miércoles, 13 de febrero de 2013

Plan PIVE 2: un insuficiente empujón al automóvil


Hay que aplaudir la primera medida del Gobierno Rajoy que no es un recorte, sino un gasto: 150 millones para el Plan PIVE 2, que ayuda con 2.000 euros al que compre un coche nuevo de bajo consumo. Un Plan que ya ha funcionado bien en 2012 y que conseguirá vender 70.000 coches más en 2013. Pero es insuficiente. España, segundo fabricante de Europa, ha dejado de producir un tercio de los coches que fabricaba, en perjuicio del empleo y las exportaciones. Las empresas piden un Plan de inversiones y ayudas fiscales, logísticas y  tecnológicas para fabricar un millón de coches más. Costaría 500 millones, pero aportaría en impuestos, actividad y empleo diez veces más. Es un buen ejemplo de la receta para salir de la recesión: gastar para reactivar la economía y así recaudar más y gastar menos en paro. Pero no les entra en la cabeza.
enrique ortega

2012 ha sido un año para olvidar en la industria del automóvil, en España y en Europa, con las peores ventas desde 1.995 (12 millones de coches, -8,2%), mientras el sector se recuperaba en Estados Unidos (14,5 millones de coches, +13%), gracias a las ayudas de Bush-Obama en diciembre de 2008 (12.500 millones de euros). En Europa, se han cerrado 5 fábricas y se han perdido 30.000 empleos, por la caída de ventas en Francia (-13,9%), Italia (-20%), Grecia (-40%), Portugal (-38%), España (-13,4%) e incluso Alemania (-3%), creciendo sólo Gran Bretaña (+5,3%). Los fabricantes con mayor caída de ventas son los franceses (-19,1% Renault y -12,9% PSA Peugeot Citroën), General Motors (-13,8%) y Ford (-13,2%), aguantando mejor Volkswagen (-1,6%), BMW y Mercedes (-1,8%).

España, segundo fabricante de coches europeo (tras Alemania) ha sufrido la fuerte caída de ventas interiores (-13,4%, 699.589 vehículos matriculados, la mitad que en 2008) y la crisis del mercado europeo, con una mayor caída de las exportaciones (-18,48%, 1,72 millones de coches exportados). Con todo, las 17 fábricas españolas de coches han aguantado mejor que las de otros países, gracias a su competitividad, a la flexibilidad sindical y ayudas que hemos pagado todos: 1.264 millones en subvenciones y préstamos más ayudas laborales, para que hicieran ERES parciales (11.200 trabajadores, uno de cada cinco empleados fueron al paro días o meses en 2012). Con ello, se salvó la mayoría del empleo y se recibieron más de 2.000 millones de nuevas inversiones para Almusafes (Ford), Iveco-Fiat (camiones), GM, PSA, Volkswagen y Seat. Y sigue Nissan, adjudicando un nuevo coche a Barcelona en 2013.

A todo ello contribuyó también el Plan PIVE, aprobado en octubre, que destinó 75 millones de ayudas públicas para subvencionar con 1.000 euros (las marcas ponían otros 1.000) la compra de vehículos poco contaminantes (60% del mercado), siempre que se achatarrara el coche viejo. Ha permitido vender 26.000 coches extras, generando una recaudación adicional de 100 millones, 300 millones de impacto económico y mantener 4.500 empleos. Un buen balance que, junto a la presión de los fabricantes (irse a otro país) ha llevado al Gobierno a prorrogar el Plan un año más, con 150 millones. Se espera que el Plan PIVE 2, para cambiar coches y vehículos comerciales con más de 7 años, traerá unas ventas extras de 70.000 coches, que suponen una recaudación extra de 280 millones y 10.000 empleos asegurados. Otra buena inversión.

Pero es insuficiente. Con el Plan PIVE 2 se esperan vender en 2013 unos 150.000 coches más, sobre 850.000. Y con un ligero repunte de las exportaciones, se pasaría de fabricar 1,97 a 2,2 millones de coches. Todavía pocos para un sector  que ha perdido un tercio de su producción con la crisis: España fabricó más de 3 millones de coches entre 2000 y 2004. Y lo más importante: si las fábricas españolas no espabilan, hay otras 152 fábricas en Europa (y muchas más en el mundo) dispuestas a “robarnos” la fabricación de los coches del futuro. Y España tiene dos hándicaps. Uno, que estamos en un extremo de Europa, lo que encarece un 10% el transporte a los principales mercados. Y dos, que fabricamos coches del segmento medio/bajo, con menos márgenes, aunque ahora con la crisis se venden mejor: cuatro de los diez modelos más vendidos en Europa en 2012 se fabricaron en España (Volkswagen Polo, Opel Corsa, Renault Clío y Renault Megane).

Con todo, la industria española del automóvil es una de las más competitivas de Europa y del mundo, por tecnología, diseño, organización y costes. Pero necesitaría un fuerte empujón para consolidarse y volver a producir 3 millones de coches al año. Por eso, las empresas han pedido al Gobierno un conjunto de medidas, en el Plan 3 millones: menos impuestos al automóvil (somos el único país europeo con impuesto de matriculación), más créditos ICO a empresas y concesionarios, endurecer el control de vehículos sin ITV (2 millones circulando), mejorar las infraestructuras y la logística (trenes y autopistas del mar), impulsar la investigación y el diseño, mejorar la formación y el marco laboral y reducir los mayores costes energéticos (luz y gas).

Este Plan costaría 500 millones de euros, pero generaría muchos ingresos adicionales: fabricar un millón de coches más (cada coche aporta 4.000 euros en impuestos), generar 73.000 empleos (dedicar 800 millones menos a pagar desempleo), aumento de divisas por exportaciones (+4% hasta 2015) y un mayor crecimiento de las industrias auxiliares, desde concesionarios (3.000+ 4.600 empresas de compraventa) y talleres (43.600, el doble que en Alemania) hasta empresas de recambios y aseguradoras. Y el ahorro de petróleo por renovar el parque (el 43% de vehículos tienen más de 10 años). O sea, que invertir 500 millones aportaría diez veces más en ingresos fiscales, empleo, ahorro de energía y más actividad.

El automóvil es un sector clave para España. La segunda industria del país (tras el turismo), supone el 10% de la economía (PIB) y 9 de cada 100 empleos. Aporta 24.000 millones al año en impuestos (la mitad de lo que se recauda por IVA), es nuestro segundo sector exportador (somos el 6º exportador de coches del mundo), atrae más de 1.000 millones al año de inversiones extranjeras y aporta el 12% de la inversión en tecnología. Una industria moderna y muy  competitiva, que debe ser uno de los motores de la recuperación en 2014. Pero para eso, hay que gastar más ahora, 500 millones, que no es nada comparado con los 120.000 millones dedicados a sanear la banca, los 5.200 millones para las autopistas, los últimos 2.200 millones del crédito extraordinario para las eléctricas, los 951 millones que nos cuestan las televisiones autonómicas, los 3,4 millones a las Fundaciones de partidos políticos….

Estamos ante un ejemplo claro de que se puede hacer otra política para salir de la crisis. Que frente a los recortes, hay otra receta: invertir en sectores con futuro, gastar ahora para recuperar después mucho más, al haber más actividad, en más recaudación y menos gasto en desempleo. El Plan PIVE lo ha demostrado y por eso hay que darles un empujón de verdad, con el Plan 3 millones. Gastar ahora para recoger después, como hizo EEUU con su industria del automóvil. No más recortes, que sólo traen menos recaudación y más paro. Prueben con el automóvil a ir por otro camino.

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