El fútbol español
empieza a entrar en vereda, ajustando
fichajes millonarios y plantillas, forzados por la caída de ingresos. Pero aun así, la mayoría de los clubs están en bancarrota, con pérdidas, muchas
deudas y una docena en concurso de acreedores. La UEFA y la LFP les han
dado tres años para recortar gastos y
acabar con las deudas, bajo amenaza de expulsarlos
de la competición. Pero lo que falla es el modelo de negocio del fútbol: altísimos sueldos de los jugadores,
costes crecientes y escasos ingresos, salvo el Madrid y el Barça, los
dos mayores clubs del mundo. Y así, o se cambia
el esquema de ingresos (con un mejor
reparto de los derechos de TV) o se verán abocados a la crisis y al cierre.
enrique ortega |
Por primera vez en más de una década, las cinco grandes Ligas europeas han reducido el gasto en fichajes este invierno, un 45%. Y la que más, la Liga BBVA, donde el gasto en fichajes ha bajado de 30 a 6,5 millones (-79%), la cifra más baja de los últimos 13 años, según el informe Football Transfer Review. Sólo el Sevilla ha pagado 6,5 millones por Reyes (3,5) y Baba (3) y las otras 22 adquisiciones se han realizado por cesiones o traspasos a coste cero. Y casi todos los equipos han aligerado plantillas (-3%), incorporando canteranos sin coste.
Se espera que esta tendencia continúe y que apenas haya fichajes este verano, por
la crisis en los ingresos de los clubs:
muchos están jugando sin haber logrado un patrocinio
para sus camisetas y sin contar los de 2ª con las subvenciones de autonomías, Ayuntamientos y Diputaciones, por los
recortes. También han caído los ingresos por entradas y los equipos tienen problemas para refinanciar su deuda (4.000 millones) y pagar los 752 millones que deben a Hacienda, que tiene a punto un Plan para que el fútbol le pague. Un
negro panorama que ha llevado a 27 de los
40 clubs a suspender pagos desde 2004, con 12 clubs todavía en concurso de acreedores (6 en Primera: Zaragoza,
Mallorca, Betis, Rayo, Granada y Racing).
Ahora, los clubs han visto las orejas al lobo con la nueva normativa de la UEFA (Finantial Fair Play) para intentar poner orden en la bancarrota del fútbol
europeo (la mitad de los clubs pierden dinero, más de 1.200 millones de
euros). La norma, adaptada a España en julio de 2011 por la LFP, da tres años a los clubs para recortar sus pérdidas y sus deudas,
con lo que en la temporada 2014-2015
no podrán tener deudas con jugadores, otros clubs o instituciones, so pena de
exponerse a sanciones e incluso al descenso de categoría o la expulsión de la
competición. Para ello, los clubs
han de enviar ya este año sus cuentas auditadas, con dos principios: la deuda
neta no podrá superar el 100% de sus ingresos y los gastos
en jugadores no podrán superar el 70% de sus ingresos.
Este Reglamento de la LFP es un buen
principio para acabar con el despilfarro del fútbol, pero hace falta un nuevo modelo de negocio,
que huya del cuento de la lechera:
ficho jugadores más caros para estar en competiciones europeas cuyos
ingresos me van a ayudar a pagarlos. Luego,
los goles no entran y se pincha la
burbuja, en forma de pérdidas (4
temporadas ya, con 385 millones anuales) y una deuda que duplica lo que facturan. Y es que las cuentas no pueden salir en un negocio que gasta 113,2 euros por cada 100 que ingresa.
Las cuentas sólo les salen bien a los dos grandes, Madrid y Barça, que por tercer año
consecutivo son los mayores clubs del mundo, aunque
están muy endeudados (659 millones Madrid y 548 el Barça). Facturan 479,5 millones el Madrid y 450,7 el Barça, a gran
distancia del tercero (Manchester United, 367 millones) y muy lejos de los
otros grandes españoles (el Valencia,
en el puesto 19, con 116,8 millones y el Atlético,
en el 21, con 99,9). Su “secreto” es triple: una gran masa
social de aficionados (25% ingresos por entradas),
fuertes ingresos por patrocinio y
publicidad (35%) y, sobre todo, los ingresos
por televisión (38-40%). Un esquema que no
pueden replicar la mayoría de clubs de Primera y ninguno de 2ª y 2ª B, donde la situación es angustiosa,
con impagos y amenazas de cierre.
La clave de futuro pasa por ajustar los gastos de verdad, en un sector donde la mitad de los 1.000 jugadores de 1ª y
2ª ganan un millón de euros al año, 50
superan los 4 millones y hay 10 (como Ronaldo o Mesi) que ganan 10 millones o
más. Y luego están los sueldos y gastos
de directivos. Y los ingresos
camuflados de operaciones urbanísticas dudosas. También tienen que mejorar
su política de captación de espectadores: la Liga española
lleva 24,5 millones a los campos frente a casi 43 en Alemania o 34 en
Inglaterra. Y sobre todo, la clave es un
mejor reparto de los derechos de televisión.
El reto es doble.
Por un lado, aumentar el pastel de los ingresos, cambiando horarios para
vender mejor los partidos en EEUU, Latinoamérica (la LFP es líder) y Asia (en
China, la LFP es la más vista después del fútbol local) y mejorar los derechos
de explotación. El Gobierno Rajoy está pensando en suprimir el partido en abierto (que trajo Álvarez Cascos), lo que
aumentaría ingresos televisivos. Y luego está el reparto, que hoy beneficia a Madrid
y Barca (se llevan 367,2 millones de los 650) y apenas llega a los pequeños (12 millones al Granada, Rayo o Getafe,
por ejemplo). La propuesta de la LFP
es centralizar la gestión de estos
derechos (ahora lo hacen los clubs con Mediapro) y repartirlo más equitativamente, pero eso no podrá cambiar hasta
2014, ya que antes están vendidos. Y para entonces, con la crisis de TVE y las autonómicas, quizás las
televisiones que pujen paguen menos a los clubs.
En definitiva, un
inicio de “ajuste” en el fútbol, pero la
crisis sigue ahí y no se ve una salida fácil a corto plazo. Incluso se
habla de que podrían caer algunos clubs
en los próximos tres años. Tienen que seguir pinchando la burbuja y saneando
sus cuentas, sobre todo los salarios de escándalo.Pagar sus deudas con Hacienda y la Seguridad Social, como los demás, y depurar la mala gestión,
que no podemos pagar los contribuyentes. Tienen
que hacer un ajuste de verdad. Como
todo el país, aunque sea el deporte rey.
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