lunes, 7 de diciembre de 2020

El dilema de la Navidad: fiestas o vidas


La pandemia mejora en España, con casi la mitad de contagiados que hace un mes y el dato más bajo de Europa, salvo Irlanda. Pero estamos mucho peor que el 22 de junio, cuando se inició la desescalada: tenemos 231 contagios por 100.000 habitantes frente a 8  entonces y 226 muertos diarios frente a 6. Y si a pesar de eso, el descontrol del verano trajo la 2ª ola de la pandemia, las Navidades pueden traer la 3ª ola en enero. Lo ha advertido la comisaria de sanidad europea. Pero ni Sanidad ni las autonomías quieren afrontarlo  y han pactado un Plan “light” para Navidad: reuniones sí, pero no más de 10 (incontrolable) y viajes no, salvo para ver a familia y “allegados” (un coladero). Y nosotros, nos agarraremos a estas “normas” para celebrarlo “a medias”, agravando la pandemia. Todo por no hacer lo que debemos: quedarnos en casa y “cancelar” la Navidad. Salvar 226 vidas diarias (y la economía) vale mucho más.

 La COVID 19 avanza imparable por el mundo: ha empezado diciembre rozando el nuevo récord de 700.000 nuevos contagios diarios (690.389 el jueves 3) , tras superar 10 veces en noviembre el anterior listón de los 600.000 contagios diarios, según los datos de la Universidad Jhons Hopkins. Hoy son ya 67.073.749 contagiados en 191 paises, destacando el alcance de la pandemia en América (28.062.331 contagiados), Europa (19.985.154 contagiados), sudeste de Asia (11.071.129), Oriente Medio (4.288.324), África (1.547.607) y Pacífico (914.744), según la OMS. Por paises, los más afectados hoy son EEUU (14.760.626 contagiados), India (9.677.203), Brasil (6.603.540), Rusia (2.4.39.163), Francia (2.345.648), Italia (1.728.878), Reino Unido (1.727.751)  y España (1.684.647), seguidos de Argentina (1.443.110), Colombia (1.371.103), Alemania (1.194.550), México (1.175.850), Polonia (1.175.850), Irán (1.040.547), Perú (972.688), Ucrania (843.554), Turquía (828.295), Sudáfrica (814.565) y Bélgica (591.756 contagiados), según la Universidad Jhons Hopkins.

También aumentan imparables las muertes por la COVID 19, que ascienden hoy a 1.536.255 fallecidos en todo el mundo, destacando la mortalidad en EEUU (282.312 muertos), Brasil (176.941), India (140.573), México (109.717), Reino Unido (61.342), Italia (60.078), Francia (55.247), Irán (50.310), España (46.252 muertes el viernes 4 de diciembre, según Sanidad: somos el 3º país con más muertes COVID por millón de habitantes, tras Bélgica y Perú), Rusia (42.675), Argentina (39.770), Colombia (37.808), Perú (36.231), Sudáfrica (22.206), Polonia (20.089), Alemania (18.989), Indonesia (17.740) y Bélgica (17.320 muertos), según la estadística de la Universidad Jhons Hopkins.

Con este panorama, la 2ª ola de la pandemia sigue preocupante en Europa, donde continúa el rebrote de nuevos contagios diarios en Italia (+23.225 el viernes, 590 por 100.000 en las últimas dos semanas), en Francia (+12.696 diarios, 255 por 100.000), Reino Unido (+14.879 diarios, 331 por 100.000), Alemania (23.449 diarios, 302/100.000), Portugal (3.772 diarios, 628/100.000), Polonia (14.863 diarios, 610 por 100.000), Bélgica (+2.425 diarios, 271/100.000),  Chequia (+4.621 diarios, 525 por 100.000 habitantes), Holanda (5.603 diarios, 409 por 100.000 habitantes o Suecia (+6.485 contagios diarios, 682 por 100.000. De hecho, ahora, España, con 8.745 nuevos contagios el viernes 4 de diciembre,  es el 2º país de la Unión Europea con menos tasa de contagios recientes (14 días), tras Irlanda (81,7): teníamos 231 contagiados recientes el viernes 4 de diciembre, menos de la mitad que hace sólo un mes (528 contagios recientes el 4 de noviembre).

A pesar de esta mejoría general en España (estamos ya por debajo del “riesgo extremo”: más de 250 contagios últimos 14 días/100.000 habitantes), tenemos una tasa nacional de contagios (231) de “riesgo alto, según los semáforos de Sanidad, al estar en la franja 150/250 contagiados/100.000 habitantes. Y seguíamos, el viernes 4 de diciembre, con 7 regiones en “riesgo extremo: Asturias (344 contagios recientes/100.000 habitantes), Melilla (344), País Vasco (342), La Rioja (341), Aragón (302), Cantabria (302) y Castilla y León (295), según Sanidad. Han mejorado bastante Cataluña (de 720 contagios/100.000 habitantes el 6 de noviembre a 208 el viernes 4 de diciembre), tras un drástico cierre de bares y restaurantes más un cierre perimetral, y Madrid (que ha bajado sus contagios de 369 a 224 en el último mes), quizás debido a que ahora hace muy pocos test PCRs (11.010 diarios) y muchos test de antígenos (16.722 diarios), que detectan menos positivos en enfermos asintomáticos. Y sólo Canarias parece tener controlada” la pandemia, con sólo 86 contagios recientes por 100.000 habitantes, según los datos de Sanidad del viernes.

La cifra de hospitalizados sigue a la baja en el último mes (de 20.209 el 9 de noviembre a 12.552 el viernes 4 de diciembre), aunque es todavía muy alta y ocupa el 10,13% de las camas públicas. A Sanidad le preocupa el riesgo “extremo” en Asturias (22,14% camas ocupadas por COVID) y en Castilla y León (15,42% camas hospitales ocupadas). Los ingresados en UCIs han bajado pero menos (de 2.833 el 6 de noviembre a 2.371 el 4 de diciembre) y ocupan todavía el 24,64% de las camas UCI disponibles, aunque el riesgo es “extremo”, según Sanidad, en La Rioja (46,7% camas UCI ocupadas por enfermos COVID), Aragón (39,9%), Asturias (37,8%), Castilla y León (36,3%), Cataluña (31,5%), Comunidad Valenciana (27,3%), País Vasco (27,5%) y Madrid (26,2%).

Y lo más preocupante es que hay muchas muertes: +1.584 la última semana (viernes 20 al viernes 4 diciembre), lo que da una media de 226 muertes diarias (264 la semana anterior). Y la mortalidad se concentra en Andalucía (205 muertos la última semana), Castilla y León (123), Asturias (118), Comunidad Valenciana (106), Madrid (74) y Aragón (65 muertos la última semana). Y se han producido 14.000 nuevas muertes en los últimos 2 meses, casi un tercio del total (46.252). La mortalidad sigue alta  porque aumenta la edad de los contagiados y vuelve a haber rebrotes en las residencias de ancianos, origen de 27.000 muertes, el 58% del total en esta pandemia. Y algunos expertos advierten que el “pico” de muertes  se dará a finales de diciembre y en enero. Y más si hay 3ª ola.

El riesgo de una 3ª ola es muy alto porque tenemos pendientes las Navidades, que son unas fechas donde se multiplica la movilidad y los contactos interpersonales. Y el problema de partida es que ahora estamos peor de contagios, hospitalizados, UCIs y muertes que el 22 de junio, cuando se inició la desescalada. La comparación es muy elocuente en contagios diarios (de 125 el 22 de junio a 4.372 el viernes), contagios en los últimos 14 días (de 8,3/100.000 a finales de junio a 231 el viernes) hospitalizados en los últimos 7 días (de 150 en junio a 2.756 el viernes), de ingresados en las UCIS la última semana (de 10 el 22 de junio a 210 el viernes) y, sobre todo, en muertes (6 muertos el 22 de junio y 214 este último viernes).

El argumento es sencillo: si la desescalada se inició con esas cifras tan buenas, el 22 de junio, ¿por qué llegó después la 2ª ola? Pues poco a poco, mientras los españoles nos movíamos por todo el país y cogíamos vacaciones. Veamos el salto en los contagios, del que nadie alertó para pararlo en seco con medidas drásticas: los contagios recientes (últimos 14 días) crecieron exponencialmente con la desescalada: de 8,30 el 22 de junio a 30,88 (x3,7) el 22 de julio, 150 (x18) el 21 de agosto, 287 (x34,5) el 22 de septiembre, 361 (x43,5) el 23 de octubre y un máximo de 525 (x63) el 9 de noviembre. Así que ya sabemos lo que pasa cuando bajamos la guardia… Y hoy estamos peor, porque aunque han bajado los contagios a la mitad (231 el viernes 4 de diciembre), todavía tenemos un nivel de contagios que es casi 28 veces el que teníamos al inicio de la desescalada.

Por eso es tan importante plantearse la Navidad con rigor y medidas muy restrictivas: ya sabemos lo que pasa cuando “se abre la mano”. Lo han advertido hasta la saciedad los expertos. Y la propia Comisaria europea de Sanidad, la chipriota Stella Kyriakides, ha alertado de una “superpropagación” de la pandemia por Navidad. Y el Centro Europeo de Prevención de Enfermedades (ECDC) anticipó una 3ª ola  de la pandemia en enero si se relajan las medidas. Y han advertido que las restricciones para frenar el virus “tendrán que durar meses todavía, hasta que una parte considerable de la población esté vacunada”, lo que no será antes de junio o julio.

El riesgo está ahí, como estaba al inicio de la desescalada de junio, y tanto el Gobierno central como los autonómicos parecen dispuestos a repetir los mismos errores que nos llevaron a esta 2ª ola: no frenar la movilidad y no tomar medidas sanitarias efectivas para reforzar la detección temprana, los rastreos, los centros de salud, los hospitales y las UCIs. Y no quieren enfrentarse con medidas duras a unos ciudadanos hartos de verles enfrentados e indecisos y que ya llevan 9 meses de cansadas  restricciones por la pandemia. Así que “se juntan el hambre con las ganas de comer”: unos políticos que no se atreven a tomar medidas duras en Navidad (“olvídense este año de la Navidad y quédense en casa”) y unos ciudadanos hartos, que se cubren con la mascarilla y la distancia para intentar hacer vida casi normal, “a ver si se libran y enferman y mueren otros”.

Y en esta política del avestruz, Sanidad y las autonomías aprobaron el miércoles este Plan para la Navidad, que es toda una “dejación de responsabilidades”, unos por otros. Sanidad “abre la mano” a la petición de algunas autonomías para ampliar las reuniones familiares de 6 a 10 personas y amplia la vuelta a casa hasta la 1,30 de la mañana (en vez de a la 1). Y como no ha podido imponer el cierre perimetral de las comunidades, acepta que los españoles puedan viajar los días más señalados a otras ciudades a ver a sus familiares y “allegados” (un coladero para viajar). Son normas que van a multiplicar la movilidad y los contactos, además de ser muy difíciles de aplicar: ¿quién va a controlar que en una cena de Navidad hay 10 o 12 y si son de cuatro hogares distintos? ¿Cómo se va a impedir que media España viaje a la otra media a reunirse con un familiar o simplemente a viajar y ver a amigos, trasladando el virus de unas autonomías a otras?

Al final, el Gobierno y los políticos autonómicosse lavan la conciencia” dejando la responsabilidad en manos de los ciudadanos. Y de hecho, está ahí: nadie puede imponernos con quien cenamos, aunque sí limitarnos los viajes (Madrid, otra vez Madrid, no quiere cerrar la capital). Pero lo que sí debían decirnos es que la pandemia es preocupante, en España y en Europa, que no se puede bajar la guardia y que debemos “olvidarnos de la Navidad”, quedarnos en casa, ni cenas ni viajes: ya lo celebraremos en 2021. Sólo así tenemos la certeza de que salvaremos vidas (226 diarias) e impediremos que haya 100.000 muertos por COVID en junio. Y sólo así salvaremos también la economía, porque la 2ª ola ya ha provocado una caída del crecimiento este 4º trimestre (según la OCDE) y ha subido el paro y los trabajadores en ERTEs: hay 746.900 afectados, 114.000 más que hace dos meses.

Así que ya lo sabe: no piense en lo que Sanidad o su autonomía “le deja hacer estas Navidades”, piense lo que “debe hacer”. Y si le merece la pena jugarse su salud y la de los demás por salir de compras, ir a bares y restaurantes o viajar a ver a sus padres o hijos. Uno sólo no es el problema, pero millones de españoles moviéndose estos días suponen multiplicar el riesgo de contagios, hospitalizaciones y muertes. Seguro. Ya nos pasó este verano. Y aunque ahora tengamos más cuidado, también estamos peor que en junio. Así que o nos quedamos en casa, saliendo lo menos posible, como si no fuera Navidad, o lo podemos pagar después, en más enfermos y muertes. Y entonces, si llega la 3ª ola, sabemos que en pocas semanas se multiplica la pandemia. Y pararla obligará, entonces sí, a un cierre total, como en marzo. A eso nos arriesgamos, con 226 muertos más cada día que pasa, que serán muchos más en enero si no queremos “autoconfinarnos” ahora. Piénselo.

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