Los sueldos subieron un 2,9% en 2018, hasta los 1.944 euros brutos de media. Es "la mayor subida anual en la última década", dicen algunos con triunfalismo. Es cierto. Pero no dicen que la subida de salarios de la recuperación (+3,35% desde 2014) se la ha comido la inflación (+4,2%), igual que la subida desde 2007. Y que ahora los salarios son mucho más desiguales y que hay dos grupos con un salario mileurista: la mitad de los jóvenes y casi un tercio de las mujeres, cuya “brecha salarial” con los hombres ha aumentado en los dos últimos años. Y además, un tercio de los que trabajan son pobres, según las estadísticas europeas. Así que nada de triunfalismos: los sueldos siguen bajos y son un 23% menores que la media europea y un 40% más bajos que en Alemania. Nuestras empresas siguen buscando competir “a la China”, con sueldos bajos, en perjuicio de nuestros ingresos. Urge tener unos sueldos decentes y competir con otras cosas.
enrique ortega |
En 2018, el sueldo medio de los españoles que viven de un salario (16.215.800 trabajadores) fue de 1.944,40 euros brutos (unos 1.750 euros netos), con una subida anual del 2,9%, la mayor de la última década, desde 2008 (en que subieron un 8%), según el INE. Parece que la devaluación salarial se ha acabado, tras unas subidas mínimas en 2011 (+0,2%), 2012 (+0,5%), 2013 (+1%), 2014 y 2015 (+0,7%), 2016 (cayeron un -0,8%) y 2017 (+0,6%). Pero el dato “no es para tirar cohetes”. Primero, porque la subida del salario medio durante estos 5 años de recuperación (2014-2018) ha sido de 63,10 euros al mes, poco más de 2 euros al día. Y, sobre todo, porque esa subida (+3,35%) “se la ha comido la inflación, que subió un 4,2% estos años, según el INE. Y si tomamos la subida salarial desde 2007 (+301 euros mensuales, un +18,32%), también ha sido menor que la de los precios (+20%).
Pero lo peor es que los salarios son ahora más desiguales que antes. Hay un 30% de los asalariados (4,86 millones de trabajadores) que ganan menos de 1.250 euros brutos al mes, lo que significa que en neto (1.075 euros mensuales) son casi mileuristas. Y al otro lado, otro 20% (3,24 millones de trabajadores) que ganan más del doble, más de 2.674,70 euros brutos al mes (unos 2.280 euros netos). Y, sobre todo, hay un 10% de asalariados (1,62 millones) que malviven con sueldos inferiores a 748,7 euros brutos al mes (695 euros netos). Son trabajadores pobres, una cifra que abarca a un tercio de los trabajadores, según la estadística europea: un 32,6% de los españoles pobres trabajan, según el último estudio de la Red Europea contra la pobreza (EAPN).
La radiografía de los salarios españoles que acaba de publicar el INE (Decil de salarios 2018) revela que hay dos colectivos que sufren especialmente los bajos salarios: los jóvenes y las mujeres. Empezando por los más jóvenes, destaca que la mitad sean mileuristas o menos: un 49,9% de los jóvenes asalariados menores de 25 años (son 462.173 jóvenes) ganan menos de 1.046,90 euros brutos al mes (962 euros netos). Y de ellos, el 29% (268.598 jóvenes) son “pobres” y ganan menos de 748 euros brutos al mes (695 euros netos). Si ampliamos la edad, de 25 a 34 años, uno de cada cuatro jóvenes son mileuristas o menos (el 24,5%, 837.434 jóvenes) porque ganan menos de 1.046,90 euros brutos (962 euros netos). Y de ellos, el 10,9% (372.572 jóvenes) son “pobres” y ganan menos de 748 euros brutos (695 euros netos), según el INE.
Sumando ambos grupos, tenemos 1.299.607 jóvenes asalariados (de 16 a 34 años), casi 1 de cada 3, que son mileuristas o menos porque ganan 1.046,90 euros brutos al mes (962 euros netos). Y de ellos, la mitad (641.170 jóvenes asalariados, casi 1 de cada 7) que son “pobres”, porque ganan menos de 748 euros brutos al mes (695 euros netos). Con estos ingresos tan bajos, se explica que el 81% de los jóvenes no puedan independizarse ni formar una familia.
Vayamos a las mujeres. El 41,1% de las mujeres asalariadas (7.759.260 en total) ganan menos de 1.260,90 euros brutos al mes (1.075 euros netos), más del doble de mujeres mal pagadas que de hombres (sólo el 19,7% de los asalariados varones ganan menos de 1.260,90 euros brutos, según el INE). Y si miramos las que son mileuristas o menos, las que ganan menos de 1.046,90 euros brutos (962 euros netos), son casi un tercio de las mujeres asalariadas, el 29,1 % (2,25 millones de trabajadoras). Fijándonos en las asalariadas “pobres”, las que ganan menos de 748,90 euros brutos al mes (695 euros netos), son un 15,6% de las mujeres trabajadoras (1.210.000 asalariadas), el triple que hombres (sólo el 4,8% de los asalariados varones ganan menos de 748,90 euros brutos al mes).
Además, las estadísticas revelan que en los dos últimos años se ha agravado la “brecha salarial” entre hombres y mujeres en España. En 2018, el salario medio bruto de las mujeres fue de 1.708,40 euros, el 79,04% del salario bruto de los hombres (2.161,40 euros), según el INE. Eso da una “brecha salarial” del 20,96%, superior a la de 2017 (20,19% de brecha) y la de 2016 (19,98%), aunque inferior a la de 2014 (23,89% de brecha salarial).
Las mujeres ganan menos que los hombres, según el INE, porque tienen más empleos a tiempo parcial, tienen más contratos temporales y trabajan más en sectores peor pagados. Son razones que explican también en buena medida por qué los jóvenes ganan menos: tienen más contratos temporales, en sectores peor pagados y no tienen apenas antigüedad, factores que juegan mucho en el sueldo, según la radiografía de salarios del INE.
El factor que más hunde los sueldos es la jornada de trabajo. Los asalariados con un contrato a tiempo parcial (muchas mujeres y jóvenes) ganan la tercera parte de lo que ganan los que trabajan a jornada completa: 746,10 euros brutos frente a 2.177,10 euros de media, según el INE. Otro factor decisivo es el tipo de contrato: los trabajadores con contratos temporales (un tercio de los asalariados españoles, la mayoría de los jóvenes y un alto porcentaje de mujeres) ganan dos tercios del sueldo de un trabajador con contrato indefinido: 1.389,70 euros brutos al mes frente a 2.142 euros brutos.
Otro factor clave para los sueldos es el sector económico donde se trabaja, según los datos del INE. Las actividades peor pagadas son las de empleadas de hogar (750,20 euros brutos frente a 1.944,40 euros de media), las tareas agrícolas (1.249 euros brutos), la hostelería (1.235 euros brutos), las actividades administrativas (1.348 euros), las inmobiliarias (1.571 euros) y el comercio (1.585 euros brutos), trabajos donde hay mayoría de mujeres. Y los trabajos mejor pagados son la energía (3.633,5 euros brutos), finanzas y seguros (3.350 euros), información y comunicaciones (2.741 euros), administración pública (2.563) y educación (2.365 euros). Obsérvese que una mujer de la limpieza gana 4,5 veces menos que un bancario y un joven que trabaja en hostelería 3 veces menos que en una compañía eléctrica.
Aún más importante que el sector es el puesto que se ocupa. Así, trabajar sin cualificación (el 16,4% de las mujeres asalariadas) tiene un sueldo medio de 1.103 euros brutos. Y los que son vendedores o trabajan en restauración (la ocupación del 29,3% de las mujeres) ganan 1.406 euros brutos de media, casi la cuarta parte del sueldo medio de un directivo (4.102 euros brutos). Además, si es en una gran empresa, las diferencias son escandalosas: los máximos directivos de las empresas del IBEX cobran 123 veces el sueldo medio de sus empleados (455 veces en Inditex), según un informe de Intermón Oxfam.
En general, en una gran empresa ganan más también los asalariados: 2.708,60 euros brutos de media, el doble de sueldo medio que tiene un asalariado en una micropyme (0-10 empleados): 1.388 euros brutos. Y también ganan más, en general, los que trabajan en el sector público: el sueldo medio de los asalariados públicos (funcionarios, sanidad, educación, etc.) es de 2.654,40 euros brutos al mes, un tercio más alto que el sueldo medio en el sector privado, que es de 1.772 euros brutos al mes, según el INE.
Otro factor clave, que explica los bajos salarios de la mayoría de jóvenes, es la antigüedad. Los que llevan menos de 1 año en el trabajo ganan de media 1.343,70 euros brutos al mes, un 21,9% menos que la media (1.994,40 euros). Y los que llevan de 1 a 2 años ganan 1.539,50 euros brutos, un 20,8% menos. Sólo los que tienen 10 años o más de antigüedad, los contratados antes de la crisis (generalmente trabajadores mayores), ganan 2.448,40 euros brutos de media, un 26% más que la media. Y también cuenta mucho la formación: los peor formados (la ESO o menos) ganan la mitad (1.276 euros brutos de media) que los universitarios (2.455,30 euros de media).
Al final, hay grandes diferencias de sueldos por autonomías, porque tienen una diferente estructura económica (más o menos industria o servicios, más o menos empresas grandes, más o menos empleo público, más o menos trabajadores formados…). Así, las autonomías donde menos se gana son Extremadura (1612,30 euros brutos), Canarias (1.679,30), Andalucía (1.749), Murcia (1.761,80) y Castilla la Mancha (1.776,60 euros brutos). Y donde más se gana en Madrid (2.264,60 euros brutos), País Vasco (2.241,60), Cataluña (2.067,60) y Navarra (2.049,70 euros). En definitiva, un extremeño gana un 28,8% menos que un madrileño, una situación sólo algo mejor que en 2014 (ganaba un 30,10% menos), según el INE.
Bueno, ya nos hacemos una mejor idea de los salarios en España y de qué dependen. Nos falta saber que siguen siendo mucho más bajos que en Europa, porque con la crisis, las empresas han tratado de competir no subiendo apenas los salarios y contratando con salarios nuevos más bajos. Y aumentando la jornada, con muchas horas extras no pagadas. Así, en 2018, el salario por hora trabajada era en España de 16 euros, un 23,45% menos que el salario hora de Europa (20,9 euros/hora) y un 30% menos que el salario en la zona euro (22,8 euros por hora), según Eurostat. Y ahora somos el país nº 16 con sueldos más bajos de Europa, sólo más altos que en Portugal (11,3 euros/hora), Grecia (12,6), Malta, Chipre y 11 paises del Este. Y quedamos muy lejos de los sueldos de Alemania (26,9 euros/hora, un 40,5% más), Francia (24,1 euros), Reino Unido (22,5 euros) e Italia (20,2 euros/hora).
Subir los salarios en España y aproximarlos a Europa no es sólo una cuestión de justicia, para recuperar el poder adquisitivo perdido en la última década, incluso con la recuperación. Es también una cuestión de equidad, porque mientras los salarios apenas crecen y son cada vez más desiguales, los beneficios empresariales han crecido más: pasaron de 450.170 millones en 2007 a 511.842 millones en 2018 (+13,7% de aumento), la mejor cifra de la historia, mientras la remuneración de los asalariados pasaba de 522.556 millones cobrados en 2007 a 569.686 millones en 2018 (+9% de aumento), según el INE. Y eso con 1,1 millones menos de españoles trabajando hoy que antes de la crisis.
Y además, subir más los salarios es una exigencia económica: es clave para que las familias puedan mantener y aumentar su consumo, que es ahora (con el gasto público y la inversión), el principal motor de la recuperación, dado que han “pinchado” las exportaciones y el turismo. Y otro argumento adicional: sólo con mejores salarios pueden recuperarse las cotizaciones de la Seguridad Social y la recaudación de impuestos, dos factores claves para apuntalar las pensiones y el Estado del Bienestar.
En definitiva, que “llega la hora de subir los salarios”, como declaró el comisario europeo Pierre Moscovici en abril. Hay riesgo de que haya otra crisis, pero eso no puede ponerse como excusa para volver a frenar las subidas de sueldos en 2020. España tiene que seguir creciendo y compitiendo con Europa, sí, pero no a costa de “tirar” los sueldos, de que seamos la China de Europa y la mitad de los jóvenes y un tercio de las mujeres ganen menos de 1.000 euros netos y malvivan. Hay que apostar por unos salarios decentes, a cambio de mejoras en la productividad que pasan por ser más eficaces, producir con más tecnología, aumentar el tamaño de las empresas, digitalizarlas y a la vez mejorar la formación y la organización de sus empleados. Producir más y mejor para poder pagar mejores salarios. Otro reto más que tenemos pendiente.
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