lunes, 15 de abril de 2024

El creciente negocio de los gimnasios

Cada mes se abre en muchas ciudades un nuevo gimnasio, donde ya acuden a hacer deporte 5,5 millones de españoles, un tercio de ellos jóvenes que apuestan por cuidar su cuerpo y divertirse en grupo. Son ya 4.250 gimnasios, un negocio que mueve más de 2.300 millones al año y que atrae cada vez más a Fondos de inversión extranjeros, que se han lanzado a comprar y abrir nuevos centros, tras el “bache” de la pandemia. La fuerte demanda ha hecho subir los precios, ya entre 40 y 50 euros al mes, mientras el sector pide que se les baje el IVA, que Rajoy les subió del 8 al 21% en 2012. Ahora se espera el desembarco de nuevas franquicias (de USA), la especialización y la pelea por conseguir que las empresas ofrezcan un bono para estos gimnasios a sus empleados. Parece claro que, tras la pandemia, cuidar el cuerpo y acudir a un gimnasio se ha convertido en una necesidad más para muchos españoles (o en una moda).


España es un país bastante sedentario, donde el 52% de las personas no hace ningún deporte, según la reciente Encuesta del CIS. Pero lo positivo es que ese 48% que sí lo hace ha crecido un 8% desde 2010, aunque todavía estamos por debajo de la media UE (hacen deporte el 55% de los europeos), de Alemania (lo hacen el 68%) y Francia (55%), siendo sólo más sedentarios Grecia (sólo 32% hacen deporte), Polonia (35%), Bulgaria (39%) y Hungría (41%), según el último Eurobarómetro sobre deporte (2022). Lo más llamativo en el caso de España es que de ese 48% que hacen deporte, la mayoría eligen caminar (el 18,1%) y hacer gimnasia en un centro deportivo (15,6%), por delante del ciclismo (15,1%), correr (13,8%), la natación (13,4%) o el montañismo (12,1%), según el CIS. Y cuando se les pregunta a los deportistas dónde hacen deporte, la primera opción es hacerlo en un gimnasio o centro deportivo (39,7%), por delante de hacer deporte en el campo (31,9%), en instalaciones municipales (27,3%), en la calle (25,8%) o en la propia casa (donde hacen deporte el 10,5% de encuestados).

Así que esa mitad de españoles que hacen deporte optan mayoritariamente por ir a un gimnasio, sobre todo tras la pandemia, cuando se vaciaron con la COVID. Esta vuelta a los gimnasios se ha producido en toda Europa, donde acudieron 63,1 millones de abonados en 2022 (7 millones más que en 2021), aunque todavía son un 3% menos que en 2019, según el último informe “European Health and Fitness Market Report 2023, de Deloitte y Europe Active. En todo el continente hay 63.830 gimnasios (+0,3% que antes de la pandemia), que facturaron 28.000 millones de euros en 2022, recuperando así el negocio de 2019 (28.200 millones). Por paises, España es el tercer país europeo con más negocio de gimnasios:  facturaron 2.100 millones de euros en 2022, sólo por detrás de Reino Unido (5.000 millones), que ha superado al país hasta ahora líder, Alemania (4.900 millones facturados).

Esta recuperación del negocio de los gimnasios ha continuado en 2023, donde ya tenemos datos de España, según anticipa la consultora Deloitte: el sector facturó 2.331 millones (+11%), rozando la facturación de antes de la pandemia (2.353 millones en 2019) y el número de abonados creció un +20%, hasta los 5.540.000 usuarios, una cifra similar a la de 2019. Y además, los 4.250 gimnasios abiertos a finales de 2023, según DBK, han aumentado su facturación por abonado, ya que han subido las tarifas, pasando de 36 a 38 euros de media en 2022 a una media de 38 a 40 euros por abonado en 2023.

El motor de este “tirón” de los gimnasios son los jóvenes y en especial la llamada “generación Z” (los nacidos en torno al año 2.000, con una edad de 20 a 28 años), que ya suponen casi el 30% de los abonados totales (y creciendo). El fenómeno de ir al gimnasio se ha popularizado entre los más jóvenes en las redes sociales, como una forma de “ocio compartido”, como una actividad en grupo, algo similar a lo que antes fueron las boleras o los billares. De hecho, el reciente informe del CIS revela que el 52,6% de los que hacen deporte suelen luego compartir otras actividades sociales (comer, beber, divertirse...) con las personas que lo realizan. Así que los gimnasios se han convertido en una moda donde los jóvenes: cuidan su cuerpo y de paso se relacionan y socializan. Y también hay otro grupo de clientes que crece, los jubilados, que quieren mantenerse en forma y cuidar su salud.

Un dato que desconocen la mayoría de abonados a los gimnasios es que son empresas controladas en su mayoría por Fondos de inversión extranjeros y franquicias internacionales, que buscan el flujo de caja que generan cada mes y aprovechar el “boom” del hacer deporte. De hecho, 15 de las grandes cadenas de gimnasios que operan en España cuentan en su accionariado con Fondos de capital riesgo. Y otra característica del sector es la tendencia a la concentración, a que los grandes compren locales y gimnasios más pequeños. Así, las 5 mayores empresas del sector controlan el 26,4% del negocio total y las 10 grandes controlan ya el 42,1% del mercado, según el Observatorio sectorial DBK de Informa.

El ranking de los gimnasios en España lo lidera, por número de centros, la empresa Basic-Fit, propiedad de un empresario holandés, varios Fondos de inversión USA y Norges Bank, que tiene 186 centros y más de 400.000 socios, tras comprar a finales de 2023 (por 110 millones de euros) los 42 centros de McFit (propiedad del grupo alemán RSG Group) y los 5 gimnasios “premium” de Holmes Place. Así ha desplazado al 2º lugar del ranking por centros a Brooklyn Boxing, una cadena de boxeo sin contacto que cuenta con 175 centros en España y 60.000 abonados. La tercera marca es VivaGym, propiedad de Bridges Found Management (51%), con 104 centros y 302.000 socios. La 4ª mayor franquicia es AltaFit, propiedad del fondo español MCH, con 82 centros en España y 140.000 abonados. La 5ª es Forus, propiedad de JP Morgan (60%), Ben Oldman (8%) e Irmasol (2%), especializada en gestionar centros deportivos, 49 en España. Le sigue Supera, controlada por Portobello Capital (57,5%), con más de 30 centros y casi 100.000 abonados. En 7º lugar del ranking está la compañía francesa Fitness Park, que gestiona 25 gimnasios, con 91.000 socios. Le siguen Metropolitan, propiedad del dueño de los Hoteles Hesperia, con 20 centros y 82.000 socios, y GoFit, propiedad de Torreal (Abelló) y la Mutua, con 20 grandes centros y 230.000 socios.

El ranking por facturación de los gimnasios es diferente, porque depende del modelo de negocio de cada uno, que varía entre los gimnasios “low cost” (con bajas cuotas, entre 22 y 30 euros mensuales) y los gimnasios con mayores cuotas y más servicios. En 2023, según los datos de CMD Sport, lo encabeza Forus (líder en la gestión de instalaciones deportivas), con un facturación de 80 millones de euros, seguida de GoFit (líder en gimnasios “low cost”, con 77 millones), Metropolitan (líder del sector “premium”, con 70 millones facturados), Basic-Fit (59,6 millones), VivaGym (57,5 millones), Supera (49,1 millones), Fitness Park (42 millones, el que más creció en facturación en 2023), Brooklyn Boxing (40 millones), DreamFit (37,3 millones), Beone (34 millones), Serveo (33), Viding (31) y EuroFitness (28,4).

Para este año 2024, el sector de los gimnasios es optimista y esperan seguir creciendo, tras haber superado en 2022 y 2023 el bache de la pandemia. El 87% de las empresas espera seguir creciendo, en centros y abonados, según la consultora BDO, gracias a que aumente el número de usuarios y a que se gastan más, contratando servicios más caros. Y además, se espera en 2024 una mayor concentración del sector, con más operaciones de compraventa de cadenas, como la que protagonizaron en 2023 Basic-Fit y McFit. Además, es inminente el desembarco en España de más franquicias de “fitness”, no sólo europeas como hasta ahora: en 2024 podría instalarse en España la estadounidense Planet Fitness, la mayor cadena de gimnasios “low cost” del mundo, que quiere abrir 300 centros en Europa.

La consultora Deloitte augura un nuevo crecimiento del negocio de los gimnasios en 2024, aunque más moderado que en 2022 y 2023. Y cree que el “boom” se centrará en los gimnasios “low cost”, que son “la puerta de entrada” para los nuevos abonados, aunque también se consolidará la especialización de los centros, donde los usuarios elegirán según la oferta y el asesoramiento, estando dispuestos a pagar más. Eso sí, el sector debe resolver el problema actual de la excesiva rotación de los clientes: en 2023, entre el 60 y el 70% se dieron de baja tras unos meses de abono, cuando el porcentaje de rotación debía estar entre el 40 y el 45%. Por eso, todas las empresas buscan mejorar la fidelización del cliente, que no se canse y se vaya.

Otra cuestión que preocupa al sector de los gimnasios es la rebaja del IVA de los recibos, que es el 21% desde 2012, cuando el Gobierno Rajoy lo subió del 8 al 21%. El sector pide rebajarlo al 10%, petición que cuenta con el apoyo del PP.  Y también presionan a los gobiernos autonómicos para que permitan a los clientes deducirse en la declaración del IRPF parte del gasto del gimnasio, como una forma de contribuir a la salud y a reducir el gasto sanitario. De momento, esa deducción sólo existe en la Rioja y Comunidad Valenciana, aunque otras autonomías (como Madrid) estudian hacerlo en el futuro. Otra vía de crecimiento del negocio sería alcanzar acuerdos con grandes empresas, como en otros paises, para que ofrecieran a sus empleados bonos (gratis o bonificados) para ir al gimnasio, como parte de una política de mejora de la salud física y mental de los trabajadores.

En resumen, hacer deporte y acudir a un gimnasio se ha convertido en una prioridad de muchos españoles, sobre todo jóvenes, relanzando un negocio que despierta el apetito de los inversores internacionales. Puede parecer una moda, pero el deporte y el culto al cuerpo parecen una prioridad de gasto para muchos, al igual que el viajar. Y por eso crecen los gimnasios y las personas que van al gimnasio, la mayoría con amigos o compañeros, aprovechando el deporte para socializar y relacionarse. Sobre todo los jóvenes, que tienen tantos motivos de frustración y que es mejor que la descarguen en el gimnasio. Y además, todo el mundo sabe que el deporte ayuda a mejorar la salud y el ánimo. Otra cosa es que para practicarlo no se promuevan más centros deportivos públicos (municipales), con bajas tarifas y más servicios, y se deje en manos de los inversores privados, como un negocio más. Pero sea como sea, bienvenidos sean los gimnasios y su popularización.

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