la contratación de jóvenes, mujeres y mayores, además de poner en marcha de una vez la modernización de las oficinas de empleo (SEPE), para que orienten y asesoren a los parados que llevan mucho tiempo sin trabajo: 500.000 parados llevan más de 4 años en el paro, según un estudio de Asempleo. Y en paralelo, hay que gastar mucho más en formación, de parados y trabajadores, porque el empleo futuro será diferente y eso exige reciclar a generaciones enteras de trabajadores.

En resumen, que el empleo va muy bien en España y seguirá creciendo en 2022 y 2023, pero ahora el reto es mejorar su calidad, que sea menos precario y esté mejor pagado. Y no dejar atrás a los que tienen más problemas para colocarse, los jóvenes, las mujeres y los mayores de 50 años, volcándose en reciclar a trabajadores y parados, para que tengan más oportunidades de conseguir un empleo futuro, que exigirá una formación diferente. Hay que ser optimistas, pero sin olvidar que tenemos el doble de paro que Europa. Y que en España trabaja menos gente (2 millones menos que la media UE). Por eso, si queremos vivir mejor, hay que crear más empleo y de más calidad. Debería ser la prioridad de todos para el resto de Legislatura.                              


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