Antes de la crisis,
hablábamos de la cuesta de enero: los gastos
extra de la Navidad hacían difícil llegar a fin de mes. El problema ahora
es que todo 2013 será una gran cuesta de enero, porque los precios
no dejan de subir (luz, agua, carburantes, transportes o servicios), como los
impuestos,
tasas y cotizaciones, mientras los salarios y pensiones se congelan o
bajan y hay más españoles sin ingresos por quedarse en paro. Con ello, en
2013 volveremos a perder poder adquisitivo, después de haberse comido la inflación en 2012 un euro diario de nuestro sueldo,
pensión o desempleo. Y España es el
tercer país europeo que ha perdido más poder adquisitivo con la crisis. Urge un Plan
de choque contra las subidas de precios, para rebajar la inflación, que
sube por los márgenes empresariales y costes, no por los salarios.
enrique ortega |
En 2012 se ha repetido
el peor de los escenarios: una economía en recesión con precios altos.
El IPC cerró en el 2,9%, medio
punto más que un año antes (2,4% en 2011), por la subida del IVA en septiembre, junto al alza de
carburantes, alimentos, medicamentos y tasas universitarias. Con ello, la mayoría de españoles han vuelto a perder poder
adquisitivo en 2012. Los 8 millones de pensionistas,
a los que su pensión subió el 1% en 2012, han perdido unos 15,80 euros al mes
(1,9% sobre la pensión media, 831,64 euros mensuales), 221,20 euros en el año. Los 3 millones de parados
que cobran algo (la otra mitad no cobra nada) han perdido entre 8,10 euros (los
que cobran un subsidio asistencial de 426 euros) y 25 euros al mes (subsidio
contributivo, 862,20 euros), unos 300
euros al año. Y de los 14,2 millones de trabajadores asalariados, los 3
millones de funcionarios
con el sueldo congelado han perdido toda la subida del IPC (2,9% de su
salario), más la extra de Navidad. El resto, cuya subida salarial media
(convenios) hasta noviembre era del 1,29%, habrán perdido un 1,61% de su
sueldo: si el salario medio neto es 1.345,44 euros (INE 2011), eso supone una pérdida para 11,2 millones de trabajadores de 21,65 euros mes, 303 euros en el año.
En resumen, que la
inflación se ha comido casi
un euro al día de nuestros ingresos en 2012, unos 43.000 millones de euros, según algunas estimaciones. Y desde 2010, España es el tercer país
europeo donde los salarios han perdido más poder adquisitivo: un -6%
(2010-2012), tras Portugal (-10%) y Grecia (-20%), mientras crecía el
poder adquisitivo en países del norte,
como Alemania (+1,5%).
El año 2013 ha
empezado con nuevas
subidas de precios: luz (sube en enero por
triplicado, del 3 al 8% según usuarios, y volverá a subir varias veces
más este año), carburantes
(han subido entre 3,5 y 4,5 céntimos por litro al caducar la exención fiscal a
los biocombustibles), el agua (+18%
en Barcelona y el 4,2% en Madrid), peajes de las autopistas
(+2,4% las estatales y +3,5% las de la Generalitat, tras encarecerse +13,5% en
las tres subidas de 2012), tasas aeroportuarias (+6,3%, 0,85
euros por billete), trenes de cercanías y regionales (+3%), metro y autobús, cuota de
abono del teléfono fijo (+2,9%, que repercutirá en la tarifa del ADSL)
y tarifas de Correos (+2,95%), sólo en enero. Y hay que añadir las subidas
de tasas que han hecho Ayuntamientos
y autonomías:
basuras, aparcamientos, grúa, multas, servicios funerarios, talleres y escuelas
municipales, polideportivos…
Además, en 2013
pagaremos más impuestos. Se mantiene la subida
del IRPF, que supone una reducción de ingresos de 250 euros para un sueldo bruto de 30.000
euros (1.850 euros netos en 14 pagas), a sumar a los 250 euros perdidos en
2012. Además, seguiremos pagando la subida
del IVA y el impuesto de Patrimonio, salvo en
Madrid. Las autonomías
han bajado las deducciones autonómicas
del IRPF y han subido para este
año el impuesto de sucesiones (que
recupera Castilla y León) y los impuestos de transmisiones y actos jurídicos
documentados, estableciendo nuevos impuestos Cataluña, Baleares
y Comunidad Valenciana. Y los Ayuntamientos,
suben este año el IBI,
entre el 7% (Madrid) y el 10% (Valencia), además de actualizarse
el catastro en 200 ciudades, a 2.5 millones de propietarios. Y también
suben el impuesto de plusvalías (+50% en Madrid), el de actividades
económicas (IAE, un 2%) y múltiples tasas
y servicios.
Y recordemos que en
2013 volverán a subir las tasas
universitarias y se aplicarán las nuevas tasas
judiciales, que se suman al copago
farmacéutico (y al re-copago en Madrid y Cataluña) y a
varios copagos
sanitarios. Además, la Seguridad
Social ha subido sus cotizaciones
en 2013: un 5% las bases máximas de cotización y un 0,6% las mínimas.
Subidas de precios y
más impuestos, cotizaciones, tasas y copagos para unas familias con los mismos
ingresos o menos. Por un lado, en 2013 habrá otros 467.648 españoles que perderán su empleo (según las previsiones
de la Comisión Europea), sobre todo en el sector público. Y los 3 millones de parados que cobran desempleo volverán a
perder ingresos, tanto por la inflación como por la reforma
que ha reducido su subsidio (cobran menos a partir del 6º mes y sólo el 50% de
la base reguladora). Y se temen
nuevos recortes a los parados este año. Los 8 millones de pensionistas
también perderán poder adquisitivo, sobre todo los que ganan más de 1.000 euros (el 30%), cuya pensión subirá el
1% (el resto, el 2%). Los funcionarios,
con el sueldo congelado por tercer año, volverán a perder todo lo que suba el IPC
en 2013: un 2,1 % según la estimación
de la Comisión Europea. Y los
11,2 millones de asalariados
restantes podrían tener una subida máxima del 0,6% (II
Acuerdo patronal-sindicatos), aunque la mayoría de empresas congelarán salarios o incluso los bajarán.
Con ello, la mayoría
de las familias tendrán todavía más difícil
llegar a fin de mes en 2013,
ya que la inflación y los impuestos se
comerán parte de sus menguantes ingresos. Eso, además de hacernos más pobres, tiene un efecto nefasto sobre la economía: caerá más el consumo y no se reanimarán las
ventas y la inversión. Empeora la recesión y se agrava el paro. Por eso, inflación con recesión (estanflación) es el peor de los mundos.
Hace falta estimular el consumo y la economía y
para ello es urgente contener la inflación y bajar
impuestos y tasas a los que menos tienen (subiéndoselos
al resto). Poner en marcha un Plan de choque contra la inflación.
La culpa de los precios altos no la tienen los salarios
(están subiendo un 0,7% en los últimos convenios pactados), sino los márgenes empresariales (crecen un 3,5%
frente al 0,6% los salarios, según el INE) y los costes, tanto energéticos
como financieros, de transporte y comercialización. Y falta competencia y transparencia
en la fijación de precios, con demasiados
monopolios de hecho (luz, gas, carburantes, agua, telefonía…).
Salarios chinos e inflación alemana no nos hace más competitivos sino más pobres. Y así no hay consumo
ni ventas ni economía que se recupere. Pero ni
Bruselas ni Rajoy quieren verlo. Y con ello, la cuesta de enero nos va a durar hasta
finales de año. Por lo menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario