En mayo ha vuelto a crearse
empleo, como en abril. Y la EPA del
segundo trimestre puede ser la
primera en crear empleo neto. Pero se
crea empleo muy precario (91,4 %temporal y
por horas), inestable (el 85%, camareros, autónomos y profesores) y escaso: hay 110 parados
por cada oferta de trabajo, cinco veces más que en Europa. Y casi dos
tercios de los parados llevan más de un
año desempleados (1 de cada 5 llevan más de 3 años), con lo que tienen muy
difícil conseguir trabajo. Además, la
mitad de estos parados de larga duración tienen poca formación y así tienen doblemente
difícil trabajar. Por eso, muchos parados,
sobre todo mujeres y mayores de 50 años
(el 20% de los parados, 1,2 millones) ya
ni buscan empleo: son los desanimados, casi medio millón de parados
ni-ni-ni: ni trabajan, ni buscan
trabajo ni se pueden jubilar. Y la
mayoría no cobra el paro. Hace
falta un Plan de empleo urgente, con formación y políticas de
recolocación, para darles una salida.
enrique ortega |
Esta primavera,
podría estarse creando empleo neto
en España, como el año pasado. Tras las mejoras del empleo en
abril (Semana Santa) y mayo,
la EPA del segundo trimestre podría traer
una creación de empleo neto de 200.000
personas, según
Asempleo, tras haberse perdido
184.600 en el
primer trimestre. Y luego mejorar algo más en el verano, para enfriarse el empleo en el último trimestre y cerrar el año con más ocupados que
empezó, por primera vez desde 2007. Con todo, el propio Gobierno prevé en su cuadro
macroeconómico crear sólo 102.800
empleos netos este año y otros 206.800
empleos en 2015, frente a los 1.017.800 empleos ya perdidos entre 2012 y
2013. Un saldo negativo de -708.200
empleos para Rajoy.
El problema ya no
es sólo que el empleo que se está
creando es muy precario
(la mayoría 91,4%, temporal, a tiempo parcial, 33%, y muy mal pagado) sino que resulta muy escaso para la enorme bolsa de parados: 5.933.300 en la EPA de marzo), el 26% de los
españoles en edad de trabajar, más del doble que en Europa (10,5%).
Y así resulta que por cada oferta de
trabajo hay 110 parados en España, mientras en Europa son 12,3 parados por
vacante (2 en Alemania y 4 en Reino Unido), según datos
de Asempleo. Antes de la crisis había 17,5 parados por
cada empleo disponible. Además, es un empleo muy inestable: más de la mitad del empleo creado en 2014 (270.733 nuevos afiliados a la SS) ha sido en la hostelería (154.122 contratos, la mayoría de temporada), un 18% (49.891) son autónomos (muchos, parados que han montado un negocio difícil de mantener) y otro 10% (26.992) son profesores que pueden quedarse sin trabajo al acabar el curso. Y sólo se han creado 10.008 contratos en el transporte, 10.500 en la construcción y 5.740 en la industria.
Hay poco empleo (temporal e inestable) y
muchos parados buscando, con lo que cada día muchos desempleados tiran la toalla y dejan de buscar trabajo. Así, los españoles activos (que trabajan
o buscan trabajo) han bajado del 60% (59,46%) y hay medio millón de personas menos
buscando trabajo que a principios de 2011. La caída
de activos se explica porque hay
muchos extranjeros y españoles que han emigrado
(750.000 en los últimos tres años), porque han aumentado las jubilaciones, debido al envejecimiento de la
población (de 288.172 en 2010 a 314.204 en 2013 y se esperan 340.000 en 2014),
porque hay muchos jóvenes que vuelven a
estudiar (45.000 más en el último año, aunque ha disminuido la población menor de 25 años) y, sobre todo, porque hay parados que dejan de buscar, los “desanimados”: 483.600
en 2014.
Los parados “desanimados”,
que ya ni buscan trabajo, han crecido un
21% desde 2011 (eran 398.800). El 70% son mujeres y la mayoría tienen
más de 55 años (195.700, el 40% del total), precisamente los parados que
tienen más difícil encontrar trabajo. De hecho, tener más
de 45 años ya es un hándicap para
optar a un empleo, según reconocen los expertos en recursos humanos. Y en
España, uno de cada tres parados tiene más de 45
años (1.905.900, el 32,12% del total). Si subimos el listón a los 50 años y más, todavía quedan un 20% de los parados (1.179.800). Muchos
de ellos son ni-ni-ni:
ni trabajan, ni buscan trabajo ni se
pueden jubilar. El Gobierno Rajoy les
ha penalizado la jubilación
anticipada, desde el 1 de abril de 2013: tienen que tener 35 años
cotizados (antes 30) y pierden hasta un 8% por año que adelanten su jubilación,
que han de esperar hasta los 63 (y más si han cotizado menos de 40 años). Y
también desde abril de 2013, los parados
mayores de 55 años (602.600) no
pueden cobrar el paro asistencial (426 euros al mes) si tienen ingresos (aunque sean mínimos:
+967 euros al mes) su mujer o un hijo
menor de 26 años.
Los desanimados rebajan la cifra de paro
real, que rondaría
los 6,5
millones si no hubieran tirado la toalla, algunos para siempre. Otro
colectivo que tiene difícil optar a un empleo de los que ahora se creen
son los parados
de larga duración, los que llevan
más de un año sin trabajar: 3.657.600 parados, casi dos de cada tres parados
(el 61,6% del total), más del triple que en 2012 (1.041.500). De ellos,
2.419.400 llevan parados más de 2 años y 1.275.700
más de 3 años (1 de cada 5 parados), según el INE. Estos parados tienen muy difícil optar ahora a un empleo,
ya que, según la OIT, cuanto más tiempo lleven en desempleo menos posibilidades
tienen de encontrar trabajo: sólo un
11,7% después de dos años.
España es el país de la OCDE donde más ha crecido el
paro de larga duración con la crisis: se ha multiplicado
por 10 desde 2007, mientras en Irlanda se multiplicaba por 4,5, en
Grecia por 3,5 y en EEUU por 3,2. El paro de larga duración se concentra entre padres de
familia de 30 a 44 años (40% del total), seguidos de los mayores de 45 años (35%)
y jóvenes (25%). Y lo más preocupante es que casi la mitad de estos “parados
con antigüedad” tienen
poca formación (muchos proceden de la construcción y los
servicios): 1,7 millones de los parados que llevan más de un año sin trabajar no tienen la secundaria acabada.
Los parados
de larga duración tienen otro problema, además de su baja formación y
la dificultar para emplearse: la mayoría
ya no cobra el desempleo. De hecho, la cobertura
del subsidio ha bajado a mínimos históricos con Rajoy: en abril de 2014,
sólo 2.561.238 parados, el 43% de los
parados EPA, cobraban algún subsidio: menos de la mitad (1.056.223) el
subsidio contributivo (815 euros al mes) y la mayoría restante el asistencial (426 euros para 1.121.658
parados) o la renta de inserción (400
euros para 259.139 parados). El drama es pues que el 57% de los parados EPA (3.372.062 desempleados) no cobra ninguna ayuda. Y sobreviven en la pobreza (1 de cada 5
hogares españoles), gracias a la familia o a chapuzas
en la economía sumergida.
En definitiva, que más
de la mitad de los parados tienen pocas posibilidades de aspirar a uno
de los pocos empleos que se creen, por su edad, su baja formación o lo mucho que
llevan sin trabajar. No tienen salida y muchos
tiran la toalla una vez que ni cobran el paro. Es urgente poner en marcha un Plan
de recolocación de los parados, asentado en dos patas: la formación y políticas activas de recolocación, para que aprovechen el poco
empleo que se cree. Y a los parados mayores
de 55 años, facilitarles un subsidio de desempleo
ligado a una jubilación anticipada
más accesible.
Lo primero es mejorar
su formación, sobre
todo en los parados de más de 45 años: casi dos de cada tres (el 60,79%) no llegó
a terminar la secundaria (y entre los mayores de 55 años, un 72,5%). Hace falta
poner en marcha cursos de reciclaje para todos, ligados a la formación que piden
las empresas. Y para eso, en vez de los recortes
en la formación aplicados por el Gobierno Rajoy (-25% sobre 2009), hay
que gastar más y mejor (sin corruptelas).
Lo segundo es poner en marcha políticas
de recolocación de los parados con más problemas: mujeres, mayores de 45 años y jóvenes sin experiencia. Eso requiere
incentivos
a su contratación (como acaba de pedir
el FMI al Gobierno) y reformar
el SEPE de una vez, como piden Bruselas
y el
FMI, porque sólo consigue empleo a un
2% de los parados. Hay que
poner en marcha la participación de las ETT
privadas y poner más personal a
ayudar a los parados a recolocarse: hay un funcionario por cada 190 parados
en España, frente a 1 por 59 en Europa.
Si se crea empleo,
bienvenido sea siempre que no se deje
fuera a más de la mitad de los parados. Hay que darles una salida, poner los medios y ayudarles para que salgan del agujero, para que puedan aprovechar la incipiente recuperación.
Si no, la crisis nos dejará una generación perdida y sin futuro. Un drama para
millones de españoles.
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