Cumplimos un mes de “nueva normalidad” y los rebrotes se han multiplicado, agravándose en Aragón y Cataluña y
obligando a nuevos confinamientos. La
culpa es de muchos ciudadanos, que “han bajado la
guardia”, y de algunas autonomías,
que carecen de medios para rastrear los
contagios, mientras Sanidad se queda
en segundo plano. Urgen Planes de contingencia más serios, sobre todo para las zonas turísticas en agosto. Y más decisión política para aislar zonas
y evitar una 2ª oleada del virus, que agravaría los muertos y la recesión.
Mientras, se retrasan las ayudas
europeas, porque los paises ricos del norte son “tacaños” (no “frugales”)
y no quieren pagar la reconstrucción del sur, que también les
favorecería a ellos (nos venderían más). Y además, Holanda tiene elecciones en marzo y le presiona la extrema
derecha, nacionalista y egoísta. Lo que está en juego es que
el sur de Europa se reconstruya más tarde que el norte y sea más pobre, como pasó tras la
crisis de 2008. Rácanos e insolidarios.
La pandemia gana fuerza semana a semana en el mundo y acaba de batir otros tres récords consecutivos: 231.100 nuevos contagios el miércoles 15, 252.500 contagios el jueves 16 de julio, 22 veces los contagios que hubo el 14 de marzo (inicio del estado de alarma) y 242.000 contagios el viernes 27 de julio. Y ha saltado de 13 a 14 millones de contagiados en sólo 4 días, frente a 5 días los dos anteriores y 8 días antes, cuando alcanzar el primer millón de contagiados tardó 3 meses, según los datos de la Universidad Jhons Hopkins. Hoy son ya 14.507491 contagiados por la COVID 19 en 188 paises.
enrique ortega |
La pandemia gana fuerza semana a semana en el mundo y acaba de batir otros tres récords consecutivos: 231.100 nuevos contagios el miércoles 15, 252.500 contagios el jueves 16 de julio, 22 veces los contagios que hubo el 14 de marzo (inicio del estado de alarma) y 242.000 contagios el viernes 27 de julio. Y ha saltado de 13 a 14 millones de contagiados en sólo 4 días, frente a 5 días los dos anteriores y 8 días antes, cuando alcanzar el primer millón de contagiados tardó 3 meses, según los datos de la Universidad Jhons Hopkins. Hoy son ya 14.507491 contagiados por la COVID 19 en 188 paises.
El epicentro de la
pandemia sigue en América, tanto en Estados Unidos
(3.670.005 contagiados, +70.000 diarios) como en Latinoamérica (3.610.000 contagiados), donde más crecen ahora los contagios, sobre todo en Brasil (2.046.328 contagiados, +45.403
diarios), Perú (345.537 contagiados,
+3.862 diarios), México (331.298, 6.406 diarios), Chile (328.846, +2.493
diarios), Colombia (182.140, +8.037 diarios), Argentina
(119.301 contagiados) y Ecuador (72.444, +1.795 diarios). El coronavirus gana
terreno también en Asia y Oriente Medio, con 1.038.716 contagiados en India (+34.956
diarios), 271.606 en Irán (+2.388 diarios), 261.917 en Pakistán (+2.085
diarios), 202.065 en Bangladesh (+2.733 diarios), 248.416 en Arabia Saudí (+2.671
diarios) o 106.308 en Qatar, más 217.799 en Turquía (+933 diarios). Y avanza
también en África (660.000
contagiados), con un récord en Sudáfrica
(337.594 contagiados, +13.172 diarios), seguida de Egipto (86.474), Nigeria
(336.663), Ghana (26.572) y Argelia (23.084). Y la pandemia se mantiene en Europa (2.871.834 contagiados), destacando los contagios en Rusia (764.215, +6.406 diarios), Reino Unido (295.631 contagiados, +641
diarios), España (260.255, +628
diarios), Italia (244.216, +230 diarios), Francia (211.426, +534 diarios) y
Alemania (202.426 contagiados, +563 diarios).
La pandemia se ha cobrado ya 606.173 muertos en el mundo, la cuarta parte en Estados Unidos (140.534 muertes),
seguido de Brasil (79.488), Reino Unido (45.385), México (39.184), Italia
(35.045), Francia (30.155), España (28.420
muertos), India (27.497), Irán (14.188), Perú (13.187), Rusia (12.123),
Bélgica (9.800) y Alemania (9.092). Los paises con más muertos por habitante (muertes/100.000 hab.) son Bélgica (85),
Reino Unido (68), España (60),
Italia (58), Suecia (55), Francia (45) y EEUU (42), aunque España tiene una
tasa de letalidad (muertos/contagios) más baja (10,9) que Francia (17,3),
Bélgica (15,5), Reino Unido (15,4), Italia (14,4), aunque más que Alemania (4,5),
según
Sanidad.
En España, tras casi un mes de “nueva normalidad”, los nuevos contagios se han disparado: +5.695
en
la última semana (del viernes 17, último día con datos de Sanidad, al
viernes 10), frente a +2.944 la
semana anterior y +2.028 nuevos
contagios la primera semana de julio. Y si tomamos los nuevos contagios en los últimos
14 días, son +9.234 (+5.396
la quincena anterior), la peor cifra en los últimos dos meses
(desde el 10 de mayo). Los contagios diarios han dado un salto,
desde los 164 el lunes 13 de julio a
263 el martes, 390 el miércoles, 580 el jueves y 628 el viernes, último dato oficial, nuevos contagios
centrados en Aragón (252 nuevos el viernes) y Cataluña (121 nuevos contagios diarios), sin olvidar Madrid (+40 el viernes), Euskadi (+39 diarios), Navarra (+34) y Andalucía (+39 el viernes).
También han crecido las hospitalizaciones en
la última quincena (de 146 el lunes a 228 este viernes) y los ingresos en UCI (de 8 el lunes a 18 el
viernes), pero menos que los contagios, porque los enfermos son más jóvenes y
los síntomas más leves. Con todo, ha habido 17 muertos nuevos la última semana, sumando ya 28.420 muertos oficiales por COVID 19.
Desde que se terminó el estado de alarma, el 21 de junio, ha habido en España 224 rebrotes,
en casi todas las provincias, de los que 158 están activos. Pero el mayor
problema se concentra en dos autonomías: Aragón
y Cataluña, donde ya hay “transmisión comunitaria”, lo que significa que los rebrotes no están aislados
ni controlados. En Huesca se ha
pedido ayuda al Ejército y en Zaragoza,
el gobierno regional pide que no se entre ni salga de Zaragoza. En Lleida y su comarca sigue el
confinamiento, lo mismo que en algunos barrios de Hospitalet, lo que obliga a tomar medidas de control en Barcelona, donde
los contagios se han triplicado. Y siguen apareciendo brotes en Euskadi, mientras remiten en
Galicia.
El doctor Simón considera ya que la situación es “preocupante” y que ha habido “un poco de relajación” desde el final del estado de alarma. Un
comentario diplomático para un comportamiento ciudadano que deja mucho que desear, sobre todo entre los jóvenes,
con un exceso de reuniones familiares y de amigos que están detrás de la
mayoría de los rebrotes, junto a algunos focos entre inmigrantes que trabajan
en tareas agrícolas y viven hacinados. Pero lo que más ha fallado, sobre todo en Cataluña, ha sido la detección y el rastreo de contactos,
por falta de medios en atención primaria,
que se han querido paliar subcontratando con empresas privadas. Las autonomías tienen 3.516 rastreadores, según los datos aportados por las autonomías, lo que supone un tercio de los que tendría que haber, entre 8.000 y 12.000, según los epidemiólogos. Y además, hay grandes diferencias entre autonomías, con más escasez de rastreadores en Madrid ( 1 por cada 35.003 habitantes), Cataluña (1 por cada 30.882), Asturias (1 por cada 34.067) y Navarra (1 por cada 30.905), según este mapa. Y eso que contratar rastreadores fue una exigencia de Sanidad a las autonomías ya en junio.
Frente a unos contagios que se han disparado, las autonomías
ha respondido limitando las actividades (bares, comercios, eventos) y obligando al uso permanente de la mascarilla (en 15 autonomías, todas salvo Madrid y Canarias). Está bien, pero es insuficiente. Urgen Planes de contingencia, sobre todo en las zonas turísticas de playa, donde
este mes de agosto podrían aparecer los rebrotes. De momento, Sanidad y las
autonomías sólo han pactado el jueves (tarde)
un “Plan de respuesta temprana” (sic) que pretende asegurar la capacidad
sanitaria de detección y atención a nuevos brotes, con tres escenarios de actuación: autonómico, otro de las autonomías y Sanidad
cuando el brote afecte a 2 autonomías y uno último, la vuelta al estado de
alarma. Pero no se ve una estrategia clara y falta decisión en Sanidad para tomar las riendas del combate contra la pandemia,
ante los recelos de las autonomías. Y en estas dudas y “ententes políticas”,
aumentan los contagiados y gana el virus.
Parece como si todo el
mundo, Gobierno, autonomías y ciudadanos, mirasen para otro lado, a ver si los días pasan y conseguimos llegar a
septiembre sin una 2ª oleada de contagios. Pero sin precaución y sin medios, será muy difícil conseguirlo. Y el riesgo es enorme, porque el sistema sanitario sigue sin estar preparado
para otra avalancha y la economía tampoco
lo aguantaría, agravándose la recesión. Es el mayor riesgo de la incipiente recuperación iniciada en julio. Y si hay una 2ª oleada de contagios, la factura a pagar, en muertos y costes,
sería tremenda. Ya sin sustos,
la factura de la pandemia llevará el déficit público este año al 11,9% del
PIB: -132.041 millones de agujero presupuestario,
por más gastos y menos recaudación, según la Autoridad Fiscal independiente (AIReF). Y si hay rebrote y la economía
se desploma más, el déficit fiscal podría ser del 14,4% del PIB, -159.780 millones de agujero en las cuentas
públicas en 2020 (frente a -34.869 millones de déficit en 2019).
“Tapar este agujero” va a exigir endeudarse más, aumentar la recaudación con la subida de algunos impuestos (será la gran pelea de los Presupuestos 2021) y contar con ayudas europeas, una parte de ese Fondo de Reconstrucción que ha
centrado la reciente Cumbre Europea en Bruselas. Pero España tiene difícil conseguir los 140.000 millones inicialmente prometidos entre 2021 y 2024 (77.000 en ayudas a fondo perdido y 63.000 en
créditos a devolver). El problema
está en los cuatro paises ricos del norte que más tienen que aportar al Fondo y que apenas van
a recibir, porque se han visto menos afectados por el coronavirus: Holanda, Suecia, Dinamarca y Austria, sin olvidar las reticencias de Finlandia y Alemania, también
“paganos”, aunque Merkel juegue de
intermediaria (pero en Alemania, una mayoría de políticos y electores
no están por “pagar ayudas al sur”).
Estos cuatro paises se autodenominan “frugales”, pero en
realidad son “tacaños”: ya pagan más de lo que reciben al Presupuesto europeo
(porque son más ricos) y aprovechan la Cumbre para recortar su aportación al futuro Presupuesto UE 2021-2027 y al Fondo de
reconstrucción. Por eso, presionan en esta Cumbre para
rebajar las ayudas aprobadas por la Comisión, con el apoyo del Parlamento Europeo.
Quieren varias cosas: reducir el
Fondo (inicialmente, 750.000 millones) , recortar la parte de ayudas (ahora 500.000 millones) y que la mayoría sean créditos, que se devuelvan
antes (empezar a amortizarlos en 2026 en lugar de en 2028) y, sobre todo, condicionar
lo más posible estas ayudas: que los paises tengan que presentar un
Plan de inversiones y reformas y lo tengan que aprobar los 27 por unanimidad (no los técnicos de la Comisión). Así,
estos paises del norte, “garantizan” a sus votantes (y a sus mayorías liberales
y conservadoras) que se hacen políticas “ortodoxas”. A lo claro:
que España no deroga la reforma laboral y “reforma” (recorta) las pensiones.
La batalla
en la Cumbre será dura y el Fondo podría retrasarse, aunque en ningún caso
estará disponible antes de mayo de 2021, con la idea de que el 60% se reciba entre 2021 y 2022, quizás demasiado tarde para España e
Italia. Pero en el fondo de esta batalla hay dos más. Una, la batalla de la
Europa del norte por pagar menos y recibir más en la UE,
por fortalecerse como la Europa rica. De hecho, quieren recortar aún más el próximo Presupuesto europeo (ridículo: 1,074 billones de gasto en 7 años),
a la vez que exigen mantener hasta 2027 el “cheque de descuento” que
consiguieron junto al Reino Unido (3.673 millones anuales para Alemania, 15.76
para Holanda, 798 para Suecia, 273 para Austria y 197 para Dinamarca). Menos aportaciones al Presupuesto y al
Fondo, mantener el privilegio del cheque y encima controlar la política
económica del sur, todo en el mismo paquete.
Y encima, no son tan “paganos”. Gracias al
descuento del cheque (40.000 millones de
regalo que han recibido entre 2014 y 2020) y a que son paises ricos y con
poca población (salvo Alemania), los paises
ricos del norte aportan menos al Presupuesto comunitario que los paises del sur:
un 0,70% de su renta bruta (RNB)
frente al 0,85% que aportaron los
paises pobres en el Presupuesto UE 2014-2020, según los datos de la Comisión Europea. Y, en cambio, son los paises que más se benefician del mercado único, de que haya una Europa con 500 millones de
personas a las que vender, según este gráfico que también aporta la Comisión Europea: en 118.000 millones se ha beneficiado Alemania, en 62.000 millones Italia, en 55.000 millones Reino
Unido, en 52.000 millones Holanda,
en 40.000 millones Italia, en 20.500 millones Bélgica, España, Polonia o Austria, en 19.000 millones Suecia y en 16.000 millones Dinamarca. Y si lo ajustamos con la población,
resulta que Dinamarca ha ganado 1.682
euros por habitante del mercado único, Austria 1.583 euros, Holanda 1.500, Alemania 1.440 y Suecia
1.302, frente a 763 euros Italia, 589
España y 497 Portugal.
Así que ya sabemos que pagan
menos de lo que dicen y ganan más de lo que parece con la existencia de Europa. Y por eso, son los más ricos: tienen
una renta por habitante (2018) que
supera con creces la media europea (100%: 30.200 euros por habitante): 130% Holanda (39.200 euros por persona), 129% Dinamarca (38.900 euros), 128%
Austria (38.700 euros), 123%
Alemania (37.000 euros) y 121%
Suecia (36.600 euros), frente al 97%
Italia (29.100 euros) y el 91%
España (27.600 euros de PIB por habitante), según Eurostat. Pero además de querer aportar menos a la reconstrucción de Europa
(son “tacaños”, no “frugales”), los paises ricos del norte tienen una potente extrema derecha
(Foro por la Democracia, FvD, ganó las elecciones al Senado holandés en 2019), nacionalista y egoísta, que presiona
a la derecha popular y a los liberales a no hacer concesiones, a no pagar
al sur, so pena de perder votos. Y Holanda tiene elecciones en marzo de 2021, Alemania en octubre y Suecia en 2022. Por eso son doblemente “rácanos”: por el bolsillo y
el nacionalismo de sus votantes.
Así que, otra vez más, la Europa del norte piensa en sí misma,
en pagar poco y en salir cuanto antes de
una recesión que les afecta menos que a la Europa del sur. Es un
egoísmo suicida, porque si la reconstrucción europea se retrasa, la
Europa del sur (Italia, España y Francia) tardará más en salir de la recesión y
el proyecto europeo se pone en peligro. Y también las ventas de la Europa rica a la Europa del sur: Alemania
tiene superávit comercial con España (nos vende 8.873 millones más de lo que nos compra),
Holanda también (4.116 millones de superávit comercial con España en 2019),
Suecia (+292,2 millones) y Dinamarca (+43 millones). Por eso son más ricos: nos venden más y crean riqueza y empleo en sus
paises. Para seguir haciéndolo, tenemos que salir del agujero. Y
para eso, tienen que ayudarnos, porque tenemos una recesión más profunda,
menos recaudación y somos menos competitivos. Problemas que deberíamos
solucionar de una vez, ante futuras crisis, para no ser tan "vulnerables".
En definitiva, se
plantea otra vez el enfrentamiento norte-sur en una crisis europea. En la anterior, los paises del norte
impusieron su receta de austeridad y recortes al sur, que tardó 6 años en
salir, con más desigualdad: si Holanda tenía un PIB por habitante de 36.000
euros en 2008 (+10.200 euros que España), tras esa crisis es más rica (39.200 euros) y
está más alejada de España (+11.600 euros de diferencia en 2018). Es lo que pasará ahora: saldrá antes de la
crisis, aportará menos al Presupuesto y al Fondo UE, pero cuando nos
recuperemos, nos seguirá vendiendo e invirtiendo y será más rica que hoy y más que nosotros todavía. Por 2ª crisis consecutiva, aumentará la desigualdad entre la Europa
rica del norte y la más pobre del sur.
Eso es lo que está realmente en juego.
Al final, tras 4 días de dura Cumbre europea, España e Italia han aceptado la madrugada del martes las imposiciones del norte: un Fondo sin recortes (750.000 millones) pero con menos ayudas directas y más créditos (390.000/360.000) y sobre todo, una cierta "tutela" de los paises tacaños para vigilar que "gastemos bien" y hagamos reformas. El que paga, manda. Y además, los 4 tacaños y Alemania consiguen más rebajas en su aportación al presupuesto europeo (recibirán 52.000 millones de "cheques" en los próximos 7 años, 13.500 Holanda). Todo sea por las ayudas (140.000 millones), que tanta falta nos hacen, aunque sean menores y "vigiladas". Ahora, queda volver y reforzar la estrategia de reconstrucción dentro de España, buscar cómo salir del agujero nosotros mismos, con más recaudación (impuestos) y unidad. Será la batalla interna de los Presupuestos 2021. Esta no la podemos perder.
Al final, tras 4 días de dura Cumbre europea, España e Italia han aceptado la madrugada del martes las imposiciones del norte: un Fondo sin recortes (750.000 millones) pero con menos ayudas directas y más créditos (390.000/360.000) y sobre todo, una cierta "tutela" de los paises tacaños para vigilar que "gastemos bien" y hagamos reformas. El que paga, manda. Y además, los 4 tacaños y Alemania consiguen más rebajas en su aportación al presupuesto europeo (recibirán 52.000 millones de "cheques" en los próximos 7 años, 13.500 Holanda). Todo sea por las ayudas (140.000 millones), que tanta falta nos hacen, aunque sean menores y "vigiladas". Ahora, queda volver y reforzar la estrategia de reconstrucción dentro de España, buscar cómo salir del agujero nosotros mismos, con más recaudación (impuestos) y unidad. Será la batalla interna de los Presupuestos 2021. Esta no la podemos perder.
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