Mucho se habla de los recortes
en educación (6.700 millones) y el deterioro
de la calidad de la enseñanza. Pero se habla poco de “la otra
enseñanza”, la de música y artes,
asignaturas que no parecen importantes y sufren
doblemente los recortes: cierres
de escuelas y Conservatorios de música,
danza o arte dramático, despido de profesores y matrículas que triplican su
coste. La puntilla a estas enseñanzas artísticas la da la nueva Ley de Educación (LOMCE) aprobada
ya en el Congreso: música y enseñanzas artísticas serán ahora opcionales en Primaria y ESO. ”Distraen”,
según Wert. Y desaparece el
Bachillerato de Artes, Música y Danza. Con ello, muchos escolares no estudiarán ya música y artes, aunque está
demostrado que ayudan a combatir el
fracaso escolar y mejoran la enseñanza
de matemáticas y lengua. O sea, que la
música (y las artes) no son un lujo sino una herramienta para enseñar mejor. La música nos ayudará a salir
de la crisis. No desafinen.
El mundo de la música, desde alumnos y
profesores a Escuelas, Conservatorios y Orquestas, está revuelto con la nueva Ley de Educación (LOMCE), que
entrará en vigor el curso 2014-2015.
Y lo mismo el mundo de la danza, el arte
dramático, las artes plásticas, la restauración o el diseño. Y es que, en
la próxima década, muchos niños y
jóvenes españoles dejarán
de estudiar estas materias
en la enseñanza obligatoria, porque “distraen”,
según el ministro Wert. Se trata, según el Gobierno, de que la enseñanza se
centre más en matemáticas y enseñanzas técnicas y no “pierda el tiempo” en “asignaturas del espíritu”, poco prácticas
para encontrar trabajo en el futuro.
En consecuencia, la LOMCE
suprime Educación Artística (Música y Arte) en Primaria y Música en la ESO como
asignaturas obligatorias y pasa a considerarlas “asignaturas específicas optativas” (en 4º de la ESO, además, la música
desaparece), que los alumnos podrán
cursar ahora si las autonomías y los
centros escolares (colegios e institutos) las ofrecen, algo dudoso si les fijan unos objetivos y subvenciones ligados más a otras asignaturas. Además,
la LOMCE suprime como rama el bachillerato de Artes Escénicas, Música y
Danza, que hoy cursan 8.000 alumnos en 122 institutos de toda España, una vía educativa
que prepara para futuros estudios universitarios de Música, Danza, Artes
escénicas y Arte Dramático. Tras la presión de autonomías y centros, el Gobierno
acepta que estas asignaturas se puedan seguir dando en el Bachillerato como opcionales, pero no como rama.
Con estos cambios, la
educación musical (y artística) puede convertirse en marginal en la educación obligatoria en España,
mientras casi toda la OCDE (34 países) mantiene la música (y
las artes) como educación obligatoria. En Suecia, por ejemplo, el 4,03% de la población acude a una escuela
musical, mientras en España es el 0,48%. En Alemania,
en los últimos cursos de bachillerato, los alumnos dan hasta 40 horas de música
semanales. Y en Suiza, incluso,
hicieron en 2012 un referéndum para modificar la Constitución y declarar la
educación musical como un derecho básico de los ciudadanos.
Los cambios de la
LOMCE son la puntilla a los graves problemas que ya tiene la educación musical (y artística)
en España, por culpa de los recortes, que afectan a las Escuelas
de música, a los Conservatorios y a las Orquestas, las tres patas de la formación musical junto a colegios e institutos.
Por un lado, las 1.000 Escuelas de música (con 265.000
alumnos), en su mayoría municipales, han sufrido los recortes de las subvenciones de Ayuntamientos y autonomías, hasta el 75%
en cuatro años. Y los efectos han sido dramáticos: cierre de Escuelas de música, despido de profesores (o bajada de
sueldos) y matrículas que han triplicado sus precios. Y lo mismo puede
decirse de los 62 Conservatorios de música: algunos han cerrado y muchos están en el alero. Y al
final de la cadena, 26 Orquestas sinfónicas (con 1.491 músicos) que apenas sobreviven, tras ERES y
bajadas de sueldo, desde el Liceo a la orquesta de RTVE, la de Baleares,
Murcia, Sevilla o Extremadura. Y cuyos profesionales, en los que hemos
invertido 14 años de formación, emigran a la búsqueda de trabajo en orquestas internacionales.
Un panorama que sólo puede
ir a peor con la futura Ley
de Régimen local, aprobada por el Gobierno en julio, que limita
los servicios que pueden prestar
los Ayuntamientos a los básicos (las escuelas de Música,
Conservatorios y Orquestas no lo son) y el
resto tendrán que dejarlos si no los financian las autonomías (difícil). Un
cambio político que podría
abortar las próximas generaciones de músicos, que hasta ahora han
nacido gracias a 20 años de ayudas públicas a la música. Una vía sería
aumentar
más el precio de las matrículas y entradas, pero eso llevaría a la
música a épocas decimonónicas: la
música para una minoría, la que se la puede pagar. Y lo mismo la
danza, el arte dramático, la restauración o el arte.
Al final, el mayor argumento
a favor de la enseñanza de la música (y las artes), aparte de que ayudan a la formación integral de nuestros
niños y jóvenes, es que resulta una herramienta clave para mejorar la enseñanza.
Según un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, los que siguen
estudios musicales “tienen mejores
resultados en matemáticas, lengua, historia y ciencias”. Y otro estudio de
la Universidad de Ohio señala que la formación musical produce mejoras evidentes sobre todo en matemáticas y lengua.
Incluso una tesis
doctoral sobre alumnos valencianos demuestra que los que cursan estudios artístico-musicales sacan mejores notas en
general: un 37% sobresaliente y un 42% notable. Todo ello porque la
música estimula el cerebro y contribuye
a la concentración, la memoria comprensiva, el trabajo en equipo, el
ordenamiento psicomotriz y la autoestima.
Hay un hecho
demostrable: los países que más horas dedican a enseñar música tienen mejores resultados educativos. Italia, Corea del Sur, Alemania y Estados
Unidos dedican entre hora y media y dos horas semanales a la música en
primaria (frente a 1 en España). Y Finlandia,
Austria, Francia y Corea del Sur, los países con más horas de música en
Secundaria, lideran también los rankings de menos abandono escolar y mejor comprensión (informe PISA). España, líder en abandono escolar (24,9%) y a la cola en comprensión lectora y matemática (PISA) de jóvenes y también de adultos, debería pensar que enseñar más
música (y artes) podría ayudarnos a mejorar la enseñanza, no a “distraer”. Está demostrado.
Al final, la nefasta política de recortes lleva a una reflexión peligrosa: si se recorta de
becas de comedor y por ello hay niños
desnutridos, ¿cómo no se van a recortar las ayudas para que los
niños estudien música, danza o teatro? Es una
elección siniestra. Primero, porque los
recortes no son el único camino: se
puede ingresar más y hacer otra política para crecer más, crear empleo y recaudar más.
Pero además es que no sólo con
matemáticas y ciencias se forma a los jóvenes: la educación ha de ser
integral, para preparar a los adultos del futuro, que no pueden ser máquinas formadas sólo para trabajar. Y además, está
científicamente probado que la música (y las artes) ayudan decisivamente a
estudiar y a formarse como personas.
Por todo ello, los
recortes en música son también nefastos. Y lo peor es que sus efectos se notarán a medio plazo, en una generación peor formada para el trabajo y la vida.
Por eso, hay que reconsiderar la
marginación de la música (y las artes), en los Presupuestos y en la LOMCE.
Porque la música no es un lujo, sino una herramienta para enseñar mejor.
Y por tanto, para ayudar al país a salir de la crisis. Como casi todo, la música también es economía.
Muy interesante su comentario, Javier. Qué pena lo que está ocurriendo cin la Música y nadie hace nada. Qué asco de políticos y los que hacen las reformas en Educación. Que estudien ellos primero y luego hagan cambios. Pero no a peor, que el Plan 66 funcionaba muy bien y luego venga a reformas y reformas, qué incompetentes hay en España....
ResponderEliminarQué vuelva el plan 66, yo soy profesora titulada de Música en Violín y veo cómo se desmorona el mundo de la Música. Con lo bonito que es tocar un instrumento y deberían darnos más importancia a los Músicos y a la Música.
Ojalá cambie esto porque si no los músicos profesionales vamos al CAOS TOTAL. A ver si los políticos y quien hace las reformas en Educación recapaciten y hagan cambios a mejor y que regrese el plan antiguo.