Un día después de que España
superara con creces los 6 millones de
parados, el Gobierno aprobaba otro "ajuste"(recortes y subida de impuestos),
el quinto de Rajoy , olvidando
que la “receta” de tres años de austeridad (compartida con
Bruselas y Zapatero) es culpable de la
recesión y de 1,6 millones de parados (casi
un millón son “de Rajoy”). Y para contentar a Bruselas, añade algunas reformas, que no ayudarán a reanimar la economía: es como hacer un lifting a un enfermo de cáncer. La economía está estancada, no hay consumo, no hay inversión, no hay crédito y se pierden 3.581
empleos al día. Y más de la mitad de los 6,2 millones de parados no recibe ningún subsidio,
lleva más de un año en paro y carece de formación para encontrar trabajo (que
no hay). Bruselas y el FMI temen que sigamos en recesión en 2014. Y el propio Gobierno acepta que no se creará empleo hasta 2015 y que habrá más paro al terminar la Legislatura que cuando Rajoy llegó al poder. Hay que cambiar de política ya,
en Europa y en España, para reanimar la economía y crear empleo. El país no aguanta más.
enrique ortega |
El Gobierno Rajoy
repite cada día que”lo
peor de la crisis ha pasado”, pero la realidad es que la economía sigue en recesión: volvió a caer un -0,5% en el primer trimestre, según el Banco
de España, algo menos que el cuarto trimestre (-0,8%), pero más que hace un
año (-0,4%), lo que da un -2% de caída
el último año (-1,4% en 2012). El
Gobierno revisó este viernes sus previsiones
para 2013, del -0,5% anterior al -1,3%. Y es que la economía sigue estancada: no hay consumo, las
familias no pueden gastar (bajan los salarios, suben precios e impuestos), no se invierte, no
hay crédito (pese a la costosa reforma
financiera) y lo que iba bien, el turismo
y las exportaciones,
han pinchado por la recesión en
Europa.
La consecuencia
más grave es que España sigue perdiendo
empleo, por sexto año consecutivo:
3.581 empleos perdidos cada día en
2013, según la EPA, que
acaba de superar con creces la barrera
de los 6 millones de parados: 6.202.700
(27,16% de los activos), 4,43 millones
más que antes de la crisis (había 1.760.000 parados en el verano de 2007).
Una cifra tremenda, que esconde
cinco datos muy preocupantes. Uno,
que media España tiene un paro que ronda o supera el 30%, con grandes diferencias entre sur (41,62% paro en Cádiz) y norte (13,27% Guipúzcoa): Andalucía (36,87%), Extremadura (35,56%), Canarias
(34,27%), CLM (31,51%), Ceuta (38,43%), Melilla (31,76%) y C.
Valenciana (29,19%). Dos, que un 57,2% de los jóvenes menores de 25 años están en paro.Tres, que más de
la mitad de los parados (el 56,3%, casi 3,5 millones) llevan más de un año en paro. Cuatro, que más de la mitad de los parados EPA no
cobran ningún subsidio: son 3.167.834
los parados sin ayudas (51,08%), situación más grave en Ceuta (70% no
cobran nada), Murcia (61,25%), Melilla (59,7%), Canarias (57,08%) y C.
Valenciana (55,6%). Sin olvidar que hay
1.906.100 hogares con todos
en paro. Y cinco, crecen los desanimados,
los que ya ni buscan trabajo: 600.000, el triple que antes de la
crisis.
Y lo peor es que el
paro va a seguir creciendo este año, donde Bruselas
augura que España pierda otros 500.000 empleos. Y tanto la Comisión Europea como el FMI
temen que los recortes lleven a
España a prolongar la recesión
en 2014 y no crecer hasta 2015. En cualquier caso,
auguran un crecimiento
mínimo, del 0,7 al 1,6% hasta 2018, demasiado pequeño para dar
esperanzas a los 6,5 millones de parados
que habrá a finales de 2013. De hecho, el propio Gobierno Rajoy espera que se destruya empleo en 2013 (-565.000 empleos) y también en 2014 (-68.000 ocupados). Y que el paro siga altísimo, en el 25,8% al final de la Legislatura (2015), un 3% más que cuando Rajoy llegó al poder (22,85% de paro).
Un negro panorama
frente al que el Gobierno Rajoy,
empujado por Bruselas, ofrece la
misma receta: ajustes y
reformas. Por un lado, subirá en breve algunos impuestos indirectos (tabaco, alcohol, electricidad, medio ambientales y sobre depósitos bancarios) y el impuesto de sociedades, además de prorrogar a 2014 la subida del IRPF. Por otro, reducirá otra vez el gasto, rebajando las transferencias del Estado a las autonomías, que se verán obligadas a recortar más sus servicios a los ciudadanos. Quinto ajuste de Rajoy, que se suma a los 50.000 millones "ajustados" (recortes+subidas impuestos) en
2011 (diciembre),
2012 (abril
y julio)
y 2013,
que nos
han traído la recesión
actual y 6,2 millones de parados (929.100
son “de Rajoy”).
Y además, se aprueba un paquete de reformas, para contentar a Bruselas: ley de Emprendedores (para que parados se hagan empresarios), fórmulas no bancarias para financiar a las pymes (en lugar de forzar el crédito en las Cajas nacionalizadas con ayudas públicas), reforma energética (la sexta, mientras pagamos la luz más cara de Europa) y de las telecomunicaciones, más reformas de la Administración (obligarán a los Ayuntamientos a dejar de prestar servicios para ahorrar otros 8.000 millones) y liberalización de los servicios. Y la más importante: una próxima reforma de las pensiones, para recortar las actuales y las futuras. Reformas postergadas que pueden estar algunas bien, pero que no surten efecto a corto plazo en medio de una recesión: son como hacer un lifting a un enfermo de cáncer.
Y además, se aprueba un paquete de reformas, para contentar a Bruselas: ley de Emprendedores (para que parados se hagan empresarios), fórmulas no bancarias para financiar a las pymes (en lugar de forzar el crédito en las Cajas nacionalizadas con ayudas públicas), reforma energética (la sexta, mientras pagamos la luz más cara de Europa) y de las telecomunicaciones, más reformas de la Administración (obligarán a los Ayuntamientos a dejar de prestar servicios para ahorrar otros 8.000 millones) y liberalización de los servicios. Y la más importante: una próxima reforma de las pensiones, para recortar las actuales y las futuras. Reformas postergadas que pueden estar algunas bien, pero que no surten efecto a corto plazo en medio de una recesión: son como hacer un lifting a un enfermo de cáncer.
Rajoy impone otro nuevo sacrificio a los españoles (y más paro) en aras de la austeridad
y para rebajar el déficit. Pero es
que además, apenas lo rebaja. De
hecho, en 2012, tras intentar hacer trampas a Bruselas
(retrasando devoluciones de Hacienda), el
déficit se ha quedado en
el 7% (10,6% contando las ayudas a la banca), el más
alto de Europa. Y el déficit del
Estado (con la SS) lo han recortado sólo
-0,12% (del 5,20 en 2011 al 5,08% en 2012), menos que
Zapatero, que lo rebajó -0,69% (del 5,89 en 2010 al 5,20% en 2011), a
pesar de hacer el triple de recortes. La verdadera rebaja del déficit la han hecho autonomías
(-1,55%) y Ayuntamientos
(-0,30%), a costa de cargarse la sanidad,
la educación,
la Universidad
y los servicios públicos y sociales.
Tanto sacrificio y
encima apenas bajamos el déficit (al 7%), que seguirá por encima del 6% hasta 2017, según el FMI.
Y eso porque los recortes provocan más
recesión y menos recaudación y más déficit. Es la pescadilla que se muerde la cola. Una trampa endiablada
que ha obligado al FMI a decir que hay
que suavizar los ajustes y a Bruselas
a reconocer que hay que dar más tiempo a España para rebajar el
déficit, porque “se agrava
la crisis social”. Y así, se
espera que el 29 de mayo, la Comisión permita
a España dos
años más, hasta 2016, para rebajar el déficit al 3%. Con ello, este año habría que bajarlo al 6,3%, no al
4,5% presupuestado. El problema es 2014: aún con este respiro, habría que bajar el déficit al 5,5%, algo
imposible si no se hacen más recortes y
se suben impuestos (IRPF e IVA, algo seguro). Y el temor
entonces, advertido ya por el FMI y de la
UE, es que estos nuevos ajustes lleven
a España a no
crecer tampoco en 2014, con lo que serían
tres años de recesión, un paro camino de los 7 millones y un país en peligro de estallar
socialmente.
La otra opción es crecer
más, para recaudar más y reducir el déficit con menos sacrificios. Para
ello, primero debe haber otra
política en Europa, con Alemania y los países del norte gastando más
para sacar a la UE de la recesión y
tirar de la Europa del sur, algo impensable
hasta después de las elecciones alemanas de septiembre. Y luego, en España debe hacerse otra política,
tras un obligado pacto político que
parece imposible. Otra política con cuatro
patas: gastar más en políticas
de empleo (formación y reciclaje de parados), relanzar el consumo (frenando la caída de salarios) y el crédito, apoyar la recuperación empresarial (en la
industria, la tecnología,
las exportaciones
y el turismo)
y recaudar más (en este
blog he explicado cómo conseguir 50.000 millones más de ingresos,
sin que pague más la mayoría), para
financiar estas políticas de reactivación y a la vez reducir paulatinamente el déficit.
Cualquier cosa menos
seguir con la política
de austeridad que ha llevado a la economía a la UVI y amenaza con matar al enfermo. Si tenían
dudas, los 6,2 millones de parados deberían ser una poderosa razón para afrontar otra política de una vez por
todas. No vale esperar a ver si esto
mejora. Hay que hacer
otra política, reanimar la economía, el consumo y la inversión para crear
empleo, como han hecho con éxito EEUU,
China, Brasil y ahora Japón. Hacer más recortes dolorosos y
reformas ineficaces es perseverar en el
suicidio.
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