jueves, 30 de abril de 2015

1 de Mayo: así será el trabajo del futuro


El 1 de Mayo ya no es una fiesta reivindicativa sino un gran “puente” festivo. Y eso pasa aunque el  trabajo, tras más de 6 años de crisis, esté hoy peor que nunca en la democracia: poco empleo y precario, horarios crecientes, salarios por los suelos y mucha inseguridad laboral. Habrá más empleos en la próxima década, pero sólo para los jóvenes más formados. Y crecerán los contratos temporales y a media jornada, con aumento de los “freelancers” y del trabajo online. Y con bajos sueldos, al menos los tres próximos años. El gran reto de España es que trabaje más gente, porque la economía ofrece menos empleos que en Europa (antes de la crisis y ahora). Eso exige un cambio de modelo económico, con más industrias, empresas más grandes, más tecnología y mejor formación de los trabajadores. Son las claves del trabajo futuro, aunque no se hable de ello, ni el 1 de Mayo ni nunca. Así nos va.
 
enrique ortega

Hoy, tras más de 6 años de dura crisis, el mayor problema del trabajo en España es que hay poco empleo y demasiados parados. A pesar de los 319.600 empleos netos creados en los últimos 15 meses, sólo trabajan 17,45 millones de españoles, tres millones menos que antes de la crisis. Y hay todavía 5,44 millones de parados, más de uno por cada cinco españoles en edad de trabajar. Con lo que por cada oferta de empleo se presentan entre 800 y 1.300 candidatos, según datos de Randstad. Y así, claro, los empresarios seleccionan sólo a los mejores, ofreciendo unos sueldos y contratos deplorables. Son lentejas.

Y así estaremos todavía varios años, con poco empleo y muchísimos parados. Rajoy promete crear 500.000 empleos este año (de momento, "ha perdido" 114.300 empleos en el primer trimestre), pero el FMI los rebaja a 350.000 y Bruselas a 310.000, para apuntar una menor creación de empleo en 2016 (260.000 el FMI). Y el Gobierno dice que para 2019 se habrá recuperado el empleo de antes de la crisis, los 20,7 millones de 2007. Sin embargo, eso no quiere decir que no haya bastante paro, porque hará falta empleo para los parados actuales y los jóvenes que busquen empleo en el futuro. Por eso, el FMI no cree que la tasa de paro de España baje del 20% hasta 2017 (19,9%): eso son 4,5 millones de parados todavía... Y las previsiones más optimistas (Price Waterhouse) no prevén una tasa de paro del 8% (la de 2007) hasta 2033. O sea, que aún tenemos por delante dos décadas de mucho paro.

Con todo, en la próxima década, los jóvenes más a tener más empleos que ahora, gracias a que va a haber más jubilaciones y menos jóvenes (por la caída de la natalidad). Así, habrá entre 7,2 y 9,7 millones de nuevos empleos para 2025, según un estudio de la Fundación BBVA e Ivie. Pero el 98% de esos empleos van a ser solamente para los que estén más formados: más de la mitad (58,4%) para los que tengan educación superior (estudios universitarios o FP Superior), un 39,3% para los que tengan estudios medios (bachillerato o FP) y sólo el 2,3% para los que tengan la formación básica obligatoria (ESO), que es la formación que tienen, por desgracia, el 42% de los jóvenes  españoles hoy. Y además, salir al extranjero a trabajar seguirá siendo una válvula de escape: a partir de 2017, en Alemania y varios países europeos faltará mano de obra, según un estudio de Boston Consulting.

Estos empleos futuros tendrán poco que ver con los actuales. Se centrarán en informática, comercial y ventas (marketing online, CRM), técnicos y profesionales, empleados de servicios y muy especialmente los trabajos ligados a Internet y las tecnologías de la información, según las previsiones de Infojobs y CEDEFOP. Muchas de las futuras profesiones que van a necesitar las empresas se están creando ahora, como los profesionales de big data (análisis de datos), Internet y motores de búsqueda, social media, publicidad digital, expertos en e-commerce, desarrolladores de aplicaciones para móviles, expertos en Internet de las cosas y toda la relación online con los clientes del futuro. Claro que las nuevas tecnologías tienen un problema: no son intensivas en trabajo, crean pocos empleos. Ahí está el ejemplo del primer hotel sin trabajadores (sólo máquinas), inaugurado en Yaiza (Lanzarote) en febrero de 2015.

Los expertos creen que estos nuevos empleos del futuro serán también bastante precarios, al menos mientras el paro supere el 15% (16,8% en 2020 nos augura el FMI). Todo apunta a que seguirá creciendo el empleo temporal (hoy es el 24,2%, frente al 14,1% en Europa) y a tiempo parcial (16,1%, aún inferior al 19,3% de Europa, pero dos tercios es “obligado”), ya que la patronal CEOE insiste en aumentar la contratación temporal mientras la Comisión Europea, el BCE y el FMI piden “más flexibilidad laboral, lo que traducido significa “más facilidades para contratar y para despedir” (más inseguridad laboral). Además, Internet permitirá que en los próximos años muchos trabajen desde casa, online, como autónomos y “freelancers”, perdiendo peso las oficinas tradicionales y las plantillas estables y localizadas.

Eso desdibujará los horarios laborales, más flexibles pero quizás más extensos, más por la obra a realizar que por jornadas regladas. Ya hoy, la crisis y la reforma laboral del Gobierno Rajoy han aumentado la jornada real de trabajo, con un abuso de las horas extras gratis: se hacen 5.860.500 horas extras legales, pero sólo un 42% se pagan, según el INE. Y se hacen otras 10 millones de horas extras ilegales a la semana, según el PSOE. Con ello, los españoles trabajan unas 1.665 horas anuales, 280 más que los alemanes y 176 más que los franceses, según la OCDE. Y con unos horarios irracionales, que impiden la vida familiar, algo que podría mejorar en el futuro, saliendo antes aunque trabajando más en casa.

Con poco empleo y un paro elevado las próximas dos décadas, los empresarios seguirán ofreciendo sueldos bajos en el futuro. Ya hoy, la devaluación salarial provocada por la crisis ha alejado aún más los sueldos españoles de los europeos: ganamos 15,7 euros por hora, un 27,3% menos que la media de los países euro (21,6 euros la hora) y aún menos que en Francia (22,5 euros/hora), Alemania (25 €) o Dinamarca (35€ la hora). La previsión es que el salario medio, que ha caído un 15% durante la crisis, siga cayendo al menos hasta 2017, según un informe del Instituto Flores de Lemus, debido sobre todo a que los contratos nuevos se hacen con sueldos menores y al aumento de los trabajos a tiempo parcial. Y eso en un país donde el salario más frecuente es de 15.500 euros brutos al año y donde los jóvenes que encuentran un empleo cobran entre 600 (a tiempo parcial) y 1.100 euros al mes.

Así que el trabajo del futuro será también escaso, precario y mal pagado, al menos hasta que el paro baje del 10% (2024). El gran reto de España, ahora y antes de la crisis, es crear más empleo, porque siempre ha crecido menos que la economía: entre 1976 y 2013, el PIB creció un 2,5% de media y los ocupados la mitad, un 1,3%, según PwC. Lo que quiere decir que la economía española no crea empleo suficiente. Por eso, nuestro verdadero problema (siempre) es que aquí trabaja mucha menos gente que en Europa: antes de la crisis (2007), sólo trabajaba el 58,6% de los españoles (20-64 años), frente al 62,1% en la UE-28. Y ahora (2014), trabaja el 54,8% frente al 63,5% de la UE-28 o el 65,7% en EEUU  (y el 77,6% en Suecia, el 73,1% en Alemania, el 70,6% en Gran Bretaña o el 66,2% en Francia).Y el objetivo de Europa para 2020 es que trabajen al menos el 75% de los europeos.

En definitiva, el problema de España es que sólo da trabajo a poco más de la mitad de sus ciudadanos, con o sin crisis. Por eso, el verdadero reto es cambiar el modelo productivo, para conseguir crear más empleos, dar trabajo a más gente. ¿Cómo? No es una tarea fácil, pero sabemos qué debe hacerse: salir de un modelo económico asentado en el ladrillo y el turismo y  construir una economía asentada en la industria, las grandes empresas y las actividades con más tecnología y valor añadido, producir bienes y servicios más competitivos, con los que exportar más y sacar más ingresos. Y en paralelo, apostar por la educación y la formación, por el capital humano, la clave de los empleos futuros. Y cambiar la organización del trabajo y las empresas, con más flexibilidad, para adaptarse a los cambios, integrando a los trabajadores en el reto de ser más competitivos, la única garantía para crear más empleo.

Tenemos un problema de fondo: esta economía que tenemos, por mucho que presuma Rajoy, no puede dar trabajo a todos. Nos pasaba en 2007 y ahora pasa más. Habría que hacer un gran pacto político y social por crear un nuevo modelo económico, por apostar de verdad por el empleo, mejorando la formación y apoyando a tope los sectores y empresas con futuro, buscando el hueco de España en el mundo. Un cambio que lleva décadas, pero que hay que iniciar ya, desde arriba y empresa a empresa, sumando esfuerzos y fomentando iniciativas, no abusando de la precariedad para obtener beneficios a corto plazo. Hay que poner los cimientos de una nueva economía, que sea capaz de dar empleo al 75% de los españoles, como quiere Europa. Que trabaje más gente y que trabaje mejor, la única receta para salir de la crisis y vivir mejor. Esta debería ser la reflexión de todos  los 1 de Mayo.

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