Este viernes comienzan las vacaciones para muchos, aunque
sólo saldrán 2 de cada 3 españoles y cerca: la
mayoría a su segunda residencia, casas de amigos o apartamentos. Y un tercio no se moverán, por miedo a
contagiarse y, sobre todo, por falta de dinero: 1,35 millones de españoles han perdido su empleo y otros tantos
están en ERTEs. Y todos, viajemos o no, con miedo a los rebrotes (crecientes
y mal controlados), que han cancelado
numerosas reservas turísticas, sobre todo de turistas extranjeros, en
especial británicos (el 21,5% del
total), al exigírseles una cuarentena a la vuelta de España. Será la
puntilla para un verano atípico, con pocos turistas españoles y 18
millones menos de extranjeros, lo que agravará la recesión y dificultará la reconstrucción del país.
Es hora de replantearse nuestro modelo económico, demasiado dependiente del turismo (12%
del PIB frente al 4% en la OCDE), lo que nos hace muy vulnerables ante cualquier crisis. Mientras, ¡tengan las mejores vacaciones posibles!
Ya antes del
coronavirus, hay que recordar que no
todos los españoles se cogían vacaciones. De hecho, en 2019, un 33,4% de españoles no se podían tomar una semana de vacaciones al año, según la última encuesta de Condiciones de Vida, publicada el 21 de julio por el INE. Un porcentaje que ha ido bajando
con la recuperación, desde el peor año de la crisis, 2013, en que un 48% de españoles no se pudieron
tomar vacaciones. Los que menos se
pueden coger vacaciones son los parados
(58,9% no las toman), los jóvenes (no el 35,3% de los que tienen entre 16 y 29
años), los peor formados (no el 42,9% de los que sólo tienen la ESO y el 51,5%
de los que tienen sólo estudios primarios), los inmigrantes (sin vacaciones el 52,9% de los extranjeros de fuera UE), los adultos solos
con niños (48,8% no cogen vacaciones) y la mayoría de los que tienen bajos ingresos.
Los dos tercios restantes, ese 66,6% de españoles que
sí cogían normalmente vacaciones, este año tienen muchas dudas. Por un
lado, tienen miedo a posibles contagios si se mueven a otras zonas de España
o viajan al extranjero. Y por otro, la economía de muchas familias está muy dañada
por la recesión que ha provocado la pandemia. En muchos casos, los trabajadores
han perdido su empleo: se perdieron -285.600 empleos en el primer trimestre y otros -1.074.000 empleos
en el 2º trimestre, según la EPA publicada este martes. En total, -1.359.600
personas que trabajaban antes de la pandemia y que están sin trabajo este verano,
con lo que tienen muy difícil tomarse vacaciones (sobre todo esos 1.148.800 hogares donde ahora están todos en paro).
En otros casos, 1 millón de trabajadores
y otro millón de autónomos, están en
ERTEs o cobrando una ayuda (el
75% del sueldo), que se les acaba el 30 de septiembre (salvo nuevas prórrogas),
con lo que tampoco están para vacaciones.
Por todo esto, en junio, sólo el 27,2% de los españoles pensaban irse de vacaciones, según el Barómetro especial del CIS. Y la mayoría (89,9%) pensaban viajar dentro de España, entre 1 y
dos semanas (33,1%) o más de dos semanas (40%), sobre todo en coche particular (82,9%), a zonas de sol y playa (51,8%), pero
muchos a zonas rurales (24,6%) o turismo de interior (13,1%),
acudiendo a segundas residencias (27,8%), casas de amigos (14,9%), hoteles
(26,3%), apartamentos de alquiler (20,4%) y casas rurales (10,1%). Buscando
sobre todo destinos no masificados, con menos riesgo para contagiarse.
En julio, antes de los
últimos rebrotes, parece que el miedo a viajar se había reducido y el Barómetro del CIS indicaba
que había más españoles pensando en
tomarse vacaciones: un 42,4% iba
a viajar por España y otro 5,3% pensaba viajar al extranjero, en total el
47,7%, casi el doble que en el Barómetro de junio. Y el Observatorio Nacional de Turismo Emisor señalaba en julio que un 60% de españoles pensaban viajar,
la mayoría 8 días (61%), a un destino nacional (76%), sobre todo de sol y
playa, reduciendo su gasto medio (595 euros por persona). Pero en las últimas
semanas se han disparado los rebrotes y el sector turístico señala que han aumentado las cancelaciones de reservas
de españoles, en hoteles y apartamentos de costa e islas, con lo que el
porcentaje de los que se cojan realmente vacaciones podría ser de sólo un
tercio de los españoles.
Los rebrotes de
las últimas tres semanas (los nuevos contagios se han cuadruplicado: de 257 el 8 de julio a 1.153 contagios nuevos ayer) han hecho que España sea el país europeo con más contagios nuevos (51,11 por
100.000 habitantes en los últimos 14 días), por delante de Rusia (48,9/100.000) y muy por encima
de los nuevos contagios en Italia (4,9/100.000), Alemania (8), Holanda (11,8),
Reino Unido (13,2), Francia (15,7), Suecia (28,4), Portugal (29) y Bélgica (31,6/100.000). Y
eso no porque los rebrotes se hayan
generalizado sino porque se han disparado en tres zonas: Aragón,
con un riesgo muy alto (354,66 contagios por 100.000 habitantes en
últimos 14 días, más que los 264,3 de EEUU y los 215,9 de Brasil, los paises en
peor situación), Navarra (144,30/100.000)
y Cataluña (137,64), con riesgo alto. Y riesgo moderado en el País Vasco (72,56), según los datos de ayer de Sanidad. El resto de España tiene un riesgo
bajo (13,98 en Andalucía y 22,38 en la Comunidad Valenciana) y en las
islas es mínimo: 6,97 contagios/100.000 en Canarias y 12,96 contagios/100.000 en Baleares, una mejor situación epidemiológica que en la mayoría de
Europa (incluido Reino Unido).
Este repunte
de contagios, aunque concentrado
en Aragón, Navarra y Cataluña, ha servido para que varios paises europeos adviertan sobre viajar a España, una
política que busca más que prevenir contagios promover el turismo en el interior de sus paises, como palanca para
su recuperación. Primero fue Francia,
la que recomendó no viajar a Cataluña, y luego Bélgica ,Holanda y Noruega alertaron sobre los rebotes en España, igual que Alemania, recomendando no viajar a Cataluña, Aragón y Navarra. Pero la puntilla vino el sábado pasado, cuando Reino Unido impuso por sorpresa una cuarentena
de 14 días a los viajeros que volvieran de España, lo que multiplicó
cancelaciones de vuelos y reservas, sobre todo a Baleares, Canarias, Levante y
la Costa del Sol.
Ya se esperaba un retraimiento del turismo extranjero este
verano, antes de estas advertencias. De hecho, la patronal Exceltur estimó en junio que sólo vendrían a España 11,67 millones de turistas este verano, entre
julio (3,35 millones), agosto (4,14) y septiembre (4,18 millones), que son 17,21 millones menos de los que
vinieron el verano pasado (28,88 millones). Y que en todo el año 2020, llegarán
unos 32 millones de turistas
extranjeros frente a los 83,7 millones que llegaron en 2019. O sea, que este
año, con la pandemia, España perderá 2 de cada 3 turistas extranjeros.
Y uno de cada tres turistas españoles.
Ahora, la pérdida de
turistas puede ser mayor, sobre todo la caída del turismo extranjero en
agosto, hasta que se clarifique el panorama de rebrotes y las cuarentenas. La
pérdida de buena parte del turismo
británico es clave, ya que en agosto de 2019,
el 21,5% de todos los turistas
extranjeros (10,12 millones) llegaron del Reino Unido (2,17 millones). Y el
problema es especialmente grave en Canarias
(donde el turismo británico supone el
43,7% del total en agosto), en Baleares
(28,7% del turismo es británico), Comunidad
Valenciana (25%) y Andalucía
(23,4% de los turistas son británicos). Y la recomendación francesa de no
viajar a España (el 19,92% de los turistas que vienen en agosto
llegan de Francia) hará mucho daño a Cataluña
(30,1% de los extranjeros que la visitan son franceses y 11,3% británicos) y a
la Comunidad Valenciana (30,1% turistas son franceses), pero también a
Andalucía (16,7% turistas vienen del país vecino). Y si se reducen los turistas alemanes, afectará sobre todo a Baleares (26,1%
de turistas) y a Canarias (15,5% turismo es alemán).
Todo este movimiento de cuarentenas y recomendaciones,
traducido en cancelaciones, va a agravar el balance de este verano, que ya se
esperaba malo para el turismo. En junio, Exceltur esperaba que el sector turístico perdiera este año 83.000 millones de ingresos, un 60% de su facturación, un
tercio por la caída del turismo nacional y dos tercios por la caída del turismo
extranjero. Ahora, con los rebrotes y cancelaciones, Exceltur añade otros 8.700 millones a esas pérdidas, una caída total de la
facturación de -91.700 millones, el 63% de
lo ingresado por el sector turístico en 2019. Y si no se recupera el turismo de
negocios y eventos y el turismo urbano en el último trimestre, creen que podrían perder -120.000 millones, el
doble que la banca tras la crisis de 2008.
Este repunte de la
crisis en el sector turístico, por un verano peor de lo esperado, podría agravar la recesión y retrasar la recuperación, que se esperaba ya en el tercer trimestre, por el
empujón del turismo y el consumo. De hecho, la caída del turismo es el culpable
del 57% de la recesión esperada este año (-11,6% de caída del PIB), según el Banco de España, así que si el verano acaba peor de lo previsto, la economía podría caer hasta el -14% este
año. Y eso se traduciría en más paro y más gasto público, en
ERTEs (que hará que prorrogar hasta fin de año) y ayudas a empresas turísticas
(hoteles, compañías aéreas, agencias de viajes), de hostelería y ocio. Así que si
falla el turismo, se complica la recuperación. Y sobre todo en las zonas del país más dependientes del turismo: Baleares (el 45% de su PIB lo aporta el turismo) y Canarias (35% de su PIB), pero también Andalucía (12,46%), Comunidad Valenciana (12,16%) y Cataluña (11,64% del PIB), las otras
autonomías con peso del turismo.
Esta pandemia, además de provocar cierres y despidos, va a acelerar la reconversión del sector turístico, ya iniciada hace años, con la
renovación de instalaciones, la mejora y la digitalización de la oferta. Urge
aplicar un Plan Renove, para modernizar instalaciones en zonas de sol y playa, con una
oferta de más calidad que atraiga a turistas de más gasto. Y avanzar en la revolución digital de la oferta, para no depender tanto de los tour
operadores extranjeros y fomentar el turismo alternativo fuera de temporada. Y también es clave mejorar la formación y el empleo de los trabajadores turísticos, para mejorar
la calidad y el valor añadido de los servicios. Buscando no batir récord de
turistas sino más ingresos.
Hay que volcarse en salvar el sector turístico, primero,
y
reconvertirlo después, porque es nuestra primera fuente de riqueza y
empleo. Pero a medio plazo, habría que buscar ser menos dependientes del turismo, porque nos hace muy vulnerables
como país ante una crisis (pasó en 2008 y se repite ahora). Basten dos datos. Uno, el turismo aporta el 12% del PIB en España frente al 4% de
media en la OCDE, el 7% en Francia, el 6% en Italia o el 4,2% en Alemania. Otro: mantiene el 13% del empleo (2,6 millones), frente al 6% en la OCDE, el 7% en
Francia o el 8,5% en Italia. Somos “turismo dependientes” y
eso nos deja en manos de otros paises.
Tendríamos que cambiar el modelo económico, reducir el peso del turismo y aumentar el peso de la industria, la
tecnología, la innovación, la exportación y las grandes empresas, las bases
de un crecimiento más estable, con más empleo y renta. Porque no es casualidad
que ninguno de los 8 paises más ricos de
Europa sea un país turístico: Luxemburgo (263% del PIB por habitante
UE), Holanda (130%), Dinamarca (129%), Austria (128%), Alemania 123%),
Suecia (121%), Bélgica (118%) y Finlandia
(112%), frente al 91% de España, según los últimos datos de Eurostat (2019).
Este cambio en el
modelo económico no se hace en un año sino en décadas, pero hay que empezar ya .Y los Planes de inversiones y reconstrucción que necesitamos para salir de esta
profunda recesión pueden ser un punto de partida para esa necesaria
reconversión de nuestra economía, para ser un país más competitivo y no sólo la
California de Europa. Debemos aspirar a ser algo más que la playa y la despensa de Europa. Mientras tanto, aprovechemos
estas vacaciones para descansar y “cargar pilas” ante un otoño complicado.
Eso sí, con mucho cuidado, porque el virus sigue ahí. ¡Buenas vacaciones!
No hay comentarios:
Publicar un comentario