Hay que aplaudir
la primera medida del Gobierno Rajoy que no es un recorte,
sino un gasto: 150 millones para el Plan PIVE 2, que ayuda con 2.000
euros al que compre un coche nuevo de bajo consumo. Un Plan que ya ha
funcionado bien en 2012 y que conseguirá
vender 70.000 coches más en 2013.
Pero es
insuficiente. España, segundo fabricante de Europa, ha dejado de producir un tercio de los
coches que fabricaba, en perjuicio del empleo
y las exportaciones. Las empresas
piden un Plan de inversiones y ayudas
fiscales, logísticas y tecnológicas para fabricar un millón de coches más. Costaría
500 millones, pero aportaría en
impuestos, actividad y empleo diez veces
más. Es un buen ejemplo de la receta para salir de la recesión:
gastar para reactivar la economía y así recaudar más y gastar menos en paro.
Pero no les entra en la cabeza.
enrique ortega |
2012 ha sido un año para olvidar en la industria del
automóvil, en España y en Europa, con las peores ventas desde
1.995 (12 millones de coches, -8,2%),
mientras el sector se recuperaba en Estados
Unidos (14,5 millones de coches,
+13%), gracias a las ayudas
de Bush-Obama en diciembre de 2008 (12.500 millones de euros). En Europa,
se han cerrado 5 fábricas y se han perdido 30.000 empleos, por la caída de
ventas en Francia (-13,9%), Italia (-20%), Grecia (-40%), Portugal (-38%),
España (-13,4%) e incluso Alemania (-3%), creciendo sólo Gran Bretaña (+5,3%).
Los fabricantes con mayor caída de ventas son los franceses
(-19,1% Renault y -12,9% PSA Peugeot Citroën), General Motors (-13,8%) y Ford
(-13,2%), aguantando mejor Volkswagen (-1,6%), BMW y Mercedes (-1,8%).
España,
segundo fabricante de coches europeo (tras
Alemania) ha sufrido la fuerte caída de ventas interiores (-13,4%, 699.589
vehículos matriculados, la mitad que en 2008) y la crisis del mercado europeo,
con una mayor caída de las exportaciones (-18,48%, 1,72 millones de coches
exportados). Con todo, las 17 fábricas
españolas de coches han aguantado mejor que las de otros países, gracias a su competitividad, a la flexibilidad sindical y ayudas que hemos pagado
todos: 1.264 millones en subvenciones y préstamos más ayudas laborales, para
que hicieran ERES parciales (11.200 trabajadores, uno de cada cinco empleados
fueron al paro días o meses en 2012). Con ello, se salvó la mayoría del empleo
y se recibieron más de 2.000 millones de
nuevas
inversiones para Almusafes (Ford), Iveco-Fiat (camiones), GM, PSA,
Volkswagen y Seat. Y sigue Nissan, adjudicando un nuevo coche a Barcelona en 2013.
A todo ello contribuyó también el Plan
PIVE, aprobado en octubre, que destinó 75 millones de ayudas públicas
para subvencionar con 1.000 euros (las marcas ponían otros 1.000) la compra de
vehículos poco contaminantes (60% del mercado), siempre que se achatarrara el coche viejo. Ha permitido
vender 26.000 coches extras, generando una recaudación adicional de
100 millones, 300 millones de impacto económico y mantener 4.500 empleos. Un buen balance que, junto a la presión
de los fabricantes (irse a otro
país) ha llevado al Gobierno a prorrogar
el Plan un año más, con 150 millones. Se espera que el Plan
PIVE 2, para cambiar coches y
vehículos comerciales con más de 7 años, traerá unas ventas extras de 70.000 coches,
que suponen una recaudación extra de 280
millones y 10.000 empleos asegurados.
Otra buena inversión.
Pero es insuficiente.
Con el Plan
PIVE 2 se esperan vender en
2013 unos 150.000 coches más, sobre 850.000.
Y con un ligero repunte de las
exportaciones, se pasaría de fabricar 1,97 a 2,2 millones de coches. Todavía
pocos para un sector que ha perdido un tercio de su producción con
la crisis: España fabricó
más de 3 millones de coches entre 2000 y 2004. Y lo más importante: si las fábricas españolas no espabilan, hay otras 152 fábricas en Europa (y
muchas más en el mundo) dispuestas a “robarnos”
la fabricación de los coches del futuro.
Y España tiene dos
hándicaps. Uno, que estamos
en un extremo de Europa, lo que encarece un 10% el transporte a los principales
mercados. Y dos, que fabricamos coches del
segmento medio/bajo, con menos
márgenes, aunque ahora con la crisis
se venden mejor: cuatro
de los diez modelos más vendidos en Europa en 2012 se fabricaron en España
(Volkswagen Polo, Opel Corsa, Renault Clío y Renault Megane).
Con todo, la industria española del automóvil
es una
de las más competitivas de Europa y
del mundo, por tecnología, diseño,
organización y costes. Pero necesitaría
un fuerte empujón para consolidarse
y volver a producir 3 millones de coches al año. Por eso, las empresas han pedido al Gobierno un
conjunto de medidas, en el Plan 3 millones: menos impuestos al automóvil (somos el
único país europeo con impuesto de matriculación), más créditos ICO a empresas y concesionarios, endurecer el control de vehículos sin ITV (2 millones
circulando), mejorar las infraestructuras
y la logística (trenes y autopistas del mar), impulsar la investigación y el diseño, mejorar la formación y el marco laboral y reducir
los mayores costes energéticos (luz y
gas).
Este Plan costaría 500
millones de euros, pero generaría
muchos ingresos adicionales:
fabricar un millón de coches más (cada coche aporta 4.000 euros en impuestos),
generar 73.000 empleos (dedicar 800 millones menos a pagar desempleo), aumento
de divisas por exportaciones (+4% hasta 2015) y un mayor crecimiento de las industrias
auxiliares, desde concesionarios
(3.000+ 4.600 empresas
de compraventa) y talleres
(43.600, el doble que en Alemania) hasta empresas
de recambios y aseguradoras. Y el ahorro
de petróleo por renovar el parque
(el 43% de vehículos tienen más de 10 años). O sea, que invertir 500 millones aportaría diez
veces más en ingresos fiscales, empleo, ahorro de energía y más actividad.
El automóvil es un sector clave para España. La segunda
industria del país (tras el turismo), supone el 10% de la economía (PIB)
y 9 de cada 100 empleos. Aporta 24.000
millones al año en impuestos (la mitad de lo que se recauda por IVA), es nuestro segundo sector exportador (somos
el 6º exportador de coches del
mundo), atrae más de 1.000 millones al año de inversiones extranjeras y aporta el 12% de la inversión en tecnología.
Una industria moderna y muy competitiva, que debe ser uno
de los motores de la recuperación
en 2014. Pero para eso, hay que gastar más ahora, 500
millones, que no es nada comparado con los 120.000 millones dedicados a sanear
la banca,
los 5.200 millones para las autopistas,
los últimos 2.200 millones del crédito extraordinario para las eléctricas, los 951
millones que nos cuestan las televisiones
autonómicas, los 3,4 millones a las Fundaciones
de partidos políticos….
Estamos ante un
ejemplo claro de que se puede hacer
otra política para salir de la
crisis. Que frente a los recortes,
hay otra receta: invertir en
sectores con futuro, gastar ahora para
recuperar después mucho más, al haber más
actividad, en más recaudación y menos
gasto en desempleo. El Plan PIVE
lo ha demostrado y por eso hay que darles un
empujón de verdad, con el Plan 3 millones. Gastar ahora para recoger después,
como hizo EEUU
con su industria del automóvil. No
más recortes, que sólo traen menos recaudación y más paro. Prueben con el automóvil a ir por otro
camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario