Las dos últimas Navidades han sido malas para el empleo, porque las compras fueran menores a los años en que salimos de la pandemia. Y así, el empleo cayó en -19.000 personas durante el 4º trimestre de 2023, bastante menos que en el otoño de 2022 (-81.900 empleos). El empleo cayó también al inicio de 2023 (-11.100 empleos en el primer trimestre), pero como fueron excepcionales la primavera (+603.900 empleos) y el verano (+209.100), el balance final del empleo en 2023 es espectacular: se crearon +783.000 nuevos empleos, según la EPA publicada el viernes, el 2º mayor aumento anual de nuestra historia (el otro, los +840.600 empleos ganados en 2021 fueron algo “extraordinario”, porque salíamos de perder -622.000 empleos en 2020 por la pandemia), tras una subida del empleo de +402.300 ocupados en 2019. Y además, con ello trabajan ya en España 21.246.900 personas, otro récord histórico anual (antes de la pandemia, en 2019 trabajaban 19.966.900 y en junio de 2008, el récord anterior, trabajaban 20.646,000 personas).
El 2023, el aumento del empleo (+783.000
ocupados) se ha dado más entre las mujeres (+437.200) que entre los
hombres (+345.800) y sobre todo entre los mayores
de 50 años (+425.200 empleos, el
54% del total), seguidos de los jóvenes
(+204.400 empleos para menores de 25 años) y los de 30 a 34 años (+103.800),
ganando menos el resto de edades y perdiendo empleo en 2023 los que tienen
entre 40 y 44 años (-70.000), según la EPA. Un dato
relevante es el fuerte aumento del empleo de los inmigrantes (+12,4% frente al +1,85% los españoles), extranjeros que han conseguido casi la mitad de los nuevos
empleos (333.700).
Por sectores, el empleo se ha creado sobre todo en los servicios (+629.200), también en
la construcción (+108.300) y mucho menos
en la industria (+28.000) y la agricultura (+17.500). Y por autonomías, el
mayor aumento porcentual de empleo se ha dado en Cataluña (+5,62%: +197.600 empleos), Madrid (+5,03%: +160.500), País
Vasco (+5,02%: +47.700), Cantabria
(+4,86%: +11.900), Asturias (+4,56%:
+17.400), Aragón (+4,25%: +24.800) y
Andalucía (+4,01%: +130.800
empleos). Sólo ha bajado el empleo en 2023 en Castilla y León (-4.400), la
Rioja (-2.700), Melilla (-2.000)
y Ceuta (-1.400 empleos).
La histórica mejora
del empleo en 2023 (+783.000 ocupados) no se ha traducido en una bajada similar del paro, que bajó menos: -193.400
parados en 2023, según
la EPA, una bajada superior a la de 2022 (-79.800) pero muy inferior a la
de 2021 (-616.000 parados). Ello se debe a que siguen aumentado los “activos”,
personas que se “animan” a buscar
trabajo y antes no lo hacían (mujeres, mayores y jóvenes). Pasa en los
últimos años, pero en 2023 el aumento ha
sido espectacular: +682.400 activos,
duplicando el de 2022 (+291.700
activos). Y nos coloca por encima de los
24 millones (24.077.400 activos), un tope que nunca se había superado en
España. Este aumento de la actividad
(+2,51%) es muy llamativo en Cataluña
(+4,52%: +176.800 activos), Canarias
(+4,61%: +53.500 activos) y Madrid
(+2,95%: +106.300). Y con ello, hay 4
autonomías con una tasa de actividad
(gente trabajando o buscando trabajo)
que supera
la media de España (el 59% de
los que tienen más de 16 años): Madrid (63,6%), Cataluña (61,98%), Baleares
(61,05%) y Canarias (60,53%). Esto significa que el paro mejorará menos que el empleo, porque hay muchos buscándolo.
El paro bajó en 2023
(-193.400 parados) más entre los hombres
(-100.400) que entre las mujeres
(-93.000), precisamente porque ellas fueron más “activas” (+344.200) que los
hombres (+254.400). Y sólo bajó entre
las personas de 25 a 54 años (-220.000 parados), aumentando el paro en el resto de edades, sobre todo en los jóvenes
(+17.300 parados) y mayores (+9.400 parados entre los mayores de 55 años),
porque son los grupos más “activos”,
que se han lanzado más a buscar trabajo. El paro ha bajado en la industria (-29.900), la agricultura (-21.300), la construcción (-19.100 parados), y,
sobre todo, entre los que perdieron el empleo hace más de un año (-108.100
parados) o lo buscan por primera vez (-19.000). Eso sí, subió en los servicios (+4.100 parados). Y hay regiones donde el paro bajó porcentualmente mucho más que la media
(-6,40%): Cantabria (-26,45%: -7.400
parados), País Vasco (-25,10%:
-22.600 parados), Asturias (-16,55%: -10.700 parados, Castilla la Mancha (-13,54%:
-19.900 parados), Madrid (-13,06%: -54.200) y Galicia (-12,66%: -16.600
parados), siendo mucho menor la bajada en Cataluña (-5,4%: -20.900 parados).
La cifra total de parados EPA se aleja más de los 3 millones y cierra
el año 2023 con 2.830.600 parados (que se consideran parados en la Encuesta del
INE, aunque sólo 2.707.456 estaban
registrados en las oficinas de empleo). Es la primera vez desde 2007 (1.927.600 parados) que España baja un año de los 3 millones
de parados EPA: en 2022 se cerró con 3.024.000, en 2020 se alcanzaron los
3.719.800 (por la pandemia), en 2019 había 3.191.900 y hacia atrás llegamos al
récord de parados de 2012 (6.021.000, más del doble que hoy), por
los efectos de la crisis financiera y los ajustes, después de venir de 3.207.900 parados en 2008. La tasa de paro (% de
parados sobre mayores de 16 años) baja en 2023 al 11,76%, mejor que antes de la pandemia (13,78%) y la mitad que en
lo peor de la crisis (25,77% de paro
en 2012), está por debajo de la de 2008 (13,79%) y sólo es más alta que en 2007
(8,57%). Eso sí, todavía casi duplicamos
la tasa de paro de Europa (5,9%)
y casi cuadruplicamos la de Alemania
(3,1%). Lo más preocupante, la tasa de
paro juvenil (menores de 25 años) también ha bajado, al 28,36% (14,5% en la UE-27 y 5,6% en
Alemania).
Hay otros datos preocupantes del paro en España que también mejoran.
El primero, que a finales de 2023
había 932.400 hogares con todos sus
miembros en paro, -115.100 que
en 2022 y bajando por primera vez del millón. El segundo, que seguimos con 7
regiones que tienen una tasa de paro
superior a la media (11,76%), aunque mejoró en 2023: Ceuta (28,35%), Melilla (27,42%),
Andalucía (17,60%), Extremadura (16,29%) y Canarias (16,19%), sobre todo, aunque
también Comunidad Valenciana (12,65%
de paro) y Asturias (11,81%). Y que contrastan con las 3 autonomías que tienen una tasa de paro casi europea: País Vasco (6,33%), Cantabria
(7,48%) o Aragón (7,85%), aunque también tienen poco paro Cataluña (8,97%),
Navarra (9,32%), Castilla y León (9,50%) y Madrid (9,72%), según la EPA. El tercer dato preocupante que mejora es el paro de larga duración: hay 1.140.500 parados que llevan sin trabajar más de un año, 142.300menos
que hace un año, aunque todavía suponen el 40,9% de todos los parados (son
mayores de 45 años, mujeres y jóvenes).
Este paro de larga
duración provoca que a muchos parados
se les acabe el desempleo y no cobren entonces ningún subsidio,
pasando a una situación de pobreza (lo están el 47,1% de los
parados, según
el INE). En noviembre de 2023 (último
dato de Trabajo) cobraban alguna ayuda
1.824.163 beneficiarios (833.872 cobraban 982,70 euros al mes de subsidio
contributivo y el casi millón restante cobraban un subsidio asistencial de 480
euros). Eso supone que cobraban una ayuda el
64,44% de parados estimados por el INE (y el 67,37 de los parados
registrados en el SEPE). A lo claro: 1 de cada 3 parados no cobra nada.
Una cobertura
baja, pero que mejoró en 2023
(cobraban el 58,85% parados en 2022).
Vistos los datos finales de 2023, queda claro que el empleo se
mantiene con fuerza, a pesar de que crecemos la mitad (+2,4%
este año frente al +5,8%), los altos
tipos de interés (los mayores desde 2001), la alta inflación (aunque ha bajado a la mitad, del 8,40% al 3,55%
en 2023), las tensiones políticas
internas y los conflictos
geopolíticos (Ucrania y Palestina). En este complejo escenario, España ha creado 1.280.000 nuevos empleos desde 2019 (antes de la pandemia), y ha reducido el paro en -361.300 parados
en los últimos 4 años. Y algo llamativo: España
es el
país europeo que ha creado más empleo desde 2019, un +7,2%, más que Francia (+5,1%) y mucho
más que Italia (+2,7%), Alemania (+1,4%) o Reino Unido (+0,1%). De hecho, casi
1 de cada 3 empleos creados en Europa en 2023 se crearon en España. Son datos, no propaganda del Gobierno
Sánchez.
Y lo más importante no es sólo que haya más de 21,2 millones de personas trabajando en España, una cifra nunca vista, sino
que los que trabajan ahora tienen
empleos más estables y menos precarios, tras la aplicación de la reforma
laboral (marzo 2022). En 2023, el
42,87% de los contratos firmados ese año (15,44 millones) fueron contratos indefinidos, por encima del
porcentaje de indefinidos firmados en 2022 (38,37%), que suponían un gran salto sobre el bajísimo porcentaje de
contratos indefinidos que se hicieron en 2021 (10,9%) y entre 2014 y 2020 (eran entre el 6 y el 8% de los nuevos contratos). Con ello, ya se está notando el efecto en las
plantillas: a finales de 2023, el 83,5% de los asalariados
(más de 15 millones) tienen un contrato
indefinido, cuando en 2021 sólo lo tenían el 74,6%. Ya no es sólo que haya 1.062.900 ocupados más que hace sólo 2 años, es que ahora hay 2.395.300 asalariados más con un contrato indefinido que en 2021. Ese es el gran cambio.
Con todo, España no
debería dormirse en los récords y el Gobierno y las fuerzas sociales
deberían dar un impulso al empleo en
2024. Por dos razones. Una, porque quizás
se estén agotando
los efectos positivos de la reforma laboral y el tirón post-pandemia,
con lo que el mercado laboral tiene ahora menos fuerza. Y la otra, de fondo,
porque aún tenemos casi el doble de paro
que Europa y mucho menos empleo. Porque aunque hayamos creado mucho estos
años (tras dos grandes crisis), el
empleo ha crecido menos que la economía. Basta ver este dato: el PIB español aumentó un +28,18% entre
2007 (1.075.539 millones) y 2023 (1.378.690 millones), pero el empleo creció sólo un +2,37%, casi 12 veces menos que la economía. Producimos una cuarta parte más que en 2007
con sólo 493.500 trabajadores más. Eso indica que las plantillas están
cortas, que falta personal, lo que ya vemos en muchos sitios. De hecho, en
España trabaja menos gente que en Europa: el
65,7% frente al 70,4% en la UE-27 y el 77,3%
en Alemania. A lo claro: que si trabajáramos como la media de europeos, tendría
que haber 2,2 millones más trabajando en España.
Así que estaría bien que el Gobierno, los sindicatos y la patronal (y la oposición, pero eso
parece imposible) acordaran un
Plan de choque para relanzar el empleo en 2024 y 2025, sobre tres bases: impulso a la formación y reciclaje de los trabajadores
(para ajustar la mano de obra a lo que piden las empresas, que se quejan de no
encontrar personal), reforma del
desempleo y de las oficinas de empleo
(para que haya más parados cobrando algo más, a cambio de formación y
acompañamiento personalizado para recolocarles) y políticas activas para emplear más a jóvenes, mujeres y mayores de 45 años.
Un Plan que exige medios y fondos, pero sobre todo la colaboración de
autonomías, empresas y sindicatos. Pero debería ser posible. Porque el empleo sigue siendo la 1ª preocupación
de los españoles (no la amnistía ni el politiqueo diario). No lo olviden.
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