jueves, 11 de julio de 2024

España, un país de bares y restaurantes

En junio, casi la mitad del empleo nuevo se creó en la hostelería (+32.030 ocupados), gracias al dinamismo de bares y restaurantes, llenos cada día. España es el país de Europa con más bares y restaurantes, aunque hay menos bares que en 2010 pero muchos más restaurantes. Entre ambos, dan trabajo a 1,4 millones de personas. Todo apunta a que el sector irá a más, porque el 70% de los españoles come y bebe fuera de casa, cada vez más, a pesar de la fuerte subida de precios en la hostelería. La tendencia, tanto en bares como en restaurantes, es una mayor especialización y al auge de las cadenas y grandes empresas, que ya suponen un tercio de la facturación en restauración. Falta mejorar la formación del personal y la productividad del sector, aún baja. Y cada vez habrá más competencia, lo que provocará múltiples cierres y aperturas. Una “criba” drástica en la hostelería, propiciada por Internet y las redes sociales. Menor bares y restaurantes tradicionales y más locales "de diseño".

                      Enrique Ortega

España es un país con una arraigada tradición de frecuentar bares y restaurantes, que están por todas partes en pueblos y ciudades, algo que “choca mucho” (y atrae) a los turistas extranjeros que nos visitan. De hecho, España es el país del mundo con más bares y restaurantes, 1 por cada 209 habitantes, más del doble que en Francia (1 por 350 habitantes) o Reino Unido (1 por 500). Y también somos el país europeo que más gasta (en porcentaje) en bares, restaurantes y hoteles: el 11,3% del gasto por persona, el doble que la media europea (6%) y el triple que Alemania (4%), según las estadísticas de Eurostat.

El gasto de los españoles en bares y restaurantes cayó con la crisis de 2008 y empezó a recuperarse en 2015, hasta que volvió a caer en 2020 y 2021, por la pandemia. Pero ya se ha recuperado con creces, según la última Encuesta de Presupuestos Familiares (INE): el gasto en restaurantes y hoteles es la 4ª mayor partida de gasto familiar, 3.311 euros en 2023 (el 10,22% del gasto total), sólo por detrás del gasto en vivienda, luz y agua (se lleva el 31,8% del presupuesto familiar), en alimentación y bebidas (17,9% del gasto) y transporte (11,6% del gasto familiar). Si restamos el gasto en hoteles, el gasto familiar en bares y restaurantes fue de 2.804 euros en 2023, un 8,60% del gasto total, superando ya el gasto de 2019 (2.478,09 euros, el 8,19% del gasto total). Y el gasto por persona en bares y restaurantes es de 1.128 euros, el 8,6% del total (8,4% en 2019).

Los españoles tenemos muchos más bares y restaurantes que el resto de europeos y además los visitamos mucho más: acudimos a beber o comer fuera de casa una media de 175 veces al año (eran 186 veces en 2008), frente a 150 veces los franceses o alemanes y 258 veces los italianos, según datos de la consultora NPD Group. Pero, curiosamente, gastamos más que el resto de europeos en “beber y alternar” y menos en comer fuera de casa:  800 euros de media en restaurantes, por detrás de Italia (1.044 euros), Alemania (989 euros), Reino Unido (975 euros) y Francia (851 euros).

La recuperación de bares y restaurantes, tras el duro bache de la pandemia, ha venido de la mano de una mayor apuesta de los españoles (y europeos) por el turismo y el ocio, por salir y viajar más tras los confinamientos. Así, los datos de 2023 reflejan que han seguido creciendo en España los bares y restaurantes, un sector que aporta el 3,9% del valor añadido a la economía, que supone el 7% de las empresas y del empleo y que ingresa el 9% de toda la facturación en España del sector servicios, según un reciente informe de CaixaBank Research, que resume así el sector: 264.000 establecimientos, de los que dos tercios son bares y cafeterías (62%), casi un tercio (31%) son restaurantes y el 7% restante son servicios de catering, de comidas y bebidas para eventos y domicilios.

La pujanza de la restauración no puede ocultar la evolución interna en los últimos años, donde se ha reducido el número de bares y han aumentado mucho los restaurantes, según el estudio de CaixaBank Research. Así, en 2023 había en España 148.200 empresas de bares y cafeterías, frente a 202.699 bares y cafeterías en 2010 (-54.499 empresas, un 26,88% menos), lo que supone que han desaparecido 1 de cada 4 bares y cafeterías que había hace 13 años. Por el contrario, hay 69.410 restaurantes (2023), 10.406 más que en 2010 (había 58.950 restaurantes), lo que indica que casi 1 de cada 5 restaurantes actuales son nuevos, no existían hace 13 años. Y también ha aumentado “la tercera pata” del sector de la restauración, los servicios de catering: han pasado de unas 10.000 empresas en 2010 a 14.218 empresas en 2023, un crecimiento superior al 40%.

De estas 231.828 empresas de restauración en España (1 por cada 209 habitantes) la mayoría son propiedad de personas físicas  (el 63%, más que en el conjunto de la economía, donde son el 57%) y dominan las “microempresas”: el 91,5% de los bares, restaurantes y servicios de catering tienen menos de 9 empleados, según CaixaBank Research. Y las grandes empresas de restauración, con más de 250 empleados, suponen sólo el 0,05% del total, pero aportan el 17% del valor añadido del sector y mantienen el 21% del empleo total del sector. En los últimos años, hay una mayor concentración del sector, con menos empresas familiares y más grandes empresas, que copan nuevos bares y restaurantes.

El número de empresas de restauración (bares, restaurantes y servicios de catering) ha bajado desde 2013 (de 258.850 a 231.828), pero la facturación del sector ya se ha recuperado del bache de la pandemia: en 2023, facturaron 230.000 euros por empresa, un 11,11% más que en 2019 (207.000 millones), según el estudio de CaixaBank. Pero esta recuperación ha sido desigual. Los bares y cafeterías facturan 127.000 euros por empresa, +6% que en 2019. Y los restaurantes facturan más del triple, 436.000 euros por empresa (+18% que en 2019). La facturación por empresa ha crecido porque bajó el número de empresas y subieron los precios, sobre todo en 2022 y 2023. Y, sobre todo, por el récord de turistas: el 30% de locales de restauración dependen del turismo, tanto nacional como extranjero. Y el 10% de los ingresos de toda la restauración depende del turismo internacional, que bate récords año tras año.

La restauración en España no sólo factura más cada año (con menos bares y más restaurantes), sino que además ofrece un servicio con más calidad. Una forma de medirlo es el número de restaurantes con estrellas Michelín, que ha aumentado un 43%: de 190 que la tenían en 2019 a 272 en 2023, lo que nos coloca como el 4º país europeo con más restaurantes con estrella (tras Francia, con 636, Italia con 395) y Alemania, con 340 restaurantes premiados). Tienen 1 estrella 223 restaurantes españoles, dos estrellas otros 34  y 3 estrellas tienen 15 restaurantes, siendo España el 2º país europeo con más restaurantes con 3 estrellas Michelín, tras Francia (27 restaurantes).

El sector restauración es, con los hoteles y la información, el que más empleo ha creado en los últimos años. En el primer trimestre de 2024, los bares, restaurantes y catering empleaban a 1.380.968 trabajadores, +54.955 empleados más que antes de la pandemia y +357.712 ocupados en la restauración que en 2010 (+35%), según CaixaBank Research. Las regiones con más empleo en el sector son Andalucía (241.150 trabajadores), Cataluña (211.950), Madrid (172.900), Comunidad Valenciana (153.100), Canarias (98.850), Galicia (65.600), Baleares (58.575) y Castilla y León (53.675 ocupados en restauración).

Lo más destacado del empleo en restauración es que ahora es mucho menos precario, tras la reforma laboral aprobada en 2021. Así, el porcentaje de empleos temporales en la hostelería (incluye alojamiento y restauración) ha caído del 36,7% en 2019 al 7,7%, gracias al aumento espectacular de los contratos fijos discontinuos: los trabajadores de bares y restaurantes tienen un contrato fijo y trabajan unos meses al año, cobrando el paro el resto. Además, estos trabajadores están ahora mejor formados y un 27% se matriculan en cursos de FP Superior. Y destaca el creciente peso de los trabajadores extranjeros: son el 26,2% de los trabajadores de la restauración, más que en 2019 (23,3%) y el doble de los trabajadores extranjeros en la economía (11,1%), según CaixaBank Research.

El punto negro del sector restauración es su baja productividad (VAB por empleado) : su índice es 42 sobre 100, menos de la mitad que toda la economía (100) y la más baja del sector servicios (la hostelería tiene un índice 55 y el comercio 85). Los expertos señalan varias recetas para mejorar la productividad de bares y restaurantes: mejorar la formación de los trabajadores (habilidades técnicas, gestión del negocio y servicio al cliente), aumentar el tamaño de las empresas (las grandes suelen ser más productivas) y mejorar la innovación tecnológica del sector, con mejores sistemas de gestión de pedidos y reservas, la automatización en las cocinas o con nuevas herramientas de análisis de datos.

Los establecimientos de restauración están muy repartidos por todo el territorio, aunque se concentran más en las zonas turísticas y las más pobladas, pero también en la España rural, donde ejercen el papel de “vertebrar el territorio”. Tal es así que la España vaciada se identifica con la España sin bares: 1 de cada 5 municipios (el 18%) carece de un bar, aunque en ellos sólo vive el 0,30% de la población española. La media española está en 3,05 bares por 1.000 habitantes. Curiosamente, las provincias con más bares por 1.000 habitantes están en el interior: son León (3,5), Salamanca y Zamora (3,4), Palencia (3,3) Ávila y Burgos (3), seguidos de Baleares y Asturias (3), Orense (2,9) y Segovia (2,8 bares por cada 1.000 habitantes). Y los pueblos con más bares son Sallent de Gallego, en Huesca (15,7 bares por 1.000 habitantes), Comillas, en Cantabria (9,8) y Peñíscola, en Castellón (9,4).

Lo que alimenta el negocio de la restauración es la tendencia de los españoles a consumir más bebidas y comidas fuera de casa, por tradición y como forma de” socialización” y ocio. De todo el consumo de alimentación y bebidas en 2023, el 12,6% ya se hizo fuera de casa, un gasto de 34.941 millones, una media de 1.001 euros por persona al año (el 67% en comida y el 33% en bebida), según el Anuario del Ministerio de Agricultura 2023, que revela una ligera bajada de comidas y cenas y un aumento de los desayunos hechos fuera de casa. La tendencia a comer y cenar fuera está muy extendida, como revela que el 70% de españoles comieron o bebieron fuera de casa en 2023, para “socializar” y para “evadirse y disfrutar”, a pesar de la fuerte subida de precios: saltó del +1,2% en 2021 al +4,5% en 2022, del +6,7% en 2023 y el +4,8% en mayo de 2024, según el INE, aunque este verano subirán todavía más.

La tendencia de salir a bares y restaurantes está muy afianzada y crecerá. En mayo de 2024, un 50% de los consumidores comen en un restaurante al menos una vez por semana (+28% que hace un año), según Horeca. Y el 44% de las personas desayunan a media mañana en un bar o cafetería, porcentaje que sube hasta el 73% en el caso de los trabajadores . Y aunque un 46% de empleados lleva “la tartera” al trabajo, un 43% opta por comer en un bar o restaurante (+19% que hace un año). Y los fines de semana, el 74% de españoles toma el aperitivo, un 57% sale de cañas o copas por la tarde y un 55% por la noche. En los últimos meses, aumenta más el ocio diurno que nocturno, que casi la mitad prefiere salir a comer que a cenar y que se adelantan las horas de beber y comer fuera.

Otra tendencia, según el Observatorio de Marcas (KPMG),  es el auge de la comida para llevar y el ascenso de los restaurantes de comida rápida, con un peso creciente de las cadenas de bares y restaurantes: la “restauración de marca”, con 40 grandes empresas, ha conseguido ya un 30% de cuota de mercado en bares y, sobre todo, restaurantes. Y esperan seguir abriendo locales y creando nuevos empleos en 2024, empujados por el peso creciente del ocio y los récord del turismo nacional y extranjero. Respecto a los clientes, cada vez apuestan más por la digitalización (en reservas, cartas con códigos QR y valoraciones a posteriori) y la sostenibilidad, popularizándose los menús bajos en calorías, con productos de temporada y vegetarianos.

En definitiva, hay una fiebre por salir de casa y de la ciudad donde vivimos que alimenta el negocio de los bares y restaurantes, consolidando el sector en España. Un sector, la restauración, cada vez más profesionalizado y sofisticado, con fuertes inversiones y una oferta muy variada, que pretende no sólo ofrecer comida y bebida sino “una experiencia”, con locales de moda y cartas cada vez más diversificadas (y más caras), con la ayuda de Internet y las redes sociales. Y con un auge de la comida a domicilio, que busca convertir nuestras casas en restaurantes a la carta . Nada que ver con los bares y restaurantes “de siempre”, cada vez más difíciles de encontrar (y muchos, sin “relevo generacional”). Mientras seamos un país al que le gusta vivir en la calle, ir a las terrazas y comer fuera, los bares y restaurantes seguirán creciendo, al amparo del “boom turístico”. El problema es que la oferta será cada vez menos propia, menos “typical spanish” y más internacional, más “industrializada”. Es lo que viene.

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