Otro año más, las telecos suben las tarifas de móviles, internet y TV de pago. Empezó Vodafone, subiéndolas el 1 de enero un +3% (menos que el +4,38% de 2024), justificándolo por la subida de la inflación. Es el tercer año que Vodafone aplica su cláusula de “revisión automática anual” de tarifas conforme al IPC, introducida en sus contratos en 2022.Ahora, la subida media es de 1,5 euros al mes por cliente, aunque será mayor en los contratos de fibra y móvil (+2,5 euros mensuales) y menor en contratos de sólo móvil (+0,6 euros). Y como contrapartida, ofrecen regalos y rebajas en suscripciones de antivirus y plataformas.
lunes, 13 de enero de 2025
Telecos: subida de tarifas y muchos cambios
Hoy 13 de enero, Movistar sube sus tarifas, después
de subirlas Vodafone el día 1 y antes de que suba MasOrange el 27
de enero. Es el 11º año consecutivo en que las telecos nos suben las tarifas
de móvil, Internet y TV de pago, +41,2% de media, casi el doble que la
inflación y los salarios. A la vez, las telecos siguen enzarzadas en su “guerra
de tarifas”, con ofertas hasta de 15 euros mensuales para los que
cambien de compañía. Con ello, sus ingresos se han estancado y
les resulta difícil afrontar nuevas inversiones en redes y telefonía,
obligándoles a reducir plantillas (5.600 despidos en 2024), buscar
nuevos ingresos (alarmas, energía, seguros, banca) y fusionarse: en
2024, MásMóvil absorbió a Orange y creó la 1ª teleco de España,
adelantando a Movistar. Además, los saudíes entraron como tercer
accionista de Telefónica y Vodafone cambió de dueño. Las
“movidas” empresariales seguirán, como las subidas y la “guerra de tarifas”,
ahora por el fútbol y la TV, que es donde ingresan más. Enrique Ortega
Otro año más, las telecos suben las tarifas de móviles, internet y TV de pago. Empezó Vodafone, subiéndolas el 1 de enero un +3% (menos que el +4,38% de 2024), justificándolo por la subida de la inflación. Es el tercer año que Vodafone aplica su cláusula de “revisión automática anual” de tarifas conforme al IPC, introducida en sus contratos en 2022.Ahora, la subida media es de 1,5 euros al mes por cliente, aunque será mayor en los contratos de fibra y móvil (+2,5 euros mensuales) y menor en contratos de sólo móvil (+0,6 euros). Y como contrapartida, ofrecen regalos y rebajas en suscripciones de antivirus y plataformas.
Movistar
sube este 13 de enero sus
tarifas, desde 0,10 céntimos (Mi Movistar base) a 3,10 euros (Mi Movistar Max)
y hasta 4 euros el paquete de TV. Además, Movistar también sube sus
tarifas de fútbol a los bares y locales de ocio. Y justifica
estas subidas (algo mayores que en 2024, cuando subió de 1 a 3 euros mensuales)
en “el aumento generalizado de costes” que ha tenido, especialmente de los
proveedores de TV (Netflix subió sus tarifas en octubre y también han subido el
resto de plataformas). Eso sí, Movistar da opción a sus clientes de darse de
baja sin penalización, mientras Vodafone establece que los clientes con permanencia
deben pagar una penalización si se dan de baja por estas subidas.
Los clientes de MasOrange, la compañía líder tras la
fusión de MásMóvil y Orange (operativa desde abril), también tendrán una subida
de tarifas, a partir del 27 de enero. Los paquetes convergentes Love,
de fibra, móvil y TV, suben entre 2 euros mensuales (los más básicos) y
6 euros (los que incluyen TV y fútbol), mientras su marca Simyo sube entre
2 y 3 euros sus paquetes convergentes. En contrapartida, MasOrange duplicará la
velocidad de la fibra más baja (de 300 a 600 Mbps) e incorporará en todos los
contratos el servicio de ciberseguridad que ofrece el grupo. Las restantes
telecos, como Digi, Avatel, Finetwork o Adamo no se suman a esta subida
anual de las grandes telecos y seguirán con sus ofertas “low cost”.
2025 será el
11º año consecutivo en que las telecos suben las tarifas de
móvil, Internet y TV. Empezaron en 2015, tras las fuertes bajadas hechas
entre 2009 y 2014, tras la liberalización de las telecomunicaciones. En estos
11 años (contando la subida de 2025), las telecos han subido sus tarifas
mensuales entre 30 y 44 euros de media, con lo que ahora pagamos entre
360 y 528 euros más al año por estar conectados, aunque no nos demos cuenta
porque han sido muchas pequeñas subidas consecutivas (hasta hace poco, dos al
año). En conjunto, las tarifas de móviles, Internet y TV han subido una media
del +41,2% en estos 11 años, casi el doble de lo que han subido los
precios (+26,3%Y y los salarios (+20%).
Lo peor no es que llevemos 11 años pagando más por
utilizar los móviles e Internet, sino que los usuarios sufrimos una
política de tarifas “de locos”,
que perjudica a los clientes antiguos
“fieles” en beneficio de los clientes nuevos, que consiguen mejores tarifas
de entrada al cambiarse de compañía. Lo que sucede desde 2015 es que los clientes antiguos sufren subidas
anuales (+41,2% en 11 años), mientras las mismas telecos se dedican a lanzar
“ofertas low cost” a través de
segundas marcas, con las que “tiran precios” para conseguir nuevos clientes y sustituir a los
cientos de miles que les roban cada año las nuevas telecos. Y así pagamos 85 euros al mes por un paquete
de móvil, Internet y TV (más de 100 euros con fútbol), mientras esa misma
teleco (a través de sus marcas low cost: O2, Lowi, Simyo) ofrece por 38 euros (y menos) un servicio básico de móvil e
internet. Y mientras, hay compañías que “rompen el mercado”, como la rumana Digi,
que sacó en octubre un
Plan de fibra y móvil a 15 euros mensuales (y luego un Plan TV, con
100 canales) a 7 euros más al mes…
Esta “locura de tarifas” y las “ofertas”
habituales en Navidad o verano (que complican aún más el mercado) son
fruto de la tremenda competencia entre las telecos, tanto entre las tres
grandes (MasOrange, Movistar y Vodafone) como entre
ellas y las nuevas operadoras (Digi, Avatel, Finetwork o Adamo), que no
tienen casi red y alquilan las redes de las grandes telecos para competir con
ellas, aprovechando que tienen menos inversiones, costes y personal. Eso
provoca cada año una
espectacular “fuga” de clientes, de las grandes telecos a las pequeñas,
las llamadas “operadoras móviles virtuales”.
En 2023,
Vodafone perdió 598.000 clientes, Movistar otros 273.000 y Orange 176.000 más,
ganándolos MásMóvil (+57.000) y sobre todo Digi (+598.000 clientes). En
2024, las cifras provisionales señalan que “la fuga” se ha
intensificado: Vodafone cedió 518.000 líneas (414.000 contratos de
móvil y 104.000 de banda ancha, Internet), MasOrange perdió 490.000 clientes
(439.000 líneas de móvil y 51.000 contratos de Internet) y Movistar sólo
perdió 82.000 clientes (-122.000 en Internet pero +40.000 contratos de
móviles). Y la gran ganadora fue la teleco rumana Digi: ganó
cerca de 1 millón de clientes (+737.000 contratos de móvil, donde opera
a través de la red de Movistar, con quien renovó contrato por otros 16 años, y +183.000
contratos de banda ancha fija, donde tiene una red propia).
Además de perder clientes, la otra consecuencia negativa
de la “guerra de tarifas” para las grandes telecos es que sus ingresos se
estancan. Los datos son muy explícitos: los ingresos totales se han “estancado”
entre 2017 (34.097 millones de euros) y 2023 (34.631 millones, según la Comisión de
Competencia (CNMC). Y si vemos sólo los ingresos minoristas (de los
clientes particulares), los ingresos percibidos por las telecos han caído, de
25.122 millones en 2017 a 24.336 millones en 2023. Y en 2024, los
ingresos minoristas de las telecos volvieron a caer en el segundo trimestre
(5.509 millones, -2,4%) y en el 3º (5.525 millones, 0,6% sobre 2023), según
los datos de la CNMC.
Y las telecos, con esta caída de ingresos (tremenda en el
negocio minorista), han tenido que afrontar enormes inversiones en redes
de telefonía (5G) y fibra, que han soportado endeudándose. Pero el
estancamiento de la facturación (y su caída “real”, contando la inflación) les
ha obligado a buscar otras vías de salida:
reducir plantillas, vender activos,
buscar nuevos negocios y, al final, fusionarse o vender la empresa para
sobrevivir.
Las telecos son y han sido una fuente de despidos:
sólo en
2024, redujeron sus plantillas en 5.600
empleados: 3.420 salieron de Telefónica, 900 en Vodafone (que hizo el
5º ERE en 11 años, tras la venta a Zegona), 650 personas en MasOrange (tras la
fusión) y otros 674 trabajadores despedidos en Avatel, la 5ª teleco. Pero estos
5.600 empleos suprimidos en 2024 se inscriben en los despidos hechos en la última década, unos
15.000. Y en total, desde la liberalización de 1997, se estima que las
telecos han perdido 60.000 empleos.
La 2ª vía de “escape” a la caída de ingresos es vender
lo que pueden, desde torres de telefonía a redes, además de firmar acuerdos
con telecos competidoras para compartir redes o fibra. La tercera vía ha sido diversificar,
meterse
en nuevos negocios para “sacarles más partido” a sus 54 millones
de clientes: venderles alarmas, energía (luz y gas), seguros de
salud, banca y créditos.
Y la cuarta vía son las ventas y fusiones, con importantes
operaciones cerradas en 2024. La más importante, la
fusión de Orange y MásMóvil (que la absorbió), dando lugar a MasOrange.
La operación se anunció en julio de 2022, pero se ha retrasado mucho por el
permiso de Bruselas, que no
llegó (condicionado) hasta el 20 de febrero de 2024. Y tras la autorización
del Gobierno español (12 de marzo), las dos compañías empezaron a operar
como una sola, MasOrange, el
1 de abril de 2024, consolidándose como la 1ª teleco española, adelantando
a Movistar, con más de 30 millones de clientes (30 millones de líneas móviles,
más de 7 millones de clientes de Internet y más de 2 millones de clientes de TV
de pago. Y un 43% del mercado, frente al 28% de Movistar y el 22%
de Vodafone.
La otra gran operación de 2024 ha sido la venta de
Vodafone a Zegona, un fondo de inversión británico, que compró
en octubre de 2023 el 100% de Vodafone España por 5.000 millones de euros. Otra
operación que se ha retrasado por la autorización de Bruselas, la CNMC y el
Gobierno español, que la
autorizó el 14 de mayo de 2024. Desde el 1 de junio, los ejecutivos
de Zegona gestionan formalmente Vodafone España, imponiendo nuevos despidos (un
ERE a 900 empleados, el 27% de la plantilla) y poniendo en marcha una
agresiva política de tarifas y promociones, que ha frenado pero no impedido
la fuga de clientes.
En 2024 se ha cerrado también la entrada en Telefónica de
la operadora saudí STC (controlada por el Fondo soberano PIF) , anunciada
en septiembre de 2023. Antes de autorizar esta entrada extranjera en
una empresa estratégica, el Gobierno aprobó (diciembre 2023) la
compra del 10% de Telefónica por la SEPI (la empresa pública que
controla las participaciones estatales en empresas privadas), que ha
costado unos 2.000 millones de euros. En paralelo, el 2º accionista de Telefónica,
Criteria CaixaBank, ha
aumentado su participación, del 6,03 al 9,99%, al que se suma el
4,83% del BBVA para asegurar mayoría española (24,82%). Y así, el 28 de
noviembre pasado, el
Gobierno autorizó a la saudí STC a tomar el 9,97% del capital de
Telefónica (ampliando el 4,4% que tiene ahora), lo que la convertirá en el
tercer mayor accionista de Telefónica, con un
puesto en el Consejo.
Con todas estas “movidas”, el sector ha sufrido en 2024 un
gran cambio empresarial, con un
nuevo liderazgo, de MasOrange (MásMóvil, el 4º operador de 2023 es ahora
el 1º), otro intento de “salvar Vodafone España” (tras varios cambios de
gestión y tentativas de venta) y un nuevo rumbo para Telefónica, que ya
no lidera en España y tiene que buscar su hueco en Europa y el mundo, evitando
que su bajísimo precio en Bolsa (cotiza a 3,90
euros por acción, frente a los 30 euros de principios de siglo) le haga presa
fácil de otra OPA (su valor total es bajo: 22.600 millones de euros). Y
luego está la carrera imparable de la
rumana Digi, que opera desde 2008 y que cerró 2024 con 8 millones de
clientes (la tercera parte que Movistar) y una gestión muy agresiva, aunque le
cueste bajos beneficios y un alto endeudamiento.
Y detrás le siguen otros operadores virtuales, con
cuentas complicadas pero que crecen a costa de arriesgadas ofertas “low
cost”. Avatel, la 5ª mayor operadora,
fundada hace 13 años por un pequeño
operador de la Costa del Sol y que ha crecido absorbiendo 155 pequeñas
operadoras regionales, con 1,43 millones de clientes (760.000 de Internet
y 670.000 de móviles). O Finetwork,
la 6ª mayor, propiedad en un 50% de un empresario de Elda (Alicante), que cerró
2024 con 1,3 millones de clientes (1 millón de móviles y 330.000 de Internet), coincidiendo
con el
cese de su consejero delegado. Y Adamo (200.000 clientes), controlada
por el fondo francés Ardian, especializada en instalar fibra en zonas rurales.
Un mercado, las telecos, que sobrevuelan los
fondos de inversión, buscando entrar y salir a corto plazo y conseguir
plusvalías. Y un mercado donde van
a seguir las fusiones, en España y a nivel europeo, porque no salen
las cuentas si las telecos no ganan tamaño y clientes. De hecho, las empresas
se quejan de que hay
98 empresas de telecomunicaciones en Europa, mientras en EEUU, China
y Japón sólo hay 3 grandes, por lo que Deutsche Telecom, líder europea,
tiene 40 millones de clientes, frente a 114 millones Verizon en USA y 900
millones China Mobile. Por eso, piden a la Comisión que facilite las
fusiones europeas y a los Gobiernos que no favorezcan la entrada de nuevos
operadores y limiten la competencia “desleal”.
Pero la “guerra de tarifas” va a seguir.
Incluso las grandes telecos hacen polémicas ofertas “low cost”: en diciembre, Movistar quiso “robar clientes” a Vodafone
ofreciéndoles (sólo a ellos) una tarifa de “todo fútbol” por 44,90 euros, 90
euros menos de lo que costaba al resto (incluidos sus clientes). Ahora,
con ofertas de Internet y móvil a 15 euros, la
gran batalla comercial está en la TV de pago y el fútbol: los
operadores han visto que los usuarios cada vez gastan menos en móvil e Internet,
por lo que los paquetes cuádruples (fijo, móvil internet fijo y móvil) cuestan una
media de 42,10 euros al mes, el precio más bajo desde 2015. Pero con TV de pago
(series, cine y fútbol), el precio medio de los paquetes “quíntuples” es ahora
de 80,3 euros, la tarifa más alta por estos servicios desde 2022, según
la CNMC. Porque dos de cada tres
internautas utilizan plataformas de TV de pago Ahí está el negocio.
Otro año más, las telecos suben las tarifas de móviles, internet y TV de pago. Empezó Vodafone, subiéndolas el 1 de enero un +3% (menos que el +4,38% de 2024), justificándolo por la subida de la inflación. Es el tercer año que Vodafone aplica su cláusula de “revisión automática anual” de tarifas conforme al IPC, introducida en sus contratos en 2022.Ahora, la subida media es de 1,5 euros al mes por cliente, aunque será mayor en los contratos de fibra y móvil (+2,5 euros mensuales) y menor en contratos de sólo móvil (+0,6 euros). Y como contrapartida, ofrecen regalos y rebajas en suscripciones de antivirus y plataformas.
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