La vivienda no tiene enmienda: un millón de pisos que no se
venden, aunque sus dueños los han bajado un 38%, y cientos de miles de
familias no consiguen comprar casa, porque les faltan ingresos y una hipoteca. Y este año 2013, la situación será peor. Se acabaron las ayudas fiscales a la compra de viviendas,
les sube el IVA, bancos y Cajas
harán la competencia vendiendo pisos a
través del “banco malo” y seguirá sin haber hipotecas asequibles. Por
todo ello, les daré dos consejos. A los que
quieren vender un piso, que no esperen más y lo vendan en 2013. Y a los que buscan piso, que esperan a comprar hasta
2014 (o 2015), porque encontrarán mejor
precio y financiación. Entretanto, el
alquiler es la mejor solución para todos, para los que no pueden vender y
los que no pueden comprar. Paciencia y
suerte.
enrique ortega |
El 1 de enero se
han acabado los dos
“chollos” que tenía la compra de una vivienda: el IVA ha subido del 4 al
10% y se han suprimido las ayudas
fiscales en el IRPF (desgravación del 15% del pago de la hipoteca, hasta
1.354 euros mensuales). Con menos ayudas
al comprador, automáticamente, los que quieran vender un piso ahora tendrán que bajar el precio más.
De hecho, los pisos
llevan bajando desde el segundo trimestre de 2008, pero sobre todo en 2011
(-11,2%) y más en 2012
(-11,5% hasta septiembre). En total, desde que pinchó la burbuja inmobiliaria, el precio de la vivienda ha caído en España
un 38,8 %, según el INE: -26,9% la
vivienda nueva y -46,7% la de segunda mano. Y todo apunta a que en
2013 seguirán bajando los precios, entre 15 y 20% más, con lo que los pisos habrán perdido más de la mitad de
su valor desde los precios máximos de 2007. Caerán más donde hay más stock,
en la Comunidad Valenciana (23%), Andalucía (16,5%) y Castilla la Mancha (10,9%), donde están la mitad de las viviendas
sin vender.
Hay dos razones
para esta nueva bajada en 2013. Por un lado, la subida del IVA y la supresión de las ayudas fiscales, que suponen
hasta un 10% del precio para el comprador. Y la otra, la puesta en marcha del “banco
malo”, la “inmobiliaria mala” que ha creado el Gobierno con pisos y
solares de bancos y Cajas nacionalizados, unas
90.000 viviendas de más de 100.000 euros, que saldrán a la venta en 15
años. Y aunque no quieren tirar los precios, porque cuanto más barato vendan más pierden las entidades (y más
cuesta sanearlas), podrían salir con una
rebaja
media del 50 al 60% sobre el precio de tasación de 2004-2008, lo que
supone bajadas adicionales.
Los particulares
que tengan una casa para vender tendrán
ahora que competir no sólo con las inmobiliarias
(la mayoría en concurso o quiebra),
sino con el “banco
malo” y con los bancos y
Cajas no nacionalizados, que también quieren soltar su ladrillo. Y para ello, no dudarán en bajar precios y además ofrecer a los clientes hipotecas ad hoc, para venderlos mejor, una “competencia
desleal” que vende con financiación adjunta. Resultado: lo mejor que pueden hacer los
particulares (un 25% llevan más de dos años queriendo colocar su piso) es vender
cuanto antes, en 2013, antes que los pisos bajen
más y arrecie la competencia.
El problema es
encontrar comprador. Aún con los
precios cayendo un 38,8% (y más), las ventas
siguen por los suelos: se vendían 25.000 pisos al mes a finales de 2012
(la mitad que en los buenos tiempos), un 12,8%
menos que en 2011. Y para este año,
ya sin ayudas, se
espera una caída mayor, aunque haya un stock de un millón de pisos
sin vender (y hasta 2 millones). El problema, una vez más, es la crisis: hay 6 millones de españoles sin
trabajo y casi la mitad de los que lo tienen son mileuristas
o temen por su empleo. Y
así casi nadie piensa en comprar piso,
aunque bajen a la mitad. Porque una familia que compra su vivienda se ve atada a pagar por ella un
27,5% de sus ingresos (por 30 años). Además, hay que tener ahorrado un 20% de su precio, para
entrada, escrituras, gastos y muebles. Una
costosa inversión.
Además, no basta con
tener un empleo más o menos estable y un sueldo digno: hay que conseguir una hipoteca. Y el crédito es cada vez más escaso y más caro. Escaso,
porque los bancos no consiguen
financiarse, salvo con depósitos cada vez más caros. Y miran con lupa cada euro
que prestan, ahora que la morosidad
está en niveles históricos. Además, con la reforma
financiera, el que no está nacionalizado está buscando capital o
digiriendo una fusión: no están para
prestar. Y cuando lo hacen, es a precios
desorbitados: si hace un año daban hipotecas
al Euribor+0,5 o Euribor+1%, ahora, las entidades más baratas cobran ya Euribor+1,85%,
Euribor+2%, Euribor+3,25% y más. Y a eso hay que sumar comisiones
crecientes (estudio, cancelación
parcial o total) y exigencias adicionales
(nómina, contratación de seguro de vida y de hogar...). Vamos, que la hipoteca se pone por un pico, si te la
dan, porque llevan 30 meses cayendo.
Otro problema para el comprador es que los
pisos que más bajan son los más caros, no los más accesibles. Una
opción, complicada, es cambiar de ciudad
y buscar piso en las cuatro autonomías
con la vivienda más barata ( Extremadura, Castilla la Mancha, Murcia y
Comunidad Valenciana), sobre todo en las seis
provincias con precios más bajos, cuatro
próximas a Madrid: Toledo (1.209 €/m2), Ávila (1.251 €), Cuenca (1.291 €),
Ciudad Real (1.293 €), Badajoz (1.327 €) y Jaén (1.325 €), con precios la mitad
que Madrid (2.567 €/m2) o Barcelona (2.573 €). Pero claro, no están las cosas
para elegir trabajo y ciudad donde vivir.
En consecuencia, el
mejor consejo para los que piensan comprar piso es esperar, a 2014 o 2015,
para que bajen aún un 20% más (el “banco
malo” estima
que bajarán en 2013 y 2014, se
estabilizarán en 2015 y 2016 y empezarán a
subir en 2017, un 3% anual durante diez años). Y mientras, vivir de alquiler,
que sigue bajando: un -3,4% en el
último año y un
-27,7% desde 2007, según Fotocasa, con precios medios de 7,32
euros/mes, o sea alquileres de 600 a 1.000
euros al mes. Y se quieren promocionar alquileres
sociales más bajos, aunque pocos
(6.000) y sólo para las familias más
pobres que hayan sido desahuciadas
desde 2008.
Al final, 2013 será otro
mal año para la vivienda, donde el
particular que busca vender tendrá que bajar su piso otro 15-20% más
para colocarlo y donde los que buscan
comprar no tendrán ingresos ni
hipotecas asequibles. Por eso, se
impone cambiar de mentalidad,
dejar de pensar en los pisos como una inversión y pensar en la casa como una
necesidad que es mejor resolver con
alquiler, ahorrando
para cubrirse del paro, la educación de los hijos y la vejez. Pinchar la burbuja inmobiliaria no unos años, sino para siempre.
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