Los aeropuertos
españoles han perdido 17 millones de
pasajeros en los dos últimos años, cayendo al nivel de tráfico de 2005. Los extranjeros
siguen volando a España y baten incluso
récords de llegadas, por el boom turístico. Pero fallan los viajeros españoles: volamos mucho menos por la crisis, la
subida de tasas y billetes y la competencia del AVE, que en 2014 ganará al avión. La caída de pasajeros provoca que 41
de los 49 aeropuertos españoles pierdan
dinero, muchos abiertos sin justificación: 16 aeropuertos, casi un tercio, reciben menos de 100 pasajeros al día.
Y la caída de pasajeros, junto a las tasas aeroportuarias y la competencia del
low cost, hacen que Iberia y Air Nostrum
sigan en pérdidas, mientras las compañías
europeas vuelven a tener beneficios.
Ahora, las compañías han pactado con AENA una menor subida de tasas e
incentivos para recuperar pasajeros. Pero hace falta que los españoles
recuperen trabajo e ingresos para que vuelen más.
enrique ortega |
El sector aéreo
europeo ha salido
de la crisis en 2013, tras un duro
ajuste de personal, recorte de rutas y fusiones de compañías, acompañados
por un menor coste del combustible y,
sobre todo, un aumento de viajeros
(+3,8%), factores que llevaron a las compañías a volver a tener beneficios en 2013: 1.260 millones de
euros (frente a -880 millones en 2012), según
la IATA. Pero España no ha seguido esa ruta y el sector aéreo ha vuelto a caer,
empujado por una nueva pérdida de pasajeros: 187.361.347
pasaron por nuestros aeropuertos en 2013, 7 millones menos que en 2012 y 17 millones menos que en 2011, con lo
que el tráfico aéreo cae
a niveles de 2005. Y así, las compañías españolas cerraron el año con unas
pérdidas de 33 millones de euros.
En esta pérdida de
pasajeros hay dos realidades. Por
un lado, crecen los viajeros internacionales, que en 2013 batieron un récord: 129 millones (+2,7%), gracias al
récord
de turistas (8 de cada 10 llegan por avión). Y por otro, caen
los pasajeros nacionales. De hecho, 28,7 millones de españoles eligieron el avión
para desplazarse por España en 2013, un
14% menos que en 2012, según el INE.
Y también cayeron los viajes a larga distancia en autobús, utilizados por 1,34
millones de españoles (-7,2%).En cambio, subieron
los viajes
en AVE, utilizados por 25,4 millones de españoles en 2013 (+13,5%).
Tras caer en 2012, la alta velocidad ganó
3 millones de pasajeros el año pasado, gracias a la rebaja de tarifas
aprobada en febrero 2013. Y este año 2014, se espera que el AVE
gane al avión en España.
El avión pierde pasajeros
por la crisis, la subida del IVA
(septiembre 2012), el cierre de rutas
nacionales e internacionales (12% Ryanair y 15% Iberia), la competencia del AVE y los vuelos low cost
y, sobre todo, por la subida de precios forzada por la subida de tasas aeroportuarias,
mientras el combustible les ha
costado menos a las compañías en 2013. Las tasas
aeroportuarias han acumulado una subida del 68,18% entre 2010 y 2013
(según el sector), pero se han concentrado
sobre todo en 2012 (subida media
del 18%, que superó el 50% en Barajas) y
en 2013 (+8,5%), en un intento de AENA por cubrir parte de la inversión
realizada en los aeropuertos españoles (18.000 millones entre 2001 y 2011), que
le ha dejado una deuda acumulada de 14.000
millones, que intenta tapar con
las tasas.
La caída de pasajeros
ha afectado a 37 de los 49
aeropuertos españoles y de los 12
que ganaron pasajeros, la mayoría son aeropuertos
del turismo extranjero: Son Bonet (Palma,+173%), Alicante (+8,8%),
Lanzarote (+3,2), Ibiza (+3,1), Málaga (+2,7), Tenerife sur (+2%), Palma (+0,4%)
y el Prat-Barcelona (+0,2). Y los que más
pierden viajeros son aeropuertos de tráfico nacional: Madrid-Torrejón
(-93%), Huesca (79%), Vitoria (-71,7%), Albacete (-69%), Algeciras y Ceuta
(-67%) y. sobre todo Madrid-Barajas
(-12,1%), que ha perdido una cuarta parte de sus pasajeros desde 2007 (aunque ha ganado tráfico en febrero, por primera vez en dos años).
Esta caída de
pasajeros agravó la crisis de los
aeropuertos españoles, donde sólo
8 de los 47 aeropuertos ganan dinero (2012): Palma (73,8 millones), El
Prat (73,6), Gran Canaria (28,1), Tenerife Sur (27,9), Ibiza (7,8), Barajas
(13,07), Lanzarote (5,9), Sevilla (4,03) y Bilbao (0,28). En conjunto, la red de aeropuertos perdió 70,78 millones
en 2012, un tercio menos que en 2011 (-220,5 millones), gracias al Plan
de eficiencia puesto en marcha en junio de 2012, para recortar horarios
y costes en los 19 aeropuertos con menos de 500.000 viajeros. Pero el Gobierno
Rajoy no ha cerrado ningún aeropuerto
e incluso se está gastando 100 millones
de euros en ampliar
los aeropuertos de Vigo y A Coruña (que pierden, juntos, 17 millones).
La caída de pasajeros
ha afectado
de manera desigual a las compañías:
Iberia ha perdido 4,3 millones de
pasajeros en 2013, Ryanair (la
líder) otros 1,45 millones, Easyjet (-1,4
millones), Air Nostrum (-0,7
millones) y Air Berlín (-0,62). Y
han ganado pasajeros Vueling (+2,1 millones), Iberia Express, la estrenada low cost
de Iberia (+1,02 millones), Air Europa
(+0,89 millones), junto a Lufthansa
(0,34 millones) y Norwegian (+1,02
millones). Con ello, el Grupo
Iberia (Iberia, Iberia Express, Vueling y British Airways) ha recuperado el liderazgo de pasajeros en
España (32 millones), por delante de
Ryanair (27,5 millones). Pero aun así, Iberia
cerrará 2013 con pérdidas
(-200 millones de euros), por quinto
año consecutivo, aunque espera
recuperarse (con los ajustes de plantillas, rutas, renovación de aviones y pacto
con pilotos), para alcanzar beneficios
en 2014. Vueling
ha cuadruplicado beneficios (de +28,3 a +137 millones en 2013) y Air
Europa ha pasado a tener beneficios (de -37 a +50 previstos en
2013), aunque Air
Nostrum (familia Serratosa y franquiciada de Iberia para vuelos
regionales) volverá a tener pérdidas
(-20 millones), aunque espera conseguir beneficios en 2015.
Para 2014, se
espera que el sector aéreo mundial
se recupere más, aumentando un 6% los
pasajeros y duplicando beneficios en
Europa, según
la IATA. En España, el Gobierno
Rajoy pretende que vuelvan a crecer los
pasajeros, un 2% (de hecho, ya han subido un 2,5% en enero y febrero), gracias a una menor
subida de las tasas aéreas (subieron
un 0,9% este 1 de marzo y aumentarán un máximo del 2,5% en todo 2014) y a
una política de incentivos:
descuentos del 75% al 100% de las tasas aeroportuarias para las compañías que
abran nuevas rutas o aumentan viajeros,
sobre todo dentro de España.
Con ello, podrían no
subir más los billetes, aunque eso depende
también mucho de la competencia:
los vuelos realizados por una sola línea o donde no hay compañías low cost son más caros que los vuelos con más compañías y líneas de bajo coste,
según un informe de
FEDEA. De hecho, en el último año, los precios de los vuelos intercontinentales han caído un -6% y los europeos un -8%,
mientras los vuelos nacionales subieron
un +4%, según datos de febrero del buscador
Trabber. Y así pasa: es más caro volar de
Madrid a Bilbao (con poca competencia de compañías) que a Londres o a Berlín. Y vamos en coche.
Además de frenar las tasas aeroportuarias, agilizar los embarques, no subir impuestos
(IVA) y fomentar la competencia en las rutas interiores, hay que ayudar al sector aéreo
con financiación asequible y medidas fiscales (para fomentar fusiones e
inversiones, renovar la flota y ahorrar combustible), pero sin “doparles”
con subvenciones a fondo perdido, como han hecho varias autonomías (sobre
todo con Ryanair y Air Nostrum). Y a
nivel europeo, Bruselas debe acelerar
la puesta en marcha del Cielo
Único Europeo (previsto para 2020), porque cada año que se mantiene
el actual caos
de gestión aérea, con 67 zonas de control que obligan a rutas en zigzag, se encarece 5.000 millones anuales el
tráfico aéreo europeo.
España es el cuarto país del mundo en tráfico aéreo
(tras EEUU, China y Reino Unido) y tiene una posición geográfica privilegiada entre
Europa y América, África o Asia. Por eso, y porque somos la tercera potencia turística mundial (tras
Francia y EEUU), nuestros aeropuertos
son claves para el futuro y para asentar la recuperación. Pero tienen
que ser competitivos, con costes
ajustados y servicios ágiles. Y volar,
sobre todo dentro de España, tiene que ser más asequible, sin tener que
depender de los chollos con 3 meses de plazo. Hay que ayudar al avión pero
también se tienen que ayudar ellos con
mejores ofertas. ¡A despegar ¡
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