Rajoy dijo en el
Congreso que ha evitado que el barco se
hunda y que estamos “en la antesala”
de la recuperación (algún día
acertará). No dijo que su política de
recortes ha llevado a la economía a caer
más del triple que en 2011 y perder 850.000 empleos. Ahora, Rajoy nos vende “reanimar la economía”, con 900 millones anuales
para crear empleo juvenil (con más contratos basura), una pequeña dosis
de crédito e incentivos para que los jóvenes pasen de ser
parados a emprendedores. Medidas que están bien, pero que sin consumo y
sin ventas, no servirán de mucho: es como dar aspirinas a un enfermo en coma.Hace falta reanimar la economía con estímulos potentes,
como han hecho EEUU, Japón, China o Brasil, todos menos Europa. Pero Bruselas no quiere y va a exigir a España más ajustes: subir impuestos y más recortes, este año y sobre todo para 2014. Una
receta que ya conocemos y que nos traerá más recesión y más paro. Así no salimos a flote.
enrique ortega |
Tras 14 meses de
Gobierno, Rajoy comenzó su discurso
sobre el Estado de la Nación con el mejor balance de su gestión: 5.965.400 parados. Lo que no dijo es
que 691.800 son “suyos”, fruto de una
política de recortes que ha llevado a España a la recesión, con una caída de la economía (-1,5%)
que es casi cuatro veces la que heredó en 2011(-0,4%).
Para Rajoy, “España ya tiene la cabeza fuera del agua”
(mejor hubiera dicho: “seguimos con el agua al cuello”).
Y presumió de cuatro logros discutibles. Uno, que España no se ha
hundido, que no ha habido rescate y ha vuelto la confianza en España. Un
dato: la prima de riesgo estaba en
310 cuando tomó posesión en diciembre 2011 y en
354 el día del debate. Y si los mercados nos han dado una
tregua, no ha sido tanto por la política de ajustes de Rajoy como
por la amenaza del BCE en julio de intervenir. Pero en cualquier momento puede volver el baile, incluso este lunes a
tenor del resultado de las elecciones en Italia. El segundo, la reforma
financiera, costosa
y que aún durará un par de años, a costa de no
tener crédito. El tercero, el superávit exterior, aunque no dijo
que se debe más al desplome de las importaciones que a las exportaciones, que apenas
crecen (+3,8%, la tercera parte que en 2010 y 2011), por la recesión en Europa.
Y cuarto, que ha bajado el déficit
público al 6,9%: un fracaso,
ya que el objetivo era bajarlo al 6,3% del PIB y a pesar de los duros recortes,
no se ha conseguido.
Ahora, vigilados por
Bruselas, Rajoy seguirá con los
recortes previstos para 2013 (“no hay
que retroceder ni un milímetro”, dijo de cara a Bruselas y los mercados),
pero vendiendo, de cara adentro, que va a “estimular” la economía. Y lanzó
un “Plan” de 10 folios
que se resume en tres medidas: incentivos a la contratación de jóvenes, algo más de crédito y
estímulos para que haya más emprendedores (autónomos). Un Plan con más palabras que dinero.
Para facilitar la contratación de los jóvenes
(55% en paro), el Gobierno dedicará 3.500 millones en cuatro años, 900 anuales, una cifra ridícula si la comparamos con los 40.000 millones de ayudas públicas recién entregadas
a la banca. Se permite a las empresas contratar temporalmente (6
meses) a parados menores de 30 años y se abre la puerta a los contratos a media
jornada (minijobs con mini
sueldos), incentivando la contratación de jóvenes parados con rebaja de
cotizaciones y que cobren el paro y monten un negocio. La segunda medida
pretende conseguir 45.000 millones más
de financiación, aunque la mitad es pública (ICO) y los bancos sólo pondrán
10.000 millones (ayudándoles con el
riesgo), una cifra ridícula si se piensa que los
tres grandes (Santander, BBVA y la Caixa) redujeron sus créditos en 35.000
millones el año 2012. Y la tercera, facilidades para que haya más emprendedores.
Son medidas que están
bien, pero tienen un problema: no
van a funcionar mientras la economía esté en
recesión. Porque mientras no
se reanime el consumo y las ventas, las empresas no
pensarán en contratar (ni jóvenes ni parados mayores de 30 años, de los que
el Gobierno se ha olvidado), ni regalando cotizaciones o contratos basura. Y tampoco se pedirá crédito,
suponiendo que la pyme o el autónomo consigan dar garantías al banco. Y para
hacerse empresario, hay que ver una economía viva, que consuma e invierta,
no un país sumido en la recesión. Y saber qué empresa montar: En España sobran
pymes y autónomos, faltan grandes empresas, sobran empresas en los servicios
y faltan
industrias y tecnología. No vale
crear 30.000 nuevas empresas de un empleado (autónomos) en actividades sin futuro que al primer problema cierran.
El “Plan de estímulo” de Rajoy es mejor que los recortes de antes, pero no
deja de ser un parche de cara a
la galería, una aspirina para una
economía en coma. Así no salimos del agujero. Y menos, con la última
previsión de Bruselas : en 2013 la actividad volverá a caer (-1,4%,
frente al –0,5% que dice el Gobierno) y el paro seguirá creciendo hasta el 27%, tras perderse otros 500.000 empleos. No valen paños calientes: hay que cambiar de política y poner
a España a trabajar, recaudando
50.000 millones más (ya he explicado
en este blog que se puede, sin subir impuestos a la mayoría de la
población) y destinando una parte a reanimar
de verdad la economía, con un enérgico Plan con cinco patas: un
ambicioso programa de formación
y reciclaje de los 6 millones de parados, un Plan de empleo con medidas valientes no sólo para jóvenes sino para
mujeres y mayores de 45 años, un Plan para reducir
el endeudamiento de familias y empresas , una potente inyección de crédito y liquidez en la economía y un programa de ayudas a la inversión y la exportación
de los sectores con más futuro
(industria, turismo, automóvil, agroalimentación, TIC y nuevas tecnologías,
energías renovables, educación, industria sanitaria, dependencia y algunas
infraestructuras…).
Es algo que ya está
inventado, son los Planes de
estímulo de verdad que han puesto
en marcha Estados
Unidos, Japón,
China,
Brasil
y la mayoría del mundo, salvo Europa, donde la receta
de salir de la crisis con recortes nos ha llevado a la recesión. Hay otro camino y se ha visto aquí en
España con el Plan
PIVE del automóvil: gastando 75
millones públicos en ayudar a las ventas, se ha recaudado el doble en
impuestos, evitando pagar más paro. Lo contrario, los recortes, llevan a más recesión, menos ingresos, menos consumo,
más paro, menos crecimiento, alto déficit, más recortes, menos crecimiento, más
paro… Un círculo vicioso.
Pero ni Rajoy ni Merkel
ni los fundamentalistas de Bruselas
quieren verlo. Y ahora, la Comisión
Europea se descuelga con que hay que
seguir
con los ajustes: les preocupa 2014, donde tras dos años de recesión,
las cuentas públicas volverían a tener un agujero del 7,23%, en vez del 3% impuesto por Bruselas. Saben que cumplir
este objetivo es imposible y están dispuestos a “darnos árnica” a cambio de más
ajustes, de más recortes, ya este año 2013 y más para 2014. No lo
quieren decir en público todavía, pero exigirán a España dos cosas: subir impuestos para 2014
(otra vez IRPF, IVA y todo lo que se pueda) y seguir
con los recortes en pensiones, desempleo, Administración (funcionarios, autonomías y Ayuntamientos) y servicios públicos (educación, sanidad,
servicios sociales y Dependencia). Más de
lo mismo.
Más impuestos y
nuevos recortes que van a profundizar
la recesión y destruir más empleo. Ya sin ellos, la previsión de Bruselas
es hoy que España seguirá en la UVI en 2013, sin consumo,
sin ventas, con la economía cayendo
otro año más (-1,4%) y con más
paro (27%). Así, Rajoy tendrá
que empezar el próximo debate del Estado de la Nación, en febrero de 2014,
diciendo que la recuperación ya está aquí…
con 6.500.000 parados. Un drama insoportable para una de cada dos
familias. Puede evitarse. Cambien, por
favor.
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