Nos crecen los enanos.
En el último mes, sufrimos los temores de una tercera recesión en Europa. Y ahora,
se
desinfla Latinoamérica, donde muchas grandes empresas españolas venden ya más que en España. Primero fue
la crisis de Argentina y ahora es Brasil, el gigante latinoamericano, el
que está en recesión, lo mismo que Venezuela. Y tanto México como Chile apenas crecen. Todo apunta a que el continente sudamericano estará estancado
este año y el que viene, afectado por el poco crecimiento de China y EEUU,
la caída de precios de las materias primas y un menor consumo, tras los años
del boom. Y esto afecta mucho a España, sobre todo a nuestros bancos y grandes empresas, porque somos el segundo inversor en la región, tras
USA. Si Latinoamérica crece menos, España también. Pero hay que aguantar el tirón y mantener posiciones allí, para cuando
se recuperen en 2016, porque es una apuesta clave para nuestro crecimiento y empleo futuros. Somos latinoamericanos.
enrique ortega |
En Latinoamérica se acabó lo bueno, la
década dorada iniciada en 2003,
tras veinte años de dura y larga crisis.
Tras crecer un 4,1% de media entre 2005 y 2009 y un 6% en 2010, se bajó el
pistón en 2011 (+4,6%) y se entró en 2012-2013 en un bienio de bajo crecimiento (+2,9
y +2,6%), que se deteriorará más este
año 2014, en que el
FMI apuesta por un crecimiento de
sólo el +1,3% para Latinoamérica, la mitad que en 2013 y la
tercera parte que en los buenos tiempos. Y auguran que en 2015 seguirán “estancados”
(+2,2%), con la esperanza de despegar
en 2016.
Las grandes
economías de Latinoamérica están
aún peor. Brasil, la sexta
economía del mundo (tras superar en 2011 a Reino Unido) ha entrado en
recesión (-0,2% en el primer trimestre y -0,6% en el segundo), tras
la resaca del Mundial de fútbol: el consumo privado y público (grandes
inversiones en infraestructuras) se
ha agotado, dejando una estela de enorme deuda (pública y privada), empeorada por la alta inflación y la ralentización de las exportaciones, sobre todo a China, USA y Europa. Argentina, su vecino y principal
vendedor, sufrirá más que nadie esta
crisis brasileña, con una economía
impactada por los problemas
de la deuda, la devaluación del peso
y la alta inflación (31%),
mientras caen el consumo y las
exportaciones. Y el FMI acaba de vaticinar que Argentina estará en recesión este año (-1,7%) y el próximo(-1,5%). México apenas
crece (+1,8%), mientras la reforma fiscal retrae
el consumo junto a las menores compras USA. Y lo
mismo Chile (+2% en julio), afectado por la caída del consumo y del
precio del cobre. Y Venezuela
estará también este año y el próximo en
recesión. Sólo se salvan de la crisis Colombia
(aspira a superar a Argentina como tercera potencia regional) y Perú,
la economía que más
crece.
Al final, en
Latinoamérica hay dos
bloques económicos que van a
dos velocidades. Uno, Mercosur
(creado en 1991), integrado por Brasil,
Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Venezuela,
que han avanzado poco en su integración comercial y son más proteccionistas frente
al exterior, con unas economías estancadas, que apenas van
a crecer este año (+1,1%) y en 2015 (+1,5%). El otro bloque, la Alianza
del Pacífico, integrado por México,
Chile, Colombia y Perú, ha avanzado mucho en su integración comercial y en
la liberalización frente a terceros países (USA, UE y Asia), y están creciendo más, tanto este año
(+3,3%) como el que viene (+4%). Los inversores
y empresas extranjeras apuestan más por los países de la Alianza del Pacífico,
porque creen que tienen más potencial a
medio plazo y porque les gustan más
sus políticas económicas, más “liberales” y menos intervencionistas que las
de Mercosur (donde no les gustan los tintes socializantes y populistas).
En cualquier caso, la
crisis de toda Latinoamérica está ahí y afecta muy seriamente a España,
el segundo inversor en el continente,
tras EEUU: la
inversión neta española en Latinoamérica asciende a 131.853 millones de euros, un 35%
de toda nuestra inversión en el mundo, dirigida sobre todo a las
finanzas, telecomunicaciones, energía, infraestructuras y servicios. Y las dos terceras partes se concentran en
cuatro países: Brasil
(tiene la mitad de toda la inversión española en Latinoamérica), México (18,7%), Argentina y Chile. Aunque desde
2005 se
ha ralentizado la inversión española, se ha reanimado en 2013 y 2014,
según un estudio
de IE Business School, debido a la llegada de nuevas empresas a Colombia y Perú, los “países de moda” en el
continente.
De momento, las
grandes empresas con presencia en Latinoamérica ya están sufriendo la crisis de Brasil, Argentina, México y Chile por las menores ventas (al caer el consumo) y la devaluación
de las divisas (peso argentino y mexicano, real brasileño y nuevo
sol peruano), que ha afectado a sus cuentas de 2014, sobre todo a Telefónica, bancos, eléctricas y
constructoras. Y es que hay 150 grandes
empresas españolas que ya venden más en Latinoamérica que en España. Sólo las 35 empresas
del IBEX, facturan allí un tercio de sus ventas totales, que
representan un 25% de los beneficios.
Y mucho
más para algunas: Banco Santander (51% beneficios vienen de Latinoamérica),
Telefónica (51% ingresos y 46% beneficios), Endesa (42% beneficios) OHL (40%),
BBVA (22% beneficios), Repsol (19% ingresos), Iberdrola (15% beneficios),
Mapfre (37,5% primas), Indra (29%), Abertis (22%), Gas Natural (26%), Prosegur
(27%), Sacyr (25%)…
La otra vía por la que
nos afecta la crisis de Latinoamérica es que ahora les vendemos menos: nuestras exportaciones al continente (8.128,5 millones
enero-julio 2014) han caído un -8,6%,
especialmente las ventas a Brasil
(-14,7%), Chile (-16,7%) y Venezuela (-44,3%), aunque han crecido a México
(+8,5%) y a Argentina (+6,8%). Con todo, España
está comercialmente
muy lejos de Latinoamérica,
ya que sólo representa un
5,8% de nuestras
exportaciones, un porcentaje mínimo para nuestra penetración inversora.
Baste decir que exportamos más a Portugal
que a toda Latinoamérica. Y que vendemos más a Canadá, India o Noruega que
a Argentina, por poner otro ejemplo significativo.
Ahora queda ver si este enfriamiento de Latinoamérica y la
recesión de Brasil, Argentina y Venezuela mejoran
o se agravan en los próximos meses, por culpa del débil crecimiento económico mundial, debido al bajo crecimiento USA
(+1,7% en 2014, según
el FMI), al estancamiento de Europa (quizás crezca menos del 1%) y al menor
crecimiento de China (sus compras son claves para Latinoamérica). Otro factor
negativo es la retirada
de estímulos en EEUU para 2015, lo que hará subir los tipos y el dólar,
provocando una fuga de inversores y capitales de Latinoamérica a USA, que
debilitará más las monedas latinoamericanas y sus déficit exteriores. Con todo,
el
mayor riesgo es que distintos países y nuevos gobernantes (hay varias elecciones de aquí a un año) caigan en la tentación de aplicar
ajustes y recortes en sus economías, una receta que frenaría más el
consumo, las inversiones y el crecimiento, agudizando la recesión, como ya
pasó en Latinoamérica en los años 80 y 90. Ahora, sus economías están más
saneadas, con menos déficits, y por tanto deberían aplicar reformas pero también medidas para fomentar el consumo y la
inversión y reanimar el débil crecimiento.
Para España, que
Latinoamérica se desinfle es una mala noticia, que no ayuda a la recuperación (máxime
cuando Europa sigue estancada, como
reconoce
Draghi). Pero hay que aguantar el tirón y seguir allí, con las inversiones de nuestros bancos y
empresas y tratando de exportar más. Por dos razones. Una, porque es
la región del mundo con más
potencial a medio plazo: tienen energía, agua, alimentos, grandes
superficies cultivables, materias primas y una población joven que está
saliendo de la pobreza (lentamente). Y otra, la fundamental, porque España tiene una ventaja
comparativa (idioma, cultura, presencia) para aprovechar mejor que nadie ese potencial cuando Latinoamérica salga
del bache, probablemente en 2016. Van
a necesitar de todo y España puede ser su principal socio, si seguimos
apostando por estar allí y salir de esta crisis
con ellos. Pero hay una tercera
razón: sin Latinoamérica, nuestras
empresas no pueden mantener las ventas y el empleo (y menos crecer y
aumentar plantillas). Así que hay apechugar
con su resfriado y contagiarse lo menos
posible. Y seguir haciendo
las Américas.
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