lunes, 6 de enero de 2025

La luz sube otra vez

Cuando llegue el recibo de la luz de diciembre, veremos que ha subido otra vez, hasta 11 euros sobre el de noviembre, que ya fue el más caro del año. La luz cerró 2024 con precios altos, por la mayor demanda (el frío) y el clima (menos eólica, solar e hidráulica  y más gas, muy caro). Pero como el clima ayudó entre primavera y otoño, el precio medio en el mercado eléctrico fue el más bajo desde 2021, aunque la subida de impuestos hizo que nuestro recibo mensual fuera 1,54 euros más caro que en 2023, pero mucho más bajo que en 2022 y 2021. Y el auge de las renovables (generan el 56% de la electricidad) mantiene la luz más barata  que en Europa. Este 2025 se espera una luz cara hasta primavera y luego bajará en el mercado, aunque nos subirá por el IVA y los peajes: será entre 106 y 118 euros más cara. Y luego bajará y será “más limpia” entre 2026 y 2030.

                            Enrique Ortega

La luz cerró el año 2024 con fuertes subidas en el mercado mayorista de origen, mayores incluso que las de noviembre. En diciembre, el precio medio diario del mercado mayorista (donde las eléctricas venden la electricidad que generan) fue de 111,23 euros/MWh (con picos de 177/179 euros entre el 10 y 12 de diciembre y 172 euros/ MWh el 30 de diciembre). Ha sido, junto a noviembre (104,43 euros/MWh de media) el mes más caro de todo 2024, un año donde la luz fue muy barata en origen (mercado mayorista) en primavera (20,31 euros en marzo, 13,67 en abril y 30,4 euros/MWh en mayo), así como en verano y otoño, gracias a la mayor aportación de las renovables (más baratas). Pero en noviembre y diciembre, los precios en origen se dispararon por la mayor demanda (frío) y una menor aportación de las renovables (poco aire y lluvia y menos horas de sol) y de las nucleares (por recarga y fallos en Ascó I y II), obligando a utilizar más las centrales de gas (con un gas más caro). Y además, han subido los derechos por generar CO2.

A pesar de las fuertes subidas de noviembre y diciembre, el mercado eléctrico español ha cerrado 2024 con un precio medio de 63,19 euros/MWh, más bajo que el de 2023 (88,27 euros) y muy inferior a los de 2022 (167,52 euros/MWh, por la guerra de Ucrania y el gas disparado, que llevó a un máximo histórico de 544,98 euros/MWh el 8 de marzo de 2022) y 2021 (119,93 euros), aunque esté todavía por encima del precio habitual antes de esta crisis energética (33,96 euros/MWh en 2020 y 47,41 euros en 2019). Otro año más, nos han salvado las energías renovables, que han generado el 56% de la electricidad, según REE, gracias a la aportación de la eólica (23%), la solar fotovoltaica (17%) y la hidráulica 13%).

En Europa, las renovables han generado sólo el 48% de la electricidad en 2024, lo que explica que el precio medio de la electricidad en el mercado europeo haya cerrado en 82 euros/MWh, más cara que en España (63,10 euros), aunque más barata que en 2023 (97 euros/MWh en el mercado europeo) y el precio más bajo desde 2021, según Eurelectric. Una electricidad, en Europa y en España, más barata y “más limpia” : las emisiones de CO2 por la producción de electricidad bajaron un 13% en 2024 sobre 2023 (y un -59% sobre 1990). En España, las emisiones del sector eléctrico (27 millones TM CO2) bajaron un -16,4% sobre 2023.

Estos fueron los precios de la electricidad en origen en 2024. Pero a nosotros, los consumidores, nos influyen otros factores en el recibo, además de este precio mayorista. Una parte, el 40% del recibo, depende de nuestro contrato. Si tenemos una tarifa “libre” (como 21,8 millones de consumidores), que han pactado con una comercializadora (generalmente por un año), estos vaivenes del mercado mayorista y la rebaja media de 2024 no la notarán  hasta que revisen la tarifa (como las hipotecas). Pero si tenemos una tarifa “regulada(llamada PVPC), como 8,6 millones de consumidores, un 40% del recibo varía con los precios diarios (y por horas) del mercado mayorista de la electricidad. Así que en 2024, tendríamos que haber pagado menos por la luz, ya que el precio medio en origen ha sido un 28,4% más bajo (63,19 euros/MWh frente a 88,27 euros). Y encima, una reforma implantada el 1 de enero, obligaba a las eléctricas a vendernos un 30% de la luz comprada en el mercado a plazo (no en el mercado diario), que es más barato.

Pero la realidad es que el recibo medio de la luz ha subido algo en 2024, 1,54 euros mensuales para la tarifa regulada, según la OCU. Y también la contrataron más cara los usuarios que están en el mercado “libre”, porque una parte importante de la factura (un 15%) son impuestos. Y el 40% restante son costes de transporte y distribución más pagos regulados por la Administración para financiar el parón nuclear, las renovables, la electricidad en las islas o la deuda eléctrica acumulada, que también subieron (poco) en 2024.

Por todo ello, aunque la electricidad en origen fue más barata en 2024, la pagamos algo más cara, sobre todo por la subida de 3 impuestos. Entre febrero y mayo de 2024, el IVA de la electricidad subió del 10 al 21% (al estar por debajo de 45 euros los precios en origen), aunque el resto hemos pagado el 10%. También subió el impuesto especial a la electricidad (del 0,5% al 2,5% en el primer trimestre, el 2,8% en el segundo y el 5,11% desde julio) y el impuesto a la generación de electricidad, que pagan las eléctricas pero nos lo repercuten en el recibo (se suprimió en 2021 y volvió al 3,5% en el primer trimestre de 2024, al 5,25% en el segundo y el 7% desde julio). Se estima que habremos pagado 7,50 euros extras cada mes en el recibo en 2024 por estas subidas de impuestos. Todos, tengamos la tarifa que tengamos.

Al final, entre la bajada del precio en origen y la subida de impuestos y peajes, el recibo medio de los que tienen una tarifa regulada (8,6 millones de consumidores) habrá subido 1,54  euros de media al mes durante 2024, según los cálculos de la OCU, que estima un recibo medio de 61,88 euros en 2024 (aunque sea de 85,57 euros en diciembre frente a 74,60 euros en noviembre, después de empezar el año en 63,10 euros y bajar hasta 48,85 euros en el recibo de abril), frente a 60,34 euros pagados de media en 2023. En el caso de los recibos contratados en el mercado “libre” (tarifas “planas”), también habrán notado la subida de los 3 impuestos (esos 7,50 euros de media).

Ahora, en 2025, todo apunta a que la luz seguirá subiendo en origen hasta primavera, aunque quizás menos que en noviembre y diciembre, porque quizás mejore algo la aportación de la energía hidráulica (lluvia) y eólica (viento). Y luego, en primavera y verano, se espera que las energías renovables (mucho más baratas) sigan creciendo y no haya que tirar del gas natural (más que en horas y días puntuales), lo que permitirá volver a bajar el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista en 2025. De hecho, la electricidad en el mercado de futuros apunta a un precio de 50 euros/MWh entre abril y junio de 2025 (cuando estaba a 122,34 euros/MWh el viernes 3 de enero). Y eso beneficia a los que clientes del mercado “regulado”, porque las comercializadoras están obligadas en 2025 a que un 40% de la electricidad que les vendan la compren en el mercado de futuros (y un 55% en 2026).

Pero eso no indica que el recibo baje en 2025, sino que se espera que la luz suba más que en 2024 (subió 1,54 euros), otra vez por la subida de impuestos y también por una mayor subida de los costes regulados, dos factores que afectan a todos los contratos. Veámoslos con detalle.

Por un lado, sube uno de los tres impuestos de la luz, el IVA, que es el clave. Pasa del 10 al 21% definitivamente, lo que puede suponer una subida del recibo, por esta sola causa de +7,50 euros al mes. Se mantiene en el 5,11% (de finales de 2024) el 2º impuesto, el impuesto especial sobre la electricidad (IEE), que este año no nos subirá el recibo. Y el tercer impuesto, sobre el valor de la producción de la energía eléctrica (IVPEE) electricidad (el 7%) está pendiente de la pelea política en el Parlamento: el Gobierno quiere mantenerlo, pero PP y Junts (con apoyo de Vox, ERC y PNV) quieren anular este impuesto, creado por Rajoy en 2013 y con el que se recaudan 1.500 millones al año. El debate sigue abierto y el Gobierno reitera que quiere mantenerlo, aunque no tiene mayoría para hacerlo.

Además de la subida del IVA (y la recuperación o no del IVPEE), el recibo de 2025 incluye también la subida de los costes regulados por la Administración, que aumentan un 33% este año. Estos costes que también suben son los peajes eléctricos (el coste del transporte y la distribución de electricidad, una parte fija y otra según el consumo), los cargos varios del sistema eléctrico (primas a las renovables, ayudas al pago electricidad en las islas, costes de la CNMC, coste parón nuclear y déficit eléctrico acumulado) y la financiación del bono social eléctrico: un descuento del 25 al 40% en la factura, del que se benefician 1.627.000 familias pero cuyo coste (que crece) pagamos el resto de consumidores (3,8 euros por cliente).

En conjunto, entre la subida del IVA y los costes regulados, el recibo de 2025 podría subir 106 euros al año (+8,83 euros al mes) para los consumidores con tarifa “regulada” y 118 euros anuales (+9,83 euros al mes) para los que tienen una tarifa “libre”, según la OCU. Y eso, al margen de que el precio de la electricidad en origen suba o baje (debería bajar algo) o de la evolución del petróleo y el gas natural. Si una guerra o cualquier otro problema (frío intenso o fuerte demanda) vuelven a disparar la energía, el recibo subiría mucho más.

Hay un factor clave para ser relativamente optimistas con el recibo en los próximos años, sobre todo a partir de 2026, cuando ya no suba el IVA ( culpable de +7,50 euros de subida mensual del recibo en 2025) : la creciente importancia de las energías renovables, donde España es líder en Europa. El gran objetivo del Plan nacional de energía y Clima 2023-2030 (PNIEC) es que las energías renovables generen el 81% de la electricidad en 2030 (frente al 39,2% que aportaron en 2019 y el 56% en 2024). Eso permitirá tener una electricidad más limpia y más barata. De hecho, el Banco de España estima que las energías renovables pueden reducir los precios de la luz un 50% para 2030. Y con ello, España tendría una tarifas entre un 20 y un 30% más baratas que Europa.

Para conseguirlo, la clave es seguir promoviendo la energía solar, la eólica (que va algo retrasada, por una cierta rigidez normativa, una creciente “judicialización” de proyecto y un retraso en las adjudicaciones en algunas autonomías) y otras renovables, mejorando su eficiencia y desarrollando más el almacenamiento, porque una parte de la energía renovable no se puede guardar (almacenar en baterías gigantes) y se pierde. En paralelo, urge modernizar la red de distribución, para afrontar los picos de demanda y evitar cortes: el 11 y 12 de diciembre, Red Eléctrica (REE) tuvo que cortar la luz a las industrias (desde las 18,30 a las 21 horas), para asegurar el servicio al resto del país, con lo que hubo 5 días de corte parcial a la industria en 2024. Algo que podría repetirse en 2025, si la demanda de electricidad sigue creciendo (+1,4% en 2024, tras caer en 2022 y 2023).

Entre tanto, las eléctricas aprovechan los altos precios de la luz en noviembre y diciembre (y los que todavía tendremos hasta la primavera) para abrir una “guerra de tarifas” y bombardear con anuncios a los usuarios para que se pasen a tarifas “libres”, con el señuelo de que ahora están más bajas. De hecho, 1 de cada 4 hogares han cambiado su contrato de luz, de la tarifa regulada al mercado libre, en los dos últimos años, según la Comisión de la Competencia (CNMC). Son 4,8 millones de hogares que las eléctricas han captado para sus tarifas “planas”. Durante los años 2021 y 2022, con el mercado eléctrico en precios máximos, han podido acertar. Pero no tanto en 2023 y 2024, donde el recibo regulado ha bajado. Y lo mismo pasará en los próximos años: la electricidad subirá en 2025, pero bajará a partir de 2026. Así que ojo a las “ofertas”, que ofrecen hoy luz más barata por un año, pero que pueden subir al revisarla anualmente.

Con todo, sea tarifa regulada o “libre”, no se deje influir por los titulares de lo cara a barata que esté la electricidad tal día o a tal hora. Es importante que sepamos que la clave está en el clima, en que si llueve o no, si hace sol y viento o no, eso resulta clave para nuestro recibo. Y que hay mucha diferencia entre los precios según la hora del día o el día de la semana (la luz es más barata los fines de semana y cuando no hay industrias trabajando). Y que en los próximos años, gracias a las renovables, la luz costará mucho menos, sin contar los impuestos. Así que el recibo de la luz nos dará menos “sustos” en el futuro.

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