Este año 2022 ha seguido repuntado el consumo de drogas en el mundo, tras el paréntesis de 2020 por la pandemia. Y ahora, con la vuelta a las fiestas, los locales de ocio y las vacaciones, se espera otro aumento del consumo este verano. En Europa preocupa el auge de la cocaína y las drogas sintéticas, mientras España lidera el consumo y las incautaciones de cocaína y cannabis, con un gasto en drogas de 19 euros diarios por español. Y somos el 2º país europeo, tras Alemania, en muertes inducidas por drogas (546). Preocupa especialmente el consumo de cannabis, cocaína y pastillas entre los más jóvenes (14-18 años). Sanidad y las autonomías han pactado un Plan sobre Adicciones 2021-2024, pero urge destinar más recursos a luchar contra el tráfico de drogas y ampliar los tratamientos psico-sanitarios contra las adicciones, hoy insuficientes. Y lanzar campañas masivas contra las drogas, porque muchas “no están mal vistas”, aunque enferman y matan. Tenemos que ganar esta batalla.
Enrique Ortega |
El negocio de las drogas ilegales sigue siendo la primera industria mundial y mueve entre 300.000 millones de dólares (según la ONU) y 500.000 millones (según la DEA de EEUU), más de 360.000 millones de euros al año, la cuarta parte del PIB español. Y Europa es el tercer mercado mundial de drogas, tras América y Asia, con un negocio que crece ahora más y que mueve por encima de 40.000 millones de euros al año, según Interpol, de los que más de 7.000 millones se mueven en España, la tercera puerta de entrada de la droga a Europa (desde Latinoamérica y Africa), tras Turquía y los Balcanes (la ruta de Asia) y los grandes puertos del centro de Europa (la otra entrada de la ruta desde América).
En el mundo hay 284 millones de personas adultas (15-64 años) que consumieron drogas ilegales en 2020, según el último Informe Mundial de Drogas 2022 de la ONU, que estima en 200 millones los consumidores de cannabis, 62 millones los consumidores de opioides y 20 millones los adictos a la cocaína. El Informe destaca que el consumo de drogas está repuntando después de la pandemia, en 2021 y sobre todo en 2022, aumentando sobre todo entre los más jóvenes, que consumen más drogas que la generación de sus padres. A la ONU le preocupa especialmente el aumento en el consumo de cocaína (en Europa) y las muertes por sobredosis de fentanilo (un opioide sintético más barato que la heroína y 50 veces más potente), 107.000 muertes en EEUU en 2021. También el auge de las drogas sintéticas y la aceleración del consumo que ha provocado la legalización del cannabis para usos medicinales en varios paises. Y alertan sobre la falta de tratamientos para los adictos en el mundo.
En Europa, acaba de publicarse el último Informe europeo sobre Drogas 2022, elaborado por el Observatorio europeo EMCDDA. Y su diagnóstico es muy claro: cada vez hay más droga disponible y en más formatos. “Todo, para todos y en todas partes”, es su lema para definir el mercado europeo de drogas, donde alertan de tres grandes cambios: un fuerte aumento del consumo de cocaína (el mercado se ha trasladado de América porque en Europa se paga el doble y se han multiplicado las vías de entrada, desde barcos y contenedores a mini submarinos y drones submarinos, como los recién descubiertos en Cádiz), una adulteración del cannabis con cannabinoides sintéticos y un incremento preocupante de la producción en Europa de drogas sintéticas (metanfetaminas o speed).
Ha aumentado el consumo de drogas en Europa en 2021 y 2022, tras el reflujo en 2020 por la pandemia. Ese año (2020), la estadística del Observatorio Europeo de Drogas (EMCDDA) revela que el 29% de los europeos adultos (83,4 millones de personas) han consumido alguna vez drogas ilegales. Y si nos fijamos en el último año con datos (2020), 22,2 millones de europeos (7,7%) habían consumido cannabis, 3,5 millones (1,2%) habían probado la cocaína, 2,6 millones (el 0,9%) consumieron MDMA (“éxtasis”), otros 2 millones (0,7%) consumieron anfetaminas y 1 millón de europeos consumieron heroína u otro opioide en el año 2020. El informe revela que muchos europeos consumen varias drogas a la vez y que en muchos casos su consumo está ligado a alcohol y fármacos, una asociación que agrava los daños y riesgos. Y este repunte del consumo, confirmado en 2021 y 2022, está agravando los problemas de delincuencia, salud mental y falta de tratamientos psicológicos, sanitarios y sociales en muchos paises europeos.
El Observatorio Europeo contra la droga (EMCDDA) revela en su último informe tres preocupaciones nuevas. Una, la mayor globalización en el negocio de la droga, que está facilitando el tráfico de cocaína de América a Europa, de la heroína de Asia al continente o del cannabis desde Africa, innovando los métodos de entrada. Dos, que Europa se ha convertido en un importante productor mundial de drogas sintéticas, para la venta interna y para exportarlas a América y Asia. Un dato: en 2020 se desmantelaron 350 laboratorios clandestinos de drogas sintéticas en Europa. Y narcos mexicanos están detrás de redes que fabrican drogas sintéticas en Europa. La tercera preocupación son los cambios en los canales de venta, a raíz de la pandemia: aumento de la venta de drogas a través de redes sociales, aplicaciones de mensajería y, sobre todo, “la red oscura” cifrada, muy sofisticada y difícil de vigilar y erradicar.
El cannabis (marihuana, hachís y aceite de hachís, las tres drogas que se obtienen con la planta del cannabis) es la droga más popular en Europa, que han probado alguna vez una cuarta parte de los europeos (27,3%) y 22,2 millones de personas el último año. La estrategia comercial de las mafias de la droga está siendo mantener en lo posible el precio y aumentar su potencia (el contenido de THC), mezclándola con materiales sintéticos (cannabinoides sintéticos), sobre todo las resinas de hachís. Esta “adulteración” del cannabis es difícil de detectar (salvo con análisis forenses) y provoca una mayor adicción y efectos secundarios más peligrosos (físicos, mentales, conductuales…).
La cocaína es la 2ª droga más consumida en Europa, 3,5 millones de personas (el 1,2%) la consumieron en 2020, sobre todo en actividades ligadas al ocio nocturno, muy afectadas por los cierres de la pandemia, con lo que este consumo se habrá disparado en 2021 y sobre todo en 2022. Se ha detectado en el último año un gran aumento de la oferta, por las mayores entradas desde Latinoamérica por los puertos europeos, aunque incluso se han descubierto laboratorios secundarios de procesamiento de cocaína instalados en Europa. Las autoridades sanitarias también dan la alarma, porque las peticiones de tratamientos por adicción a la cocaína han crecido un 15%, sobre todo por el auge del “crack” (cocaína en piedra).
La 3ª droga con más consumo es la MDMA (“éxtasis”), una droga sintética perteneciente a las anfetaminas sustituidas, que suele consumirse en pastillas con efectos estimulantes y alucinógenos. El último año (2020) la consumieron 2,6 millones de europeos (0,9%), pero ahora se ha disparado su venta, asociada a la reapertura del ocio nocturno y los jóvenes (1,9 millones de europeos con menos de 34 años la consumieron en 2020).
La 4ª droga con más consumo en Europa son las anfetaminas, que consumen 2 millones de adultos (el 0,7%) cada año (1,4 millones menores de 34 años). La gran novedad en los últimos años es el auge de las metanfetaminas (creadas a partir de las anfetaminas, con más potencia, siendo más dañinas). El consumo creciente de las metanfetaminas, se concentra en Chequia, Eslovaquia, Estonia y Alemania, el Este y norte de Europa. Y se han creado importantes laboratorios, para el mercado europeo y la exportación, en Paises Bajos y Bélgica, utilizando procesos similares a la fabricación de MDA y anfetaminas, aunque también llega a Europa metanfetamina producida en México, África y Turquía (desde Afganistán).
La 5ª droga más consumida en Europa es la heroína y los opioides, con 1 millón de europeos consumidores (la mitad en tratamiento). Es la única droga cuyo consumo baja en los últimos años, aunque se teme que pueda repuntar su consumo con los talibanes en el Gobierno y la retirada de EEUU y la OTAN de Afganistán, el primer productor de la heroína que se consume en Europa. De hecho, lo que sí ha aumentado es la producción de metanfetamina en Afganistán, a partir de la planta efedra.
Con todo, lo que más preocupa a las autoridades europeas es el auge de la producción y venta de drogas sintéticas, la mayoría con una enorme potencia y altísimo riesgo para la salud, sin control de los ingredientes, cada vez más baratos, potentes y peligrosos. Es el caso de las catinonas sintéticas (similares a la catinona natural que se encuentra en la planta del khat), las conocidas como “sales de baño”, que se utilizan como un producto potente y barato para mezclar con la cocaína y las metanfetaminas. La mayoría de estas catinonas proceden de India y China, pero también se han detectado laboratorios en Europa.
El informe del Observatorio europeo antidroga (EMCDDA) alerta que cada año aparecen nuevas drogas peligrosas, en un catálogo amplio y difícil de rastrear y vigilar. Así, entre 2020 y 2021 se detectaron 15 nuevos opioides sintéticos. Y a finales de 2021, la EMCDDA vigilaba en Europa 880 nuevas sustancias psicoactivas, 52 de ellas notificadas por 1ª vez en 2021.
En este preocupante panorama de las drogas en Europa, España ocupa un papel central, liderando el consumo y las incautaciones en varias drogas, según el Informe 2022 de la EMCDDA. Lideramos el consumo europeo de cocaína: la han consumido a lo largo de su vida el 11,2 % de los adultos, frente al 8,3% en Irlanda, el 8,1% en Dinamarca y el 6,9% en Italia. Y en el último año, la han consumido el 3,2% de los adultos, por detrás del 4,8% en Irlanda. Y en el consumo de cannabis, ocupamos el 3º lugar europeo: lo han consumido el 37,5% de los españoles adultos, solo por detrás de Francia (44,8%) y Dinamarca (37,9%), por detrás de Italia (32,.7%). Y en consumo de cannabis en el último año (3,2% españoles), somos el 4º país, tras Francia, Italia y Croacia. Estamos año mejor, pero en el pelotón de cabeza en el consumo de MDMA /éxtasis (los 5º, tras Paises Bajos, Irlanda, Chequia y Estonia). Y los 8º en el consumo de anfetaminas y opioides.
Más preocupante es el consumo de estas drogas entre los adolescentes españoles, según revela Estudes 2021, la última Encuesta hecha a jóvenes de 14 a 18 años. El 70,5% reconoce haber consumido alcohol y el 30,7% tabaco, pero le sigue de cerca el consumo de cannabis: lo probaron un 22,2% en 2021 (el 18,2% en 1994). Luego va el consumo de hipnosedantes (tranquilizantes, sedantes y somníferos), que consumieron el 13,6%. Y la cocaína, consumida por el 2,1% de los adolescentes, un 1,8% la metanfetamina, un 0,8% las anfetaminas y un 0,4% la heroína. Y en todas las drogas, la edad de probarlas ha bajado a 15 años (cannabis) o a 15,3 años (cocaína, anfetas) o 15,4 años (éxtasis).
España también destaca por el elevado número de muertes por drogas: 546 en 2019, solo superadas por Alemania (1.581 en 2020) y por encima de las muertes inducidas por drogas en Francia (465), Italia (308) y Paises Bajos (295), el país que tiene la mayor tasa de mortalidad por millón de habitantes (23 muertos frente a 18 en España).
España, además de tener un alto consumo de drogas, es un país clave en la entrada de droga a Europa, por lo que destaca también en incautaciones de droga, según la última estadística (2020) de la EMCDDA. Es líder en las incautaciones de resina de cannabis (461 Tm, frente a 589 Tm en toda Europa, 50,2 en Francia, 37,4 en Turquía o 33,5 en Portugal), y en hierba de cannabis (59,8 Tm frente a 155,3 en toda la UE, 56,2 en Turquía y 46,2 en Francia), quedado 2ª en plantas de cannabis incautadas (1.433.213 plantas), tras Turquía (114.965.801). En incautaciones de heroína, España es líder en número (35.240, de 64.406 en toda Europa), aunque en cantidad nos superan Paises Bajos y Bélgica. También somos líderes en incautaciones de pastillas MDMA, aunque en peso nos supera Bélgica. Y destacamos menos en las incautaciones europeas de anfetaminas y heroína (somos los terceros…).
Aunque casi nadie hable de ello, el consumo de drogas es un problema muy serio, en Europa y en España, donde el consumo medio en drogas, medido por el INE (sólo una aproximación a la realidad) fue de 6.971 millones de euros en 2019. Son 19 euros diarios de gasto medio en droga. Un gasto que deteriora la salud de los adictos, provocando un auge de los jóvenes que acuden a urgencias o necesitan ser tratados. En 2021, de los adictos tratados en el Proyecto Hombre, un 36,5% lo fueron por adicción a la cocaína y el 36,4% por adicción al alcohol, con una edad muy temprana para las adicciones (16 años), con daños múltiples, desde problemas emocionales y psicológicos (54,4% de los tratados) a depresión severa (57,3%), ansiedad severa (71,2%) e intentos de suicidio (42,2%).
El auge de las drogas provoca un aumento de los delitos por tráfico, que han pasado de 41.255 en 2020 a 42.050 en 2021 y 4.486 en el primer trimestre de 2022 (+4,5% sobre hace un año), según las estadísticas de Interior. Y también han aumentado las detenciones, de 22.771 en 2019 a 24.114 detenciones en 2020 (último dato disponible), la mayoría por tráfico de marihuana (7.182), hachís (6.932) y cocaína (5.899). El 69% de los detenidos por drogas son españoles y sólo 3.217 son mujeres.
Uno de los lugares donde se ve el auge de las drogas es el la carretera. De los 4.977 controles de drogas y alcohol hechos por Tráfico en la 2ª semana de diciembre (2021), el 29% dio positivo por drogas. Y de todos los muertos por accidentes de tráfico en 2020, el 20% tenían drogas en la sangre y otro 13,4% psicofármacos. Y faltan estudios sobre el consumo de drogas en determinados trabajos y profesiones, no sólo en discotecas y ocio.
En enero de 2022, Sanidad y las autonomías presentaron un Plan de Acción sobre adicciones, con 46 acciones para prevenir el consumo, controlar la oferta, revisar la normativa, mejorar la atención a las adicciones y coordinar la actuación policial y judicial, en España y con Europa. Es un primer paso, pero urge un Plan de choque, cara a este verano, con medidas específicas para frenar el elevadísimo consumo ligado a las vacaciones. Y sobre todo, tomar varias medidas complementarias. Una, gastar más en luchar contra la droga, con más recursos policiales (faltan plantillas y medios para luchar contra mafias superorganizadas) y judiciales (hay Juzgados saturados en Andalucía, Galicia y Cataluña). Y la otra, reforzar la sanidad pública y la educación, para detectar adicciones y tratarlas sin retraso, con unidades especializadas en centros de salud y hospitales. Y, sobre todo, lanzar campañas públicas agresivas contra el consumo de droga, para quitarles su imagen de “inofensivas”.
Las drogas son una “epidemia social” que causa deterioro cognitivo, enfermedades y muertes y alimenta mafias violentas y peligrosas, que deterioran la convivencia en muchas zonas de España, fomentando además la corrupción institucional. Hay que ganar esta batalla contra las drogas. Pero lo primero es hablar de ellas, visibilizar el problema que tenemos.
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