jueves, 9 de septiembre de 2021

El rescate del fútbol español

Una de las noticias de agosto ha sido la marcha de Messi del Barça, al no poder pagarle por su penosa situación financiera. Una grave crisis, agudizada por la pandemia, que afecta a todo el fútbol europeo y español: los 42 Clubes de 1ª y 2ª A perdieron 870 millones la pasada temporada (tras 8 años con beneficios) y están aún peor los 102 equipos de 2ªB y los 397 de 3ª división. Por eso, LaLiga ha pactado un rescate con el Fondo británico CVC (el que gestionaba la Fórmula 1), para recibir 2.675 millones en créditos a 40 años a cambio de una parte de los ingresos de patrocinio y TV de los Clubes. El objetivo es sanear sus cuentas en un par de años, gracias a un Plan de reconversión que busca aumentar los ingresos por TV y por el negocio internacional, digitalizando el fútbol con Fondos europeos. Hay que aprovechar la pandemia para racionalizar el negocio del fútbol, evitar que estalle esta peligrosa “burbuja” y lo paguemos todos.

Enrique Ortega 

La pandemia ha pinchado la “burbuja” del fútbol en toda Europa y en España. Ya en la primera temporada afectada por el COVID, la 2019-2020, los equipos europeos perdieron 8.700 millones de euros en ingresos, según la UEFA: -7.000 millones los equipos de las máximas categorías y -1.500 millones las ligas menores. La mitad de esas pérdidas fueron por el cierre de estadios (pérdidas de recaudación entre 3.600 y 4.000 millones), una cuarta parte por la bajada de ingresos por patrocinios (entre 2.400 y 2.700 millones menos) y el resto por la merma en los ingresos de TV (entre 1.200 y 1.400 millones menos). Y en la pasada temporada 2020-2021, la caída de ingresos habrá sido mayor, aunque no dan una cifra. Eso sí, la UEFA advierte que en las dos últimas temporadas, 42 Clubes europeos han suspendido pagos y hay 120 Clubes con Fondos propios negativos, que requieren financiación urgente para seguir funcionando: estiman que necesitan 3.000 millones de capital.

En la primera temporada afectada por el COVID, la 2019-2020, todas las Ligas europeas tuvieron pérdidas, salvo LaLiga española, según un informe de la consultora PwC: la Liga inglesa perdió 1.000 millones de euros, la italiana -750, la francesa -500 y la alemana -210, mientras LaLiga cerraba la temporada con 77 millones de beneficios  (frente a 225 la temporada anterior), gracias al salvavidas de los ingresos por traspasos y al aumento de los ingresos por TV. Pero en la pasada temporada, en 2020-2021, LaLiga entró también en pérdidas: -733 millones de euros, según los datos de LaLiga, que en realidad son -870 millones de pérdidas, al haber subido las pérdidas del Barça. Unas pérdidas que rompen 8 años de beneficios en el fútbol de 1ª y 2ª división, desde la temporada 2012-2013, gracias al Plan de ajuste que se puso en marcha en 2013, para recortar gastos (salarios y fichajes) y aumentar ingresos (TV, patrocinio y negocio internacional).

El impacto de la pandemia en el fútbol español, con el cierre de estadios entre marzo de 2020 y mayo de 2021, ha sido tremendo: los ingresos de los 42 Clubes de 1ª (20) y 2ª división (22) cayeron de 5.043 millones en la temporada 2019-2020 a 3.545 millones en 2020-2021, un 29,7% menos, según LaLiga. El mayor impacto se ha dado en los ingresos por taquilla (caen un -66%: de 796 a 271 millones), al no poder acudir a los estadios las 900.000 aficionados que iban cada semana en 2019. Los ingresos por retransmisiones de TV se han salvado (bajan de 1.770 millones a 1.762) y también los ingresos comerciales por patrocinio (bajan sólo de 987 a 912 millones), mientras caían a menos de la mitad los ingresos por traspasos y otros (de 1.490 millones a 600 millones de ingresos en 2020-2021).

Todos los 42 Clubes de 1ª y 2ªA  han sufrido esta caída de ingresos y las consiguientes pérdidas, pero el peor balance lo tiene el Barça, que reconoce estar en una situación financiera “dramática” (Laporta dixit): tuvo la pasada temporada unas pérdidas de -481 millones de euros y una deuda de 1.350 millones de euros (673 con los bancos y 389 con los jugadores), según los datos del propio Club. Y lo peor: tiene un patrimonio neto “negativo” (-451 millones), lo que sería un motivo de disolución si fuera  una Sociedad Anónima (SA) y no un Club de fútbol. Esta penosa situación financiera ha obligado al Barca a pedir un préstamo de 595 millones a Goldman Sachs y a implantar un Plan de ajuste, con un drástico recorte de gastos, venta de jugadores, rebaja de sueldos y no poder pagar la ficha a Messi.

Otros Clubes de 1ª división con serios problemas financieros son el Valencia, el Betis o el Athletic Club, mientras están algo mejor el Madrid (perdió 70 millones la temporada 2020-21) o el Atlético de Madrid (perdió 50 millones). Peor están los 22 Clubes de 2ªA, que han reducido drásticamente gastos y fichajes. Y se desconoce la situación financiera real de los 102 equipos que integran la 2ªB y, sobre todo, los penosos balances de los 397 equipos de 3ª división, todos ellos mucho más afectados por el cierre de los estadios que los grandes equipos (en 2ª B, los ingresos por abonos y taquilla suponen el 50% de los ingresos, mientras que sólo aportan un 15% del Presupuesto en el caso del Real Madrid).

LaLiga ya puso en marcha, en marzo de 2020, un Plan de ajuste para afrontar la caída de ingresos de la pandemia, actuando en varios frentes. El primero y fundamental, negociar con el Gobierno y los bancos un paquete de créditos ICO de 600 millones de euros, con la garantía del Estado (o sea, de todos los españoles). Y en paralelo, varios grandes Clubes (Atlético, Barça y Real Madrid) solicitaron préstamos a Fondos de capital riesgo nacionales e internacionales. La segunda vía de escape fue solicitar un ERTE para las plantillas de los Clubes de fútbol, que aprovecharon 7 Clubes de 1ª (Barça, Sevilla, Atlético de Madrid, Valencia, Alavés, Espanyol y Osasuna) y otros 10 de 2ªA, más 41 Clubes de 2ª B y muchos más de 3ª división. A la vez, los Clubes pidieron a sus jugadores que se bajaran los sueldos, no sin resistencia, entre el -10% (Madrid) y el 70% algunos como el Barça.

La cuarta vía de recortes se produjo en los fichajes, primero en el verano pasado: el gasto cayó de 1.291 millones gastados por los grandes Clubes en el verano 2019 a los 483 millones (-66%)  gastados en el verano 2020, según la LFP. Un ajuste en fichajes y salarios que LaLiga ha vuelto a exigir a los Clubes esta temporada 2021-2022, con nuevos límites según los ingresos estimados para cada Club. Eso ha vuelto a colocar a la Liga española como la más austera de las Ligas europeas: el gasto en fichajes de los equipos españoles de 1ª ha sido, en la campaña de verano de 2021, de 293 millones de euros, frente a 1.351 millones que han gastado los equipos de la Liga inglesa, los 549 millones de la Liga italiana, los 416 millones gastados en fichajes por la Liga italiana y los 356 de la Liga francesa.

Este mayor ajuste impuesto por LaLiga a los grandes equipos españoles explica que el Barça no haya podido retener a Messi, porque su agujero financiero y los ingresos previstos no permitían pagar su ficha (135 millones). Sorprende que sí la ha podido pagar el PSG  (35 millones anuales por 2 temporadas), cuando el Club francés tiene también problemas financieros y se ha permitido incluso fichar a 6 costosos jugadores (incluidos Ramos y el lateral Achaf, por 60 millones). La explicación es doble. Por un lado, la Liga francesa (Ligue 1) está en una peor situación financiera que LaLiga (lleva 2.600 millones de pérdidas operativas en las 2 últimas temporadas) y aprobó en 2018 límites salariales a los Clubes, pero no entrarán en vigor hasta dentro de 2 años (cuando vence el contrato de Messi con el PSG). Por otro lado, el PSG ha burlado tradicionalmente las normas financieras de la UEFA, que ahora ha suavizado con la pandemia. Y además, el PSG es un Club propiedad de un multimillonario Fondo ligado a la familia real de Qatar, con lo que no tiene problemas para inyectar periódicamente fondos, lo que ha trastocado y trastoca el negocio del fútbol europeo.

Volviendo al fútbol español, la persistencia de la pandemia ha obligado a LaLiga a ir más allá en sus Planes de ajuste y buscar un rescate financiero que asegure el futuro de los Clubes. Y así, tras 10 meses de negociación, LaLiga anunció en agosto un acuerdo con el Fondo británico CVC (que gestionó durante una década la Formula 1) para recibir una inyección de 2.667,5 millones de euros, 2.460 millones para préstamos a 40 años (sin intereses) a los Clubes de 1ª y 2ªA, 100 millones para el fútbol femenino y categorías no profesionales y otros 100 millones para la digitalización de LaLiga. A cambio de este dinero, el Fondo CVC recibirá una parte (11%) de los ingresos de patrocinio y TV de LaLiga en los próximos 40 años (aunque los gestionará solo LaLiga) y será su “socio industrial” para impulsar el desarrollo multinacional del fútbol español.

Este rescate financiero al fútbol español ha sido aprobado en agosto por 38 de los 42 Clubes de 1ª y 2ªA, aunque cuenta con el rechazo del Madrid y el Barca (que creen que pueden financiarse por si mismos y no quieren un Fondo gestionando parte de sus ingresos), el Athletic Club y el Oviedo, que quedarán fuera del acuerdo. Ahora, con ese dinero, LaLiga lo repartirá entre los Clubes, según su tamaño (250 millones le correspondían al Madrid o al Barça, 184 al Atlético de Madrid, 120 al Sevilla, 117 al Valencia, 115 al Athletic o 108 al Villareal). Y les exige un compromiso a la hora de gastarlo: el 70% del préstamo debe ir a infraestructuras (estadios) e innovación tecnológica, otro 15% para compra de jugadores y el 15% restante para reestructurar su deuda financiera.

Este rescate financiero a los grandes Clubes (¿qué pasa con el resto?) trata de asegurar su supervivencia esta temporada, cuando de momento sólo se permite un 60% de público en los estadios. Y en paralelo, LaLiga, la entidad que dirige el fútbol español, sigue adelante con su reconversión profesional de los Clubes, avanzando en tres vías. La primera, aumentar los ingresos que obtienen de las retransmisiones por TV, tratando de que pasen de los 1.800 millones actuales a 2.300 millones en unos años, para lo que quieren negociar con nuevos operadores (Amazon, DAZN) y aumentar las plataformas de emisión de partidos en el extranjero (van a lanzar una aplicación de pago, LaLiga Xtra, en 70 paises). La segunda vía de reforzamiento es aumentar los ingresos internacionales de los Clubes: aumento sobre todo de patrocinios (pasar de 90 a 112 millones y que el 50% de estos ingresos se generen fuera de España), en Africa y Oriente Medio, aunque también en Asia y América.

Pero la gran apuesta de LaLiga es la digitalización del fútbol español, que los aficionados (sobre todo los jóvenes) tengan múltiples plataformas (APPs, plataformas de transmisión por streaming…) para seguir la competición además de acudir a los estados. LaLiga ya ha invertido 200 millones en digitalización desde 2014 y ha firmado un acuerdo con Microsoft para desarrollar soluciones tecnológicas para la retransmisión de partidos. Y ahora, España es el único país que ha incluido el deporte entre los sectores que van a beneficiarse de los Fondos de recuperación de la UE: se van a destinar 300 millones para su digitalización, que se canalizarán a LaLiga y a los Clubes. Fútbol en la nube.

Al final, la pandemia ha desvelado lo vulnerable que es el negocio del fútbol y el grave riesgo de que estalle la “burbuja” económica creada alrededor de este deporte. Pero puede ser también una oportunidad para reconvertir el mundo del fútbol, consiguiendo en unos años sanear las cuentas de los Clubes y asentar sus balances y su futuro. Eso exige mejorar sus ingresos y racionalizar sus gastos, evitando sueldos escandalosos e inversiones faraónicas. Pero mientras haya jeques y Fondos de inversión que trastoquen el deporte en especulación, será difícil conseguirlo. La UEFA habla mucho de “Fair Play Financiero” pero piensa en suavizar sus normas cuando acabe la pandemia. Y LaLiga es hoy la más austera y vigilante, pero está sometida a la presión de la Premier británica y las demás. Así que el ajuste actual puede ser sólo una tregua y quizás no se pinche la burbuja del fútbol. Un grave riesgo, porque si vuelve a haber problemas, quizás tendremos que rescatarlos nosotros.   

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