A finales de septiembre y en octubre, 27 bancos y Cajas (casi todos) van
a bombardearnos con publicidad para que contratemos un nuevo servicio: transferencias y pagos por el móvil.
La plataforma tiene un nombre raro, Bizum, y su objetivo es canalizar en 5 años casi un tercio de las
operaciones bancarias. Todavía no sabemos lo que costará usarla, porque cada
banco cobrará a su manera el servicio, como los cajeros. La apuesta por los
móviles es el último intento de la banca por evitar que los
grandes de Internet (Google, Apple, Amazon, Facebook…) y las compañías telefónicas se hagan con parte del negocio bancario, como ya están haciendo. Pero los bancos lo
tienen difícil, por su peor imagen y su menor agilidad. La clave del éxito de
Bizum estará en que el pago por móvil sea sencillo,
rápido, barato y seguro. Y ojo: usemos la tecla de los
pagos y transferencias con moderación,
porque luego hay que pagarlo.
enrique ortega |
En el mundo hay más móviles
que habitantes: 7.300 millones de móviles a finales de 2015, el 45% de ellos inteligentes (smartphones), según el informe Mobility Repport de Ericsson, que anticipa 9.000 millones para 2021. Y lo mismo pasa
en España,
que es un paraíso de los móviles inteligentes: ya lo tienen el
88% de los adultos, lo que nos convierte en el segundo país del mundo
con más penetración de los smartphones, sólo por detrás de Singapur (92%) y por
delante de la media de los paises de la Unión Europea (78% de penetración),
según un estudio de la Consultora Deloitte. Estos teléfonos inteligentes se usan para
casi todo menos para hablar, sobre todo para acceder a Internet y a las redes
sociales, para bajarse vídeos, canciones y noticias y, cada vez más, para comparar
ofertas y comprar online, apoyados en una tarjeta de crédito.
De hecho, el 21,7% de los españoles realiza ya compras y pagos a través del móvil,
la cuarta parte de ellos a través de monederos virtuales (“wallets”), el medio
de pago que más crece en todo el mundo. Y aunque todavía España es un país
donde nos gusta pagar en metálico (el
84% de las compras se hacen a tocateja, según un estudio de la consultora PWC), todo apunta a que el futuro es de los pagos a través
de Internet y sobre todo vía móvil. De hecho, un estudio
de la consultora Accenture vaticina que 3 de cada 4 transacciones de dinero serán “online” o a través del
móvil para 2.020. Y otro estudio de la consultora Forrester apuesta porque los pagos por móvil se van a triplicar en Estados Unidos: pasarán de los 50.000 millones de
dólares actuales a 142.000 millones en 2019.
Así que el móvil
no sólo está cambiando nuestras vidas sino que va a cambiar el mundo del dinero
y se convertirá en un gran negocio. Los gigantes de Internet ya lo vieron
hace años y por eso se adelantaron a la banca en ofrecer pagos a través de
Internet y el móvil, sobre todo en Estados Unidos. Google fue el
pionero, lanzando en 2009 Google Wallet, un monedero virtual que mejoró en 2013, con una tarjeta de débito prepago. Y en mayo de 2015 ha lanzado en EEUU el servicio Android Pay. Apple, con más de 200
millones de tarjetas almacenadas en iTunes, lanzó también en octubre de 2014, en
EEUU, su servicio Apple Pay, un sistema de pago interactivo para los iPhone que no está
disponible en España. Facebook, la
red social con 1.500 millones de
usuarios, lanzó en marzo de 2015, en EEUU, un servicio para hacer transferencias a través de la plataforma de mensajería
de la red social (Messenger) y está por ver si lo integra en su exitosa WhatsApp.
Y Twitter permite también hacer pagos gracias a una aplicación para el móvil lanzada en marzo de 2015 por el
banco Barclays.
En paralelo, otras empresas
tecnológicas se han lanzado a ofrecer compras online con tarjetas. La
pionera, en el año 2.000, fue PayPal
(eBay), que ya tiene 128 millones de cuentas activas en todo el mundo, con las
tarifas más baratas para compras
y envío de dinero persona a persona. Amazon
lanzó en agosto de 2014 un lector de tarjetas de crédito que conectado a un
móvil o una tablet permite a pequeños negocios aceptar pagos. Y las empresas
chinas Alibaba
y Tencent o la japonesa Rakuta ofrecen también desde hace años plataformas de
pago a través de móviles, como la mayoría de las empresas que venden por
Internet.
Las grandes empresas
de telefonía también se han lanzado a este negocio. Vodafone ofrece su monedero electrónico para pagos (Vodafone Wallet) desde 2014 en Reino Unido, Alemania, Italia, Holanda y España. Y en
noviembre de 2015 renovó su aplicación para permitir el pago con móvil asociado hasta con 5 tarjetas
de crédito o débito diferentes. El servicio es compatible con los principales
teléfonos Android y cuenta ya con 600.000 usuarios en España (lo aceptan Vips,
Starbucks, Repsol o Mercadona) y 2,4 millones en Europa. También Orange ofrece el servicio de pago por
móvil Orange Cash. Y Samsung ha lanzado este mes de junio su sistema de pago por móvil (Samsung Pay) en España,
cuarto país donde funciona el servicio.
Mientras todo esto ha ido pasando en el mundo digital, la banca no ha sido capaz (ni en España ni en Europa) de lanzar iniciativas de éxito que aprovecharan el boom de Internet
y de los móviles para canalizar pagos. No fue hasta finales de 2013 cuando dos
grandes bancos lanzaron sus "apps"
para operar y pagar a través del móvil: BBVA
Wallet y La Caixa Wallet (en
colaboración con Movistar, Vodafone y Orange). Ahora ya, casi todos los bancos
y Cajas tienen su aplicación móvil, pero sin mucho éxito. En 2014, CaixaBank y
Santander (con Movistar) intentaron hacer una apuesta conjunta por el pago
móvil, lanzando Yapp,
una plataforma que acabó cerrando en junio pasado, tras perder 8 millones de
euros.
A la vista de ese fracaso,
la banca española “se ha puesto las pilas”, presionada por el Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE),
preocupado por crear una gran plataforma tecnológica europea que salve el
futuro de la banca continental. Y así, en julio pasado se creó una plataforma integrada por 27 bancos y Cajas españoles (el 95%), invirtiendo más de
100 millones de euros para lanzar Bizum,
un servicio de transferencias y pagos por móvil de la banca, con requisitos
técnicos homologados con Europa,
donde ya están en marcha plataformas similares en Reino Unido, Suecia y otros
países.
La plataforma Bizum está en pruebas y se va a lanzar en tres fases, una vez que cada banco la difunda entre
sus clientes. La primera, a finales de septiembre o principios de octubre, en
que se pondrán en marcha las
transferencias de dinero entre particulares a través del móvil. No hará falta saber el número de cuenta del
otro, sólo introducir su móvil y el importe de la transferencia, que le llegará
al instante (no al día siguiente, como ahora). Y si el destinatario no tiene
smartphone, le llega igual: basta que tenga móvil inteligente el que lo envía
(hasta un máximo de 500 euros). En octubre se pondrá en marcha el segundo
servicio, el pago con móvil en compras
online (compras de 50 céntimos a 500 euros), sólo con indicar el número de
móvil y una clave que se dará al cliente. Y para diciembre de este año, Bizum
permitirá también las compras en
comercios y tiendas físicas, acercando el móvil al TPV e introduciendo la
clave que habrá dado el banco o caja al cliente. Todo ello con la máxima
seguridad y con garantías en caso de que nos roben o perdamos el móvil.
La clave ahora va a estar en el precio del servicio. Los
responsables de Bizum no han querido
decir lo que nos van a cobrar por estas transferencias y pagos por móvil,
argumentando que será una decisión de
cada banco o Caja, como pasa ahora con las comisiones de los cajeros. Y
además, la Comisión de la Competencia (CNMC) está vigilante, porque al ser un servicio que ofrecerán el 95% de los
bancos, existe el riesgo de que se pongan
de acuerdo para fijar las condiciones al cliente y no compitan de verdad entre
ellos (como ha pasado con los cajeros).Otro problema va a estar en las tiendas: actualmente, muchas pymes no tienen tienda online y muchas de las tiendas físicas (un 25%) carecen
todavía de TPV que admita el pago sin contacto (Contact less), por lo que
tendrán que colocarse con urgencia para que Bizum avance.
El
objetivo de la banca española
con Bizum es que en 5 años canalice unos 10 millones de clientes, el 30% de los usuarios de la banca, con
una media de 200 millones de operaciones al año, que moverían unos 6.000
millones de euros. Una apuesta difícil pero clave para la banca, que necesita
reducir costes y oficinas y trasladar una gran parte de su operativa a la
banca online y al móvil. De eso van a depender en buena medida sus resultados
futuros. Pero mientras, los demás competidores no bancarios no están parados y van a seguir avanzando para “robar” a la banca una
parte creciente de su negocio financiero, primero en EEUU y luego en Europa y España.
Precisamente, la multinacional de las telecomunicaciones Orange acaba de informar que va a lanzar un servicio de banca móvil, a
principios de 2017 en Francia y en 2018 en España, Bélgica y Polonia. Para ello
ha creado Orange Bank, comprando el 65% de Groupama Banque, con objeto de
ofrecer a sus clientes telefónicos una completa oferta bancaria. Y este mismo verano,
Telefónica Deutschland (la filial de Telefónica en Alemania) ha entrado también en
el negocio de la banca móvil lanzando O2
Banking, una cuenta bancaria para sus clientes que comercializa junto con
la entidad alemana Fidor Bank y que permite realizar múltiples operaciones
bancarias, con créditos y tarjetas. En América, Telefónica también ofrece servicios
financieros en Brasil y Perú. De momento, no los ofrece en España, para no “molestar”
a sus dos principales accionistas, BBVA (6,96%) y CaixaBank (5,44%).Pero los
expertos creen que hacerlo será sólo
cuestión de tiempo, como la ampliación de servicios bancarios de Vodafone. Y ya
hay grandes empresas, como Inditex,
que admiten el pago por móvil, mientras se espera que Google, Apple, Amazon o Facebook amplíen
su oferta “bancaria”.
Así que la banca española se tendrá que tomar muy en serio el lanzamiento
de Bizum y facilitar su implantación entre los usuarios, para sobrevivir en el futuro ante los gigantes de Internet y las telecos. De entrada, lo
tienen difícil, por varias razones. Primera, porque los clientes de Google, Apple,
Amazon o Facebook se cuentan por millones: hay 3.500 millones de internautas y
30 millones en España, cada vez más activos. Segunda, porque esas empresas conocen perfectamente a sus usuarios (aficiones, gastos, incluso su
geolocalización), mucho mejor que la banca. Y tercera y fundamental, porque
tienen una excelente imagen
entre los internautas: muchos las consideran empresas que “defienden valores”, no un negocio más. Y eso supone una gran
ventaja respecto a la banca, que tiene
una pésima reputación en España, sobre todo tras este crisis (“la reputación de la banca está bajo
mínimos.es un problema muy serio”, ha dicho el consejero delegado de CaixaBank, mientras la propia patronal AEB ha llegado a decir que “la banca corre
el riesgo de perecer si no recupera la confianza del cliente”).
Vivimos enganchados a Internet y al móvil y las compras y pagos no podían quedar al margen. Se trata de un gran
negocio por el que van a seguir peleando los grandes de Internet y las telecos
mientras ahora lo intentan con más medios bancos y Cajas. Al final, unos y
otros buscan ganar dinero con nuestras compras y transferencias. Y
nos las van a poner cada vez más fáciles. La clave va a estar en ofrecer un
servicio ágil, rápido y seguro, porque la seguridad es la principal preocupación de los usuarios. Pero ojo,
deberíamos tener otra: no lanzarnos a comprar o mover dinero dándole sin pensar
a la tecla del móvil. No gastar más porque ahora sea más fácil. Es "una gran tentación". Podemos acabar
más endeudados con el móvil, como ya pasa con las tarjetas y los créditos rápidos. Ojo
a “darle al dedo”: luego hay que pagarlo.
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